Mart¨ªn Pall¨ªn: ¡°La Fiscal¨ªa archiv¨® lo del rey em¨¦rito por servilismo¡±
El exmagistrado del Supremo asegura que el problema de la judicatura no es su ideolog¨ªa, sino sus intereses: ¡°He conocido magn¨ªficos jueces conservadores, hasta de la Divisi¨®n Azul¡±
Jos¨¦ Antonio Mart¨ªn Pall¨ªn (A Coru?a, 86 a?os) quer¨ªa ser ingeniero de caminos, pero se le atragantaron las matem¨¢ticas. Hijo de ¡°un golpista¡±, teniente coronel de la Guardia Civil del que pese a todo, destaca su ¡°ejemplar sentido ¨¦tico¡±, se matricul¨® en Derecho ¡°con poco entusiasmo¡± y termin¨® descubriendo su ¡°verdadera vocaci¨®n¡±. Acumula ¡°6.000 juicios orales como fiscal y unas 2.000 sentencias como magistrado del Supremo¡±. En 2011 se retir¨® en el alto tribunal, pero sigue en activo, ahora asesorando a un bufete de abogados, como representante espa?ol en la Comisi¨®n Internacional de Juristas y escribiendo libros. El ¨²ltimo se titula Los derechos de la Tierra.
Pregunta. En una reciente entrevista en este diario, Pedro Gonz¨¢lez-Trevijano, presidente del Tribunal Constitucional, dijo: ¡°Los juristas somos casi todos gente conservadora porque el derecho es una ciencia conservadora¡±. ?Lo comparte?
Respuesta. El derecho no es una ciencia exacta, est¨¢ m¨¢s cerca de la filosof¨ªa o las humanidades. Me parece inaudito que un presidente del Constitucional diga eso. ?Acaso un Parlamento democr¨¢tico solo puede hacer leyes conservadoras? En cuanto a los jueces conservadores, efectivamente hay razones de origen, familias pudientes que pueden permitirse esas oposiciones que son una aberraci¨®n tal y como est¨¢n concebidas ahora, y luego es f¨¢cil que despu¨¦s de ese esfuerzo haya quien diga: ¡°Ya soy funcionario, voy a meterme en pocas complicaciones¡±. Pero en el derecho tambi¨¦n hay gente que vemos las cosas de otra manera.
P. ?Cu¨¢l ser¨ªa el mejor m¨¦todo para llegar a juez?
R. En Francia, los aspirantes a jueces tienen que pasar, adem¨¢s, un examen de cultura general. A un amigo ¨ªntimo, el jurista Philippe Texier, le preguntaron qu¨¦ era la nouvelle vague. Tambi¨¦n hay pa¨ªses que hacen ex¨¢menes de tipo psicol¨®gico. Encontrar el sistema perfecto es dif¨ªcil, pero quiz¨¢ el m¨¢s razonable sea el ingl¨¦s. All¨ª necesitas diez a?os de ejercicio del derecho y unos informes favorables. Sol¨ªan decirme: ¡°En tu pa¨ªs puedes ser juez con veintipocos a?os ?Est¨¢is locos!¡±. En el sistema alem¨¢n tambi¨¦n hay pr¨¢cticas, pasas por todo el circuito judicial. Aqu¨ª falta eso, pr¨¢ctica.
Los jueces tienen que serlo de la ley, no de la moral
P. Admite que el sistema espa?ol favorece una mayor¨ªa conservadora entre los jueces, pero es partidario de cambiar el m¨¦todo en el Poder Judicial para que los jueces elijan a los jueces. ?No restar¨ªa eso pluralidad teniendo en cuenta que la mayor¨ªa de jueces asociados pertenecen a asociaciones conservadoras?
R. Los jueces que est¨¢n elegidos por el Parlamento cuando gana el PP tambi¨¦n son de mayor¨ªa conservadora. Le he dado muchas vueltas a este asunto. El problema no es que sean conservadores. He trabajado con jueces conservadores que eran magn¨ªficos juristas, como Luis Vivas, que hab¨ªa estado en la Divisi¨®n Azul [los espa?oles que lucharon del lado de los alemanes de Hitler en la II Guerra Mundial]. El problema es que sean trepas, que cedan su independencia a intereses partidistas.
P. ?Podr¨ªa terminar ocurriendo aqu¨ª algo parecido a lo que ha pasado en EE UU, con el Supremo restringiendo derechos adquiridos, como el aborto?
R. El Supremo de EEUU no ha anulado el aborto, ha hecho una interpretaci¨®n por la cual cada Estado puede regularlo como estime conveniente, como hizo con la pena de muerte. Aqu¨ª, con la actual composici¨®n del Constitucional creo que lo de abortar a los 16 a?os sin consentimiento de tus padres no pasa de ninguna de las maneras. La modificaci¨®n ad hoc que se introdujo en la ley de autonom¨ªa del paciente [en 2015, bajo el Gobierno de Mariano Rajoy] para que a los 16 a?os no pudieran abortar sin consentimiento paterno es un ejemplo de c¨®mo el derecho se pone a veces al servicio del conservadurismo. En todo esto hay que recordar lo obvio: solo las mujeres se quedan embarazadas y nadie puede decidir por ellas. Los jueces tienen que serlo de la ley, no de la moral. Con el tema de la eutanasia ocurre igual.
P. En El Gobierno de las togas critica la judicializaci¨®n de la pol¨ªtica. Llega a decir que est¨¢ en peligro la separaci¨®n de poderes. ?Es partidario de limitar la acci¨®n popular de los partidos pol¨ªticos?
R. Los partidos pol¨ªticos tienen un escenario acotado, el Parlamento. No suprimir¨ªa la acci¨®n popular, pero habr¨ªa que acotarla, aunque en la pr¨¢ctica cualquier diputado ¡°a t¨ªtulo personal¡± o tres militantes de un partido podr¨ªan ejercer la acci¨®n penal porque la ley dice que ¡°los ciudadanos espa?oles¡± podr¨¢n ejercitarla.
P. Entonces, ?c¨®mo se acota?
R. Limit¨¢ndola a los ciudadanos. Y si versa sobre asuntos con un claro matiz pol¨ªtico, la norma ya permite a los jueces rechazar de plano cualquier querella cuyos hechos no sean manifiestamente constitutivos de delito.
P. ?C¨®mo le explicar¨ªa a un profano las consecuencias del bloqueo en la renovaci¨®n del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional?
R. En su vida diaria, no le afecta. No impide su divorcio, su desahucio, su testamento, su reclamaci¨®n de cantidad.. Pero es un ¨®rgano constitucional y como tal, tiene que ajustarse a las normas constitucionales. Imaginemos que el Gobierno dijese que no convoca elecciones, que sigue otros cuatro a?os, y en el poder legislativo igual... ser¨ªa un golpe institucional. Lo que est¨¢ ocurriendo en el Poder Judicial es una anomal¨ªa constitucional. Es inconcebible que no se disuelva autom¨¢ticamente.
P. ?Deber¨ªan haber dimitido?
R. Eso por un lado. La ley dice que, transcurridos los cuatro a?os, el presidente del Tribunal Supremo convocar¨¢ elecciones entre los jueces para presentar sus candidaturas. Esto se hizo a finales de 2018. Te puedes presentar con 25 avales y resultaron preelegidos 51. Es un proceso institucional que ya est¨¢ abierto. ?Por qu¨¦ no se completa? El Gobierno dice que estando en funciones no pueden hacer nombramientos y se monta un gran esc¨¢ndalo por las vacantes, pero es que cuando el Gobierno est¨¢ en funciones tambi¨¦n est¨¢ limitado: no puede presentar proyectos de ley, por ejemplo, y en el poder legislativo, igual cuando pasa a ser la diputaci¨®n permanente. ?Por qu¨¦ va a poder hacer el Poder Judicial lo que le d¨¦ la gana?
P. ?Se le ocurre alg¨²n m¨¦todo para impedir que ese bloqueo vuelva a repetirse?
Soy partidario de anular la sentencia de los ERE. Hay una responsabilidad pol¨ªtica, no penal, y ya la han pagado
R. Una modificaci¨®n de la ley de forma que, transcurrido el mandato, se convocan elecciones a jueces y dimiten todos los vocales salvo los necesarios para que siga en funcionamiento la comisi¨®n disciplinaria... lo fundamental. No podr¨ªan hacer nombramientos y las vacantes que se fueran produciendo las cubrir¨ªan magistrados suplentes: catedr¨¢ticos, juristas de reconocido prestigio...
P. ?Qui¨¦nes son los principales culpables de la situaci¨®n actual?
R. ?Cui prodest? ?A qui¨¦n beneficia? Incuestionablemtente, al PP.
P. Ha sido muy cr¨ªtico con la sentencia del caso de los ERE. ?Es partidario del indulto?
R. Soy partidario de anular la sentencia. Eso no es delito. El derecho penal no puede juzgar una pol¨ªtica emanada de un Gobierno, aprobada por un Parlamento, con el apoyo en su d¨ªa del PP, que lleg¨® a pedir aumentar la partida. El clientelismo no sale en el C¨®digo Penal. Hay una responsabilidad pol¨ªtica, pero no penal, y esa ya la han pagado perdiendo el Gobierno andaluz.
P. ?Existen casos parecidos que no hayan tenido sanci¨®n penal?
R. Lo que est¨¢ haciendo el juez Garc¨ªa Castell¨®n con los audios que hablan de Aguirre o la conversaci¨®n de Ignacio Gonz¨¢lez con Zaplana... eso s¨ª es un c¨¢ncer para la justicia y no el Poder Judicial. El tipo que se hizo pasar por cura... que no se haya investigado... Son resoluciones arbitrarias injustas.
P. ?Puede la justicia ser incoherente?
R. No. La justicia tiene que ser coherente. Estos casos son de libro: si cambias los nombres en una facultad como ejercicio pr¨¢ctico y un alumno me dice que eso no hay que investigarlo le suspendo. Lo que influye en que unas cosas se investiguen y otras no es el factor humano. Y el que tenga alguna duda de por qu¨¦ est¨¢ pasando esto que repase la conversaci¨®n entre Ignacio Gonz¨¢lez y Eduardo Zaplana.
P. Tambi¨¦n ha sido muy cr¨ªtico con la sentencia del proc¨¦s, pero al contrario que en la de los ERE, ah¨ª todos los magistrados estaban de acuerdo.
R. Yo creo que ten¨ªan el esquema de la querella ya preparado porque en tres d¨ªas presentaron una de 103 p¨¢ginas. Yo he sido fiscal, he hecho querellas y s¨¦ lo que cuestan. Aqu¨ª se hizo la ley del refer¨¦ndum y el Constitucional la declar¨® inconstitucional. Perfecto, impecablemente democr¨¢tico. Con la ley de transitoriedad, lo mismo. Luego se abri¨® el procedimiento. La sedici¨®n se basa en lo que ocurri¨® en la conseller¨ªa y la sentencia dice en un momento dado que en los alrededores se concentr¨® gente entre gritos reivindicativos y actos l¨²dicos consistentes en actuaciones musicales y reparto de bocadillos. Menuda sedici¨®n. Y en lo del 1 de octubre el propio Marchena reconoce que todo qued¨® abortado en cuanto se public¨® en el BOE la aplicaci¨®n del 155. Lo que se ha hecho es una perversi¨®n y una utilizaci¨®n fraudulenta del derecho penal y no lo digo yo, lo ha dicho el grupo de trabajo de Naciones Unidas sobre detenciones arbitrarias, el comit¨¦ de derechos humanos de la ONU y jueces de B¨¦lgica, Alemania, Escocia, Suiza¡
P. ?Dejar¨ªa el delito de sedici¨®n tal y como est¨¢ en el C¨®digo Penal?
R. Lo de alzamiento p¨²blico y tumultuario podr¨ªa cambiarse a actuaciones que causen una grave alteraci¨®n del orden p¨²blico. Aplicando la doctrina Marchena, que cree que no hace falta violencia, los del Consejo ser¨ªan sediciosos.
P. En Los derechos de la tierra se plantea si el derecho puede ¡°proporcionar instrumentos para ordenar y controlar el cese de la sangr¨ªa de la Tierra¡±. ?Puede?
R. Puede y debe porque en ello nos va la vida de las futuras generaciones. A partir de la explosi¨®n de la f¨¢brica de fertilizantes de Bhopal, en la India, en la que murieron cerca de 30.000 personas, se empez¨® a hablar del delito medioambiental. El derecho ya tiene instrumentos, pero yo doy un paso m¨¢s, de la mano de cerca de 400 cient¨ªficos, juristas, fil¨®sofos.. que llevan tiempo trabajando en una ut¨®pica Constituci¨®n de la Tierra.
P. ?Una especie de declaraci¨®n de los derechos del ni?o pero para el planeta?
R. Ser¨ªa la carta de los derechos fundamentales de la naturaleza. Luigi Ferrajoli, que es un mangn¨ªfico jurista, tiene un libro en el que desarrolla hasta 100 art¨ªculos de esa constituci¨®n. Yo soy un poco m¨¢s modesto. La Universidad Libre de Bogot¨¢ tiene un mamotreto de muchos autores, entre ellos un constitucionalista espa?ol buen¨ªsimo, Marco Aparicio, en el que plantea esa idea revolucionaria, que un ¨¢rbol puede tener derechos. Yo lo sostengo.
P. En Espa?a ni siquiera la prevalencia del var¨®n sobre la mujer en la sucesi¨®n al trono ha animado a los grupos pol¨ªticos a cambiar la Constituci¨®n. Nadie quiere abrir el mel¨®n de la ley de leyes.
R. Esto es una patolog¨ªa preocupante. Alemania ha modificado m¨¢s de 20 veces su constituci¨®n y no ha pasado nada. En una sociedad sana, madura, no hay problema. ?Por qu¨¦ se pudo hacer lo del 135 y hoy no se puede cambiar disminu¨ªdos por discapacitados?
P. Usted restringe la interpretaci¨®n sobre la inviolabilidad del Rey. ?Podr¨ªa haber hecho otra cosa la Fiscal¨ªa distinta al archivo?
R. Negar la inviolabilidad del Rey fuera de los actos propios de sus funciones es el derecho internacional de todos los pa¨ªses civilizados. La Constituci¨®n habla de que ser¨¢ inviolable y ¡°sus actos refrendados por los ministros¡±, es decir, est¨¢ hablando de actos en el ejercicio de su cargo. Esto lo solucion¨® de manera magistral Lord Nichols en el caso Pinochet: no dudaba de la inviolabilidad de los reyes y jefes de Estado por los actos desempe?ados en el ejercicio de su cargo, pero explic¨® que no es una funci¨®n propia de un jefe de Estado torturar y hacer desaparecer personas, por lo que accedi¨® a su entrega a Espa?a. La Fiscal¨ªa ha hecho lo que ha hecho con el rey em¨¦rito por servilismo, por no atraverse a crear un conflicto pol¨ªtico para el que quiz¨¢ la sociedad espa?ola no estaba preparada.
P. Las exhumaciones de los republicanos enterrados sin consentimiento familiar en el Valle de los Ca¨ªdos est¨¢n paradas porque, pese que el TSJ de Madrid levant¨® las cautelares, el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial se niega a conceder de nuevo la licencia de obra y un juzgado de Madrid les ampara. ?Qu¨¦ le parece?
R. Ciertos jueces han tenido una actitud de rechazo general ante todo lo relacionado con la memoria hist¨®rica porque detectan que tienen a su favor a la opini¨®n medi¨¢tica y a la derecha. Esto del Valle de los Ca¨ªdos me parece una medida arbitraria e injusta porque no hay ning¨²n invonveniente para seguir adelante con las actuaciones. Se ha hecho una interpretaci¨®n mecanicista e ideol¨®gica del derecho. Una sentencia vale siempre lo que valen sus razonamientos.
P. ?Tiene alguna sentencia de la que se arrepienta, alg¨²n caso que le persiga?
R. Arrepentirme no. Mi preocupaci¨®n siempre ha sido que mis argumentos se entendieran. El derecho no es una t¨¦cnica, es la aplicaci¨®n de la raz¨®n a los hechos y en donde nos podemos confundir a veces es en los hechos. Ese es el peligro, pero para eso tambi¨¦n hay una m¨¢xima que nos libera y es la de in dubio, pro reo. El que me persigue, pero porque ¨¦l lo recuerda siempre, es Mario Conde, que entr¨® en el Supremo con 10 a?os de condena y sali¨® con 20.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.