Cr¨¦ditos
Coordinaci¨®n
Pablo Linde
Direcci¨®n Planeta Futuro
Lola Huete Machado
Equipo Planeta Futuro
Alejandra Agudo, Lola Hierro, Carlos Laorden y Tiziana Trotta
Dise?o y Desarrollo
Ruth Benito e Irene Navarro
Reportajes y fotograf¨ªas
Alejandra Agudo, Lola Hierro, Lola Huete Machado, Anal¨ªa Iglesias, Azir Khouadir, Pablo Linde, ?ngel L. Mart¨ªnez Cantera, Jos¨¦ Naranjo, Gl¨°ria Pallar¨¨s y Francisco Javier Sancho M¨¢s.
Tribunas de expertos
Arancha Amor, Juan Cuadros, Miguel G¨®rgolas, David G. Jara, Pilar Mat¨ªas, Oriol Mitj¨¤, Franciska Park Dal Boon, Laura Prieto y Wendy Van de Sande.
Este especial ha sido posible gracias a la financiaci¨®n de la Fundaci¨®n Bill y Melinda Gates, el Banco Iberoamericano de Desarrollo (BID) y UN Foundation; con el apoyo log¨ªstico de la Unidad de Salud Internacional del Hospital Vall d'Hebr¨®n (Barcelona), el Hospital Nossa Sra. da Paz de Cubal (Angola), Casa ?frica, la Agencia de Cooperaci¨®n e Inversi¨®n de Medell¨ªn, el Programa de estudio y control de enfermedades tropicales de la Universidad de Antioquia y DNDi.
Cuando Marl¨¦n Vallejos acudi¨® a su centro de salud de Bilbao con sospechas de que padec¨ªa el mal de Chagas, su m¨¦dico de cabecera tuvo que buscar en el ordenador de qu¨¦ le estaba hablando. Por algo se las llama enfermedades olvidadas. Son 18 dolencias que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) califica como ¡°desatendidas¡± ya que, aunque afectan a m¨¢s de 1.000 millones de personas, son casi siempre las m¨¢s vulnerables, las que cuentan con menos recursos, abandonadas por gobiernos, investigaci¨®n, farmac¨¦uticas...
Despu¨¦s de unos a?os, Marl¨¦n volvi¨® a su Bolivia natal, lugar de mayor prevalencia de chagas, pero tambi¨¦n end¨¦mico de otras enfermedades tropicales desatendidas (ETD), como las trematodiasis alimentarias, la cisticercosis, la esquistosomiasis o la equinococosis. No, los nombres no ayudan a recordarlas.
Es frecuente que varias de estas dolencias se ceben en el mismo pa¨ªs, ya que normalmente se concentran en lugares tropicales: Latinoam¨¦rica, Asia y ?frica son las regiones m¨¢s castigadas. Como suele ocurrir, el ¨²ltimo continente se lleva la peor parte y no solo las colecciona casi todas, sino que es el ¨²nico lugar donde todav¨ªa persisten algunas de ellas.
Hace unos d¨ªas, la OMS present¨® en Ginebra su ¨²ltimo informe sobre ETD con ¡°avances sin precedentes¡± en la lucha contra ellas. Algunas, como el pian o el gusano de Guinea est¨¢n cerca de ser erradicadas. Otras, como la enfermedad del sue?o o la elefantiasis, que causaron verdaderas plagas en el pasado, est¨¢n cada vez m¨¢s arrinconadas.
Si bien los vectores principales de las enfermedades est¨¢n presentes en pa¨ªses tropicales en desarrollo, las v¨ªctimas se encuentran repartidas por todo el planeta
En este especial de Planeta Futuro hemos querido tambi¨¦n hacer una cobertura ¡°sin precedentes¡± sobre las 18 enfermedades olvidadas. Hemos viajado por todo el mundo para conocer la realidad de quienes las sufren y contar c¨®mo viven, d¨®nde est¨¢n y qu¨¦ se est¨¢ haciendo para acabar con cada uno de estos males, con la aportaci¨®n de algunos de los mayores expertos del mundo.
Si bien los vectores principales de las enfermedades ¡ªlos agentes trasmisores, como por ejemplo mosiquitos¡ª est¨¢n presentes en pa¨ªses tropicales en desarrollo, las v¨ªctimas se encuentran repartidas por todo el planeta y las formas de transmisi¨®n llegan a zonas no end¨¦micas, como el caso del mal de Chagas, que afecta a m¨¢s de seis millones de personas y, aunque originaria de Am¨¦rica Latina, hay decenas de miles de casos en Estados Unidos, Espa?a, Jap¨®n o Australia, por citar algunos.
Pero el calificativo de olvidadas es tambi¨¦n merecido en estos lugares, incluso entre quienes m¨¢s deber¨ªan conocerlas. Un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos y Mundo Sano se bas¨® en un cuestionario a estudiantes de sexto grado de medicina de varias universidades de Madrid sobre las cinco m¨¢s importantes en Espa?a: enfermedad de Chagas, hidatidosis, leishmaniasis, dengue y estrongiloidiasis. Solamente un 9% de los 100 estudiantes encuestados consiguieron responder correctamente a m¨¢s de la mitad de las preguntas.
Si estas enfermedades no se detectan a nivel primario, los pacientes desarrollan complicaciones y acaban, en el mejor de los casos (s¨®lo aquellos que pueden tener acceso), en las consultas de los especialistas. De ese modo, se dispersan muchos los casos y se dificultan las estrategias de seguimiento y control.
A veces, los avances logrados en la lucha contra las enfermedades desatendidas retroceden en d¨¦cadas a causa de los conflictos. Dhekra Annuzaili es una pediatra oriunda de Sanaa, en Yemen. Trabaja en el Programa Nacional de Control de la Esquistosomiasis. Actualmente vive en El Cairo, adonde se ha tenido que refugiar a causa de la guerra en su pa¨ªs. Antes de eso, Yemen estaba a punto de anunciar la eliminaci¨®n de la esquistosomiasis, seg¨²n Annuzaili. ¡°Pero ahora, hemos observado un rebrote de la enfermedad y estamos volviendo atr¨¢s. Pens¨¢bamos que el conflicto iba a durar un mes o dos, pero ya llevamos m¨¢s de 750 d¨ªas (dice reprimiendo el dolor) y eso afecta terriblemente al sistema de salud que est¨¢ ya colapsado¡±.
Nuevos tratamientos que se esperan
La investigaci¨®n y desarrollo de nuevos m¨¦todos de diagn¨®stico y tratamiento es una de las respuestas m¨¢s esperadas. Bernard P¨¦coul, director de la DNDi (una iniciativa p¨²blico-privada para el desarrollo de nuevos medicamentos para enfermedades desatendidas) asisti¨® a las sesiones mantenidas por la Coalici¨®n Global de Chagas, en Ginebra, la pasada semana. All¨ª remarc¨® la necesidad de que la innovaci¨®n tienda a simplificar los tratamientos existentes en contextos tan dif¨ªciles como en los que se originan las ETD. P¨¦coul anunci¨® buenas noticias para algunas de ellas, especialmente, para la tripanosomiasis africana (o enfermedad del sue?o). El a?o pr¨®ximo, DNDi, con la ayuda de Sanofi, entre otros socios, presentar¨¢ el nuevo tratamiento con fexinidazol. Una dosis oral que reducir¨¢ espectacularmente el impacto de la enfermedad. Actualmente se requieren tratamientos complejos y diferentes para las dos fases de la dolencia que obligan a realizar punciones lumbares con el objeto de decidir qu¨¦ tratamiento seguir. Todo ello en contextos de escasos recursos.
P¨¦coul considera que si bien hay enfermedades en las que se ha avanzado enormemente, al menos la mitad de las que est¨¢n en la lista de la OMS no han logrado ning¨²n progreso considerable y est¨¢n estancadas. Un ejemplo de ello es la enfermedad de Chagas, ¡°para la que DNDi trabaja en investigar la simplificaci¨®n de un tratamiento que hoy resulta a¨²n largo y t¨®xico, as¨ª como en el de la leishmaniasis. Esta ¨²ltima ¡°es una enfermedad que causa estragos. La variedad cut¨¢nea se ha expandido enormemente en pa¨ªses como Afganist¨¢n y Siria a causa del conflicto¡±. P¨¦coul se?ala que para las ETD a¨²n se cuentan con ¡°herramientas muy viejas y poco aptas para los retos que nos plantean los a?os venideros¡±.
Algunos logros han sido evidentes, como el que en 2015 se pudiera llegar a tratar a 1.000 millones de personas de, al menos, una de las ETD. Ello incluye a los m¨¢s de 550 millones tratados de filariasis linf¨¢tica (elefantiasis). Togo fue uno de los ¨²ltimos pa¨ªses en eliminarla, y el primero de ?frica subsahariana. La enorme lucha que implica llegar a una situaci¨®n como esta es otra historia sin contar, o que, sencillamente, no se ha contado todo lo bien ni todo lo alto que se debe.
En Am¨¦rica Latina tambi¨¦n ha habido importantes hitos. Varios pa¨ªses han conseguido erradicar algunas de las enfermedades en la ¨²ltima d¨¦cada. En 2013, Colombia fue el primer pa¨ªs del mundo que certific¨® la eliminaci¨®n de la oncocercosis, algo que consiguieron en a?os sucesivos Ecuador, M¨¦xico y Guatemala. Pero los avances no tienen por qu¨¦ mantenerse si no se contin¨²a la apuesta econ¨®mica por conseguirlos, como asegura Ignez Tristao, especialista en protecci¨®n social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), resposable de algunas de las inversiones contra las ETD en Latinoam¨¦rica. "En un contexto fiscal cada vez m¨¢s complejo, el reto es poder ampliar o mantener el financiamiento dedicado a esas enfermedades en la regi¨®n para asentar los logros alcanzados en el control y la eliminaci¨®n de enfermedades, y consolidar los esfuerzos en las ¨¢reas donde todav¨ªa hay mucho trabajo por hacer", resume.
En una encuesta entre estudiantes de sexto de medicina de Madrid, solo un 9% aprob¨® un cuestionario sobre las enfermedades desatendidas m¨¢s frecuentes en Espa?a
En 2012, muchos asociados contra las ETD, entre ellos la Fundaci¨®n Bill&Melinda Gates, 13 farmac¨¦uticas y gobiernos como los de Estados Unidos, Reino Unido y Emiratos ?rabes, junto a otras organizaciones de salud global firmaron la Declaraci¨®n de Londres y crearon Uniting to Combat NTD (Uni¨¦ndose para luchar contra las ETD). El objetivo era acelerar la hoja de ruta de la OMS en 10 enfermedades que reun¨ªan los criterios para enfrentarse, controlarse y, potencialmente eliminarse a tiempo. Uniting to Combat publica anualmente una clasificaci¨®n de las enfermedades que funciona como una especie de sem¨¢foro para medir los avances m¨¢s significativos que se llevan a cabo en la lucha contra las mismas. Thoko Pooley, la directora del Centro de Apoyo de esta organizaci¨®n, coloca en verde ¡°los ¨¦xitos obtenidos en la enfermedad del sue?o, que se ha logrado reducir a apenas unos 3.000 casos¡±. Su erradicaci¨®n est¨¢ muy pr¨®xima. Otra en verde es la oncocercosis (o ceguera de los r¨ªos). ¡°Gracias a la quimioterapia preventiva (profilaxis a gran escala) se ha llegado al 62% de la poblaci¨®n afectada y muchas personas ya no quedar¨¢n ciegas¡±, asegura Pooley.
En rojo, hay a¨²n enfermedades como Chagas o esquistosomiasis. Wendy Harrison, experta en esta ¨²ltima dentro de la Iniciativa para el Control de la Esquistosomiasis, del Imperial College de Londres, indica que a pesar de las donaciones del medicamento existente (el prazicuantel) por parte de la compa?¨ªa Merck, ¡°s¨®lo se ha podido llegar a algo m¨¢s del 25% de los pacientes que lo necesitan¡±. La especialista recuerda que la lucha contra una ETD no descansa s¨®lo en la labor de pa¨ªses ricos o donantes, sino en el enorme esfuerzo del personal sanitario y no sanitario de los pa¨ªses end¨¦micos, la mayor¨ªa de escasos recursos, que ponen todo su tiempo y energ¨ªa en que los diagn¨®sticos y tratamientos puedan llegar a los que los necesitan.
En la ¨²ltima reuni¨®n de aliados mundiales contra las ETD se anunciaron nuevas adjudicaciones de fondos, la mayor parte provenientes del gobierno brit¨¢nico (unos 430 millones de euros aproximadamente) y de la Fundaci¨®n Gates (m¨¢s de 300 millones de euros) para los pr¨®ximos cuatro y cinco a?os. Algunas farmac¨¦uticas anunciaron donaciones de medicamentos para llevar a cabo las distribuciones masivas recomendadas por la OMS y que han dado tan buenos resultados, como demuestra el caso de la elefantiasis.
Dirk Engels, que dirige el Departamento de Control de las ETD en la OMS, explica el enorme impacto de la estrategia propuesta por la organizaci¨®n a trav¨¦s de quimioterapia preventiva, la provisi¨®n de agua y servicios de higiene, y la integraci¨®n y coordinaci¨®n entre servicios medioambientales, veterinarios (pues muchos animales son portadores y afectados por estas enfermedades) y m¨¦dicos. Todo ello supone un conjunto de componentes esenciales para derrotar el enorme impacto de las ETD en la salud global. Tambi¨¦n reconoce que hoy se depende mucho de las donaciones de medicamentos o de intervenciones subsidiadas para las poblaciones m¨¢s pobres, pero la ampliaci¨®n de la cobertura universal necesitar¨¢ de un cambio que tienda hacia la descentralizaci¨®n de los servicios sanitarios que facilite el acceso a toda la poblaci¨®n.
Los desaf¨ªos que quedan para sacar del olvido a m¨¢s de 1.000 millones de pacientes son parte de una historia de luces y sombras que a¨²n falta por contar. O por contarla todo lo bien y alto que se deber¨ªa. Este especial trata de ser un altavoz para conseguirlo.