Cuando el vino es el bot¨ªn: objeto de deseo de coleccionistas y bandas criminales
Expertos en criminolog¨ªa y en enolog¨ªa descubren qu¨¦ hay detr¨¢s de los grandes robos en bodegas y restaurantes, como en el de Atrio, en C¨¢ceres, o en el de Coque, en Madrid
Robos por encargo, falsificaci¨®n masiva de vinos de alta gama, sabotajes en bodegas¡ El vino ha protagonizado en los ¨²ltimos a?os noticias de sucesos bastante espectaculares y se ha convertido en objeto de deseo tanto para bandas organizadas como para coleccionistas particulares sin escr¨²pulos. ?Qu¨¦ motivaciones hay tras estos robos? ?D¨®nde va a parar el vino sustra¨ªdo? ?C¨®mo se pueden reforzar las medidas de seguridad en establecimientos y bodegas? Hablamos con expertos en criminolog¨ªa y tambi¨¦n en enolog¨ªa para descubrir por qu¨¦ el vino es hoy un bot¨ªn tan jugoso como un cuadro de Monet o una joya de Tiffany¡¯s.
Algunos vinos trascienden su naturaleza de terru?o embotellado para convertirse en aut¨¦nticos objetos de lujo. Ejemplo de ello son hechos recientes como el robo en 2021 en el restaurante Atrio de C¨¢ceres, donde desaparecieron botellas con un valor de mercado de cerca de un mill¨®n y medio de euros, incluida una joya enol¨®gica: un Ch?teau d¡¯Yquem de 1806. Otro caso fue el de 2022 en el restaurante Coque de Madrid, donde fueron sustra¨ªdas 132 botellas, con un valor aproximado de 150.000 euros. Estos episodios reflejan c¨®mo el vino ya forma parte del Olimpo de los bienes m¨¢s codiciados por profesionales de la apropiaci¨®n il¨ªcita.
A¨²n no existen datos oficiales para sostener que se hayan incrementado los delitos relacionados con el vino, pero, seg¨²n ?ngel P¨¢rraga, Presidente del Colegio de Criminolog¨ªa de Catalu?a, ¡°en los ¨²ltimos a?os se ha puesto de relieve c¨®mo el vino es un objeto de lujo, y que el modus operandi de los robos de vino tiene grandes similitudes con el de otros objetos de gran valor y muy codiciados como las obras de arte, los relojes o los coches. Puede que no sean delitos muy habituales, pero cuando suceden estamos hablando de sustracciones de gran valor y detr¨¢s de los cuales puede haber una organizaci¨®n criminal¡±.
No es que a los capos de las organizaciones criminales les haya dado por la enofilia. Estas bandas suelen trabajar por encargo para alguien que, en lenguaje penal, se conoce como inductor. ¡°De hecho, cuando se detiene a los autores materiales, muchas veces ya no tienen las botellas en su poder. Hay un inductor que les ha encargado el robo para, a su vez, revender las botellas o por coleccionismo¡±, afirma P¨¢rraga.
El inductor coleccionista: un perfil obsesivo
Aqu¨ª aparece un concepto clave en este tipo de delitos: el coleccionismo. M¨¢s all¨¢ del valor econ¨®mico que puedan alcanzar en reventa botellas de grandes bodegas, el vino se convierte en una obsesi¨®n para algunos de esos inductores. ¡°Deben de ser personas con grandes bodegas en sus casas, imagino¡±, apunta Joan Carles Ib¨¢?ez, jefe de sala y sumiller del restaurante Lasarte by Mart¨ªn Berasategui de Barcelona, con tres estrellas Michelin y una bodega con casi mil referencias de vinos de todo el mundo, algunas de grand¨ªsimo valor. ¡°A lo mejor se encaprichan de una a?ada de un vino concreto y pueden llegar a contratar a gente para que les roben esa botella y tenerla en su casa¡±.
Corrobora esta hip¨®tesis el dibujo del tipo de persona que hay detr¨¢s de estos robos que hace Vicente Garrido, doctor en Psicolog¨ªa y Crimin¨®logo, experto en perfilaci¨®n criminal: ¡°Tiene un paralelismo con aquellas personas que inducen a robar obras de arte, que saben que no las van a poder exhibir, que una vez el objeto ha sido declarado robado ya no puede salir a la superficie. Es una persona con af¨¢n de poseer cosas ¨²nicas y exclusivas, y que le basta con saber que lo posee ella y nadie m¨¢s. Gente de un gran poder adquisitivo que tiene una idea extremadamente obsesiva sobre la necesidad de poseer cosas ¨²nicas¡±.
Santi Rivas, divulgador de vino y autor de Vinos gentrificados, en el que aborda precisamente c¨®mo ciertas botellas se convierten en vinos de culto, se atreve a reflexionar sobre la naturaleza del inductor: ¡°Al final el operativo se le ha puesto en un pico¡±, comenta en referencia al caso del robo en Atrio. ¡°Le hubiera salido m¨¢s barato ir all¨ª y tomarse la botella, pero claro, aunque tengas la cantidad que aparece en la carta, Atrio no va a serv¨ªrtelo nunca. As¨ª que robarlo era la ¨²nica manera de tenerlo. Est¨¢ claro que esa persona es un enfermo de la exclusividad¡±.
La dificultad de establecer el valor de lo sustra¨ªdo
Si Shakira dej¨® claro que no es lo mismo un Casio que un Rolex, con los vinos pasa algo parecido, y robar seg¨²n qu¨¦ vinos puede ser motivo de endurecimiento de la condena. Tal y como explica Anna Alm¨¦cija, crimin¨®loga, jurista y experta en an¨¢lisis y prevenci¨®n del delito, ¡°el robo puede ser considerado un hecho de especial gravedad atendiendo a su valor o incluso a su consideraci¨®n de objeto hist¨®rico, y se aumentan las penas a los autores¡±. Sin embargo, determinar ese valor no est¨¢ exento de dificultad, ya que los vinos de lujo son tambi¨¦n objeto de especulaci¨®n. Entonces, ?c¨®mo se establece el valor del vino? ¡°La Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que la valoraci¨®n de las mercanc¨ªas sustra¨ªdas en establecimientos comerciales se fija atendiendo a su precio de venta al p¨²blico. Por lo tanto, la carta de vinos de la bodega o restaurante en la que conste el precio ser¨¢ un documento esencial para la valoraci¨®n¡±, explica Alm¨¦cija.
Santi Rivas tambi¨¦n considera que el baremo para establecer el valor de una botella sustra¨ªda se debe fijar seg¨²n el precio de venta: ¡°Todos estos grandes vinos que se roban tienen costes bastante testados. Todos sabemos lo que puede valer en el mercado un Roman¨¦e-Conti, un P¨¦trus o un Oporto antiguo. Hay que contrastar el precio de venta con otros vendedores. Pero nunca basarse en el precio que se pag¨® por ¨¦l, ya que puede estar desfasado. Es como el sector inmobiliario, que tasa mediante valor comparativo, y un piso vale lo que valen los de enfrente¡±.
El problema, una vez m¨¢s, es cuando se trata de botellas ¨²nicas y en frente no hay otra igual. Volvemos al Ch?teau d¡¯Yquem de 1806 de Atrio. Como apunta ?ngel P¨¢rraga, presidente del Colegio de Criminolog¨ªa de Catalu?a, ¡°en algunos casos el valor es incalculable, como en el caso de la botella asegurada en 350.000 euros de Atrio, de la cual el propietario afirma que no la hubiera vendido ni por un mill¨®n de euros¡±. Los due?os de Atrio recibieron una compensaci¨®n finalmente por parte de la aseguradora Reale de 753.454 euros, m¨¢s o menos la mitad del valor de mercado de lo sustra¨ªdo.
Vender los vinos robados
Si el robo no proviene de un inductor coleccionista, sino que se ha perpetrado para revender la mercanc¨ªa, los delincuentes, seg¨²n P¨¢rraga, saben muy bien c¨®mo moverla: ¡°Los autores materiales de los robos saben perfectamente a qui¨¦n pueden ofrecer la mercanc¨ªa robada, por lo tanto, casi de forma inmediata la pueden colocar y recibir dinero por ella a cambio. Hemos de tener claro que es un circuito que puede exceder las fronteras nacionales y que, cuanto m¨¢s lejos est¨¦ la mercanc¨ªa, m¨¢s dif¨ªcil ser¨¢ seguirle el rastro¡±. Jordi Monroig, director de M¨¢rketing de Primeras Marcas, importadora y distribuidora de destilados, grandes vinos y champanes de alta gama, coincide en que ¡°se roban vinos que son dif¨ªciles de encontrar y que alcanzan un valor muy elevado para venderlos de forma relativamente f¨¢cil en algunos mercados internacionales¡±.
Los vinos tambi¨¦n pueden acabar en plataformas de comercio online o incluso en subastas, aunque para Santi Rivas eso solo pasar¨ªa en casos de robos de vinos que no se han denunciado por los motivos que sean. ¡°Una casa de subastas estar¨¢ loca por creerse una historia que pueda cuadrar, explicando que esa botella viene de un abuelo muerto, pero si protagonizas un robo sonado y, al mes, o si eres m¨¢s grotesco, a los tres d¨ªas, aparecen un mont¨®n de Roman¨¦e-Conti y los tratas de vender a casas de subastas o a plataformas online de venta de vinos, te van a pillar¡±. El tiempo, por tanto, juega aqu¨ª un papel crucial y a favor de los delincuentes: ¡°En muchas ocasiones la mercanc¨ªa robada puede estar oculta varios a?os sin que meng¨¹e su valor y, con el paso del tiempo, el delito puede haber prescrito y ya no ser perseguible penalmente¡±, aclara la crimin¨®loga y jurista Anna Alm¨¦cija.
Falsificaciones y compra con tarjetas: otros delitos asociados al vino
Igual que un bolso Birkin de Herm¨¨s o un reloj Tank de Cartier, los grandes vinos tambi¨¦n pueden ser objeto de falsificaci¨®n. El pasado mes de octubre, la polic¨ªa francesa e italiana desmantelaba una organizaci¨®n internacional de falsificaci¨®n de grandes vinos franceses que imprim¨ªa etiquetas falsas de ¡°grands crus¡± y las pegaba en botellas con otros vinos de calidad inferior. Esta estafa se estructuraba a trav¨¦s de una organizaci¨®n transnacional de falsificaci¨®n de vinos de gran valor, con algunas botellas valoradas en el mercado en m¨¢s de 15.000 euros, lo que report¨® a la organizaci¨®n criminal m¨¢s de dos millones de euros en beneficios. ?C¨®mo consegu¨ªan dar gato por liebre? Para el divulgador de vino Santi Rivas, ¡°la gente suele creer que las falsificaciones se hacen con vinos muy malos, pero en realidad se suelen hacer con vinos bastante buenos. Incluso ciertas tramas de falsificaci¨®n de vinos se han acabado descubriendo no por el vino en s¨ª, sino por la falta de la idoneidad de la botella, como en el caso de Laurent Ponsot¡±. Se refiere al episodio que protagoniz¨® la casa de subastas Acker Merrall & Condit en 2008, cuando intent¨® vender botellas supuestamente de la bodega de la Borgo?a de Ponsot que eran de a?adas inexistentes, tal y como se narra en el documental ¡°Sour Grapes¡±. El falsificador, Rudy Kurniawan, usaba vinos de menor calidad pero aceptables que consegu¨ªan enga?ar a paladares bien entrenados.
Medidas de seguridad: nunca son demasiadas
Ante toda esta evidencia, distribuidoras, bodegas y establecimientos han reforzado la seguridad de sus almacenes. ¡°Tenemos c¨¢maras, sensores de movimiento, y los vinos exclusivos est¨¢n a m¨¢s de siete metros de altura, por lo que el acceso es casi inalcanzable¡±, explica Oriol Ripoll, de Dec¨¢ntalo. En Primeras Marcas, el director de marketing Jordi Monroig admite que los ¨²ltimos acontecimientos ¡°nos han hecho reforzar y ampliar a¨²n m¨¢s las medidas de seguridad, con un control de movimientos m¨¢s exhaustivo y con incremento de c¨¢maras¡±. Anna Aisa, gerente de la Asociaci¨®n Catalana de Empresas de Seguridad, corrobora que ¨²ltimamente ¡°se han reforzado algunas medidas en diferentes bodegas, como las de control de acceso y la detecci¨®n de intrusos con c¨¢maras de videovigilancia, monitorizaci¨®n de los espacios m¨¢s cr¨ªticos, servicios de vigilancia y servicios de rondas exteriores¡±.
Pero atenci¨®n, no solo el almacenaje debe ser reforzado. ¡°Nosotros hemos tenido alg¨²n robo muy espectacular en el transporte de vinos¡±, cuenta Monroig. ¡°Llegaron a desmontar un pal¨¦ entero para volver a montarlo sin unas botellas muy concretas, por lo que tambi¨¦n hemos reforzado la seguridad en los camiones¡±. La experta en an¨¢lisis y prevenci¨®n del delito Anna Alm¨¦cija sugiere ¡°concienciar tambi¨¦n a los transportistas de las medidas de prevenci¨®n que deben adoptar en ruta o cuando estacionan. Por ejemplo, elegir parkings con buena visibilidad, videovigilancia, barreras f¨ªsicas, correcta iluminaci¨®n, personal de seguridad privada, etc., o incluso alguno de los parkings seguros con certificaci¨®n TAPA (Transported Asset Protection Association)¡±.
En definitiva, ciertos vinos son un s¨ªmbolo de estatus y lujo, y se han convertido en un bocado demasiado jugoso para que los delincuentes no se hayan fijado en ello. No estamos hablando de hurtar una botella del s¨²per, sino de delitos sofisticados que pueden dar para un gui¨®n de Netflix.
El deseo de exclusividad parece ser una constante en estos tiempos de exposici¨®n medi¨¢tica y cultura del ¨¦xito material, as¨ª que productores, elaboradores y distribuidores tienen frente a s¨ª un desaf¨ªo importante: salvaguardar sus joyas enol¨®gicas¡ y su reputaci¨®n.