Veinte productos congelados que salvan cenas a los profesionales gastron¨®micos
Verduras, croquetas, marisco, pescado... Nos colamos en los frigor¨ªficos de varios expertos del mundo de la gastronom¨ªa para descubrir los alimentos congelados que les sacan de apuros
Abres la nevera y el abismo te devuelve la mirada: un vac¨ªo lovecraftiano te agarrota el gesto. Medio lim¨®n fosilizado y un yogur griego procedente de un pasado muy remoto son los ¨²nicos objetos que te saludan desde la nada m¨¢s absoluta, sin opci¨®n a improvisar ninguna receta con eso, por sencilla que sea. Solo hay una v¨ªa de acci¨®n posible: encomendarse al Alt¨ªsimo y abrir esa cosa llamada congelador.
Al fondo del g¨¦lido recept¨¢culo, encajado en una masa de escarcha cual mamut en el hielo siberiano, se encuentra ese paquete de croquetas o jud¨ªas verdes congeladas que te va a salvar de la inanici¨®n. Son los congelados salvavidas: solo les prestas atenci¨®n cuando no queda m¨¢s remedio, pero tienen mucho m¨¢s que ofrecer de lo que parece. Estos alimentos lidian con una mala fama de la que todav¨ªa hoy no han podido zafarse. Siguen siendo el plan B, el ¡°aceptamos pulpo como animal de compa?¨ªa¡±.
Intento espantar mitos con la ayuda de la dietista y nutricionista Susana Hern¨¢ndez: ¡°Nos referimos siempre a ultracongelados, hay que dejarlo claro: algunos son una buena opci¨®n y otros no, pero no por la congelaci¨®n en s¨ª misma, sino por el alimento de base¡±. Por norma general, no pierden sus propiedades, ¡°siempre y cuando el alimento se mantenga en condiciones adecuadas durante todo el proceso de comercializaci¨®n y, una vez adquirido, hasta su consumo¡±, explica.
Recomienda los ultracongelados, siempre y cuando se trate de comida saludable. ¡°Consumirlos nos permite disfrutar de alimentos fuera de temporada ¡ªlos de mejor calidad son aquellos que se congelan en el mismo lugar en el que han sido recolectados¡ª y muchas veces a mejor precio¡±, a?ade. As¨ª las cosas, con el respeto que nos merecen las viandas bajo cero, hemos decidido fisgonear en congelador propio y ajeno, y preguntar a personas relacionadas con la gastronom¨ªa qu¨¦ alimentos esconden bajo el permafrost. Ponte el anorak y los guantes, que esto se va a poner m¨¢s fr¨ªo que la cuarta temporada de True Detective.
El congelador verde
Las verduras y legumbres congeladas son mi recurso m¨¢s preciado, y algo me dice que hay una legi¨®n de consumidores espa?oles ah¨ª fuera que tambi¨¦n les rinde culto desde la m¨¢s severa discreci¨®n. Son sanas y, adem¨¢s, hasta un chimpanc¨¦ beodo sin nociones de cocina ¡ªcomo un servidor¡ª, ser¨ªa capaz de cocinarlas.
As¨ª pues, en mi congelador nunca faltan varias bolsas de guisantes. Es un vicio leguminoso que me persigue desde que me emancip¨¦; me gusta vivir con la certeza de que siempre tendr¨¦ perlitas verdes esper¨¢ndome en el congelador. Mis favoritos, y que me perdonen los puristas, son los guisantes de la marca blanca de El Corte Ingl¨¦s: me he acostumbrado a ellos, me parecen de lo m¨¢s agradecidos y ahora me da p¨¢nico cambiar de escuder¨ªa. A veces echo en la olla alguna patata furtiva de esas que languidecen en la despensa. Un buen chorro de aceite de oliva cuando llega todo al plato y caso cerrado: si la providencia me ha dejado un poco de jam¨®n ib¨¦rico de la noche anterior, taconeo, media vuelta y saludo al ruedo.
La cofrad¨ªa del guisante congelado es m¨¢s numerosa de lo que parece. Para el reconocido influencer gastron¨®mico Edu Garc¨ªa (@bravasbarcelona) es imperativo contar con esta legumbre en el congelador, para contrarrestar los desayunos de cuchara y comilonas que engulle durante la semana por cuestiones de trabajo. Me cuenta Edu que sus favoritos son los guisantes extrafinos Summum de Findus, una variante que yo tambi¨¦n he consumido durante un tiempo con alto grado de satisfacci¨®n. ¡°Son como pipas, y junto a una pechuga de pollo te solucionan muchas cenas¡±, asegura.
El guisante, siempre muy fino, tambi¨¦n ocupa un puesto de honor en el frigor¨ªfico de la divulgadora Anna Mayer, que no se olvida de las siempre eficaces espinacas, en su caso tambi¨¦n Findus. ¡°Es importante que sean en hoja, no picadas, y de buena marca: no llegan a ser superiores a la espinaca fresca, pero se le asemejan y no tienes que limpiarlas¡±. Las a?ade a¨²n congeladas a un guiso o a una sopa o, si necesita solo la espinaca, en sart¨¦n tapadas, sin a?adir m¨¢s agua.
Por otra parte, la periodista gastron¨®mica Alexandra Sumassi nos muestra su selecto congelador y recomienda los esp¨¢rragos verdes El Campanillo. ¡°Los hay frescos en los supermercados durante todo el a?o, pero la mayor¨ªa son de importaci¨®n, con lo que eso conlleva (menos calidad y no precisamente positivo para el medioambiente). Estos son de Extremadura y se ultracongelan en su momento ¨®ptimo de recolecci¨®n¡±, comenta.
Que nunca falte en el fr¨ªo una bolsa con alcachofas, una verdura que para M¨®nica Escudero, editora y coordinadora de esta casa, tiene infinitas posibilidades y ventajas. ¡°Est¨¢n disponibles todo el a?o y vienen limpias y listas para poner en un sofrito, tortilla, etc. Son un b¨¢sico en los guisos de lentejas o garbanzos, apa?an un plato de pasta y, si son medio buenas, las puedes poner en una crema o salsa sin miedo a que te dejen fibras¡±, asegura. Se?ala las alcachofas troceadas Verleal y el fondo de alcachofa Burruezo, como sus favoritas. ¡°El cardo de Hacendado, con una salsita de almendras, tambi¨¦n me ha sacado de m¨¢s de un apuro (aunque no sea Navidad)¡±, apunta Escudero.
Mikel L¨®pez Iturriaga, director de El Comidista, tambi¨¦n es un incondicional de la alcachofa. Se confiesa a la lumbre del candelabro. ¡°Soy de los que compran alcachofas frescas, las limpian, pelan, cocinan¡, pero cuando nadie me ve, tambi¨¦n compro los minicorazones de alcachofas de La Sirena, que se pueden cocer o saltear sin pasar por la descongelaci¨®n¡±. Los usa sobre todo en platos en los que no importe que la alcachofa est¨¦ un poco blanda: una pasta, una crema, un arroz o un untable. ¡°Tambi¨¦n est¨¢n bastante bien si las cueces al dente y luego las dejas marinando en aceite de oliva con ajo, romero o hierbas arom¨¢ticas¡±, dice.
Croquetas bajo cero
Un congelador sin croquetas es un congelador triste: las croquetas congeladas son la base nutricional de los pisos de estudiantes y un motivo de alegr¨ªa para adultos que apenas saben fre¨ªr un huevo. Tienen el mayor ¨ªndice de cenas salvadas de Espa?a. De acuerdo, no ser¨ªan la opci¨®n m¨¢s saludable, y adem¨¢s hay que fre¨ªrlas ¡ªsi es posible, bien¡ª, pero junto a los guisantes, son un fijo en mi congelador. Las ¨²ltimas que he prob¨¦ fueron regalo de un amigo y todav¨ªa pienso en ellas: son las croquetas de Pepe & Cro (?puede ser que hubiera una de callos?) y las recomiendo fervientemente.
Siguiendo el hilo croquetil, me introduzco en el frigor¨ªfico del periodista gastron¨®mico Abraham Rivera. Aunque admite no ser un gran usuario de productos congelados, asegura que le sorprendieron las croquetas O¨ªdo Cocina Gourmet de Cristina Comenge. ¡°Me gustaron mucho, perfectas de sabor, con una bechamel muy fina y un rebozado nada excesivo¡±, comenta.
En el congelador de Alexandra Sumassi tambi¨¦n descansan piezas con firma: las croquetas de La Cocina de Sen¨¦n. ¡°Mis preferidas son las de jam¨®n ib¨¦rico ¡ªhay que remarcarlo, son de ib¨¦rico¡ª y las de boletus con patata. Est¨¢n muy logradas, y si haces una buena fritura, parecen de restaurante. Te solucionan cualquier visita improvisada¡±, afirma. Tambi¨¦n tienen tortillas, listas con un golpe de sart¨¦n, muy dignas de tener en cuenta.
Un poco de esto y un poco de lo otro
Si escarbamos un poco m¨¢s en este congelador imaginario, es posible que nos topemos con alguna caja de langostinos que, apunta Escudero, son de lo m¨¢s aprovechables. ¡°Soy fan de los langostinos cocidos pelados de La Sirena; lo que los diferencia de otros que he probado es su punto de cocci¨®n: tersos, tiernos y de buen tama?o, lejos de otros que parecen momias securrias, correosas y min¨²sculas. Apa?an la mar de bien en una ensalada de legumbres o patata, o para rematar cualquier crema con un huevo duro y convertirla en una cena resultona¡±, comenta. Tambi¨¦n tiene siempre algo de Heura ¡ªuna alternativa a la carne a base de prote¨ªnas vegetales¡ª, ya sean bocados, ¡®chorizo¡¯ o alb¨®ndigas. ¡°Como mi marido es vegetariano, es un recurso genial cuando el resto de la familia comemos, por ejemplo, un salteado de verduras con pollo¡±.
?Hay algo que no mejore con unas buenas setas? Alexandra Sumassi vuelve a abrirnos su congelador para recomendarnos las setas El Campanillo. ¡°Tiene Boletus edulis troceados de origen nacional, recolectados en temporada. El producto es bueno y lo suelo tener para guisos o salteados¡±. No se vayan todav¨ªa, porque Sumassi tambi¨¦n nos lleva hasta la gasolinera Repsol de Ab¨¦jar, Soria. ¡°Tiene unas excelentes setas congeladas de la marca Tohersa. La mayor¨ªa son nacionales, aunque hay de otros pa¨ªses. Hay mucha variedad y es una locura ir all¨ª: te llevas de todo y las bolsas son grandes¡±. Tohersa y la gasolinera guardan un v¨ªnculo familiar, de ah¨ª que el cliente de a pie pueda adquirir tan exquisitos hongos en tan inusual emplazamiento.
Nuestra compa?era Julia Laich se encomienda a la experiencia del congelador materno y recomienda un ¡°pescado congelado, no procesado y muy pr¨¢ctico para distintas preparaciones¡±, el bacalao al punto de sal de 5Oc¨¦anos. ¡°Por ejemplo, se lo puedes poner a un guiso simple de garbanzos ¡ªque puedes haber hecho con un sofrito de ajo, cebolla y tomate, garbanzos cocidos de bote y caldo¡ª al que le a?ades los lomos de bacalao al final para que se cocine apenas durante unos minutos¡±. Adem¨¢s, viene cortado en porciones, que siempre es un extra.
A Patricia Pi?ana y Vane Duran, historiadoras del Arte y aficionadas al buen comer, hay dos cosas que les salvan los momentos m¨¢s complicados ¡ªtanto culinaria como an¨ªmicamente¡ª: los canelones y las sopas. Para lo primero recurren tanto a La botiga dels canelons como a Canelonnia (ambos son artesanos, y tienen opciones sin gluten y sin lactosa). Para lo segundo, si est¨¢s en Barcelona, recomiendan Eat Your Soup!, sopas individuales envasadas al vac¨ªo y congeladas, en raciones generosas y con sugerencias para convertirlas f¨¢cilmente en un plato ¨²nico. Tambi¨¦n recomiendan tener a mano un poco de tu helado favorito de chocolate ¡ªel suyo es el vegano de Paral.lelo Gelato¡ª, que no te soluciona una comida, pero s¨ª puede darle otra perspectiva al d¨ªa.
H¨¢ztelo t¨² mismo
Para terminar, un reconocimiento a los más mañosos. Aunque parezca mentira, en este planeta hay personas que prefieren hacerse sus propios congelados, como el heladero Christian Rosa de Gelato Lab, Madrid. En su congelador nunca falta un buen túper de ragú, “la boloñesa” para los amigos. “Hago una buena olla y después guardo la salsa, eso me salva la vida muchísimas veces. Un poco de pasta y solucionado”, afirma. Si quieres tirar por ahí, aquí tienes un montón de ideas de salsas, fondos y guisos para ser tu propio proveedor, y en las sugerencias para batch cooking que te hemos ido dejando mes a mes durante los últimos años, también hay muchísimas congelables. Yo, por mi parte, nunca más volveré a poner en duda el congelador de un italiano.
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