Chocolate, pasta o patatas fritas: los antojos por la regla m¨¢s comunes y sus porqu¨¦s
Las ganas de comer ciertos alimentos antes de que nos baje la regla tiene un motivo: recopilamos experiencias en materia de caprichos premenstruales y buscamos su explicaci¨®n cient¨ªfica
Hambre voraz, deseo irrefrenable de comer chocolate, galletas, helado o cualquier postre que se ponga por delante, pulsi¨®n por devorar una hamburguesa, una pizza, un contundente plato de pasta, apetencia extrema por escuchar el sonido de un paquete de patatas fritas abri¨¦ndose, sentir su crujido, su salinidad. Si menstr¨²as o lo has hecho en alg¨²n momento de tu vida, es muy probable que sepas que es de antojos premenstruales de lo que hablo.
Mucho se habla acerca de los antojos que tienen las embarazadas, pero lo cierto es que d¨ªas previos a que comience la menstruaci¨®n, somos muchas las personas que tenemos ganas de comer ciertos alimentos concretos o que directamente, como bien enunci¨® mi compa?era de redes Patricia Tablado, podr¨ªamos comernos ¡°un burro empanao¡± si se nos pusiera delante. Debido a la cantidad de personas que se ven afectadas por este fen¨®meno, y porque no ten¨ªamos ninguna duda de que encontrar¨ªamos maravillas hurgando en este tema, me dispuse a recopilar informaci¨®n, experiencias y opiniones para esclarecer qu¨¦ le pasa a nuestro apetito premenstrual.
El hambre, un gran indicador
¡°Soy perfectamente consciente de que se acerca la regla porque soy insaciable. Acabo de comer o de cenar, incluso habi¨¦ndome servido m¨¢s de lo habitual, y todav¨ªa tengo ganas de ¡®algo m¨¢s¡¯ totalmente indeterminado¡±, cuenta la dietista-nutricionista Beatriz Robles, que dice no tener antojos concretos pero s¨ª un hambre voraz con la que coincido total y absolutamente. Para otras, como nuestra compa?era Anna Mayer, los antojos s¨ª est¨¢n identificados: ¡°el cuerpo me ped¨ªa hidratos, cuanto m¨¢s refinados y dulces mejor. Tortitas con miel, pan y chocolate, y mejor que no hubiera galletas en casa esos d¨ªas porque me las ventilaba todas. De hecho me daba cuenta antes de que iba a empezar a sangrar por el hambre de hidratos y dulces, ?antes que por el cambio de humor!¡±, recuerda.
¡°La premenstrualidad me da esa necesidad de combo de hidrato y grasa. Estoy segura al 95% de que en menos de 48 horas me va a venir la regla, la necesidad imperiosa de macarrones con tomate as¨ª me lo indica¡±, me cuenta nuestra editora M¨°nica Escudero cuando hablamos sobre el tema, ¡°con tomate frito -en may¨²sculas-, como la pasta de cuando ¨¦ramos peque?as, con un poco de aceite de m¨¢s, con mucho queso¡±. A prop¨®sito yo le confieso que en plena ¨¦poca universitaria era habitual que una compa?era de piso y yo tuvi¨¦ramos antojo de ¡°arroz a la cubana¡±, salchichas con queso de dudosa calidad, huevo frito y tomate frito fr¨ªo directo del bote. No hay porqu¨¦, o s¨ª.
Las responsables son tus hormonas
La respuesta ha de tener sin duda un lado cient¨ªfico que lo explique. ¡°Seg¨²n las ¨²ltimas investigaciones, todo tiene que ver con nuestras hormonas y nuestros neurotransmisores¡±, comienza a explicarme Vanesa Cort¨¦s, graduada en Nutrici¨®n Humana y Diet¨¦tica, especialista en nutrici¨®n cl¨ªnica, a pesar de que los estudios cient¨ªficos al respecto son m¨¢s bien escasos y poco concluyentes pues, para sorpresa de pocos, la ciencia tambi¨¦n opera bajo las l¨®gicas del patriarcado.
Ocurren diferentes fluctuaciones hormonales en las distintas fases del ciclo menstrual, pero las que nos importan hoy son las de la fase l¨²tea, aquella que comienza despu¨¦s de la ovulaci¨®n ¨Caproximadamente entre el d¨ªa 11 y 14¨C y termina con el comienzo de la menstruaci¨®n. Durante la primera mitad de la fase l¨²tea aumenta el nivel de estr¨®genos, y sobre todo, de progesterona; si no se produce el embarazo, durante la segunda mitad se producir¨¢ una bajada de ambas hormonas y se desencadenar¨¢ el desprendimiento del endometrio, dando lugar a una nueva menstruaci¨®n.
Adem¨¢s de poder provocar cambios de humor, cansancio, acn¨¦ y otra serie de s¨ªntomas que con frecuencia se re¨²nen bajo el nombre de ¡°S¨ªndrome Premenstrual¡± (SPM) ¨Cque suena a enfermedad pero no lo es¨C, ¡°este cambio hormonal provoca una mayor apetencia por las grasas y la comida palatable as¨ª como un aumento de la ingesta¡±, comenta Cort¨¦s. ¡°La mayor¨ªa de las mujeres consumen m¨¢s calor¨ªas sobre todo en las 24 horas antes de que les baje la menstruaci¨®n¡±. La influencia de las hormonas sobre el apetito va m¨¢s all¨¢: la progesterona tambi¨¦n desencadena cierta ¡°resistencia a la insulina¡±, por lo que a nuestro organismo le cuesta regular la cantidad de glucosa que hay en sangre y por ello aumenta el apetito.
?Por qu¨¦ queremos lo que queremos?
Nunca he escuchado a nadie diciendo ¡°?qu¨¦ antojo de manzana verde tengo!¡± o ¡°arrasar¨ªa con el caj¨®n de verduras de la nevera ahora mismo¡±, lo cierto es que nos apetecen dulces, grasas e hidratos de carbono sobre las dem¨¢s cosas. Sof¨ªa ?lvarez, artista pl¨¢stica y curadora de arte, me da la raz¨®n con su experiencia: ¡°lo que m¨¢s me gusta comer en ese momento son cosas muy cal¨®ricas. Sopas pero cremosas, nada de caldo con verduras, m¨¢s bien una buena crema de calabaza, un curry cocinado con leche de coco o espaguetis a la carbonara¡±. Tambi¨¦n le apetecen postres muy cremosos, como un tiramis¨², ¡°o al menos con merengue, nada de ensalada de frutas o esas cosas¡±. El deseo de comer un poco de todo tambi¨¦n lo tiene Luj¨¢n Mart¨ªnez Vidal, escritora gastron¨®mica que vive en Londres, ¡°me pasa que como de manera desordenada y un poco ansiosa, quiz¨¢s como algo dulce ¨Cun yogur con granola y frutas, por ejemplo¨C, despu¨¦s medio paquete de papas fritas y despu¨¦s un sausage roll que tengo en el congelador, t¨ªpico de desayuno ingl¨¦s y que est¨¢ listo en 15 minutos en el horno¡±.
Pero, ?por qu¨¦ queremos espec¨ªficamente hidratos de carbono, dulces y grasas? ¡°El baile de hormonas afecta tambi¨¦n a nuestros neurotransmisores porque se produce un descenso de los niveles de serotonina, tambi¨¦n llamada ¡®hormona de la felicidad¡¯¡±, a la que adjudicamos los famosos cambios de humor en esta etapa del ciclo, seg¨²n explica Cort¨¦s. ¡°Ese descenso causa la necesidad de comer alimentos altos en hidratos de carbono, grasas, chocolate, para contrarrestar esa bajada de este neurotransmisor. Cuando nuestro cerebro percibe esa ingesta de comida palatable y con alta densidad energ¨¦tica, se produce un incremento de las endorfinas que contribuyen al bienestar¡±. No solo ocurre esto, nuestro cerebro tambi¨¦n nos prepara para una posible gestaci¨®n y para ello demanda alimentos altos en energ¨ªa, algo que normalmente desciende en cuanto empezamos a menstruar.
Que nadie te diga qu¨¦ puedes mezclar
Entre aquellas que tienen antojo de todo un poco, hay quienes quieren todo a la vez de manera literal. ¡°Cuando viv¨ªa en Colombia ya hac¨ªa cosas como comer arepas con mayonesa, cuando todo el mundo lo que hace es comerlas con mantequilla, ese era mi antojo de all¨ª¡±, me explica Alejandra Osorio Ram¨ªrez, asesora financiera y creadora de Caf¨¦s Buenavista, ¡°cuando llegu¨¦ aqu¨ª (a Espa?a), como las arepas no eran parte del d¨ªa a d¨ªa, empec¨¦ a comer pan con Nutella, luego com¨ªa chorizo, luego pan con Nutella, hasta que un d¨ªa lo junt¨¦ y fue maravilloso¡±. Con el fuet y el arequipe ¨Ccomo el dulce de leche pero m¨¢s suave y cremoso¨C le pas¨® b¨¢sicamente lo mismo: com¨ªa fuet, com¨ªa arequipe con galletitas¡ Un d¨ªa cort¨® fuet, ten¨ªa el arequipe al lado y prob¨®. ¡°Obviamente es un antojo apto solo para ciertos paladares¡±, aclara, seguido de ¡°espero que al menos hayas pensado en mezclarlo¡±. Puede que lo haga.
Igualmente interesante es el relato de la fot¨®grafa venezolana afincada en Miami, Anna Valentina Colangelo, que adem¨¢s tiene una cuenta de Instagram dedicada al culto a la merienda: ¡°Me estaba preparando unas arepas en miniatura de carne asada. Ten¨ªan que ser miniatura aunque me tomara el doble de tiempo hacerlas, ese era un requisito del antojo¡±. Mientras las hac¨ªa se estaba comiendo el queso que les iba a poner, pero entonces su cerebro hormonal dijo ¡®chocolate¡¯ y se tuvo que comer una galleta de chocolate, aunque no quer¨ªa dejar ir el queso, as¨ª que fue combinando ambas cosas. ¡°Hasta que me di cuenta de que parec¨ªa una troglodita¡ pero segu¨ª porque nadie me estaba viendo¡±, r¨ªe m¨¢s que confiesa Colangelo.
Chocolate, dame chocolate
Con intenciones de hacer un peque?o sondeo entre las seguidoras de mi cuenta de Instagram, pregunt¨¦ si ten¨ªan antojos premenstruales y cu¨¢les eran. Entre las 57 personas que me respondieron, 23 mencionaron el chocolate, un dato que no me pareci¨® menor y que estudios como este han sabido detectar con los m¨¦todos de investigaci¨®n adecuados. ¡°Mi antojo es el chocolate con leche Nestl¨¦, el del papel rojo de toda la vida¡±, me cont¨®, entre otras, Tablado, ¡°podr¨ªa comerme la tableta entera de una sentada. No s¨¦ qu¨¦ pasa pero es como una idea que se adue?a de m¨ª, no puedo pensar en otra cosa. Eso s¨ª, si me espero un rato se me pasa pero si se me cruza por el camino pues cae casi entera¡±.
No hay una ¨²nica y certera explicaci¨®n para el antojo de comer chocolate sino varias; la primera es la ya mencionada necesidad de equilibrar los niveles de serotonina, algo que ponen de manifiesto en este estudio. Por otro lado, el deseo por comer chocolate y cosas dulces en general aparece incluso en personas que no le hacen demasiado caso a estos alimentos durante el resto del mes. ¡°Suelo ser una persona que ama lo salado pero cuando estoy premenstrual muero por cosas dulces. Tampoco soy fan del chocolate pero en esos momentos necesito una torta chocolatosa o combinaciones de merengue y dulce de leche, helados de chocolate o dulce de leche granizado, sabores que cuando voy a una helader¨ªa en otro momento no pido. Tambi¨¦n me dan ganas de tomar vino. Vino con chocolate¡±, me cuenta Luna Rey Cano, antrop¨®loga y fot¨®grafa argentina, ¡°siempre intento cumplir el antojo y adem¨¢s es una buena forma de darme cuenta de que estoy por menstruar¡±.
Equipo salado
No todo iba a ser chocolate y az¨²car en distintos formatos, tambi¨¦n hay quienes mueren por unos frutos secos, unas patatas fritas o cualquier cosa crujiente y salada. A la presentadora de televisi¨®n Patrizia Vitelli, le gustan los snacks salados de bolsa, ¡°cuanto m¨¢s queso o lo que se pueda calificar como ¡®queso¡¯ que tengan esas cosas, m¨¢s me interesan: Jumpers, gusanitos de esos naranjas, pelotazos crujientes¡ son mi absoluta droga. Todo lo que ponga sabor queso en el paquete, me interesa, lo que ponga sabor ¡®ketchup¡¯ o ¡®barbacoa¡¯, no, gracias. Adem¨¢s es el ¨²nico momento del mes en el que compro esas cosas y es un poco ritual, siempre compro en la misma tienda y lo disfruto viendo una serie chorra, es mi momento confort total¡±.
¡°S¨¦ que me va a bajar de forma inminente mi menstruaci¨®n cuando soy capaz de zamparme una bolsa de Ruffles sabor a jam¨®n entera. Y deben ser esa marca, y no otra¡±, relata Paloma Alma, fundadora de CYCLO y MENSTRUALL. ¡°Tambi¨¦n me suele apetecer mucho comer carne roja, algo que habitualmente no consumo. Un buen solomillo de ?vila con patatas o una rica y grasienta hamburguesa¡±. As¨ª que siempre que tiene este tipo de antojos, busca que la carne sea de la mejor calidad; las patatas, lo m¨¢s crujientes posibles y lo acompa?a con una buena ensalada de hoja verde y br¨®coli.
?Est¨¢ la cultura de la dieta detr¨¢s de nuestros antojos?
?Hay algo especial que deber¨ªamos comer en estos momentos, una ¡°buena alimentaci¨®n premenstrual¡±? Lo mismo que las embarazadas, los deportistas, los ni?os o la mayor¨ªa de la poblaci¨®n. Al ver que el gran deseo por tomar comidas cal¨®ricas, muchas veces ultraprocesadas, es casi inevitable preguntarse si existe tambi¨¦n alg¨²n tipo de v¨ªnculo entre la prohibici¨®n socialmente impuesta de este tipo de comidas y los antojos premenstruales.
?Es este momento del mes el ¨²nico en el que ¡°nos permitimos¡± desear este tipo de alimentos porque tenemos una excusa fisiol¨®gica para ingerirlos? ¡°Estamos inmersas en la cultura la dieta, de la restricci¨®n, de los alimentos prohibidos, de lo que est¨¢ bien o no, de la sensaci¨®n de culpabilidad cuando transgredimos esas l¨ªneas rojas¡±, afirma Cort¨¦s, que ve esto a diario en su consulta as¨ª como los niveles de autoexigencia que tenemos las mujeres, el aumento de los trastornos de la conducta alimentaria y de la mala relaci¨®n con la comida encubierta con dietas de moda y supuestos alimentos milagrosos.
¡°Si juntamos todo esto y los relacionamos con nuestros bajos niveles hormonales y de neurotransmisores, la combinaci¨®n puede ser explosiva y deseamos calmar ese malestar con todo lo que se nos proh¨ªbe durante el resto del mes, justificando su consumo diciendo ¡®es que me va a bajar la regla¡¯ como si fuera algo malo, como si tuvi¨¦ramos que escondernos¡±, declara la experta consultada. No hay duda: todav¨ªa queda mucho por hacer respecto a nuestra relaci¨®n individual y colectiva con la alimentaci¨®n.
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