Nihilismo financiero: el fin de la fe en el valor real del dinero

Sebasti¨¢n Roca siempre ha querido ser rico. Es de esas personas a las que les gusta tanto el dinero que est¨¢n dispuestas a estar un a?o comiendo macarrones sin tomate, sin queso y sin nada, solo para poder ahorrar 1.000 euros al mes e invertirlos en Bolsa. Al principio apostaba por acciones de empresas conocidas. Luego se aburri¨® o, para ser exactos, descubri¨® las criptomonedas. Pas¨® d¨ªas y noches enteras sumergido en internet, viendo y leyendo todo lo que tuviese que ver con el tema hasta rozar lo obsesivo. ¡°Bueno, no s¨¦ si lo llamar¨ªa obsesi¨®n, pero s¨ª un hobby muy fuerte¡±, matiza Roca por tel¨¦fono.

Esto ocurri¨® alrededor de 2020, cuando ten¨ªa 25 a?os. Hab¨ªa estudiado Administraci¨®n de Empresas en la Universidad Aut¨®noma de Madrid, justo antes de aceptar un puesto en una de las principales firmas de auditor¨ªa. Entraba a las nueve de la ma?ana y sal¨ªa a las diez de la noche. Entre medias, invert¨ªa. En cuesti¨®n de semanas logr¨® doblar y triplicar sus cuentas. Compr¨® bitcoins a 10.000 euros y los vendi¨® a 30.000. Ether a 200 euros para venderlos a 1.200. Con lo ahorrado no pag¨® la entrada de una casa. Reinvirti¨® el capital en criptomonedas menos conocidas, y vio c¨®mo el saldo de su cuenta aumentaba a m¨¢s de 100.000 euros antes de desplomarse a 20.000. ¡°Consegu¨ª recuperarme un poco de ese hosti¨®n¡±, afirma. ¡°No pienso dejarlo. Es un riesgo, pero, en mi opini¨®n, vale la pena¡±.

Roca forma parte de una generaci¨®n que creci¨® viendo a sus padres, o a las familias de sus amigos, luchar por mantener sus hogares y empleos durante la gran crisis financiera de 2008. Desde entonces, la situaci¨®n econ¨®mica se ha estabilizado, pero est¨¢ lejos de generar entusiasmo o expectativas positivas entre los j¨®venes. Los salarios han perdido casi un 13% de su poder adquisitivo desde la crisis, seg¨²n c¨¢lcu?los del gabinete econ¨®mico de CCOO. De acuerdo con el Observatorio de Emancipaci¨®n del Consejo de la Juventud de Espa?a (CJE), en la segunda mitad de 2023 el coste medio de la vivienda (calculado a partir del importe del alquiler m¨¢s los gastos en suministros b¨¢sicos) superaba en 81 euros el salario medio de las personas de entre 16 y 29 a?os. En 2011, el 69% de los hogares con un cabeza de familia menor de 35 a?os era propietario de su vivienda principal, mientras que para 2022 este porcentaje se hab¨ªa reducido dram¨¢ticamente hasta el 32%, seg¨²n la encuesta financiera de las familias. Y seg¨²n el INE, en Espa?a, la media de edad para independizarse es de 29 a?os y la tasa de desempleo juvenil supera el 28%. La situaci¨®n, ciertamente, no invita al optimismo.

?Qu¨¦ hacer en este contexto? Algunos siguen el ejemplo de sus padres: trabajar duro, ahorrar, comprar una casa y crear un plan de jubilaci¨®n. Pero otros han perdido la fe en los m¨¦todos tradicionales que funcionaron para generaciones pasadas y prefieren, literalmente, apostar su futuro al azar. Cada vez m¨¢s personas, especialmente entre los 20 y los 35 a?os, invierten en activos especulativos de alto riesgo como las criptomonedas, los NFT, las apuestas deportivas y las ¡°acciones meme¡±, cuyo valor depende ¨²nicamente de que un foro de internet se ha puesto de acuerdo para hacerla subir. Estos m¨¦todos alternativos ofrecen la posibilidad de altos retornos a corto plazo, pero tambi¨¦n un riesgo considerablemente mayor.

Esta situaci¨®n no es exclusiva de Espa?a. De hecho, en Estados Unidos llevan tiempo advirtiendo sobre este fen¨®meno y han identificado este comportamiento entre los j¨®venes como s¨ªntoma de lo que han denominado ¡°nihilismo financiero¡±. El t¨¦rmino es provocador: sugiere una p¨¦rdida de fe en el correcto funcionamiento del mercado y en el valor real del dinero, representando al capitalismo casi como una religi¨®n. Para un ¡°nihilista financiero¡± apostar 100 euros a que el Real Madrid gana 3-2 contra el Alav¨¦s, o invertir en una criptomoneda de la que ha escuchado hablar en YouTube es un uso del dinero tan v¨¢lido como cualquier otro, dado el cuestionable valor subyacente de la econom¨ªa. ¡°Es dif¨ªcil culpar a la gente por querer hacerse rica r¨¢pidamente si han perdido la fe en su capacidad de hacerse rica lentamente¡±, concluye Andrew Edgecliffe-Johnson en un art¨ªculo de Financial Times dedicado a este tema.

¡°Para los nihilistas financieros, el precio est¨¢ desvinculado de cualquier realidad¡±

Demetri Kofinas, economista

El t¨¦rmino ¡°nihilismo financiero¡± fue acu?ado por Demetri Kofinas, un economista estadounidense de padres griegos, seguidor en su juventud del economista liberal Friedrich Hayek y del pol¨ªtico libertario Ron Paul, que present¨® un programa en Russia Today. Pero hay trampa. Durante esa etapa le detectaron un tumor cerebral y, con apenas 30 a?os, desarroll¨® demencia. Se olvid¨® de todo, hasta el punto de llevar las llaves colgadas del cintur¨®n por miedo a no poder entrar en su casa. Finalmente, fue operado y, al despertar, no encontr¨® un dinosaurio como en el cuento de Augusto Monterroso, sino a Donald Trump reci¨¦n elegido presidente. ¡°Tuve que volver atr¨¢s y cambiar todo mi marco de pensamiento para comprender lo que hab¨ªa pasado¡±, explica en una videollamada.

Kofinas dej¨® sus antiguas ocupaciones, examin¨® el presente y desarroll¨® el concepto de ¡°nihilismo financiero¡±, que emple¨® por primera vez en 2020, en un episodio de su p¨®dcast titulado Nihilismo financiero: Descubrimiento de precios en un mundo donde nada importa. Kofinas define esta filosof¨ªa como la percepci¨®n de que los objetos de especulaci¨®n carecen de valor intr¨ªnseco. Es decir: alguien compra una criptomoneda no porque crea en su potencial tecnol¨®gico o en su utilidad, sino simplemente porque espera que su precio suba debido a la demanda especulativa. ¡°Estamos ante un marco de inversi¨®n posmoderno donde el precio se vuelve autorreferencial. La ¨²nica cosa que importa es la narrativa. Para los nihilistas financieros, el precio es la cosa en s¨ª misma, desvinculado completamente de cualquier realidad subyacente¡±, sostiene Kofinas.

Friedrich Nietzsche anunci¨® la ¡°muerte de Dios¡± como una met¨¢fora de la desaparici¨®n de la fe en los valores absolutos y el orden moral tradicionalmente respaldados por la religi¨®n cristiana durante siglos. El dios amenazado por el ¡°nihilismo financiero¡± probablemente no reside en el interior de las iglesias, sino en lo alto de los rascacielos. Kofinas argumenta que las medidas tomadas durante la crisis financiera de 2008, como los rescates financieros y la impresi¨®n masiva de dinero, han generado una percepci¨®n de injusticia entre la poblaci¨®n y han desmantelado la ¡°mitolog¨ªa del dinero¡±, al demostrar que su valor no es intr¨ªnseco, sino que depende de la confianza y las pol¨ªticas gubernamentales. ¡°La idea de que todos jugamos bajo las mismas normas se vino abajo¡±, resume.

Las criptomonedas, seg¨²n el analista, fueron el ¡°gran veh¨ªculo¡± a trav¨¦s del cual se propag¨® ¡°el c¨¢ncer del nihilismo financiero¡±. Kofinas explica que los primeros adeptos de Bitcoin eran idealistas que buscaban establecer un sistema monetario alternativo, descentralizado y libre de intermediarios, donde el valor de la moneda no estuviera sujeto a manipulaciones por parte de gobiernos o grandes instituciones financieras.

No obstante, a partir de 2017, con el auge de las ICO (Initial Coin Offerings, por sus siglas en ingl¨¦s) ¡ªuna herramienta de recaudaci¨®n de fondos mediante criptomonedas que en lugar de ofrecer acciones de la empresa a los inversores ofrece una criptodivisa o un token¡ª, la percepci¨®n de las criptomonedas pas¨® de ut¨®pica a nihilista. ¡°Los idealistas se transformaron en especuladores, y los m¨¢s exitosos dentro del mundo de las criptomonedas resultaron ser los storytellers, no los ingenieros¡±, expone el analista. ¡°Diecis¨¦is a?os despu¨¦s del nacimiento de Bitcoin, ?qui¨¦n sigue creyendo realmente que puede cambiar el sistema?¡±.

Desde su aparici¨®n, las criptomonedas han tenido la reputaci¨®n de ser inversiones poco serias, ¡°altamente especulativas y sin valor real¡±, en palabras del Banco Central Europeo (BCE). Sin embargo, a pesar de estas preocupaciones, los mercados financieros tradicionales han comenzado a reconocer su importancia. Esto se evidencia con la aprobaci¨®n de fondos cotizados en Bolsa para bitcoin y ether, as¨ª como con el creciente inter¨¦s de los inversores institucionales. El pasado marzo, bitcoin alcanz¨® su m¨¢ximo hist¨®rico de 71.618 d¨®lares (actualmente, se sit¨²a alrededor de los 59.000 d¨®lares).

Hay interpretaciones menos dram¨¢ticas de estos fen¨®menos. Juan Ignacio Crespo, un reconocido analista econ¨®mico, sugiere que el nihilismo financiero podr¨ªa considerarse una versi¨®n m¨¢s sofisticada de lo que ¨¦l llama ¡°gamberrismo financiero¡±. ¡°Las personas tienen una inclinaci¨®n natural hacia la diversi¨®n y el juego, que se extiende incluso a las finanzas¡±, argumenta. ¡°El desarrollo econ¨®mico actual ha permitido a un mayor n¨²mero de personas participar en actividades financieras arriesgadas, lo que anteriormente no era posible¡±. Crespo a?ade que las pol¨ªticas econ¨®micas implementadas durante la pandemia, que incluyeron inyecciones significativas de dinero en la econom¨ªa, han proporcionado una liquidez adicional que facilita la inversi¨®n en actividades especulativas.

Muchas aplicaciones de ¡®trading¡¯ ofrecen recompensas, concursos y conectan en l¨ªnea a unos inversores con otros

¡°Siempre ha habido un porcentaje de la sociedad que prefiere jugarse hasta la camisa¡±, defiende. Como ejemplo, menciona los bucket shops, establecimientos de corretaje del siglo XIX que permit¨ªan a sus clientes especular sobre los movimientos de precios de acciones y otros activos, aunque estas transacciones no se realizaban efectivamente en los mercados. Funcionaban m¨¢s como casas de apuestas que como corredur¨ªas leg¨ªtimas. ¡°Las criptomonedas son una forma de gamberrismo financiero llevada al extremo. Las apuestas ya no se hacen sobre activos tangibles, sino sobre elementos que carecen de materialidad fuera del ¨¢mbito digital. En esencia, es m¨¢s de lo mismo, pero en un formato renovado¡±.

No solo parece que el mercado financiero se ha convertido en una especie de gran casino; en muchos aspectos, realmente lo es. Muchas aplicaciones de trading han sucumbido a la moda de la gamificaci¨®n. Los usuarios de estas plataformas acceden a aplicaciones llenas de recompensas, logros, concursos, competencias, interfaces din¨¢micas, notificaciones constantes y social trading para conectar en l¨ªnea con otros inversores. Joaqu¨ªn Robles, un analista econ¨®mico que trabaja en la plataforma de inversi¨®n XTB, confirma por tel¨¦fono que en los ¨²ltimos a?os ha habido un ¡°aumento evidente¡± en el n¨²mero de cuentas abiertas por personas menores de 25 a?os. ¡°Antes, esto era algo bastante inusual¡±, se?ala.

El economista Santiago Ni?o Becerra considera que este fen¨®meno es un indicio de que el capitalismo est¨¢ llegando a su fin

Estos j¨®venes inversores, seg¨²n Robles, tienen un horizonte temporal mucho m¨¢s corto, una inclinaci¨®n por invertir en una variedad m¨¢s amplia de activos y una disposici¨®n a asumir mayores riesgos a cambio de potenciales rendimientos m¨¢s altos. ?Es esto nihilismo financiero? Para Robles, tiene m¨¢s que ver con lo que durante a?os se ha denominado ¡°cultura de la inmediatez¡±. ¡°Si a un veintea?ero le cuesta aguantar dos horas sentado en un sof¨¢ viendo una pel¨ªcula, es dif¨ªcil pensar que vaya a esperar 10 a?os para obtener rendimiento de una inversi¨®n. Les ofreces un 6% de rentabilidad anual y les parece una porquer¨ªa¡±, resume el analista. Adem¨¢s, estos j¨®venes llegan con altas expectativas de lo que pueden ganar invirtiendo en Bolsa. ¡°Esto se debe a que las redes sociales los exponen a casos de ¨¦xito enga?osos. Claro que es posible doblar una cuenta invirtiendo en acciones memes o en criptomonedas, pero tambi¨¦n es muy posible perderlo todo¡±, sostiene.

El economista Santiago Ni?o-Becerra, autor de Futuro. ?Qu¨¦ futuro? (Ariel, 2022), se?ala que, mientras en los a?os ochenta exist¨ªa un camino claro hacia el ¨¦xito econ¨®mico para los j¨®venes trabajadores, hoy las oportunidades tradicionales han disminuido. ¡°Hace 40 a?os, un joven preparado, dispuesto a trabajar 70 horas a la semana y con unos cuantos buenos contactos, pod¨ªa aspirar, en 10 a?os, a tener un Porsche y un apartamento en Knightsbridge. Hoy no.¡± Como resultado, muchos j¨®venes recurren a inversiones en criptomonedas y otros activos de alto riesgo. ¡°El bitcoin habr¨ªa fracasado en los a?os ochenta porque entonces las expectativas se basaban en otras cosas. Ahora no se puede dar un pelotazo en un banco, pero s¨ª se puede so?ar con unos fragmentos de bitcoin, aunque ninguno de estos j¨®venes pueda so?ar con aproximarse a lo que fue Mario Conde¡±, asegura.

Ni?o-Becerra considera que el nihilismo financiero es un indicio de que el sistema capitalista est¨¢ llegando a su fin, una teor¨ªa que ya expuso en su obra Capitalismo 1679-2065 (Ariel, 2020). ¡°El sistema capitalista ha atravesado casi todas sus fases y ahora est¨¢ en declive. Si se mantiene la norma que ha regido los sistemas econ¨®mico-sociales, es probable que desaparezca en alg¨²n momento de la d¨¦cada de 2060 a 2070. Puede sonar dram¨¢tico, pero no ser¨ªa la primera vez que esto ocurre en los ¨²ltimos 2.000 a?os¡±.

Ap¨²ntate aqu¨ª a la newsletter semanal de Ideas.