Boaventura de Sousa Santos: ¡°Portugal demostr¨® que el neoliberalismo era mentira¡±
Soci¨®logo. Autor de m¨¢s de 40 ensayos, sus an¨¢lisis gu¨ªan desde hace d¨¦cadas a la izquierda, a la que anima a unirse: es la que salvar¨¢ a la democracia liberal
Es desde hace d¨¦cadas el or¨¢culo de cabecera de las izquierdas ib¨¦rica y latinoamericanas, generalmente m¨¢s all¨¢ de los partidos socialistas. Hugo Ch¨¢vez (Venezuela), Lula (Brasil), Gustavo Petro (Colombia), Pablo Iglesias (Espa?a), Francisco Lou?? (Portugal), le escucharon y le escuchan para crear alternativas de Gobierno m¨¢s all¨¢ de siglas. El soci¨®logo Boaventura de Sousa Santos (Coimbra, 1940) divide su tiempo entre la universidad portuguesa, donde elogia una soluci¨®n de Gobierno socialista in¨¦dita, y la universidad de Wisconsin, donde se empapa de los an¨¢lisis de la CIA. Con m¨¢s de 40 ensayos en su haber, esta semana presenta en Espa?a, Izquierdas del mundo, un¨ªos. Aunque cree en las confabulaciones mundiales, De Sousa Santos tambi¨¦n cree en la capacidad de las fuerzas locales para formar alternativas que escapen al determinismo de los poderes f¨¢cticos, incluso cree que a la democracia liberal solo la puede defender la izquierda. Aunque no acierte siempre, ?Salve a Santos!?
Pregunta. Despu¨¦s de 14 a?os de Gobierno de izquierdas parece que los brasile?os han salido escaldados.?
Respuesta. Lula fue un gran presidente, pero cometi¨® muchos errores. Us¨® el sistema pol¨ªtico antiguo para gobernar con la derecha. No hubo reforma fiscal ni del sistema ni de los medios de comunicaci¨®n en un momento en que su partido, el PT, ten¨ªa una gran legitimidad para hacerlo. Gobernar con el sistema antiguo fue gobernar con el compadreo, con la corrupci¨®n end¨¦mica de los partidos, no solo del PT.?
P. Las Bolsas acogieron con gran optimismo la derrota del PT o el triunfo de Bolsonaro.
?R. S¨ª, ahora, despu¨¦s de unas elecciones, en lugar de la reacci¨®n de las personas, la primera noticia de los medios es la reacci¨®n de los mercados. La Bolsa la controlan cinco grandes compa?¨ªas financieras, que mueven 50 trillones de los 90 trillones del PIB mundial y tienen, por tanto, un poder de chantaje enorme sobre los sistemas pol¨ªticos nacionales. A la derrota de la izquierda en Brasil no es ajeno el imperialismo americano
?P. ?No suena antiguo el t¨¦rmino?
R. Ya s¨¦ que ha dejado de usarse en los medios, pero yo creo que el imperialismo americano existe, aunque anduvieron distra¨ªdos en la primera d¨¦cada del siglo.
?P. Bastante, se les col¨® Ch¨¢vez, Evo Morales, Lula...
R. Fue una d¨¦cada en la que EE UU estaba concentrado en Irak, y que permiti¨® alcanzar el poder a fuerzas progresistas de Argentina, Venezuela, Brasil, Bolivia, Ecuador, Chile. A partir de 2009, los norteamericanos empiezan a ver que est¨¢n perdiendo Am¨¦rica Latina, que tiene un socio nuevo, China. Su primera reacci¨®n es el golpe de Honduras de 2009, una d¨¦cada despu¨¦s los hondure?os emigran en caravana hacia Estados Unidos.
P. El imperialismo americano no se contentar¨¢ solo con Honduras, ?no?
¡°La Bolsa la controlan cinco grandes compa?¨ªas financieras que tienen un poder de chantaje enorme¡±
R. EE UU precisa de todos los pa¨ªses aliados para frenar a China, pero de modos distintos. Necesita a Europa, pero no a la Uni¨®n Europea (UE). El abordaje de Trump sobre Europa es con el Tratado Comercial Transatl¨¢ntico, que quiere acabar con ¨¦l porque no quiere una UE unida. Le es m¨¢s f¨¢cil controlar el continente minando a la UE, separ¨¢ndola pa¨ªs a pa¨ªs. Lo ha conseguido con el Reino Unido y lo va a intentar con otros. Uno a uno dominar¨¢ mejor todo el continente.
P. Las grandes inversiones de China son, sin embargo, en ?frica y Suram¨¦rica.
R. Leo atentamente todos los documentos de la CIA para mirar el futuro con sus ojos. La gran amenaza para mantener su hegemon¨ªa mundial es China. En 2030 ser¨¢ la primera econom¨ªa. Vivimos un intervalo entre dos globalizaciones. Tuvimos varias desde 1870, cada una dominada por una innovaci¨®n tecnol¨®gica, de la m¨¢quina de vapor a internet. Las ¨²ltimas siempre han sido dominadas por Estados Unidos, pero vamos a entrar en una nueva ola de innovaci¨®n, protagonizada por la inteligencia artificial, la rob¨®tica y la automoci¨®n, y en estas ¨¢reas -al contrario que en las anteriores- China est¨¢ muy bien posicionada. Quien domine la nueva ola ser¨¢ el pa¨ªs hegem¨®nico.
P. ?La hora del imperialismo chino?
R. China se junt¨® a Rusia, India, Brasil y Sur¨¢frica, el BRICS. Ese proyecto, al contrario de lo que nosotros nos pudi¨¦ramos imaginar, fue una aviso temible para EE UU. Hab¨ªa que neutralizarlo al precio que fuera porque estaban a poner en causa lo m¨¢s sagrado del imperio americano, el d¨®lar. En 1971, dej¨® de estar respaldado por el patr¨®n oro, pero EE UU acord¨® con la familia real saud¨ª que el d¨®lar fuera la ¨²nica moneda de pago de las transacciones petrol¨ªfera.
P. Y as¨ª sigue medio siglo despu¨¦s.
R. S¨ª, a costa de reprimir cualquier movimiento para acabar con el d¨®lar como ¨²nica referencia mundial. Siempre que hay un ataque a esta moneda la reacci¨®n de Estados Unidos es brutal. Es cierto que el expresidente del FMI Dominique Strauss-Kahn tuvo un l¨ªo con una camarera, pero casualmente un mes antes hab¨ªa propuesto crear una cesta de monedas como referencia del comercio mundial, y no solo el d¨®lar. Sadam Husein quer¨ªa que el comercio de los hidrocarburos fuera en euros y Gaddafi propuso una moneda africana similar al euro. Todos tuvieron destinos fatales.
P. Y aquel BRICS ha perdido su pe¨®n brasile?o.
R. Antes se hab¨ªa entregado incondicionalmente la India de Mohdi, pero Brasil es la s¨¦ptima econom¨ªa mundial y se ha aprovechado que tuviera una democracia a¨²n fr¨¢gil para acabar con ese laboratorio. El BRICS ha quedado neutralizado
P. Las democracias han cambiado Obama por Trump, Lula por Bolsonaro, Rienzi por Salvini¡
R. Vivimos un ciclo reaccionario, t¨ªpico entre los intervalos de globalizaciones. Es un tiempo en el que aumenta la agresividad y la rivalidad entre pa¨ªses -en Europa dio origen a dos guerras-. Su cara visible es Steve Bannon, ex asesor de Trump. No es casual que su organizaci¨®n, The Movement (El Movimiento), se haya instalado en Bruselas. Su objetivo es conseguir una mayor¨ªa de euroesc¨¦pticos en las elecciones europeas de mayo y as¨ª destruir, democr¨¢ticamente, la UE.
P. ?Teme que lo consiga?
R. Lo veo con mucha preocupaci¨®n. Esta ola reaccionaria es diferente a otras, intenta acabar con la distinci¨®n entre dictadura y democracia. La democracia liberal no se sabe defender de los antidem¨®cratas, de los antisistema como Trump o Bolsonaro que se aprovechan del sistema. Se destruye la opini¨®n p¨²blica con falsas noticias que transforman al adversario en enemigo; con el adversario se discute, al enemigo se destruye.?
P. ?Pero c¨®mo se ha llegado a formar este ciclo reaccionario?
¡°Juan Pablo II liquid¨® la teolog¨ªa de la liberaci¨®n? y ese espacio lo ocupa la teolog¨ªa de la prosperidad de la Iglesia evang¨¦lica¡±
R. Desde luego no es una convulsi¨®n repentina, tiene sus causas. Si dejamos de ocupar un espacio, otros no lo har¨¢n. Si los partidos cl¨¢sicos se dedican a los procesos electorales y a sus alianzas, y no trabajan con las clases populares, otros lo har¨¢n. Y no solo los partidos. La iglesia cat¨®lica ten¨ªa en Am¨¦rica Latina un fuerte enraizamiento con la teolog¨ªa de la liberaci¨®n. Juan Pablo II la liquid¨® y ese vac¨ªo est¨¢ siendo ocupado por la llamada teolog¨ªa de la prosperidad de las iglesias evang¨¦licas de influencia norteamericana. El rico recibe la bendici¨®n de Dios, el pobre no es bendecido, es demonizado, culpable de su pobreza. Ha habido un abandono de las clases populares por parte de las elites, sean pol¨ªticas o eclesi¨¢sticas.
P. ?Tiene usted una soluci¨®n?
R. S¨ª, izquierdas del mundo, un¨ªos, el t¨ªtulo de mi nuevo ensayo. Las izquierdas tienen que acabar con sus dogmatismos y aislacionismos y tener conciencia que en este ciclo reaccionario, las fuerzas de izquierdas son las que mejor pueden defender la democracia liberal, porque la derecha se entreg¨® absolutamente (la izquierda parcialmente) a los poderes financieros.
¡°A Trump le es m¨¢s f¨¢cil controlar el continente europeo minando a la UE, separ¨¢ndola pa¨ªs a pa¨ªs¡±
P. En este periodo reaccionario, una de las excepciones ha sido la soluci¨®n portuguesa, un Gobierno socialista con el apoyo parlamentario de partidos a su izquierda, incluso antieuropeos, del Bloco y PC.
R. Es la gran innovaci¨®n pol¨ªtica de los ¨²ltimos a?os. El partido socialista de Costa decide articularse con partidos a su izquierda en lugar de hacerlo con las derechas, como siempre. Con una clarividencia extraordinaria, con Bloco y PC llegaron a la conclusi¨®n de que hay muchas cosas que les separan pero que hay otras que le unen, suficientes para gobernar. Les un¨ªa terminar con la austeridad, ya es mucho. Si el PC est¨¢ contra el euro y el PS a favor, no cuenta. Esa fue la gran sabidur¨ªa de los partidos.
P. Portugal rompi¨® con muchas profec¨ªas catastr¨®ficas.
R. Portugal demostr¨® que el neoliberalismo era una mentira. Con soluciones contrarias a esa ideolog¨ªa, el Gobierno ha dado un respiro a las clases populares. La econom¨ªa crece, la inversi¨®n llega, el paro baja. Si esto hubiera ocurrido en otro pa¨ªs ser¨ªa noticia mundial.
P. ?El modelo es exportable?
R. Las soluciones no se pueden copiar, pero s¨ª aprender de ellas. Tengo alguna esperanza de que cuaje en Espa?a con los j¨®venes S¨¢nchez e Iglesias. Esta semana voy all¨ª a hablar con todos los partidos de izquierda. En Espa?a el gran actor diferencial es el de las nacionalidades, y concretamente Catalu?a, que impide cualquier acuerdo y, a m¨ª entender as¨ª va a continuar alg¨²n tiempo. Cuando se juega al todo o nada, el acuerdo es imposible.
P. En Espa?a, m¨¢s que izquierdas y derechas se habla de castas y movimientos transversales.
R. Lo s¨¦ y me indigna. Nunca fue tan importante la distinci¨®n entre izquierda y derecha. La izquierda enamora muchas veces pero deja pasar oportunidades de ser otra alternativa de vida. La izquierda no puede tener verg¨¹enza por defender al Estado, obviamente democr¨¢tico y no corrupto; quien va a necesitar m¨¢s salud p¨²blica, m¨¢s educaci¨®n no van a ser las clases medias altas, sino las que ganan el salario m¨ªnimo. Hay que tener el coraje de aumentar los impuestos a los m¨¢s ricos; perjudica la inversi¨®n, se dec¨ªa en Portugal. No fue as¨ª, al contrario, aument¨®. Hay mucha mentira econ¨®mica. Los mayores mentirosos de este siglo ganaron los premios nobel de econom¨ªa.
P. ?La soluci¨®n portuguesa puede cambiar la tendencia de la Uni¨®n Europea en las elecciones de mayo?
R. Portugal es un pa¨ªs muy peque?o para cambiar la UE, pero si tuvi¨¦semos una soluci¨®n de izquierda moderada en Espa?a, m¨¢s Grecia e Italia vencer¨ªamos a la extrema derecha y la UE estar¨ªa salvada. Si no la cambiamos por dentro habr¨¢ brexit, italiabrexit y austriaexit -sin contar Hungr¨ªa y Polonia que solo son europeos para recibir dinero comunitario-, y en vez de tener una soluci¨®n de izquierdas para reinventar la UE, ser¨¢ una de derechas para destruir Europa. Esa es la disyuntiva a la que nos enfrentamos.
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