Biden y McCarthy se re¨²nen por el techo de deuda sin visos de acuerdo
La batalla pol¨ªtica amenaza a Estados Unidos con el impago de la deuda y una dura crisis econ¨®mica
Joe Biden y Kevin McCarthy tienen rumbo de colisi¨®n. El presidente de Estados Unidos reclama al Congreso que apruebe un aumento sin condiciones del techo de deuda, que est¨¢ cerca de alcanzarse. El de la C¨¢mara de Representantes pide todo tipo de concesiones. Se re¨²nen este martes, pero el bagaje de ambos dificulta un acuerdo. En caso de choque, las consecuencias para la econom¨ªa de Estados Unidos son imprevisibles.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, advirti¨® la semana pasada de que la fecha X en la que Estados Unidos podr¨ªa quedarse sin dinero para hacer frente a sus obligaciones puede llegar tan pronto como el 1 de junio, aunque dejando abierta la posibilidad de un plazo m¨¢s amplio. El techo de deuda, 31,38 billones de d¨®lares, se alcanz¨® en enero y desde entonces el Gobierno est¨¢ funcionando con medidas extraordinarias que han dejado un respiro temporal. La agencia Moody¡¯s y los inversores situaban la fecha X a mediados de agosto.
Biden convoc¨® la reuni¨®n de este martes el mismo d¨ªa en que Yellen hizo su anuncio. La fe del presidente en que de ella salga un acuerdo es escasa. La Casa Blanca ya ha anunciado que el presidente va a intervenir este mi¨¦rcoles en la zona del valle del Hudson, en el Estado de Nueva York, en un acto en el que hablar¨¢ de ¡°por qu¨¦ el Congreso debe evitar el impago inmediatamente y sin condiciones¡± y criticar¨¢ los recortes que exigen los republicanos.
Tanto Biden como McCarthy tienen dif¨ªcil el acuerdo. El republicano cuenta con una mayor¨ªa exigua en la C¨¢mara de Representantes, que depende del ala radical de su partido. Su margen de maniobra es escaso y ser duro con el techo de deuda fue una de las concesiones que hizo para ser elegido tras 15 votaciones. Su propio puesto estar¨ªa en peligro si cede a la petici¨®n de Biden de subir el l¨ªmite de deuda sin condiciones.
El actual presidente, por su parte, tiene en su memoria las negociaciones para subir el techo de deuda de 2011 y 2013, cuando era vicepresidente de Barack Obama. En 2011, la Casa Blanca acept¨® negociar e hizo numerosas concesiones. Al final, un acuerdo parlamentario con recortes de gasto salv¨® a Estados Unidos del impago, cuando quedaban 72 horas para que se agotase el dinero. En el camino, Obama se dej¨® cr¨¦dito pol¨ªtico y la agencia de calificaci¨®n Standard & Poor¡¯s retir¨® al Tesoro su calificaci¨®n AAA, de m¨¢xima solvencia. Hubo sacudidas en los mercados y da?o a la econom¨ªa. En 2013, Obama rechaz¨® negociar y el Congreso acab¨® subiendo el techo de deuda sin condiciones.
Esa ha sido, en realidad, la pr¨¢ctica habitual del Congreso. Estados Unidos es uno de los pocos pa¨ªses del mundo que cuenta con un l¨ªmite de deuda, que no supone la autorizaci¨®n de nuevo gasto, sino solo la de financiar los gastos previamente aprobados ya. Lo normal es que el Congreso eleve el techo de deuda cuando toca. Seg¨²n el Tesoro, el Congreso ha actuado de diversas maneras 78 veces para aumentar el l¨ªmite de deuda desde 1960, 49 de ellas bajo presidentes republicanos. ¡°El l¨ªmite de deuda se increment¨® tres veces bajo la presidencia de Trump. Esta vez no deber¨ªa ser diferente¡±, se?al¨® la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, la semana pasada.
Condiciones de los republicanos
McCarthy ha logrado poner de acuerdo a los suyos en la C¨¢mara de Representantes para aprobar una propuesta de ley que eleva el techo de deuda hasta marzo de 2024 (o hasta un m¨¢ximo de 1,5 billones) a cambio de congelar ciertos gastos federales, de retirar la quita a los pr¨¦stamos de estudiantes y de retirar incentivos fiscales del plan fiscal y clim¨¢tico estrella de Biden, la ley de Reducci¨®n de la Inflaci¨®n.
Biden lo rechaza de plano: ¡°No permitir¨¦ que nadie utilice la plena fe y el cr¨¦dito de Estados Unidos como moneda de cambio¡±, dijo en enero en un discurso en Springfield (Virginia). El l¨ªder de los dem¨®cratas en la C¨¢mara de Representantes lo considera un chantaje: ¡°Hay una diferencia entre un compromiso y una nota de rescate. Que quede claro. No vamos a pagar un rescate a los extremistas del otro partido¡±, dijo sobre esa propuesta.
La reuni¨®n de este martes es, supuestamente, para hablar de pol¨ªtica fiscal. ¡°El presidente hablar¨¢ de iniciar un proceso separado para abordar el presupuesto y los cr¨¦ditos presupuestarios, porque llevamos mucho tiempo diciendo que nos parece bien una conversaci¨®n sobre las prioridades de gasto¡±, dijo Jean-Pierre, aunque es obvio que no se podr¨¢ evitar el tema del techo de deuda. Biden ha convocado en la Casa Blanca no solo a McCarthy, sino tambi¨¦n a Hakeem Jeffries, y a los l¨ªderes dem¨®crata y republicano del Senado, Charles Schumer y Mitch McConnell. Pero los dem¨®cratas tienen mayor¨ªa en el Senado, as¨ª que la figura clave es McCarthy.
Las propuestas fiscales son opuestas. Biden propone financiar los aumentos de gasto p¨²blico con subidas de impuestos a las rentas altas y a las grandes empresas. Los republicanos rechazan esas subidas fiscales y quieren recortes de gastos, aunque aceptan dejar a salvo la Seguridad Social y la atenci¨®n sanitaria.
Yellen ha advertido del riesgo de consecuencias catastr¨®ficas para la econom¨ªa. El Consejo de Asesores Econ¨®micos de la Casa Blanca public¨® un informe la semana pasada seg¨²n el cual la amenaza de bloqueo ya est¨¢ teniendo efectos; un episodio de impago, por corto que fuera, dejar¨ªa una costosa factura y un impago prolongado har¨ªa caer el producto interior bruto un 1,5% en el tercer trimestre (a una tasa trimestral anualizada del 6,1%) y subir la tasa de paro cinco puntos, destruyendo 8,3 millones de puestos de trabajo.
Moneda del bill¨®n de d¨®lares
Hay alternativas te¨®ricas que permitir¨ªan ganar tiempo o gestionar la falta de recursos. Una de ellas es acudir a la facultad de acu?ar monedas de platino de cualquier valor y lanzar la moneda del bill¨®n de d¨®lares. La ley permite al Tesoro acu?ar monedas de platino y se ha planteado la posibilidad de lanzar una moneda de un bill¨®n de d¨®lares, depositarla en la Reserva Federal y lograr fondos con la misma. Sin embargo, esa norma est¨¢ prevista para monedas conmemorativas y meter¨ªa al banco central en la batalla pol¨ªtica, algo que su presidente Jerome Powell, ha rechazado.
Hay posibilidades de ingenier¨ªa financiera: el Tesoro podr¨ªa emitir deuda con un valor nominal bajo pero un cup¨®n o inter¨¦s muy alto. Con ello podr¨ªa obtener m¨¢s recursos sin superar el valor nominal de deuda en circulaci¨®n. Lo mismo lo podr¨ªa hacer con un canje de deuda. Esas medidas tambi¨¦n tienen sus inconvenientes, pero menos que el impago.
Otra posibilidad es negociar un acuerdo temporal, una especie de suspensi¨®n del techo de deuda a corto plazo, pero eso ser¨ªa una patada hacia adelante. Si el Gobierno empieza a quedarse sin dinero, tendr¨¢ que priorizar los gastos. Lo normal es que trate de respetar al m¨¢ximo los pagos de intereses y del principal de la deuda, aunque eso sea un plato pol¨ªticamente dif¨ªcil de tragar.
Hay un escenario que la agencia de calificaci¨®n Moody¡¯s ve probable: el de una crisis o conflicto constitucional. El apartado cuarto de la 14? Enmienda de la Constituci¨®n dice que ¡°la validez de la deuda p¨²blica de los Estados Unidos, autorizada por ley (...) no deber¨¢ ser cuestionada¡±. Usar esa norma para justificar la emisi¨®n de nueva deuda con la que pagar la existente es una interpretaci¨®n como m¨ªnimo pol¨¦mica, cuya validez podr¨ªa acabar dirimiendo el Tribunal Supremo, de mayor¨ªa conservadora.
Desde que Alexander Hamilton, uno de los padres fundadores, acord¨® en 1790 pagar los bonos de la Guerra de Independencia al 100%, aunque cotizaban muy por debajo de su valor, Estados Unidos se ha ganado su reputaci¨®n de pa¨ªs fiable y nunca ha incumplido los pagos de su deuda (salvo, ejem, por unos problemas t¨¦cnicos en 1979). ¡°Estar¨ªamos en territorio desconocido¡±, se?al¨® Powell la semana pasada.
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