El aborto escala como prioridad electoral para los votantes en Estados Unidos
Los derechos reproductivos son, junto con la inmigraci¨®n, el segundo asunto de m¨¢s inter¨¦s, especialmente para las mujeres. Florida y otros nueve Estados someten ese derecho a refer¨¦ndum el mismo d¨ªa de las elecciones
Deborah define como una forma de tortura lo que tuvo que experimentar en Florida por la regulaci¨®n del aborto en ese Estado. Esta mujer, que prefiere ocultar su apellido por motivos de privacidad, gest¨® un hijo sin ri?ones y condenado a muerte durante tres meses eternos tras un diagn¨®stico sin esperanza en la semana 23? del embarazo. ¡°Cuando me entregaron a mi beb¨¦ reci¨¦n nacido ya estaba fr¨ªo y azul¡±, continua el relato de la mujer con voz entrecortada en una videollamada desde su casa de Lakeland, en el centro del Estado, donde todav¨ªa se est¨¢ recuperando del golpe de dos huracanes hace unas semanas. Como si la experiencia traum¨¢tica no hubiese sido suficiente, ahora Deborah revisita y comparte su historia. El objetivo, est¨¢ convencida, lo vale: que otras mujeres no tengan que pasar por algo similar.
Los derechos reproductivos son el segundo o tercer tema que m¨¢s preocupa a los estadounidenses a la hora de votar, despu¨¦s de la econom¨ªa y b¨¢sicamente empatado con la inmigraci¨®n. As¨ª lo reflejan varias encuestas divulgadas en los ¨²ltimos d¨ªas. Para mujeres menores de 45 a?os, es el asunto m¨¢s importante. No es una sorpresa. En varios Estados desde hace dos a?os es ilegal abortar en cualquier instancia o en tantos otros hay leyes vigentes que, si bien sobre el papel lo permiten, lo convierten en pr¨¢cticamente imposible; aunque, de hecho, el n¨²mero de abortos ha aumentado desde la derogaci¨®n en 2022 de la sentencia que consagraba constitucionalmente el derecho al aborto en Estados Unidos, principalmente por el m¨¦todo de p¨ªldoras abortivas, que tambi¨¦n ha estado en el punto de mira de los jueces.
En las papeletas electorales de Florida, adem¨¢s de la elecci¨®n entre Donald Trump y Kamala Harris para presidir Estados Unidos, los votantes tendr¨¢n la opci¨®n de garantizar el derecho al aborto en la Constituci¨®n estatal a trav¨¦s de una enmienda. Referendos similares estar¨¢n en las papeletas de otros nueve Estados ¨DArizona, Nebraska, Nevada, Maryland, Nueva York, Missouri, Montana, Colorado y Dakota del Sur¡ª despu¨¦s de que en las elecciones de medio mandato de 2022 siete hayan aprobado leyes que consagran los derechos reproductivos de las mujeres, incluyendo los territorios profundamente republicanos de Kansas o Kentucky. En Florida, los ¨²ltimos meses de enfrentamiento de las campa?as a favor y en contra de la enmienda constitucional, que necesita un 60% de los votos para salir adelante, ha sido encarnizada, llena de acusaciones, falsedades y pleitos legales. En medio del debate est¨¢n la salud y la libertad de cientos de miles de mujeres.
Es el fango que cre¨® la decisi¨®n del Tribunal Supremo ¡ªcon una supermayor¨ªa conservadora de seis a tres por los tres jueces vitalicios nombrados por Trump cuando fue presidente¡ª que elimin¨® el derecho a nivel nacional en 2022 al tumbar un precedente de 1973 conocido como Roe contra Wade que lo proteg¨ªa. Es la misma raz¨®n por la cual el aborto es la motivaci¨®n de millones de votantes de todo el pa¨ªs en estas elecciones.
Kamala Harris lo ha hecho un eje principal de su campa?a. En sus intervenciones y m¨ªtines nunca se olvida de mencionar el tema. Es uno de los ¨¢mbitos sobre los que se expresa mejor, tras pasar su vicepresidencia muy involucrada en el asunto. La candidata dem¨®crata ha dicho en varias ocasiones que, de llegar a ser presidenta, firmar¨ªa una ley que garantizar¨ªa el acceso al aborto para las mujeres del pa¨ªs a nivel nacional. Sin embargo, esta situaci¨®n es muy improbable. Para llegar a ese punto los dem¨®cratas necesitar¨ªan una mayor¨ªa considerable en el Congreso, algo que no est¨¢ al alcance cuando los sondeos apuntan a un empate virtual en el legislativo de nuevo. Ante este panorama, los referendos estatales adquieren una dimensi¨®n mayor.
Por su parte, Donald Trump considera que su trabajo en este asunto est¨¢ completado. Derogar ese amparo legal fue una de las claves del apoyo evang¨¦lico que recibi¨® en 2016. Ahora, sin embargo, el asunto es una patata caliente electoral, pues la mayor¨ªa de los estadounidenses, incluso una buena porci¨®n de los republicanos, est¨¢n en contra de una prohibici¨®n absoluta. El expresidente, en cambio, repite, con m¨¢s que dudosa veracidad, que devolver la potestad de legislar sobre el aborto a los Estados ¡°es lo que todo el mundo quer¨ªa¡±.
En Florida, desde el 1 de mayo, despu¨¦s de un a?o en el que el l¨ªmite del aborto estaba en las 15 semanas de embarazo, ha estado en vigor la Ley del Latido, bandera del popular gobernador republicano Ron DeSantis. La legislaci¨®n permite un aborto ¨²nicamente antes de la sexta semana de gestaci¨®n ¡ªantes incluso de que muchas mujeres sepan que est¨¢n embarazadas¡ª y dicta que existen excepciones para casos en los que peligra la vida de la madre y por incesto, violaci¨®n o tr¨¢fico sexual. Pero son tan estrictas las condiciones que pueden acabar impidiendo la pr¨¢ctica, advierte Michelle Quesada, portavoz de Planned Parenthood, organizaci¨®n sin animo de lucro que practica un tercio de los abortos a nivel nacional. ¡°No se trata solo del aborto por elecci¨®n, todos los servicios asociados a la atenci¨®n al aborto se est¨¢n viendo afectados¡±.
El clima es de miedo. Los m¨¦dicos, como la ginec¨®loga Cecilia Grande, temen practicar abortos, incluso cuando la salud de la madre est¨¢ en peligro. ¡°Ahora hay una hipervigilancia. Mis compa?eros y yo no sabemos hasta qu¨¦ punto es aceptable hacer un aborto. ?Cuando hay un 80% de posibilidad de muerte? ?90%?¡±, cuenta en su consultorio del sur de Miami. Para poder prestar la atenci¨®n m¨¦dica necesaria de manera legal y sin riesgo de un proceso penal en contra de los m¨¦dicos, los hospitales o las pacientes, se deben tener por lo menos dos valoraciones m¨¦dicas independientes que digan que la vida de la mujer est¨¢ en riesgo. En muchos casos, los hospitales piden m¨¢s para cubrirse las espaldas.
La ley tambi¨¦n victimiza a la gestante, asegura Quesada, que ha acompa?ado a numerosas pacientes en la traves¨ªa para lograr hacerse un aborto. ¡°El estatuto dice que si has sido v¨ªctima de violaci¨®n, incesto o tr¨¢fico sexual, puedes acceder a un aborto con documentaci¨®n que lo certifique. Primero, dos de cada tres casos de violaci¨®n no se reportan. Muchas veces el abusador es alguien cercano y temen reportarlo. Adem¨¢s, la polic¨ªa dice que se pueden tardar semanas o meses en conseguir un reporte concreto m¨¢s all¨¢ de la denuncia, que no es v¨¢lida. Entonces, ?d¨®nde est¨¢ la excepci¨®n?¡±.
Al final, la soluci¨®n que queda es viajar fuera del Estado, a otro territorio que s¨ª permita el aborto. El m¨¢s cercano es Carolina del Norte, a m¨¢s de 1.000 kil¨®metros de distancia, y all¨ª se debe respetar un periodo de reflexi¨®n de 72 horas antes de poder proceder. As¨ª, en un pa¨ªs en el que la sanidad ya es mucho m¨¢s cara que el promedio, los gastos se convierten en un obst¨¢culo m¨¢s para abortar. Planned Parenthood ha ayudado a unas 700 mujeres a salir de Florida para permitirles un aborto desde que entr¨® en vigor la prohibici¨®n de las seis semanas en mayo. No se sabe cu¨¢ntas han hecho el viaje por cuenta propia.
La prohibici¨®n tambi¨¦n es un obst¨¢culo para practicar su profesi¨®n y proteger a las mujeres, dice la doctora Grande, que integra un grupo de cientos de m¨¦dicos que apoyan la campa?a a favor del derecho al aborto en Florida y opinan lo mismo que ella. ¡°Ahora llegan mujeres de 16 semanas en situaci¨®n de aborto espont¨¢neo y no podemos hacer absolutamente nada¡±, cuenta. Grande recuerda un caso de hace a?os, cuando comenzaba su carrera en los noventa en un hospital cat¨®lico, en el que atendi¨® a una mujer con 18 semanas que estaba presentado una infecci¨®n y logr¨® controlarla con oxitocina, una medicaci¨®n ahora tambi¨¦n prohibida porque es utilizada para disminuir el sangrado en casos de aborto espont¨¢neo. Esta mujer ya hab¨ªa tenido numerosas p¨¦rdidas a causa de su cuello uterino incompetente, as¨ª que Grande le aplic¨® una sutura que permiti¨® que llegara finalmente a la semana 36 de embarazo y tuviera su ¨²nico hijo. ¡°Ahora habr¨ªa tenido que esperar a que se pusiera s¨¦ptica para poder tratarla y ella habr¨ªa quedado inf¨¦rtil¡±, asegura.
El aborto en campa?a
¡°Por eso yo antes no estaba metida en pol¨ªtica¡±, dice la doctora Grande, ¡°pero ahora mi hija tiene menos derechos que mi madre en la Cuba anterior a la Revoluci¨®n¡±. Cuando la Ley del Latido de Florida fue aprobada, se inici¨® una enorme recolecta de firmas liderada por la organizaci¨®n Floridians Protecting Freedom. Tras largos meses de campa?a se lograron un mill¨®n, 100.000 m¨¢s que las necesarias para traer una pregunta directamente a los votantes.
Durante los ¨²ltimos seis meses la misi¨®n de Floridians Protecting Freedom y otras organizaciones aliadas han salido a hacer campa?a a favor de reinstaurar el derecho bajo la coalici¨®n Yes On 4. Seg¨²n un portavoz de la campa?a, han tocado medio mill¨®n de puertas, hecho 450.000 llamadas y apuntado a 6.250 voluntarios. Adem¨¢s, seg¨²n sus datos m¨¢s recientes, han recaudado cerca de 104 millones de d¨®lares (unos 96 millones de euros) de m¨¢s de 47.000 donantes.
En el otro bando tampoco se han quedado quietos. Existe la campa?a contraria, Vote No On 4. Su argumento principal desmenuza el texto de la enmienda y asegura que el lenguaje es enga?oso. Dicen que no define sus t¨¦rminos clave, como ¡°viabilidad¡±, ¡°salud de la paciente¡± o ¡°proveedor de atenci¨®n m¨¦dica¡±. Estas supuestas incertidumbres crean lagunas que dar¨¢n lugar a m¨¢s abortos en etapas m¨¢s avanzadas del embarazo de lo que pretenden los votantes, alegan. Pero en Florida, las enmiendas constitucionales no requieren definiciones y, en todo caso, los t¨¦rminos se?alados s¨ª est¨¢n definidos en la ley del Estado.
En medio de esta batalla, que ha incluido demandas de lado y lado y la injerencia en campa?a del gobierno estatal, los ciudadanos de Florida deber¨¢n pronunciarse a favor o en contra de la enmienda en unos d¨ªas. Las m¨¢s recientes encuestas, publicadas por la Laboratorio de Investigaci¨®n de la Opini¨®n P¨²blica de la Universidad del Norte de Florida, se?alan que actualmente un 60% de los ciudadanos del Estado apoyan la enmienda, una ligera disminuci¨®n comparado con hace unos meses, mientras que un 32% est¨¢ en contra y 8% est¨¢ por decidirse. Es dif¨ªcil que est¨¦ m¨¢s apretado.
Uno de los votantes que se decantar¨¢ por alguna de las dos opciones, y seg¨²n lo que ha dicho, todav¨ªa est¨¢ indeciso al respecto, es el candidato presidencial del Partido Republicano, el expresidente Trump, residente de Florida. Aunque su esposa Melania ha salido en favor del aborto por sorpresa con la publicaci¨®n de sus memorias, ¨¦l en cambio ha sido muy calculador a la hora de mostrar sus opiniones, consciente de la delicadeza de un tema que podr¨ªa costarle las elecciones.
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