Miriam Al Adib, obstetra: ¡°Si se habla del sexo desde el riesgo, la curiosidad de un adolescente no queda satisfecha, por lo que buscar¨¢ en internet¡±
La ginec¨®loga lleva m¨¢s de 10 a?os divulgando en redes informaci¨®n sobre salud femenina y acaba de publicar ¡®Hablemos de la adolescencia¡¯, un libro en el que invita a reflexionar en torno a la forma de relacionarse afectivamente y a analizar c¨®mo se vive la sexualidad
Hija de madre espa?ola y padre sirio, y madre de cuatro hijas, la ginec¨®loga y obstetra Miriam Al Adib Mendiri (Almendralejo, 1977) lleva m¨¢s de una d¨¦cada divulgando a trav¨¦s de redes sociales ¡ªen su cuenta de Instagram tiene 112.000 seguidores¡ª y medios, cuestiones relativas a la salud femenina desde una perspectiva de g¨¦nero. Tambi¨¦n a trav¨¦s de la escritura: tras publicar Hablemos de vaginas (2020), Hablemos de nosotras (2021) y un poemario, Rojo negro blanco (Anaya, 2022), ahora se adentra en la etapa de la adolescencia con Hablemos de adolescencia (2022), un libro que recorre la sexualidad desde una perspectiva global y cr¨ªtica, sin perder de vista una mirada biopsicosocial.
En el relato, Al Adib invita, tanto a adolescentes como a adultos, a reflexionar en torno a la forma de relacionarse afectivamente, a analizar c¨®mo se vive la sexualidad, a tomar conciencia del cuerpo y, sobre todo, a resolver cuestiones que no siempre son f¨¢ciles de abordar, como la represi¨®n sexual, el acoso, el dolor en las relaciones, la masturbaci¨®n, las drogas o las relaciones t¨®xicas.
PREGUNTA. ?Qu¨¦ dir¨ªa que es lo que m¨¢s temen quienes tienen hijos o hijas en esta etapa en cuanto a la sexualidad?
RESPUESTA. Dependiendo de c¨®mo se entienda la sexualidad, se tendr¨¢n unos temores u otros. Un embarazo no deseado, una enfermedad de transmisi¨®n sexual, sufrimiento¡ Al final todos tenemos en com¨²n lo mismo: no queremos que nuestros hijos sufran. Lo que pasa es que para que no sufran debe haber un equilibrio entre estar muy presentes para ayudarles en todo lo que nos necesiten y a la vez respetar su espacio, su privacidad, su toma de decisiones...
P. Dice en el libro que si los hijos no tienen confianza para plantear seg¨²n qu¨¦ cosas o si no han desarrollado un v¨ªnculo sano, no har¨¢n preguntas sobre su sexualidad. ?Los padres y madres tienen que empezar por revisarse a s¨ª mismos?
R. A menudo decimos cosas como: ¡°Vaya con las nuevas generaciones¡± o ¡°Cuando ¨¦ramos adolescentes no ¨¦ramos as¨ª¡¡±. Deber¨ªamos empezar a pensar que los adolescentes no est¨¢n apartados de la sociedad de la que todos formamos parte, que no ser¨ªan como son si las personas adultas no fu¨¦ramos como somos. Tenemos que revisar todos los mitos y tab¨²es culturales que nos atraviesan y nos influyen. Y lo que les transmitimos. La educaci¨®n sexual no consiste en sentarnos un buen d¨ªa con nuestro hijo o nuestra hija a hablarle de c¨®mo prevenir embarazos e infecciones, sino que la educaci¨®n sexual va m¨¢s all¨¢ y empieza desde que nacemos. Nuestra forma de relacionarnos en pareja tiene mucha relaci¨®n con la forma en la que hemos sido criados. Si crecemos en un entorno amoroso, con un apego seguro, si nuestros progenitores tienen una sexualidad sana, la educaci¨®n sexual ser¨¢ muy simple. En un ambiente as¨ª, los ni?os y adolescentes tendr¨¢n confianza y preguntar¨¢n a sus figuras de apego las dudas relacionadas con la sexualidad.
P. Cada vez m¨¢s voces cr¨ªticas, como la suya, insisten en que la educaci¨®n sexual, en general, se centra sobre todo en las conductas de riesgo. ?Dir¨ªa que se tiende a educar desde el miedo y el control?
R. Tendemos a tener una mirada escondida. Si hablamos de educaci¨®n sexual, nos centramos en la parte negativa del sexo, como si en la sexualidad todo fuera peligroso y mal¨ªsimo. No se habla de la parte afectiva, emocional, del placer, del amor, de los v¨ªnculos¡ Cuando hablamos de esta manera del sexo, la curiosidad que tiene cualquier adolescente no queda satisfecha con una buena informaci¨®n, por lo que normalmente buscar¨¢ en internet, y ya sabemos lo primero que te sale en la red en cuanto pones la palabra sexo en cualquier buscador.
P. ?Por qu¨¦ es importante una buena educaci¨®n sexual y c¨®mo impacta en todo lo dem¨¢s?
R. Una sexualidad saludable influye positivamente en nuestra salud f¨ªsica, mental y relacional. Evita situaciones de vulnerabilidad, y no solo me refiero a la vulnerabilidad de tener una infecci¨®n de transmisi¨®n sexual o un embarazo no deseado, sino tambi¨¦n a la de perpetuar con una relaci¨®n donde no tiene ning¨²n sentido seguir porque est¨¢s sufriendo. Hay personas que son maltratadas en el seno de una pareja y no son siquiera conscientes de ello. Una buena educaci¨®n sexual evita mantener situaciones de este tipo. Por otro lado, como ginec¨®loga veo muchos problemas de salud sexual en mujeres que se perpet¨²an en el tiempo, como el dolor con las relaciones o cualquier otro tipo de malestar ¨ªntimo, que se han normalizado o que se ocultan por miedo o verg¨¹enza.
P. ?Qu¨¦ impacto tienen las vivencias sexuales durante la adolescencia a futuro?
R. Hay estudios antropol¨®gicos que demuestran que hay dos periodos en la vida que tienen mucho impacto en la sexualidad: los primeros a?os de vida y la adolescencia. En la consulta me encuentro con mujeres con problemas como el vaginismo (imposibilidad para la penetraci¨®n porque se contrae la musculatura involuntaria del suelo p¨¦lvico) que llevan sufriendo desde las primeras relaciones. Cuando hay un problema de este tipo ha de abordarse lo antes posible para conocer el origen y tratarlo. Si no lo tratamos con el tiempo no suelen mejorar sino lo contrario. Esto les condiciona sus relaciones de pareja y su vida sexual, les baja la autoestima, les afecta much¨ªsimo a todos los niveles. En el ¨²ltimo cap¨ªtulo del libro hablo de la conciencia corporal y el dolor. Si esto le queda claro a cualquier adolescente antes de su primera relaci¨®n, sabr¨¢ lo que es normal y lo que no, y en caso necesario sabr¨¢ cu¨¢ndo acudir a atenci¨®n profesional y a qu¨¦ tipo de profesional.
P. ?Se sienten libres las adolescentes de preguntar, pedir, en la consulta de ginecolog¨ªa?
R. Cuando entran solas preguntan m¨¢s, cuando entran con sus madres muchas no se atreven a sacar temas sobre sexo que les preocupan. En una ocasi¨®n vino una madre con su hija de 18 a?os cuyo motivo de la consulta era tener dolor con las relaciones. Esto es raro que lo consulten y menos con el apoyo de sus madres. En este caso la chica ten¨ªa un vaginismo que se solucion¨® al derivarla a una fisioterapeuta de suelo p¨¦lvico. Si no se hubiera solucionado, hubiera arrastrado con mucha probabilidad este lastre durante a?os, con dificultades en sus relaciones sexoafectivas, p¨¦rdida de la autoestima, hasta algunas evitan conocer a posibles parejas¡
P. ?Cu¨¢ndo ir con ellas por primera vez?
R. Lo ideal ser¨ªa que tuvieran acceso a una buena educaci¨®n sexual y en caso de querer aclarar dudas, hacer una consulta ginecol¨®gica para abordar la parte educativa antes de tener relaciones. Despu¨¦s, si no hay ning¨²n problema ginecol¨®gico, comenzar al inicio de las relaciones sexuales.
P. ?Qu¨¦ es lo que deber¨ªan saber todos los adolescentes?
R. Que para cualquier tipo de relaci¨®n afectiva, para que no da?en a nadie ni se hagan da?o a s¨ª mismos, mantengan las tres erres: respeto, responsabilidad y reciprocidad. Que cuando en una relaci¨®n sufres, eso no es amor. Que si tienen un problema de ¨ªndole sexual no se averg¨¹encen ni se sientan culpables y busquen ayuda profesional si la necesitan. Que si se equivocan saquen el aprendizaje para no repetir el error. Que hemos venido a este mundo para amar y ser amados.
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