Fobaproa: as¨ª fue el rescate bancario que se convirti¨® en deuda p¨²blica en M¨¦xico

El turbulento 1994, marcado tanto por el levantamiento zapatista en Chiapas, la entrada en vigor del TLCAN y el asesinato del candidato oficialista Luis Donaldo Colosio, tambi¨¦n supuso el a?o en el que estall¨® la crisis econ¨®mica que trajo consigo la devaluaci¨®n del peso. Contra todo pron¨®stico y lejos de la l¨®gica discursiva de modernidad y desarrollo que se mantuvo durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, el alto d¨¦ficit de cuenta corriente a causa de un gasto desmedido en obras p¨²blicas del gobierno saliente y una emisi¨®n hist¨®rica de bonos llevaron la crisis econ¨®mica al terreno financiero: apenas cuatro a?os despu¨¦s de su privatizaci¨®n, el endeble sector bancario enfrent¨® una crisis sin precedentes, producto tanto del aumento de la cartera vencida, causado en buena medida por las elevadas tasas de inter¨¦s variable, como por la alta especulaci¨®n a partir de la liberalizaci¨®n financiera de los bancos, todo ante una d¨¦bil regulaci¨®n y bajo el amparo que, en el papel, ofrec¨ªa el Estado a la banca m¨²ltiple.

Ante el riesgo inminente de la quiebra de los bancos, cuya cartera vencida se triplic¨® hasta alcanzar el 44% a inicios de 1995, el Gobierno de Zedillo puso en marcha un conjunto de medidas dispuestas a salvar a la banca, todas financiadas por el Fobaproa (Fondo Bancario de Protecci¨®n al Ahorro). Creado como una figura legal en 1990 durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, en el papel se trataba de un fondo de contingencia ante crisis financieras que pusieran en riesgo la solvencia de los bancos, tanto por el incumplimiento de sus deudores como por el retiro masivo de dep¨®sitos, con la capacidad para financiar o comprar cartera a la banca m¨²ltiple.

El rescate se convierte en deuda p¨²blica

En 1998, el Gobierno de Ernesto Zedillo propuso convertir en deuda p¨²blica los 552.000 millones de pesos (unos 65.000 millones de d¨®lares) desembolsados en el rescate de los bancos de 1995. Uno de los principales cr¨ªticos del Fobaproa fue Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, entonces presidente del extinto Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD), la fuerza pol¨ªtica que supuso la ¨²nica oposici¨®n formal a la conversi¨®n de los pasivos en deuda p¨²blica. En agosto de 1998, el PRD convoc¨® a una consulta nacional y distintas movilizaciones contra el proyecto gubernamental; sin embargo, en septiembre del mismo a?o, un acuerdo impulsado por el PRI y el resto de facciones partidistas excepto el PRD sac¨® adelante la iniciativa y los pasivos del Fobaproa finalmente se convirtieron en deuda p¨²blica ante un creciente malestar social.

El Fobaproa fungi¨® como un salvavidas para asumir las carteras vencidas de la banca a trav¨¦s de distintos instrumentos, como un programa de capitalizaci¨®n temporal que ofrec¨ªa cr¨¦dito en d¨®lares a los bancos mexicanos y sobre todo, un programa destinado a comprar la cartera vencida de la banca. Desde su puesta en marcha, el Fobaproa fue criticado ante la opacidad del rescate, las inc¨®gnitas sobre los montos destinados y sobre todo, sus beneficiarios. Si bien la versi¨®n oficial argumentaba que el salvavidas financiero se destin¨® para asegurar los dep¨®sitos de 13 millones de ahorradores, el enriquecimiento s¨²bito de un grupo de banqueros y hombres de negocios allegados al Gobierno, algunos pr¨®fugos de la justicia, devel¨® un doble rasero: mientras la carga de la nueva deuda p¨²blica impact¨® directamente en recortes al gasto social y empresas estrat¨¦gicas en manos del Estado, el salvamento de algunos banqueros multiplic¨® su capital tras declararse insolventes.

La aplicaci¨®n del Fobaproa inaugur¨® un largo debate sobre su legalidad por incumplir las atribuciones marcadas en la Constituci¨®n para contraer deuda, adem¨¢s de la cuestionable decisi¨®n del Gobierno de elegir el tortuoso camino del rescate en lugar de optar por la nacionalizaci¨®n de la banca. La discusi¨®n tambi¨¦n puso en el ojo p¨²blico en los principales beneficiarios del rescate bancario y revel¨® como nunca antes los v¨ªnculos entre el poder econ¨®mico y pol¨ªtico en M¨¦xico. Tal fue el caso de Carlos Cabal Peniche, accionista mayoritario del Grupo Financiero Cremi-Uni¨®n, que huy¨® del pa¨ªs en 1994 y a pesar de ser extraditado en 2001, fue exonerado de todos los cargos en 2009. Los casos como el de Cabal Peniche encarnaron el v¨ªnculo entre el poder econ¨®mico y pol¨ªtico en M¨¦xico: en 1999, el empresario admiti¨® al diario Milenio que contribuy¨® con unos 20 millones de d¨®lares para distintas campa?as presidenciales del PRI, incluida las de Luis Donaldo Colosio, Ernesto Zedillo y la de Roberto Madrazo a la gobernatura de Tabasco. La pol¨¦mica que rodeo al Fobaproa tambi¨¦n fue clave para el resquebrajamiento del poder que ostentaba el partido, entonces una fuerza omnipresente en la pol¨ªtica mexicana.