Zo¨¦ y Sheinbaum, la sombra del pecado original
Dicen por ah¨ª que en un proyecto hay que hacer los cambios cuando las cosas van bien. Claudia Sheinbaum tom¨® un riesgo al aceptar que repita Zo¨¦ Robledo
Dicen por ah¨ª que en un proyecto hay que hacer los cambios cuando las cosas van bien. Que la virtud es, precisamente, no esperar a la crisis para una modificaci¨®n mayor en un equipo. Si tal aserto tiene algo de verdad, Claudia Sheinbaum tom¨® un riesgo al aceptar que repita Zo¨¦ Robledo.
El cambio sexenal es una oportunidad para renovar liderazgos, para agradecer a quienes aportaron y poner en su lugar nuevas caras. No est¨¢ prohibido ni es obligado que alguien repita, ni per se quitar a todos es un m¨¦rito. Sin embargo, que un cuadro se quede, despierta suspicacias.
Por desgracia, en el caso de Robledo hay un pecado original. Ni su futura jefa ni el funcionario chiapaneco tienen la culpa de ello. Pero por eso mismo se le llama as¨ª a esa mancha (figura tomada del cristianismo), porque los pecadores son otros. En este caso, L¨®pez Obrador.
A saber por qu¨¦ quiso d¨ªas atr¨¢s el presidente recomendar en p¨²blico la permanencia de quien se hizo cargo del Instituto Mexicano del Seguro Social tras la salida de Germ¨¢n Mart¨ªnez, y de quien adem¨¢s se ha fletado desde una pandemia hasta el grave desabasto que ¨¦l no provoc¨®.
Los actos de entrega-recepci¨®n del presidente y la pr¨®xima presidenta son tan obvios que hasta ocupan tres d¨ªas de la semana. En una de esas giras, y ya no se diga en otra de sus reuniones, ¨¦l pudo hablar de c¨®mo va y c¨®mo quiere el IMSS y el IMSS Bienestar. Y dejarle a ella el resto.
No fue as¨ª. En una ma?anera de la semana pasada, el presidente hizo votos para que Robledo, y otros dos altos funcionarios de Salud ¡ªAlejandro Svarch (Cofepris) y el subsecretario Ruy L¨®pez¡ª, fueran invitados por su sucesora.
Eso no pudo ser un error ni se le sali¨®. Tan no fue que lo enfatiz¨® haciendo a tales personas, presentes en Palacio ese d¨ªa, presumir sus cartas acad¨¦micas, t¨ªtulos universitarios que cuando Andr¨¦s Manuel cree que le conviene, hasta ridiculiza.
As¨ª, la ratificaci¨®n de Zo¨¦ llega precedida de una duda: qu¨¦ supone que sea un recomendado de L¨®pez Obrador, porque la decisi¨®n de la pr¨®xima presidenta de retenerlo se da tras el madruguete del presidente para el gabinete (en este caso de Salud), algo in¨¦dito en M¨¦xico.
En el tiempo se ver¨¢ si esto no fue una oportunidad perdida para darle nuevo impulso a los temas que tra¨ªa precisamente Zo¨¦ Robledo: el IMSS Bienestar y su esfuerzo para, eventualmente, corregir el desabasto de medicamentos y equipos que se cre¨® desde Hacienda en 2019.
Salud ha sido un indolente campo de experimentaci¨®n del obradorismo. Esos intentos fallidos los pagan las personas. Zo¨¦ est¨¢ lejos del fiasco que fue el INSABI, pero ?qu¨¦ tanto ya no pudo hacer para pelear un nuevo esquema de abasto de medicamentos frente a los militares?
A mediados del actual sexenio, de manera m¨¢s o menos soterrada, desde el IMSS se intent¨® de manera interinstitucional reponer el abasto de medicamentos; regresarlo a algo parecido, en su esquema de procesos y compras, a lo que hab¨ªa antes de que Raquel Buenrostro (Oficial¨ªa Mayor de Hacienda), primero, y Juan Ferrer (INSABI), despu¨¦s, lo trastocaran por completo.
En esas estaban cuando el presidente sac¨® de la manga su recurso favorito. Le entreg¨® la responsabilidad a BIRMEX y este organismo a los militares. Nuevo intento, y como se ha reportado en m¨²ltiples investigaciones period¨ªsticas, por ejemplo de El Universal, nuevas fallas.
En sentido contrario, Robledo s¨ª pudo ser el bombero de lujo para enterrar al nonato INSABI con m¨¢s pena que gloria.
Si algo se dijo ayer, es que Zo¨¦ permanecer¨¢ a fin de consolidar el esquema del IMSS Bienestar, es decir, tratar de darle cobertura m¨¦dica a la enorme poblaci¨®n que antes era atendida por el desaparecido de (otro) plumazo Seguro Popular.
Zo¨¦ ahora tendr¨¢ nuevos jefes. No solo la presidenta de la Rep¨²blica, sino un m¨¦dico acreditado luego de un m¨¦dico balbuceante que redefini¨® el gris como tono descriptivo de la irrelevancia en un puesto p¨²blico.
Con nuevo respaldo, Robledo podr¨ªa avanzar m¨¢s en lo que ya ven¨ªa haciendo; sin embargo, el desgaste de estos a?os existe y, precisamente, porque el director del IMSS no tiene a la instituci¨®n en llamas se daba la coyuntura ideal para que un nuevo directivo diera un nuevo empuj¨®n.
Ojal¨¢, a pesar de la descortes¨ªa presidencial, resulte que Robledo era la mejor opci¨®n para el IMSS 2.0. Eso borrar¨ªa malas se?ales, como la del madruguete de AMLO o la de que ni siquiera pudo llegar a la rueda de prensa ¡ªque sufri¨® notable retraso¡ª en donde Sheinbaum le anunci¨®.
Y hablando de se?ales. Tanta permanencia de tantos entre un gabinete y otro parece confirmar que el que arrancar¨¢ en octubre es uno de transici¨®n, que en efecto esto es un movimiento antes que un gobierno convencional, y que el juego de las sillas se pone cada d¨ªa m¨¢s rudo.
Porque si Zo¨¦ se queda, si Taibo se queda, preguntar¨¢ m¨¢s de uno del gabinete y de afuera, por qu¨¦ Rom¨¢n Meyer ?no? Y para el caso, Octavio Romero en PEMEX o, dios guarde la hora, Manuel Bartlett en CFE¡
El gabinete de Sheinbaum entra en zona de turbulencias. Los cargos de alto perfil tender¨¢n a escasear, y las y los compa?eros que ya estaban aportando al proyecto (para usar el argot de la pr¨®xima presidenta) comenzar¨¢n a decir (y a grillar) por qu¨¦ yo no he de seguir aportando...
Y ni modo que la presidenta del mismo equipo de AMLO explique abiertamente que en otros lugares, en otras carteras, organismos, empresas productivas del Estado e instituciones varias s¨ª hay crisis y se requiere cambio urgente. De rumbo y de encargado. Urgente. Pero ese ser¨¢ otro jueves, no este.
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