Sud¨¢n: radiograf¨ªa de la peor crisis humanitaria del mundo
Cientos de miles de v¨ªctimas, entre muertos y heridos, malnutrici¨®n extrema y hambruna en algunas regiones han dejado el pa¨ªs al borde del cataclismo tras m¨¢s de un a?o y medio de guerra. Mientras, algunas organizaciones se afanan en incrementar la ayuda
La devastadora guerra en la que llevan inmersos desde hace m¨¢s de un a?o y medio el ej¨¦rcito regular de Sud¨¢n, las paramilitares Fuerzas de Apoyo R¨¢pido y grupos armados aliados de uno y otro bando ha provocado la mayor crisis humanitaria del mundo. Y la tragedia todav¨ªa sigue agrav¨¢ndose, hundida en un abismo que no parece tener final a pesar de los desesperados intentos de la sociedad civil local y de contadas organizaciones internacionales para tratar de poner freno al cataclismo.
Desde septiembre, con el fin de la ¨¦poca de lluvias en el pa¨ªs, la guerra se ha vuelto a acelerar, alimentada por injerencias extranjeras cada vez m¨¢s evidentes, y el ej¨¦rcito ha comenzado a recuperar territorios perdidos previamente en medio de una bacanal de abusos, destrucci¨®n y muerte. Actualmente, la guerra se concentra en tres frentes: la zona de la capital, Jartum; el Estado de Gezira, en el centro; y la capital del Estado de Darfur Norte, El Fasher, en el oeste.
Si hay un aumento de la ayuda en Sud¨¢n, por supuesto que es bienvenido, pero debe ser mucho m¨¢s que una simple gota adicional en el oc¨¦anoChristopher Lockyear, secretario general de M¨¦dicos Sin Fronteras
La situaci¨®n humanitaria en Sud¨¢n es catastr¨®fica por la magnitud y por la complejidad de la crisis. La guerra est¨¢ causando cientos de miles de bajas, entre muertos y heridos. Pero a estas se suman v¨ªctimas de abusos generalizados, como la violencia sexual y las torturas. Y unas condiciones incompatibles con la vida, como la malnutrici¨®n extrema, la ruina del sistema de salud y el bloqueo de la ayuda, que est¨¢n disparando la mortalidad por causas que se pueden prevenir.
Pese a las dificultades, en los ¨²ltimos meses algunas organizaciones humanitarias han tratado de aprovechar el mismo final de las lluvias que ha agilizado los combates para expandir sus operaciones en Sud¨¢n, seg¨²n fuentes y datos consultados por este diario. Pero esta mejora es todav¨ªa exigua frente a las necesidades. ¡°Si hay un aumento de la ayuda en Sud¨¢n es bienvenido, pero debe ser mucho m¨¢s que una simple gota adicional en el oc¨¦ano¡±, apunta Christopher Lockyear, secretario general de M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF).
Mar de crisis
Sud¨¢n es hoy la mayor crisis de desplazados del mundo. Desde el inicio de la guerra, m¨¢s de 8,7 millones de personas han huido de sus hogares en busca de lugares m¨¢s seguros, y m¨¢s de 3 millones han cruzado a pa¨ªses vecinos como Egipto, Chad, Sud¨¢n del Sur y Libia. Antes de la contienda actual, adem¨¢s, ya hab¨ªa m¨¢s de 3,8 millones de desplazados en Sud¨¢n, sobre todo por conflictos anteriores en regiones perif¨¦ricas del pa¨ªs como Darfur y Kordof¨¢n.
En los ¨²ltimos meses, uno de los principales motivos del aumento del n¨²mero de desplazados ha sido el incremento de la violencia en los Estados de Gezira y de Darfur Norte, donde la guerra ha ido acompa?ada de una siembra del terror por parte de los paramilitares y de bombardeos indiscriminados de ambos bandos en zonas civiles.
En este contexto, m¨¢s de 24 millones de personas ¡ªla mitad de la poblaci¨®n¡ª se enfrentan a altos niveles de inseguridad alimentaria. Y el ¨²ltimo informe al respecto del principal comit¨¦ internacional de expertos en esta materia, del 24 de diciembre, detect¨® hambruna en al menos cinco zonas del oeste y el sur, y avanz¨® que otras cinco la sufrir¨¢n en los pr¨®ximos meses. Una hambruna no es solo fruto de la falta de alimentos, sino del colapso de sistemas de salud, medios de subsistencia, econom¨ªas locales y estructuras sociales de comunidades enteras.
Desde el mayor campo de desplazados de Sud¨¢n, en Darfur Norte, Zamzam, donde se declar¨® una hambruna ya en agosto, Saddam Abkar Safi, miembro de un grupo de voluntarios local, explica por tel¨¦fono que la situaci¨®n no ha dejado de deteriorarse en los ¨²ltimos meses: ¡°Se est¨¢ volviendo muy dif¨ªcil, sobre todo en Zamzam y en [la vecina capital de regi¨®n] de El Fasher, debido al asedio que se nos ha impuesto. En Zamzam muchas personas desplazadas no tienen la capacidad para comprar lo necesario para subsistir en un d¨ªa¡±, se?ala.
En Zamzam muchas personas desplazadas no tienen la capacidad para comprar lo necesario para subsistir en un d¨ªaSaddam Abkar Safi, miembro de un grupo de voluntarios local
A esta multiplicidad de crisis le est¨¢ teniendo que hacer frente un sistema nacional de salud superado. En las zonas del pa¨ªs m¨¢s afectadas por los combates, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) calcula que entre el 70% y 80% de centros sanitarios est¨¢n cerrados o funcionan parcialmente, mientras que en otras partes del pa¨ªs son alrededor de la mitad. Desde el inicio de la guerra, la OMS ha podido documentar m¨¢s de 120 ataques contra instalaciones, servicios y personal m¨¦dico, aunque la cifra real se considera que es mucho mayor.
Esta descomposici¨®n del sistema de salud nacional, sumado a graves afectaciones en otros servicios b¨¢sicos como el agua potable y la electricidad, abre la puerta a la proliferaci¨®n de crisis sanitarias que en condiciones normales ser¨ªan f¨¢cilmente prevenibles. Desde el verano, Sud¨¢n enfrenta un alarmante brote de casos de c¨®lera desatado por una intensa temporada de lluvias y grandes inundaciones, que en gran medida golpearon regiones poco afectadas por los combates, como el este del pa¨ªs, pero con una alta densidad de poblaci¨®n y desplazados.
Respuesta limitada
A pesar de la magnitud de la crisis, las organizaciones humanitarias han tenido que afrontar multitud de reveses y de obst¨¢culos desde el estallido de la guerra, incluidos una inseguridad generalizada e intentos de las partes en conflicto de instrumentalizar la ayuda. Tambi¨¦n lidian con constantes trabas burocr¨¢ticas y log¨ªsticas, sobre todo de las autoridades militares, que han demostrado ser especialmente r¨ªgidas cuando se han hallado a la defensiva en el frente.
Ahora, la llegada de la ¨¦poca seca ha vuelto a facilitar el transporte por carretera, la principal v¨ªa para mover suministros, lo que ha permitido que agencias humanitarias aumenten desde octubre el env¨ªo de ayuda a distintas zonas del pa¨ªs a trav¨¦s de rutas transfronterizas y, en menor medida, a trav¨¦s de las que cruzan territorios controlados por diferentes partes del conflicto, seg¨²n muestran datos de la oficina de la ONU para asuntos humanitarios (OCHA).
En los cuatro meses entre agosto y noviembre, el n¨²mero de camiones que entregaron ayuda transfronteriza y a trav¨¦s de l¨ªneas de frente en Sud¨¢n no lleg¨® ni a 1.000
Buena parte de este aumento ha ido a cargo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), que a finales de noviembre anunci¨® que hab¨ªa recibido autorizaci¨®n del Gobierno castrense para enviar m¨¢s de 700 camiones a zonas que padecen o est¨¢n en riesgo de sufrir hambruna. Leni Kinzli, responsable de comunicaci¨®n del PMA, se?ala que se trata de ¡°un plan m¨¢s amplio¡± para acceder a zonas aisladas del pa¨ªs y seguir aumentando el flujo regular de ayuda mensual.
Kinzli afirma que el fin de la ¨¦poca de lluvias ha facilitado un mayor movimiento de suministros por carretera, pero asegura que tambi¨¦n han empezado a recibir m¨¢s autorizaciones por parte de las autoridades sudanesas para desplazar y entregar ayuda, coincidiendo con el cambio en la din¨¢mica del conflicto desde septiembre y los primeros avances significativos del ej¨¦rcito. ¡°Este aumento [permitir¨¢] que lleguemos a m¨¢s gente, especialmente a personas en riesgo de hambruna a las que ha sido tan dif¨ªcil llegar, [incluido] en Darfur, Jartum y Gezira¡±, explica.
En los cuatro meses entre agosto y noviembre, el n¨²mero de camiones que entregaron ayuda transfronteriza y a trav¨¦s de l¨ªneas de frente en Sud¨¢n no lleg¨® ni a 1.000. En comparaci¨®n, solo en octubre, el mes en el que menos ayuda entr¨® en Gaza, llegaron 1.166 camiones humanitarios, seg¨²n datos de la ONU.
Los convoyes transfronterizos a Sud¨¢n se realizan a trav¨¦s de dos cruces entre Chad y Darfur: Adr¨¦, que es el principal, y Tine. Su futuro, sin embargo, pende constantemente de un hilo, dado que, hasta la fecha, y en una decisi¨®n muy cuestionada, la ONU solo ha realizado env¨ªos desde Chad con la aprobaci¨®n del Gobierno castrense para respetar la soberan¨ªa del pa¨ªs. Pero las autoridades militares son reacias a enviar ayuda a zonas que escapan a su control, como la mayor¨ªa de Darfur, y niegan la existencia y el riesgo de hambruna pese a toda la evidencia.
¡°En Sud¨¢n nos hemos encontrado con una situaci¨®n en la que la supervivencia de la poblaci¨®n se ha visto sacrificada bajo pretextos de soberan¨ªa¡±, considera Lockyear, de MSF, una de las organizaciones m¨¢s activas en Sud¨¢n y de las ¨²nicas que sigue operando en zonas asediadas. ¡°Para desafiar estas restricciones pr¨¢ctica y pol¨ªticamente, se podr¨ªa haber hecho mucho m¨¢s, y se puede hacer mucho m¨¢s, y se deber¨ªa hacer mucho m¨¢s a partir de ahora¡±, desliza.
En un reconocimiento impl¨ªcito de la magnitud de la crisis, y probablemente influido por el temor a medidas m¨¢s dr¨¢sticas de la comunidad internacional, la agencia del Gobierno militar que controla todo lo relativo a operaciones humanitarias, la Comisi¨®n de Ayuda Humanitaria (HAC, por las siglas en ingl¨¦s) anunci¨® el 24 de diciembre la distribuci¨®n de cientos toneladas de ayuda humanitaria por el pa¨ªs. Estos suministros, sin embargo, se dirigir¨¢n a priori a localidades que controla el ej¨¦rcito. La HAC no ha respondido a preguntas de EL PA?S.
Incluso con el repunte actual de entregas, lo que llega a muchas de las zonas m¨¢s necesitadas siguen siendo solo suministros suficientes para lograr objetivos como no morirse de hambre, y no siempre se consigue. En este sentido, el PMA estima que con los m¨¢s de 700 camiones anunciados en noviembre podr¨ªan alimentar en torno a 1,5 millones de personas por un mes. Pero solo en Zamzam, MSF ya calcula que, para suplir un mes de raciones alimentarias de emergencia, de apenas unas 500 calor¨ªas al d¨ªa, se necesitar¨ªan unos 100 camiones cada mes.
La respuesta humanitaria es algo m¨¢s que contar camiones y aviones. Necesitamos personal humanitario en el terrenoChristopher Lockyear, secretario general de M¨¦dicos Sin Fronteras
Las dificultades para operar de actores humanitarios han elevado la importancia de iniciativas locales de ayuda mutua, que dependen sobre todo de la di¨¢spora sudanesa y han demostrado ser muy efectivos en zonas aisladas por la guerra. ¡°Mientras hablo contigo, tengo una entrega del PMA que espero que salga ma?ana del almac¨¦n. Intentamos distribuir ayuda, aunque se interrumpa, no sea continuada y no abunde¡±, expresa Abdallah, de la unidad de respuesta de emergencia del cintur¨®n sur de Jartum, que tambi¨¦n asisten en un centro m¨¦dico gratuito.
Estos grupos, sin embargo, tambi¨¦n son los m¨¢s expuestos a la violencia, han sido objetivo de ataques y el futuro de sus actividades nunca est¨¢ garantizado. ¡°Nos enfrentamos a grandes retos y dificultades por los bombardeos indiscriminados que se producen ahora y la dificultad para prestar asistencia¡±, apunta Safi, de la unidad de respuesta de emergencia de Zamzam. ¡°Pedimos que se preste ayuda humanitaria en todas las circunstancias posibles¡±, agrega.
Para muchos, lo que falta es un compromiso pol¨ªtico mucho mayor. ¡°Estamos asistiendo a un fracaso humanitario global en t¨¦rminos de respuesta colectiva¡±, considera Lockyear, de MSF. ¡°La presencia de la ONU y de ONG internacionales es muy escasa, incluso en zonas de acceso relativamente f¨¢cil¡±, lamenta.
En esta l¨ªnea, Lockyear se?ala que se debe ¡°aumentar el suministro de ayuda humanitaria por todos los medios posibles¡±, pero recuerda que ¡°la respuesta humanitaria es algo m¨¢s que contar camiones y aviones¡±. ¡°Necesitamos personal humanitario en el terreno; me sorprendi¨® la falta de presencia de agentes humanitarios en los lugares por los que viaj¨¦ en Darfur¡±, indica.
Kinzli, del PMA, coincide con ello. ¡°Seguimos buscando diferentes maneras de hacer llegar ayuda o asistencia a la gente, incluso si no podemos hacer llegar camiones [en determinadas zonas del pa¨ªs]¡±, se?ala. ¡°[Porque] las necesidades en Sud¨¢n son tan inmensas, que una de cada dos personas se enfrenta a niveles de hambre aguda¡±, enfatiza, ¡°y esto significa que, b¨¢sicamente, todo el mundo necesita alg¨²n tipo de ayuda¡±.
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