¡°La educaci¨®n concertada es una trampa¡±

"Siempre he cre¨ªdo en el poder compensador de la escuela, pero se est¨¢ perdiendo", comenta Esther Estebaranz, maestra de 58 a?os del colegio madrile?o Bravo Murillo. "Estamos creando colegios gueto", a?ade Estefan¨ªa Mart¨ªn, de 60 a?os y profesora del Camilo Jos¨¦ Cela, en el que tambi¨¦n dan clase las otras dos docentes presentes. Creen que los a?os "magn¨ªficos" en los que la p¨²blica elev¨® su nivel ya pasaron y que ahora se est¨¢ clasificando a los ni?os en diferentes colegios en funci¨®n de los ingresos de sus familias y de su clase social. "Trato de pelear contra eso cada d¨ªa, pero siento que estoy frente a un muro", a?ade Estebaranz.

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Los datos les dan la raz¨®n. En los ¨²ltimos a?os, la Comisi¨®n Europea y la ONU han urgido a Espa?a a revisar y aprobar pol¨ªticas que frenen la llamada segregaci¨®n escolar?¡ªseparaci¨®n de los ni?os en diferentes escuelas seg¨²n su perfil socioecon¨®mico¡ª, que afecta al 46,8% de los centros educativos del pa¨ªs. Nueve de cada diez son p¨²blicos, seg¨²n un estudio de la Universidad Aut¨®noma de Madrid.

La "falta de regulaci¨®n" sobre la concertada y el pago de cuotas por parte de las familias son para estas cuatro profesoras dos de los puntos d¨¦biles del sistema. "El problema del colegio concertado es el segundo apellido: sostenido con fondos p¨²blicos. Tuvo sentido en los ochenta, cuando la escuela p¨²blica no pod¨ªa asumir tanto alumno y el Estado no pod¨ªa construir a esa velocidad, pero hoy ya no est¨¢ justificado", analiza Estebaranz.

"La concertada es una trampa porque, en teor¨ªa, se rigen por las mismas normas que nosotros, pero en la pr¨¢ctica eso es mentira. Ellos eligen a su alumnado", indica Beatriz Flores, maestra de 41 a?os. Critican tambi¨¦n la forma en la que los concertados escogen al profesorado: "No pasan los mismos controles que nosotros", "su contrataci¨®n depende de qui¨¦n les recomiende", "o de si son amigos del director", comentan. "Cobran menos", a?ade otra. Eso s¨ª, tienen claro que ellas ganan en libertad de c¨¢tedra.

Sobre las propuestas de Educaci¨®n que los partidos llevan en sus programas electorales, les preocupa la del PP de extender el modelo de escuela biling¨¹e en ingl¨¦s ¡ªpuesto en marcha en Madrid en 2004¡ª a otras autonom¨ªas. "Est¨¢n jugando con la opini¨®n p¨²blica porque las familias no conocen las desventajas de ese sistema y est¨¢n enga?adas", apunta Flores. Critican que no se haya hecho una evaluaci¨®n "seria" del modelo, de c¨®mo influye en el rendimiento de los ni?os. Creen que explicar asignaturas como sociales y naturales en ingl¨¦s no es pedag¨®gico. "La polinizaci¨®n, la fotos¨ªntesis¡­ son procesos complejos que al final los ni?os no entienden bien y sus familias acaban comprando libros de texto en espa?ol para explic¨¢rselo en casa", asegura Mercedes Montava.

La religi¨®n copa parte del debate. No est¨¢n de acuerdo con que los colegios tengan que ofrecerla de forma obligatoria cuando Espa?a es "un pa¨ªs aconfesional". "Tiene las mismas horas que m¨²sica o pl¨¢stica, materias que nos permiten trabajar la creatividad del alumno", denuncia Estefan¨ªa Mart¨ªn. Celebran que, en su nuevo proyecto de ley educativa, el PSOE se "haya atrevido" a modificar la LOMCE para que la materia ya no compute en la media de selectividad (EVAU) para el acceso a la universidad, pero creen que hace falta "m¨¢s valor" por parte de los partidos de izquierdas para sacar la religi¨®n del curr¨ªculum acad¨¦mico.

Les cuesta cambiar de tema. "Es la primera vez que me preguntan sobre la radiograf¨ªa de la escuela, es importante que nos escuchen", sostiene Estebaranz. Al residir en Madrid, sale a colaci¨®n la vivienda. Sienten que les han arrebatado su ciudad, que en Espa?a las Administraciones "solo dan importancia al sector servicios" y por eso permiten la gentrificaci¨®n de los barrios. Les preocupa su futuro, su jubilaci¨®n y el precio de las residencias. No quieren depender de sus hijos y esperan que en unos a?os se regulen las viviendas cooperativas para la tercera edad, con atenci¨®n sanitaria incluida. "Todo esto requiere que paguemos m¨¢s impuestos, pero a ver qu¨¦ candidato se atreve a anunciarlo", sostiene Estebaranz. Est¨¢n hartas de que el foco pol¨ªtico sea el proc¨¦s de Catalu?a, un tema que ¡°est¨¢ poniendo en jaque al Estado". "Pero ?qu¨¦ pasa con los dem¨¢s? Tambi¨¦n estamos aqu¨ª, ?han o¨ªdo?", cierra Montava.