¡°El mundo no se acaba, impulsaremos esta ley educativa desde donde estemos¡±
Cela¨¢ lleva hoy in extremis al Consejo de Ministros el proyecto de la nueva ley org¨¢nica de Educaci¨®n, el mismo d¨ªa que Pedro S¨¢nchez anunciar¨¢ la fecha de las elecciones
El pasado junio, cuando Isabel Cela¨¢ (Bilbao, 1949) tom¨® posesi¨®n de su cargo como ministra de Educaci¨®n confiaba en que contar¨ªa con la mayor¨ªa parlamentaria necesaria para sacar adelante una nueva ley. Ocho meses despu¨¦s, esa mayor¨ªa parlamentaria ha forzado a su Gobierno a un adelanto electoral y ha abocado a Cela¨¢ a llevar hoy in extremis al Consejo de Ministros el proyecto de la nueva ley org¨¢nica de Educaci¨®n, el mismo d¨ªa que el presidente Pedro S¨¢nchez anunciar¨¢ la fecha de las elecciones. ¡°El esfuerzo no ha sido en vano¡±, asegura la ministra, que defiende que su departamento ha sido capaz de armar una nueva normativa en ¡°tiempo r¨¦cord¡± que, adem¨¢s, cuenta con el consenso de la comunidad educativa ¡ªhan analizado m¨¢s de 43.000 correos electr¨®nicos de ciudadanos y un centenar de asociaciones educativas con propuestas sobre la nueva ley¡ª.
Adem¨¢s, la oposici¨®n pol¨ªtica a la Lomce llev¨® en 2013 a los grupos parlamentarios ¡ªa excepci¨®n de UPyD y los dos diputados de UPN y Foro Asturiano¡ª a acordar por escrito el compromiso de derogar la Lomce en la siguiente legislatura.
Pregunta. Con la tesitura actual, est¨¢ claro que esta ley tendr¨¢ que aprobarse en una nueva legislatura. El PP, con mayor¨ªa absoluta, tard¨® dos a?os en aprobar la Lomce. ?Siente frustraci¨®n despu¨¦s de tanto esfuerzo?
Respuesta. El trabajo no ha sido en vano. Sea cual sea el derrotero que socialmente tome el pa¨ªs, este proyecto de ley acabar¨¢ tramit¨¢ndose. A diferencia de lo que algunos afirman, nuestro sistema educativo tiene una gran estabilidad. Desde 1990, apenas ha experimentado cambios en estructuras, etapas o en el sistema de conciertos. Con la excepci¨®n de la Lomce de 2013; Ignacio Wert (exministro de Educaci¨®n con el PP) interrumpi¨® ese equilibrio y su normativa agrav¨® el ¨ªndice de abandono escolar temprano. Implant¨® los itinerarios para los alumnos de la ESO, lo que supuso dividir a los alumnos en funci¨®n de sus resultados acad¨¦micos a los 13 o los 14 a?os, una discriminaci¨®n a una edad temprana en la que todav¨ªa no saben a qu¨¦ se quieren dedicar. Para los repetidores sin visos de aprobar, crearon el programa de Formaci¨®n Profesional B¨¢sica, que directamente los situaba en tierra de nadie. Buena parte de esa formaci¨®n se convert¨ªa en abandono escolar. Nosotros hemos cambiado todo eso y este pa¨ªs necesita nuestra ley.
P. El PP defiende el modelo de los itinerarios que, en pa¨ªses como Alemania, lleva asociado una tasa de paro juvenil por debajo del 7% (frente al 36% de Espa?a). Conducir a todos los alumnos a la Universidad, ?es una buena soluci¨®n?
R. Muchos l?nder alemanes est¨¢n evitando ese modelo, el de separar a los estudiantes a los 11 a?os. Todas las directrices internacionales, como es el caso de la OCDE o la Unesco, se?alan que no se les separe hasta que son m¨¢s mayores. La separaci¨®n temprana no permite al alumno salir de sus condiciones de origen. Con 15 a?os, ya han tenido tiempo en la escuela para superar esas limitaciones.
¡°Las autonom¨ªas han enriquecido el texto de la ley, salvo las cinco del PP¡±
P. El pacto educativo en este pa¨ªs, ?se da por imposible?
R. M¨¢s all¨¢ del PP y Ciudadanos, que como se ha visto est¨¢n con la preocupaci¨®n de sacar al Gobierno de la Moncloa, hay un apoyo muy importante del resto de partidos de la oposici¨®n. Hemos contado con el respaldo del Consejo Escolar del Estado y las autonom¨ªas han hecho aportaciones y enriquecido el texto de la ley, salvo las cinco gobernadas por el PP. El pacto educativo se tiene que dar en la financiaci¨®n, llegar progresivamente al 5% del PIB. Eso debe estar exento de turbulencias, tanto econ¨®micas como pol¨ªticas.
P. ?Tienen pensado crear una comisi¨®n para analizar qu¨¦ aspectos de la ley se podr¨ªan rescatar y aprobar por real decreto?
R. Esta ley no es un sumatorio, configura un sistema. El mundo no se acaba, y nosotros (PSOE) seguiremos impulsado desde donde estemos este proyecto, que tiene el respaldo suficiente para salir adelante. La vida sigue y, una vez conocido el texto, ser¨¢ la comunidad educativa la que empuje el proyecto porque lo quiere.
P. La ley Cela¨¢ ha sido criticada por permitir a las comunidades, como Catalu?a, escoger las horas lectivas que se imparten en catal¨¢n y en castellano.
R. El proyecto de ley, que la pr¨®xima semana estar¨¢ en el Congreso para su tramitaci¨®n, respeta el art¨ªculo 3 de la Constituci¨®n, que dice que el castellano es lengua oficial del Estado, pero las lenguas cooficiales lo son en sus respectivas comunidades. Las derechas tienen mucho inter¨¦s en utilizar las lenguas desde la perspectiva pol¨ªtica y electoral. Parece que no se reconoce la diversidad ling¨¹¨ªstica, pero luego Aznar cuando tuvo que pactar hablaba catal¨¢n en la intimidad. No enfrentemos a los ciudadanos por las lenguas.
¡°El pacto educativo se tiene que dar en la financiaci¨®n: llegar al 5% del PIB¡±
P. Entre las novedades de su proyecto de ley, figura el desarrollo de una normativa para la etapa de cero a tres a?os. El problema es que no hay dinero.
R. En Espa?a, la esolarizaci¨®n de tres a seis a?os supera el 97%; lo mismo tenemos que conseguir en el cero a tres. Hay que elaborar un marco regulatorio con los requisitos m¨ªnimos de titulaci¨®n de los maestros o de las infraestructuras. Las comunidades no podr¨¢n tener en un piso nido a cuatro beb¨¦s a cargo de un solo cuidador. Hay que darle una impronta a la educaci¨®n infantil. Eso consume recursos y por eso la ley se tiene que implantar de forma progresiva. La universalizaci¨®n del cero a tres es posible, pero no se puede hacer por arte de magia.
P. La ONU concluy¨® en 2018 que Espa?a separa a los alumnos con discapacidad en escuelas especiales. Su proyecto pretende que en 10 a?os se incorporen los que lo deseen a las aulas ordinarias.
R. En 1985 se fij¨® la tarea de incorporar a esos alumnos en centros ordinarios para que tuviesen m¨¢s contacto con otros estudiantes. Hace 15 a?os el proceso empez¨® a ralentizarse, hasta el punto de que solo se han incorporado a las aulas un 3% de esos ni?os. Nuestra intenci¨®n no es que se cierren los centros de educaci¨®n especial, que son un referente para aconsejar al resto de los colegios. Obviamente, habr¨¢ que hacer un esfuerzo presupuestario para dotar a los centros de los recursos necesarios.
P. Uno de los grandes problemas del pa¨ªs es la concentraci¨®n del alumnado de perfil socioecon¨®mico bajo en los mismos centros. ?Esta ley intenta poner coto al sistema de admisi¨®n de la concertada?
R. Hemos trabajado bastante los criterios de admisi¨®n con el fin de garantizar la igualdad de oportunidades y de acceso. La Lomce permite que los llamados centros especializados reciban un tratamiento distinto por parte de la Administraci¨®n, tanto en sus recursos como en los criterios de admisi¨®n. Eso es intolerable y es otra de las cuestiones que hemos regulado en esta nueva normativa.
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