¡°La mezcla de machismo y Gobiernos neoliberales es una combinaci¨®n explosiva¡±

Durante algo m¨¢s de cuatro a?os, Luiza Carvalho (Goiania, 1956) se ha dedicado a recorrer Latinoam¨¦rica para conocer la situaci¨®n de las mujeres en el continente. Hasta hace poco m¨¢s de un mes, Carvalho era la directora regional de ONU Mujeres para Latinoam¨¦rica y el Caribe. A¨²n no tiene sustituta. Por el momento, dentro del organismo, esta doctorada en Sociolog¨ªa y consultora sobre g¨¦nero, pobreza y desigualdad es quien mejor puede hacer una radiograf¨ªa de esa realidad. Uruguay, dice, es el mejor pa¨ªs de la zona para las mujeres por los avances pol¨ªticos, sociales y legislativos. ?El peor? No lo tiene claro: "Cualquiera que est¨¦ sacando la igualdad de la agenda p¨²blica". Arguye que esto est¨¢ estrechamente vinculado a c¨®mo se ve y qu¨¦ valor se da a la sociedad. Est¨¢ en Espa?a para hablar sobre la amenaza a los derechos humanos que supone la llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia de Brasil. Lo har¨¢ este mi¨¦rcoles en La Casa Encendida, en Madrid, en una conferencia coordinada junto a la Asociaci¨®n de Mujeres de Guatemala AMG.

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Pregunta. Ha estado cuatro a?os al frente de ONU Mujeres para Latinoam¨¦rica y el Caribe, ?Cu¨¢l ha sido la evoluci¨®n?

Respuesta. Ha habido un avance importante y se han producido cambios. Por ejemplo, un incremento de las mujeres en el mercado laboral, una reducci¨®n de la brecha salarial y una puesta en marcha de pol¨ªticas sociales, sobre todo enfocadas a la protecci¨®n social. Que las mujeres, que en algunas zonas forman parte de grupos poblacionales bastante aislados y deprimidos, pasen a desarrollarse en cuanto al consumo, los cuidados, que tengan acceso a vivienda propia...

P. ?Ha habido tambi¨¦n cambios para las mujeres que no forman parte de esos grupos?

R. Hemos encontrado que la situaci¨®n de las mujeres se divid¨ªa en tres. Lo que llamamos pisos pegajosos: mujeres con m¨¢s dificultades, que son madres a una edad temprana y que ni siquiera terminan la escuela. Luego estaban las que ocupaban un lugar en las escaleras rotas, son las que est¨¢n en un camino ascendente que frena por distintas causas, como las crisis econ¨®micas. Y las que est¨¢n en ese techo de cristal, que son un n¨²mero mucho menor, pero con mayor vinculaci¨®n al mercado laboral.

P. Que es una de las claves de la lucha feminista: el ¨¢mbito econ¨®mico.

R. S¨ª. En relaci¨®n a esto obtuvimos una perspectiva muy clara. Las que tienen mayor presencia en el mercado laboral son las que tienen menor n¨²mero de hijos y las que los han tenido m¨¢s tarde. Las que han sido madres antes de los 19 a?os son las de esos pisos pegajosos, con menos remuneraci¨®n y menos oportunidades. Y son los pa¨ªses con m¨¢s pol¨ªticas de educaci¨®n sexual y acceso a anticonceptivos los que m¨¢s mujeres tienen en esa primera situaci¨®n.

P. ?Cu¨¢l es la cifra de la brecha salarial?

R. La realidad es que no se sabe exactamente porque se calcula sobre el sector formal, ah¨ª sale un 19% para Brasil, por ejemplo, o un 20% en Argentina. Y, mientras que crece el n¨²mero de mujeres en el sector formal, tambi¨¦n lo hace en el otro, con una fuerte precarizaci¨®n.

P. ?Crece tambi¨¦n esa presencia en otros ¨¢mbitos?

18 pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y Caribe han tipificado el feminicidio o lo especifican como homicidio con agravante

R. S¨ª, por ejemplo el n¨²mero de mujeres en los Parlamentos, como en Cuba, M¨¦xico o Bolivia, pero eso no siempre cambia la realidad. Tienen que estar tambi¨¦n en puestos ejecutivos, donde se mueven los negocios, se presiona, donde se puede influenciar.

P. ?Podr¨ªa poner alg¨²n ejemplo de pol¨ªticas efectivas?

R. Una de las m¨¢s representativas es Uruguay y su sistema de cuidados: est¨¢ regulado por ley, hay una profesionalizaci¨®n y forma parte del sistema de seguridad social. Esto, que casi siempre se queda en el ¨¢mbito privado, seg¨²n el tiempo y la capacidad econ¨®mica, es en Uruguay un ejemplo de c¨®mo hacer desaparecer las desigualdades.

P. ?Se percibe un ¡°contagio¡± entre pa¨ªses cuando se dan avances?

R. S¨ª, van aprendiendo unos de otros. Hoy, 18 pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y Caribe han tipificado el feminicidio o lo especifican como homicidio con agravante.

P. ?Es este el problema m¨¢s grave al que se enfrentan las mujeres latinoamericanas?

R. S¨ª, los datos en este ¨¢mbito no se mueven y tiene mucho que ver con la cultura machista, tan naturalizada en estos lugares. Adem¨¢s, crece mucho cuando aparecen Gobiernos neoliberales, como el de Jair Bolsonaro en Brasil. La mezcla de machismo y Gobiernos neoliberales es una combinaci¨®n explosiva porque estas ideas patriarcales pasan a tener un car¨¢cter p¨²blico, se despolitiza la igualdad y los temas sociales quedan en segundo plano. Justo lo contrario de lo que sucede en Espa?a.

P. ?Latinoam¨¦rica mira hacia Espa?a en esta cuesti¨®n?

R. Mucho. Yo siempre digo que deber¨ªa hacerse una arqueolog¨ªa de la cooperaci¨®n espa?ola en la regi¨®n porque ha tenido mucho que ver con el fortalecimiento en la capacidad de respuesta por parte del Estado, la sociedad civil y sectores que hasta ahora no estaban presentes en la lucha por la igualdad. El apoyo de Espa?a ha sido fundamental, por ejemplo, para los cambios legislativos. El protocolo latinoamericano de investigaci¨®n de las muertes violentas de mujeres por razones de g¨¦nero?sirvi¨® como base para que diversos pa¨ªses desarrollaran su legislaci¨®n y sus sistemas de respuesta, y Espa?a colabor¨® con su financiaci¨®n. Adem¨¢s, Espa?a ha financiado numerosas cooperaciones de alto impacto que, para muchos pa¨ªses ser¨ªan sus primeros planes de combate a la violencia y de igualdad