M¨¢s de 200 ni?os sin documentos viven pendientes de su escolarizaci¨®n en Melilla
Las familias no han podido acreditar el certificado de empadronamiento en la ciudad aut¨®noma ni otros requisitos exigidos por el Ministerio de Educaci¨®n
Un total de 243 ni?os est¨¢n sin escolarizar en Melilla. Las familias de estos menores (que representan el 1,2% de los 19.300 estudiantes que han solicitado plaza en alguno de los colegios p¨²blicos melillenses para el pr¨®ximo curso) no han conseguido acreditar ante el Ministerio de Educaci¨®n la residencia legal en esa localidad. ¡°Son ni?os de la ciudad, pueden no tener documentaci¨®n, pero por causas no imputables a ellos¡±, explica Jos¨¦ Palaz¨®n, fundador de la asociaci¨®n local en defensa de los derechos del ni?o Prodein. Algunos de ellos son ap¨¢tridas: nacidos en Melilla pero sin nacionalidad espa?ola ni marroqu¨ª, de donde son originarios sus padres. Otros de esos menores ¡ªde tres a 16 a?os¡ª tienen pasaporte marroqu¨ª.
El Defensor del Pueblo ha tomado cartas en el asunto ¡ªya lo hizo el a?o pasado con los 160 menores sin escolarizar, de los que finalmente entraron 124¡ª, y ha pedido al Gobierno que resuelva la ¡°invisibilidad administrativa¡± de estas familias porque tanto la ley educativa como la Constituci¨®n reconocen el derecho a la educaci¨®n de todos los ni?os en Espa?a, ¡°independientemente de la situaci¨®n de sus padres¡±.
Los hermanos Rayan y Wassim, de diez y siete a?os, llevan un curso sin asistir a clase y han vuelto a ser excluidos de las listas de admitidos para el pr¨®ximo curso. Nacieron en Melilla y desde entonces han residido all¨ª. Ambos tienen pasaporte marroqu¨ª, como su madre, que lleva 11 a?os viviendo en el depauperado barrio de La Ca?ada, una colina de casas api?adas, cuestas y callejones imposibles cercano a la frontera norte con Marruecos. En el distrito, que no cuenta con planificaci¨®n urban¨ªstica, muchas construcciones se han levantado de forma irregular y no cuentan con c¨¦dula de habitabilidad. Imposible empadronarse.
Hasta el pasado junio, cuando el PSOE lleg¨® al Gobierno, el Ministerio de Educaci¨®n ¡ªque ostenta la competencia educativa en Ceuta y Melilla¡ª exig¨ªa a las familias el certificado de empadronamiento para poder matricular a sus hijos. En el resto de Espa?a, ese documento se solicita igualmente para asegurarse de que el alumno reside en la ciudad y para asignarle una plaza cercana a su domicilio. Pero hay una casu¨ªstica especial: Melilla y Ceuta son las ¨²nicas ciudades en las que hay que contar con el permiso de residencia para solicitar el padr¨®n, denuncian las asociaciones locales.
Ayuda del Fiscal de Menores en Ceuta
En 2016 (con el Gobierno del PP), la Fiscal¨ªa de Menores de Ceuta inst¨® al Ministerio de Educaci¨®n a escolarizar a 23 ni?os residentes en la ciudad, bas¨¢ndose en los informes que elabor¨® el grupo de menores de la Polic¨ªa Nacional certificando su ¡°residencia efectiva¡±. Un tr¨¢mite que, previamente, el gobierno de la ciudad aut¨®noma se neg¨® a cumplimentar a trav¨¦s de sus trabajadores sociales. El fiscal defendi¨® que los derechos fundamentales, como la educaci¨®n, est¨¢n por encima de las trabas administrativas; que la garant¨ªa del derecho a la educaci¨®n es una obligaci¨®n para los poderes p¨²blicos y que, por ello, en modo alguno puede verse afectada por la situaci¨®n de sus progenitores. La recomendaci¨®n, que la Administraci¨®n aplic¨®, lleg¨® despu¨¦s de la lucha de la asociaci¨®n local Digmun.
En Melilla conseguir empadronarse puede llevar a?os, acusan algunas ONG. ¡°Son melillenses, pero no se les reconoce la documentaci¨®n¡±, lamenta Giulia Sensini, portavoz de Save the Children en la ciudad. En el proceso para tramitar el padr¨®n Sensini advierte algunas ¡°complicaciones¡± que no se dan en otras autonom¨ªas. ¡°La Administraci¨®n tiene que cerciorarse de que residen en la vivienda en la que se quieren empadronar y para ello mandan a la polic¨ªa a comprobarlo en diferentes ocasiones. El proceso puede durar meses¡±, se?ala.
Desde el Gobierno de la ciudad ¡ªen manos del PP durante los ¨²ltimos 20 a?os y ahora con una coalici¨®n formada por Ciudadanos, Coalici¨®n por Melilla y PSOE¡ª reconocen que existen ¡°muchas trabas administrativas¡± para empadronarse, a lo que se suma la ¡°saturaci¨®n¡± de las aulas, un c¨®ctel que acaba salpicando a los menores. ¡°Somos una ciudad fronteriza de 12 kil¨®metros cuadrados, sabemos que hay pisos patera donde se puede empadronar gente que vive en Marruecos¡±, admite Gloria Rojas, consejera de Educaci¨®n. Sobre las carencias en las instalaciones educativas y la falta de espacio, recuerda que desde 2009 no se ha vuelto a construir ning¨²n colegio y que hay m¨¢s de 24 alumnos por clase en infantil y 30 en primaria (frente a los 13 y los 14 de media en Espa?a). ¡°Todo ni?o que reside en Espa?a tiene derecho a estar escolarizado, no tenemos excusa, pero s¨ª un problema de espacio dram¨¢tico¡±, a?ade Rojas.
Cambio en los requisitos
En septiembre de 2018, el Ministerio de Educaci¨®n ¡ªya bajo mandato socialista¡ª emiti¨® una orden para que 124 ni?os sin certificado de empadronamiento fuesen escolarizados en Melilla, tras acreditar su residencia en la ciudad. 40 se quedaron fuera.
Para dar ¡°mayor margen¡± a las familias, el Gobierno de Pedro S¨¢nchez introdujo en febrero un requisito alternativo para la escolarizaci¨®n: en caso de no tener el certificado de empadronamiento, sirven para ello la tarjeta sanitaria y una factura de la luz con una antig¨¹edad de, al menos, seis meses. A¨²n as¨ª, 243 ni?os han quedado fuera de las listas provisionales de admitidos y tendr¨¢n que subsanar la falta de documentaci¨®n antes del pr¨®ximo 10 de septiembre, cuando se publicar¨¢n las definitivas.
Los hermanos Rayan y Wassim son dos de esos 243 ni?os y tampoco tienen tarjeta sanitaria. Nadia, su madre, de 48 a?os, paga 200 euros al mes de alquiler, del que no tienen contrato porque ¡°la due?a no quiere papeles¡±. El dinero lo ponen vecinas y conocidas de la zona porque ni ella ni su marido tienen trabajo. Ninguno de los progenitores tiene documentaci¨®n espa?ola.
El Defensor del Pueblo pide una soluci¨®n ¡°permanente¡±
El Defensor del Pueblo, Francisco Fern¨¢ndez Marug¨¢n, que el a?o pasado ya intermedi¨® para conseguir que m¨¢s de un centenar de ni?os sin escolarizar en Melilla fuesen admitidos en colegios p¨²blicos, ha recibido este mes m¨¢s de 100 quejas de mujeres con hijos menores a su cargo que, cara al curso 2019-2020, han sido excluidos de los resultados provisionales publicados el pasado julio. Muchos de esos ni?os, ¡°han nacido en Melilla o llevan a?os residiendo all¨ª, incluso d¨¦cadas, en una situaci¨®n de total invisibilidad administrativa¡±, denuncia. Considera que esas familias ¡°viven en un limbo legal¡± porque pese a haber nacido o vivido en Melilla, ¡°tienen graves dificultades para acceder al empadronamiento y se encuentran en una situaci¨®n administrativa irregular¡±. Esas carencias documentales son la causa de que esas personas ¡°vean limitado el acceso a derechos b¨¢sicos como la sanidad, la educaci¨®n o los servicios sociales¡±, contin¨²a Fern¨¢ndez Marug¨¢n.
Los obst¨¢culos en el acceso a esos ¡°derechos b¨¢sicos¡± no son una novedad. En 1985, el Defensor ya dirigi¨® una recomendaci¨®n al Gobierno ¡°preocupado¡± por las injusticias generadas por la ¡°aplicaci¨®n rigurosa¡± de la ley de Extranjer¨ªa. Pero, ¡°34 a?os despu¨¦s contin¨²an existiendo trabas para la obtenci¨®n de la tarjeta sanitaria y, en demasiadas ocasiones para la escolarizaci¨®n obligatoria¡±, incide. Entre el centenar de reclamaciones recibidas, m¨¢s de 50 corresponden a menores que no han logrado empadronarse o carecen de la tarjeta sanitaria. ¡°Creemos que es urgente que las Administraciones p¨²blicas encuentren una soluci¨®n permanente que acabe con estas situaciones de marginaci¨®n, invisibilidad y exclusi¨®n¡±, destaca.
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