Los ni?os de Tur¨ªn no podr¨¢n llevar sus propios alimentos al comedor escolar
El Tribunal Supremo dictamina que llevarse el almuerzo a la escuela puede comportar una ¡°posible violaci¨®n de los principios de igualdad y de no discriminaci¨®n"
Los ni?os en Tur¨ªn no podr¨¢n llevar comida de casa y consumirla en el comedor escolar en el horario de las comidas. Deber¨¢n alimentarse solo con los men¨²s que ofrece el servicio del colegio o salir del centro para almorzar y regresar por la tarde a clase. El Tribunal Supremo considera que llevarse el almuerzo de casa al comedor de las escuelas y almorzar all¨ª con el resto de estudiantes, una tendencia cada vez m¨¢s extendida, no es un derecho. Se resuelven as¨ª m¨¢s de cinco a?os de lucha entre un grupo de familias y el Ayuntamiento (responsable de los comedores de los colegios) de Tur¨ªn, la ciudad que ha encabezado en Italia la llamada ¡°revuelta del bocadillo¡± para conseguir normalizar el t¨¢per en los comedores escolares.
El fallo, que se hizo p¨²blico el pasado 30 de julio, sienta jurisprudencia para todo el pa¨ªs y deja en manos de las instituciones educativas y de las autoridades locales la ¡°autonom¨ªa organizativa¡± para gestionar todo lo relativo a las comidas de los estudiantes. Sin embargo, los jueces consideran que llevar ¡°el bocadillo de casa¡±, puede comportar una ¡°posible violaci¨®n de los principios de igualdad y de no discriminaci¨®n, en base a las condiciones econ¨®micas, as¨ª como del derecho a la salud, teniendo en cuenta los riesgos higi¨¦nicos y sanitarios de un almuerzo individual y no controlado¡±.
En cambio, las familias que comenzaron la batalla en 2013 para que sus hijos pudieran llevar un bocadillo al colegio creen que la decisi¨®n del tribunal es ¡°un paso atr¨¢s¡±, como explica a este diario su abogado, Giorgio Vecchione. Se quejan de la calidad de los alimentos que ofrece el comedor escolar y del elevado precio del servicio, que var¨ªa de 1,27 euros hasta los 5,3 euros y en algunos casos llega a los 7,2 euros por comida.
En 2014 solicitaron al Ayuntamiento y al Ministerio de Educaci¨®n que permitieran a quienes llevaban la comida de casa comerla en las instalaciones. Presentaron una demanda, que fue desestimada en primer grado, y en 2016, el Tribunal de Apelaci¨®n de Tur¨ªn les dio la raz¨®n y dictamin¨® que los padres ten¨ªan derecho a elegir entre el almuerzo del comedor escolar y la comida preparada en casa. ¡°El problema ahora es que la sentencia del Supremo entra en conflicto con las resoluciones de otros tribunales que han reconocido el derecho de libertad individual¡±, explica Vecchione, que baraja dirigirse al Tribunal de Estrasburgo.
En su momento, la decisi¨®n del tribunal turin¨¦s tuvo gran repercusi¨®n en el resto del pa¨ªs y anim¨® a otras escuelas nacionales a aprobar el ya famoso ¡°panino da casa¡± [bocadillo de casa]. Otros padres e incluso algunos directores de colegios de Mil¨¢n, Benevento, Ferrara, G¨¦nova o Venecia han conseguido normalizar que los escolares accedieran al comedor con la fiambrera.
El revuelo fue tal que el Ministerio de Educaci¨®n y el Ayuntamiento de Tur¨ªn presentaron entonces un recurso a la sentencia, alegando que si los ni?os llevan la comida de fuera, no ser¨ªa posible saber qui¨¦n se hace cargo de los productos que est¨¢n consumiendo en el colegio. Mientras que de los alimentos que est¨¢n dentro del men¨² oficial del comedor, el responsable es siempre la empresa adjudicataria. Tambi¨¦n apuntaban que el consumo de las comidas de casa resultar¨ªan una prestaci¨®n gratuita para los beneficiarios ¡°pero onerosa para la colectividad¡±, en particular para la Administraci¨®n, que deber¨ªa costear los gastos de log¨ªstica, limpieza, etc., y tambi¨¦n para las familias que pagan el comedor.
En la educaci¨®n primaria y secundaria italiana, se puede elegir entre varias modalidades de escolarizaci¨®n que se distinguen entre s¨ª en funci¨®n de las horas semanales lectivas. Una de estas modalidades, la llamada ¡°a tiempo completo¡± consiste en 40 horas semanales, que incluyen 10 horas de comedor. El Ministerio de Educaci¨®n considera que quien ha elegido esta tipolog¨ªa debe cumplirla de forma ¨ªntegra, con comedor escolar incluido, porque de lo contrario ¡°se pondr¨ªa en peligro el proyecto formativo, que tambi¨¦n incluye la educaci¨®n alimentaria¡±, seg¨²n se?ala en su recurso. E invita a los padres contrarios al comedor a que elijan una modalidad que no incluya ese servicio. ¡°Los ni?os cuyos padres no puedan permitirse pagar el servicio, ser¨¢n excluidos porque estar¨¢n obligados a abandonar el colegio durante el tiempo de la comida, aunque se considere horario lectivo. Es el colmo de la discriminaci¨®n¡±, sentencia el letrado de las familias.
Creen que el uso obligado de los servicios de pago del comedor atenta contra el principio de educaci¨®n gratuita. Alegan que si el almuerzo escolar constituye un momento importante para socializar y computa en el total de horas lectivas, entonces deber¨ªa reconocerse el derecho de los alumnos a llevar comida de casa, sin que est¨¦n obligados a utilizar el servicio de comedor.
El Supremo ha tumbado su tesis y ha dado la raz¨®n al Ministerio de Educaci¨®n y al Ayuntamiento de Tur¨ªn apelando al esp¨ªritu de comunidad: ¡°La instituci¨®n escolar no es un lugar en el que se ejercen libremente los derechos individuales de los alumnos ni los servicios se connotan en t¨¦rminos de mera negociaci¨®n, sino que es un lugar en el que el desarrollo de la personalidad de los alumnos y la valoraci¨®n de las diferencias individuales deben llevarse a cabo dentro de los l¨ªmites de compatibilidad con los intereses del resto de alumnos y de la comunidad¡±.?
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