¡°La Iglesia, por su presencia en territorios, podr¨ªa ayudar con un monitoreo del cese al fuego¡±
Monse?or H¨¦ctor Fabio Henao habla del papel que la Conferencia Episcopal jugar¨¢ en los acercamientos de paz con el ELN y otros grupos armados
Monse?or H¨¦ctor Fabio Henao (Medell¨ªn, 1952) ha vuelto a tener d¨ªas tan agitados como en 2021, cuando sirvi¨® de mediador entre el Gobierno de Iv¨¢n Duque y el Comit¨¦ del Paro en medio del estallido social que vivi¨® el pa¨ªs. Ahora, como representante de la Iglesia Cat¨®lica y las relaciones con el Estado, tiene una misi¨®n a¨²n m¨¢s exigente: dar pasos para concretar acercamientos de paz con el ELN, la ¨²ltima guerrilla activa del pa¨ªs. El gobierno entrante de Gustavo Petro ha invitado a la Iglesia cat¨®lica a participar en su apuesta llamada ¡°paz total¡±, para que se desarrollen di¨¢logos tanto con esa guerrilla como con otros grupos armados y bandas paramilitares y se alivie la crisis humanitaria que viven muchas regiones.
Sobre su escritorio reposa el informe Violencia Territorial: Recomendaciones para el nuevo Gobierno, de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas. Juliette De Rivero, representante en Colombia de la Oficina, se lo entreg¨® en persona antes de que fuera p¨²blico. No es inusual: en Colombia, cualquiera que conozca los procesos de violencia sabe que la Iglesia juega un rol central en la defensa de las comunidades m¨¢s afectadas por los grupos armados. La Conferencia Episcopal ya ha participado antes en algunos de los cinco intentos de paz con el ELN y sabe de las enormes dificultades que supone negociar con ese grupo. Por eso Henao prefiere ser cauto, aunque tiene esperanza de que esta vez s¨ª se pueda lograr la paz con el ELN. Sobre las posibilidades de sometimiento a otros grupos es a¨²n m¨¢s cuidadoso.
Pregunta: ?En qu¨¦ se avanz¨® en la reciente reuni¨®n entre la Iglesia y el Canciller designado?
Respuesta: La reuni¨®n con el doctor ?lvaro Leyva fue una oportunidad para renovar la invitaci¨®n del Gobierno a la Iglesia para apoyar los esfuerzos de paz que se hagan en el pa¨ªs. Y la respuesta de la Iglesia es que vamos a seguir trabajando por la paz. Renovamos nuestro compromiso m¨¢s all¨¢ de cualquier ideolog¨ªa. Nuestro trabajo est¨¢ enfocado en la superaci¨®n de las situaciones de crisis humanitaria y hacia la construcci¨®n de la paz. Y, por lo tanto, en aquello que consideremos que puede servir al bien com¨²n, a construir consenso y paz. Estaremos dispuestos a apoyar con todas las capacidades que tiene la Iglesia, tanto en el nivel territorial como en el nivel nacional.
P: El Gobierno de Petro habla de ¡°paz total¡±. ?Ustedes c¨®mo entienden y c¨®mo creen que sea su rol bajo ese concepto?
R. Este es un concepto del cual no tenemos todos los componentes y es muy dif¨ªcil para nosotros definirlo. Es una tarea del gobierno mismo hacer esa definici¨®n, pero entendemos que es la b¨²squeda de soluciones con respecto al conjunto de actores que est¨¢n haciendo violencia en los territorios y que eso llevar¨ªa a distintos tipos de acercamientos y propuestas de soluci¨®n que tendr¨ªan que ser objeto de di¨¢logo con esos grupos. Eso es lo que nos han expresado. Nosotros estamos muy atentos al apoyo desde los territorios, a la participaci¨®n de las comunidades, a que la voz de las v¨ªctimas sea acogida, a que realmente se abra un espacio para que el conjunto de voces de la sociedad colombiana pueda llegar a ser sentida dentro de estos procesos.
P. ?Ven m¨¢s posibilidad de trabajar para reactivar la negociaci¨®n con el ELN o con todos los grupos?
R. La reanudaci¨®n de la negociaci¨®n con el ELN es indudablemente un asunto de mucha importancia. Sabemos que el ELN ha expresado tambi¨¦n la voluntad de retomarlos y entonces tendr¨¢n que darse unas definiciones. Hay que reconocer que el ELN tiene una presencia territorial importante y eso, hist¨®ricamente, ha tenido unos impactos. En este momento pensamos que hay que trabajar en garantizar que se eleven las preocupaciones y las propuestas de las comunidades, las voces que muestren el camino para que el ELN pueda encontrar tambi¨¦n salidas en una mesa de di¨¢logos.
P. ?Y respecto a los otros grupos?
R. Con respecto a ellos, estamos atentos a ver cu¨¢l es el marco legal en el cual se desarrollar¨ªan esas conversaciones. Sabemos que est¨¢ en discusi¨®n y revisi¨®n en el mundo legislativo todo lo que es el marco del orden p¨²blico y de sometimiento a la justicia.
P. En relaci¨®n con el ELN, ?Cu¨¢les cree que son esos m¨ªnimos para que el pa¨ªs vuelva a confiar en las posibilidades de una negociaci¨®n con ellos?
R. Lo que es muy importante no solamente en el caso del ELN, sino en el de todos los grupos que inicien di¨¢logos es que se mantenga el respeto por la vida humana. La clave est¨¢ en que todo esfuerzo est¨¦ acompa?ado en el respeto de la vida de las personas. Queremos que haya un alivio pronto en las situaciones humanitarias que viven las comunidades. Desde la Iglesia estamos comprometidos tambi¨¦n a que se den despu¨¦s los pasos para una justicia que sea restaurativa. Es decir, que devuelva la dignidad y las condiciones de vida a las comunidades que m¨¢s han sufrido por las confrontaciones.
P. En la historia del ELN ha habido cinco intentos fallidos de negociaci¨®n. ?Qu¨¦ consideran clave en este nuevo intento?
R. Les corresponde al gobierno y al ELN definir cu¨¢les son los elementos m¨¢s relevantes de la de la negociaci¨®n y en cu¨¢les se debe avanzar. Nosotros consideramos de enorme importancia la centralidad de las v¨ªctimas en el proceso. Ese tema fue muy discutido en La Habana en el contexto del proceso de paz con las FARC. Hay muchos interrogantes y cuestionamientos alrededor. Seguimos insistiendo en que ese tema debe de adquirir toda la fuerza. Y esta puede ser una oportunidad para hacerlo realidad.
P. El canciller designado ha dicho que trabajar¨ªan a partir de la misma agenda de ese intento. ?La conocen?, ?c¨®mo fue la participaci¨®n de la Iglesia en ese momento?
R. Durante las negociaciones que se hicieron en la Mesa de Conversaciones en Quito, la Iglesia acompa?¨® de manera muy activa el cese al fuego. Y, junto a Naciones Unidas, dise?amos un mecanismo de seguimiento y monitoreo al mismo. Luego, indudablemente, se tuvo la oportunidad de participar de di¨¢logos en los distintos temas de la mesa y cuando hubo unas consultas que se hicieron entre la sociedad civil tambi¨¦n pudimos plantear nuestras posiciones.
P. ?Ese mecanismo de verificaci¨®n podr¨ªa utilizarse ahora?
R. Por supuesto, pero habr¨ªa que revisarlo y ajustarlo. Han pasado ya m¨¢s de cuatro a?os as¨ª que tendr¨ªamos que ver cu¨¢les son las situaciones actuales y d¨®nde se aplicar¨ªa, es posible que no sea en las mismas regiones. Pero ah¨ª tenemos una base sobre la cual se ha trabajado y que puede llevar a relanzar ese mecanismo. La presencia de la Iglesia en los territorios ayudar¨ªa a garantizar el monitoreo del cese al fuego.
P. ?La Iglesia mantuvo contactos con los miembros del ELN durante estos a?os?
R. Las circunstancias humanitarias imponen alg¨²n tipo de relacionamiento con distintos actores. Es muy dif¨ªcil que una di¨®cesis que tiene un cubrimiento territorial en zonas donde hay presencia de un actor como el ELN no tenga absolutamente ning¨²n tipo de contacto. En ese sentido hay acercamientos no estables o circunstanciales para hacer llamados a respetar la poblaci¨®n civil y que pueden crear condiciones tambi¨¦n para que se pueda llegar a una verificaci¨®n.
P. Se suele pensar que negociar con el ELN es igual que con las FARC. Ustedes conocen ambos procesos. ?Qu¨¦ le recomiendan puntualmente al Gobierno para que tenga claridad sobre c¨®mo negociar de forma diferencial con el ELN?
R. Es muy dif¨ªcil hacer esa recomendaci¨®n porque solo sabemos que se pretende retomar las negociaciones y avanzar sobre la agenda que ya exist¨ªa, pero no tenemos todos los detalles ni del equipo negociador, ni las condiciones o d¨®nde, y todo eso influye en los mecanismos que se vayan a adoptar. Si realmente la negociaci¨®n se retoma y avanza, la Iglesia ir¨¢ dando su opini¨®n siempre desde la posici¨®n de la gente que sufre desde los territorios.
P. ?Qu¨¦ mensaje le enviar¨ªa al ELN en este momento?
R. Que la paz es siempre posible, que hay unas circunstancias en las cuales ya otros grupos han adoptado caminos de reincorporaci¨®n, que eso muestra un derrotero y que el camino es expresar en la democracia las propuestas, las opiniones, los proyectos de naci¨®n que tenemos cada sector de la sociedad colombiana. Es decir, que no se justifica hacerlo desde un plano de violencia, sino que los caminos de la democracia son los que nos permiten de manera m¨¢s eficaz hacer s¨®lidas las propuestas que tengamos.
P. ?Es optimista frente a las posibilidades de paz hoy?
R. Una cosa es el optimismo y otra, la esperanza. Yo mantengo mucha esperanza en que lo podemos lograr. Sabemos que este es un pa¨ªs complejo, con muchas actividades distintas, con ra¨ªces diferentes, con identidades de tipificaci¨®n de grupos armados distintas. Nosotros lo vemos como un momento de crear en la sociedad mayor apertura y ojal¨¢ que desde todos los ¨¢ngulos eso se entienda y se respete as¨ª.
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