La correspondencia que Dickens sostuvo con ?ngela Burdett-Coutts permiti¨® a la historiadora brit¨¢nica Jenny Hartley apropiarse de la g¨¦nesis del experimento que hizo del escritor un empe?oso rehabilitador de prostitutas londinenses
Boric ha sostenido inequ¨ªvocas posiciones de repudio a la violaci¨®n de derechos humanos en la Venezuela de Maduro y de rechazo al doble est¨¢ndar moral con que la izquierda planetaria ha juzgado a los aut¨®cratas latinoamericanos
Crec¨ª en una Venezuela que bromeaba con que los ¨²nicos que dejaban el pa¨ªs lo hac¨ªan para jugar b¨¦isbol en las Grandes Ligas. Hoy la crisis migratoria es una tragedia in¨¦dita en el continente
Ambos comerciantes vinieron de Espa?a al Nuevo Reino de Granada, la actual Colombia, muy a finales del siglo XVIII, en v¨ªsperas de nuestras revoluciones independentistas y con ¨¢nimo de ganarle la partida a la pobreza
No basta solo una tropilla de componedores en traje plantados por Maduro en un hotel de Ciudad de M¨¦xico para derrotar las dictaduras posmodernas del Caribe
El presidente de Venezuela no necesitar¨¢ llegar a los extremos de D¨ªaz-Canel para asegurarse la primac¨ªa y prolongar su dictadura, acaso indefinidamente
Mi inter¨¦s por la historia de la oposici¨®n venezolana me llev¨® a enterarme de cosas que ahora, confrontado con la muerte cerebral, con el t¨¦trico encefalograma plano de la actual dirigencia, estallan en mi cerebro sin iluminarme
El economista h¨²ngaro ha muerto a los 93 a?os. Hall¨® que en todas las econom¨ªas comunistas, donde las reformas tuvieron tiempo de desarrollarse, el resultado m¨¢s relevante fue el surgimiento de un sector privado en los sectores de servicios, transporte y de construcci¨®n
Todas las miserias y muertes de la crisis en Venezuela se condensan en las im¨¢genes de un delincuente con braga de mec¨¢nico color naranja en una celda de m¨¢xima seguridad
La bonanza petrolera de Venezuela alcanz¨® su plenitud en 1976 cuando nadie podr¨ªa haber imaginado el gigantesco saqueo de recursos p¨²blicos ni la cat¨¢strofe humanitaria y migratoria de hoy
Las revelaciones que traer¨¢ el despliegue de la iniciativa los ¡®Papeles de Pandora¡¯ en Am¨¦rica Latina deber¨ªan inquietar mucho a la gente c¨®moda del continente
Ver a la empresa petroqu¨ªmica acogerse a la legislaci¨®n que rige las bancarrotas en Colombia ha debido ser sumamente enojoso para el jefe pol¨ªtico de Guaid¨®
Cada amanecer trae noticias del progreso de las tiran¨ªas en el continente y del desconcierto y la aparente impotencia de los dem¨®cratas para hacerle frente a los despotismos de izquierdas y derechas
La verg¨¹enza que siento al leer titulares que aluden a Venezuela me ha llevado aqu¨ª en Bogot¨¢, cuya alcaldesa pulsa a cada rato la tecla xen¨®foba, a enmascarar mi acento en p¨²blico
En M¨¦xico se ha ido a pactar los t¨¦rminos del ¡®modus vivendi¡¯ que, luego de las elecciones del 21 de noviembre, regir¨¢ entre la oligarqu¨ªa de Maduro y la oligarqu¨ªa del gobierno en el exilio
Las ideas del acad¨¦mico sobre la pol¨ªtica, la democracia y lo p¨²blico animan ahora una propuesta electoral tan disruptiva como atrayente. Acaso la m¨¢s atrayente en nuestra Am¨¦rica, hoy d¨ªa
No espero nada de las negociaciones entre el chavismo y la oposici¨®n venezolana, como no sea la definitiva instauraci¨®n de un prolongado ¡®modus vivendi¡¯ entra una satrap¨ªa clept¨®crata posmoderna y el corp¨²sculo motriz de un inconducente gobierno de harvardianos en el exilio
En ¡®El hombre que quiso ser rey¡¯, de Rudyard Kipling, los protagonistas quieren aventurarse en Kafirist¨¢n, un pa¨ªs de ficci¨®n que en todo recuerda a Afganist¨¢n
La dictadura venezolana nos ofrece desde hace a?os las mismas escenas, se hacen las mismas advertencias y lanzan los mismos dicterios unos contra otros, ritualizado todo desde 2002
Desde que Nicol¨¢s Maduro ejerce el poder, que pronto sumar¨¢ ocho a?os en el cargo, ha habido momentos en que la cifra de presos pol¨ªticos ha rondado los 400
Las redes y las cabeceras digitales est¨¢n todas llenas del hartazgo cubano y de su airada gente. Cuando oigo mencionar a la isla imagino invariablemente a Mart¨ª llegando a su casa caraque?a en la noche
El brutal mercado negro de la vacuna y la impavidez de Nicol¨¢s Maduro ante el sufrimiento de nuestra gente hacen todav¨ªa m¨¢s l¨²gubre la perspectiva venezolana
La ocupaci¨®n al diario ¡®El Nacional¡¯ ordenada por Diosdado Cabello es, sin m¨¢s, un expolio: un atraco a mano armada que el r¨¦gimen imperante en Venezuela pretende sobredorar con un dictamen del Tribunal Supremo
Sin vacunas ni plan cre¨ªble de vacunaci¨®n a la vista, los venezolanos, creyentes, agn¨®sticos o ateos, tienen en los labios tan solo dos palabras: Jos¨¦ Gregorio Hern¨¢ndez, el doctor santo
Durante los 23 a?os de hegemon¨ªa chavista y madurista el saqueo de las arcas p¨²blicas venezolanas puede estimarse ya en centenares de billones de d¨®lares
Siempre ser¨¢ bueno recordar que la pr¨¦dica contra Colombia fue, tambi¨¦n durante todo nuestro siglo XX, el pan y la mantequilla de grandes medios de prensa venezolanos