El aceite espa?ol y la basura romana
Los restos de las ¨¢nforas acumuladas durante m¨¢s de 300 a?os hasta formar un monte en Roma hablan, pero cada cual parece o¨ªr un mensaje distinto
Fil¨®loga e historiadora de la lengua; trabaja como catedr¨¢tica en la Universidad de Sevilla. Dirige proyectos de investigaci¨®n sobre paisaje ling¨¹¨ªstico y sobre castellano antiguo; es autora de 'Una lengua muy muy larga', 'El ¨¢rbol de la lengua' y 'El espa?ol es un mundo'. Colabora en La SER y Canal Sur Radio.
Los restos de las ¨¢nforas acumuladas durante m¨¢s de 300 a?os hasta formar un monte en Roma hablan, pero cada cual parece o¨ªr un mensaje distinto
Hay dos mecanismos al nombrar a las cosas: desde abajo y desde arriba. Ambas direcciones se parecen mucho a las dos realidades de la tragedia en Valencia
Podemos trivializar el centenario de aquel encuentro en Sevilla o podemos aprovecharlo para debatir sobre el presente y el futuro de la cultura espa?ola
Unir lengua e identidad puede ayudar a la identidad, pero no forzosamente a la lengua, como muestran los j¨®venes estadounidenses latinos que no saben espa?ol
Ha muerto la periodista Sara V¨ªtores. En mi m¨®vil guardo mensajes suyos y me empe?o en escuchar de nuevo su voz congelada, que no envejecer¨¢ conmigo. ?C¨®mo nombrar esta paradoja? ?D¨®nde se guarda la pena?
Diciendo mal deliberadamente el nombre de su rival, Trump pretende hacerla parecer una intrusa que aspira a un puesto que no merece
En las relaciones con nuestros vecinos, Espa?a ha dirigido su indiferencia hacia Portugal y su antipat¨ªa hacia los franceses
Delibes de Castro, cient¨ªfico del CSIC, ha estado durante m¨¢s de cinco d¨¦cadas al frente de la gesti¨®n del primitivo coto de la duquesa de Medina Sidonia
Lorca creaba palabras para nombrar en secreto su identidad sexual que hoy podemos reivindicar
Los discursos y declaraciones en clave nacional han hurtado en la campa?a del 9-J muchos debates que importan a los ciudadanos
Este lado del Mediterr¨¢neo solo tiene una palabra para nombrar lo que, parece evidente, son dos realidades. el tiempo
Toda negociaci¨®n verdadera implica cesiones de las partes. Pero hoy la raz¨®n no se concede; solo se adquiere de forma impulsiva para seguir sosteniendo nuestras ideas preconcebidas
Francisco Rico fue mucho m¨¢s que un sabio, tambi¨¦n fue promotor de uno de los primeros programas televisivos sobre lengua y dirigi¨® colecciones que popularizaron nuestra literatura en los quioscos
Los funcionarios resultan casi m¨¢s inc¨®modos para los pol¨ªticos que la prensa y suelen ver con estoicismo la megaloman¨ªa con que a menudo el cargo pol¨ªtico se acerca a la Administraci¨®n
La poes¨ªa no naci¨® solo de la observaci¨®n de la belleza y el dolor, sino de algo tan elemental y pretecnol¨®gico como la ausencia de alfabetizaci¨®n
En proporci¨®n relativa, quienes m¨¢s preguntan y toman la palabra en clase son los estudiantes y las intervenciones m¨¢s extensas son las de ellos y no las de ellas
Debemos revisar el lenguaje que aplicamos a la pol¨ªtica. Con la imagen de feudo, nos hacemos vasallos del l¨ªder; con el s¨ªmil del granero, la naci¨®n se convierte en almac¨¦n
Las mujeres que nos hemos dedicado a la historia, las filolog¨ªas, la traducci¨®n o la sociolog¨ªa seguimos quedando generalmente silenciadas en las fiestas de la ciencia
Es necesario revisar el sistema de ense?anza biling¨¹e, en el que el espa?ol se usa en el patio y el ingl¨¦s en la pizarra; se parece a la situaci¨®n de dos lenguas (una familiar y otra prestigiosa) que se da en pa¨ªses de ?frica con sus lenguas coloniales
No s¨¦ qu¨¦ le va a pasar al sintagma ¡°persona con discapacidad¡± dentro de 45 a?os, pero lo que el presente nos muestra es que esta expresi¨®n se construye sobre una concepci¨®n no paternalista y no cl¨ªnica de la discapacidad
Ha pasado un largo tiempo antes de poder escribir sin traje ign¨ªfugo cerca de la inmensa hoguera donde arden la actualidad y los comentarios, con mi bagaje de contradicciones y de formaci¨®n
Kissinger lleg¨® a Estados Unidos con 15 a?os y nunca se deshizo de su acento alem¨¢n. Hay un momento en el que el aprendizaje de una nueva lengua se frena para conformarse con el nivel alcanzado
En Estados Unidos se refieren al colectivo sordo con may¨²sculas, para reconocerlos como parte de una cultura. No hace falta se?alar con la escritura la diferencia, s¨ª celebrar sus avances
En los juegos de persecuci¨®n de los ni?os, la convivencia vuelve a su cauce acabada la partida, donde nada real se apuesta, donde no ocurre lo que ocurre estos d¨ªas en Espa?a
En el primer intento de investidura, el coloquio fue est¨¦ril. En v¨ªsperas del segundo, ahora la comunicaci¨®n es negociaci¨®n, pero huele demasiado a cat¨¢logo de bienes a elegir
Independencia o desastre, seguridad o segregaci¨®n. Los bandos en conflicto usan vocabularios opuestos para contar lo que lleva d¨¦cadas ocurriendo en el territorio m¨¢s disputado del planeta
La reciente muerte de Tica Fern¨¢ndez-Montesinos, sobrina de Lorca, pone el foco en un grupo humano que, por supervivencia, tuvo que callar mucho
Si no obligamos a leer los cl¨¢sicos, de la manera que estimen los especialistas, estamos dejando a los estudiantes desnudos de referentes de una cultura secular compartida y entregados al fen¨®meno editorial del momento
El alcance efectivo de permitir el uso de los idiomas cooficiales en la C¨¢mara ser¨¢ escaso y deber¨ªa haberse planteado con mayor decoro. Todo se reducir¨¢ al simbolismo del micro
Desde la orilla pensaba que era f¨¢cil atrapar el bander¨ªn, pero al intentarlo he perdido el equilibrio. El candidato electoral cay¨® del palo insospechadamente el 23-J cuando rozaba con los dedos poder gobernar
Habr¨¢ quien piense que una tautolog¨ªa cada cuatro a?os no hace da?o pero es sospechoso que no hayamos tenido tantos esl¨®ganes de este tipo en el debate pol¨ªtico hasta esta ¨²ltima d¨¦cada
Yerran quienes creen que los m¨¦dicos, farmac¨¦uticos o bi¨®logos solo leen libros t¨¦cnicos de sus disciplinas y los fil¨®sofos, historiadores o fil¨®logos son los ¨²nicos que compran poemarios o libros de divulgaci¨®n de humanidades
Estirado en la cama en esta jornada de reflexi¨®n, no se me quita de la cabeza esa imagen del coche f¨²nebre: en el paseo por el barrio, vi un coche de muerto. Con esas lunas tan grandes, parec¨ªa una urna gigante: urna para un candidato muerto
La variedad de espa?ol que se habla en el Pe?¨®n necesita protecci¨®n para no perder hablantes y necesita incentivos externos para que no sea una lengua meramente de coloquio y calle, para que sea tambi¨¦n una lengua elaborada
Administramos al por mayor y hemos condenado a la desmemoria a los intelectuales conservadores que no encajan en el perfil del preso o el exiliado ni tampoco en el del fiel seguidor del argumentario de Franco
Volver al hebreo era recuperar el idioma de los antepasados en la tierra natal que ellos habitaron y cuya pertenencia se quer¨ªa reclamar. La lengua resucitada sirvi¨® para movilizar apoyos a una conciencia nacionalista que ya exist¨ªa
En Espa?a, el tejido asociativo en torno a las enfermedades raras trata de que los afectados no se sientan ayunos de atenci¨®n y que aumente la investigaci¨®n. Pero estas dolencias consiguen escasa atenci¨®n fuera de su d¨ªa
El congreso que iba a celebrarse en Arequipa llega a una ciudad donde sigue teniendo sentido el mestizaje y que fue lugar de trasiegos de poblaci¨®n, de marineros, comerciantes, impresores y viajeros
La cultura es hija de su tiempo: los reyes de anta?o favorecieron a artistas reconocidos en su momento e inmortales en la historia de su arte, los hicieron figuras visibles y ayudaron a que prevalecieran en la cultura posterior
El espa?ol teje complicidades con Suecia a trav¨¦s de un cancionero descubierto por un diplom¨¢tico malague?o, un vinilo con las canciones antifranquistas de Chicho S¨¢nchez Ferlosio o los chilenos exiliados que se instalaron all¨ª