ETA y el pasado que nos inmoviliza
Lo sucedido con las listas de Bildu y todo el ruido que lo acompa?a abre una grieta profunda en nuestra democracia
Lo sucedido con las listas de Bildu y todo el ruido que lo acompa?a abre una grieta profunda en nuestra democracia
Es llamativa nuestra insistencia en denunciar los excesos centralistas para reivindicar lo que somos, siempre en clave de singularidad e identidad territorial, y c¨®mo ese relato se esfuma al aparecer la campa?a electoral
El juego que inaugur¨® en Espa?a su modernidad hace 500 a?os gracias a la emblem¨¢tica aportaci¨®n de la dama, como homenaje a Isabel La Cat¨®lica, lleva tiempo en su punto de mira chino
Weber y Feij¨®o juegan a marcarse un ¡®win-win¡¯: t¨² me ayudas con las elecciones nacionales y yo contribuyo a mantener la cuota de poder que el PP a¨²n tiene en Bruselas. El ruido da igual. El medio ambiente da igual
La transici¨®n verde es el eje central de un impulso pol¨ªtico que se incorporar¨¢ a la Uni¨®n como relato y como proyecto
El instrumento que nos protegi¨® de la covid se ha convertido, en manos de Giorgia Meloni, en un arma eficaz contra los migrantes
Seguimos inmersos en una grave crisis de representaci¨®n donde las nuevas formas l¨ªquidas no consiguen canalizar el profundo sentimiento de abandono y desarraigo
Lo cierto es que hay una izquierda para la que es m¨¢s c¨®modo legitimar sus acciones utilizando como coartada los principios, a pesar de jugar a perder
Pek¨ªn se posiciona para sembrar las semillas de su futura hegemon¨ªa en los escombros que deje la onda expansiva de Ucrania
Adem¨¢s de hacerle el juego a la ultraderecha, la supuesta ¨¦lite de amigos del economista hoy tendr¨¢n m¨¢s chascarrillos con los que divertirse en la sobremesa
Espa?a presidir¨¢ en julio el Consejo de la UE exhausta por la pandemia, la guerra y su propio ciclo electoral. Y no estamos hablando de ello
La sordera de Macron ante las protestas incrementa el malestar al tiempo que Le Pen contin¨²a con su estrategia de desdiabolizaci¨®n
Son las tres patas del capital pol¨ªtico con el que hoy trabaja el feminismo, aunque este Ministerio de Igualdad las ignore en lugar de abordarlas con valent¨ªa, reduci¨¦ndolo todo al activismo de la tribu
¡°Quiz¨¢ sea la hora de abandonar el b¨¢lsamo de la moralina y trabajar por un orden internacional realmente multilateral, basado en reglas que todos cumplamos, para conseguir un mundo m¨¢s estable y seguro¡±
Nuestro justo apoyo a Ucrania merece claridad y hacernos preguntas inc¨®modas
La UE sufre tambi¨¦n la hibridaci¨®n con la extrema derecha, pese a que las fuerzas conservadoras solo gobiernan en un tercio de sus pa¨ªses
Las luchas por los derechos de las mujeres tienen verdaderos efectos cuando se centran en transformar la realidad y no se pierden en debates te¨®ricos que ni la pol¨ªtica ni el derecho pueden solucionar
Los cambios que la guerra est¨¢ provocando en Europa deber¨ªan hacernos entrar de veras en la conversaci¨®n geopol¨ªtica. Y el Gobierno deber¨ªa saberlo
Mientras Alemania se implica tortuosamente en el conflicto, el eje franco-alem¨¢n se debilita, y el centro de gravedad de Europa se desplaza hacia el Este
Su ¡°No tengo energ¨ªa¡± muestra a una persona desprendida del poder justo cuando los l¨ªderes de la internacional ultra instigan asaltos a las instituciones para mantenerse en ¨¦l a toda costa
Las medidas de Vox buscan reactivar una tutela monstruosa que interfiere en la autonom¨ªa de las mujeres
El peso desmesurado del ala m¨¢s radical del Partido Republicano es tambi¨¦n fruto del colapso ideol¨®gico que vive el conservadurismo
El pensador franc¨¦s puso el clima en el centro y sostuvo que el ecologismo debe abandonar su moralina y elaborar un lenguaje que movilice al p¨²blico
La represi¨®n de Ir¨¢n contra las mujeres nos habla del miedo, como lo hace el escandaloso n¨²mero de asesinatos de mujeres con el que cerramos el a?o en Espa?a. Ambos son un intento tr¨¢gico y desesperado de recuperar por la fuerza algo que se est¨¢ perdiendo
Gobierno y oposici¨®n han dejado de llegar a acuerdos de Estado. Ya no son adversarios, sino enemigos que se niegan a pactar siquiera un presupuesto
Hay un uso democr¨¢tico del lenguaje que se desmorona cuando se sustituyen los argumentos por expresiones hiperb¨®licas, como ¡°Gobierno ileg¨ªtimo¡± o ¡°golpe de Estado¡±, que ya no significan nada
Todos sabemos lo que pasa cuando los indiferentes, los atomizados, los expulsados de todo inter¨¦s com¨²n, abandonan de pronto, con un aullido, su aparente indiferencia
El proceso de degeneraci¨®n que vive el Partido Popular es un s¨ªntoma de su creciente vac¨ªo representativo, que suple, como ya ha ensayado otras veces, a trav¨¦s de la simulaci¨®n de la protesta
El hecho es que los anclajes de estos movimientos extremos se basan en concepciones pol¨ªticas elaboradas
El debate democr¨¢tico solo puede garantizarse si la exigencia de alineamientos en la condena del discurso del odio se distingue de la cr¨ªtica racional
Las implicaciones de las fallas de la ley que quiso patrimonializar la ministra Irene Montero son profundas y de largo alcance, y quiz¨¢ conlleven un fin de ciclo
Las leyes con perspectiva feminista no pueden pensarse como el fruto de una guerra de g¨¦nero, sino de c¨®mo queremos construir un futuro compartido
Est¨¢ convencida de que su objetivo en pol¨ªtica consiste en cerrar filas, radicalizar su discurso atrincher¨¢ndose en posiciones nost¨¢lgicas y priorizar la preservaci¨®n de sus esencias antes que mirar de frente a los problemas sociales que afectan a todos
Las elecciones en Brasil y EE UU confirman que la banalizaci¨®n de la violencia verbal puede acabar en violencia f¨ªsica, y que la falta de respeto hacia las instituciones es una amenaza real para la salud democr¨¢tica
Meloni es menos agresiva que sus camaradas masculinos, pero de su boca emana el azufre de la superioridad de sus valores, la ret¨®rica del odio
Pankaj Mishra escribe siempre desde el exterior del canon occidental, que tan bien conoce, con la intenci¨®n de agitar el avispero. Su mirada deslumbra y desestabiliza
No esper¨¢bamos que algunas mujeres, habiendo vivido lo mismo, proyectaran un resentimiento contra la ampliaci¨®n de derechos sobre un peque?o colectivo que lucha por sobreponerse a su hist¨®rica vulnerabilidad
Sus reg¨ªmenes son m¨¢s fr¨¢giles que las democracias, como demuestra el ineficaz proceso de toma de decisiones de un dictador que puede llevar al r¨¦gimen al precipicio por la ausencia de contrapesos
La acci¨®n colectiva de las iran¨ªes les sirve para mostrarse en toda su individualidad, sin el velo que las borra y las estandariza
Mientras nosotros, melanc¨®licos, nos empe?amos en crear recuerdos felices de algo que nunca ocurri¨®, en otras partes del mundo se nos ense?a que la p¨¦rdida no tiene por qu¨¦ vivirse con angustia