¡®Todas las esquizofrenias¡¯, un mundo habitable pese a todo

Esm¨¦ Weijun Wang llevaba s¨®lo algunos meses en Yale cuando fue ingresada en el hospital psiqui¨¢trico de la Universidad: hab¨ªa dejado de dormir, pensaba incesantemente en el suicidio y su comportamiento era err¨¢tico. ¡°No me pusieron correas, pero lo har¨ªan en la siguiente ocasi¨®n por haberme tomado una sobredosis. Una enfermera (¡­) me asegur¨® que mi m¨¦dica acudir¨ªa al hospital. Todav¨ªa estoy esper¨¢ndola¡±, escribe. Un semestre m¨¢s tarde la expulsaron.

Ninguna Universidad quiere que ¡°la demanden por el suicidio de un estudiante o se la juzgue responsable de un tiroteo en masa¡±, observa Wang, pero la escritora norte?americana no lleg¨® a tanto; o s¨ª, de alg¨²n modo: hasta 2017, cuando se le diagnostic¨® trastorno esquizoafectivo y comenz¨® a tomar haloperidol y quetiapina, altern¨® periodos de ¡ªrelativa¡ª normalidad con episodios psic¨®ticos en los que la realidad era desplazada violentamente por las alucinaciones: el t¨¦ pod¨ªa estar envenenado; el aparcamiento estaba lleno de cad¨¢veres; su marido hab¨ªa sido sustituido por un robot; estaba muerta y nadie lo notaba.

¡°La esquizofrenia es confusa, molesta, absurda, impredecible, inexplicable¡±, escribe: seg¨²n algunos, podr¨ªa ser ¡°el precio que paga la humanidad por la habilidad para escribir ¨®peras conmovedoras y discursos estremecedores¡±, el origen de las religiones o, como afirma Kay Redfield Jamison en Touched with Fire: Manic Depressive Illness and the Artistic Temperament (marcados por el fuego: la enfermedad maniaco depresiva y el temperamento art¨ªstico), la ¡°puerta de entrada a la brillantez art¨ªstica¡±, una opini¨®n que preocupa a Wang. ¡°Si la creatividad es m¨¢s importante que ser capaz de aferrarse al sentido de la realidad, podr¨ªa ser un argumento v¨¢lido¡±, considera, ¡°pero el precio que se paga por ello es tan alto que probablemente ni yo ni mis seres queridos querr¨ªamos pagarlo¡±.

Wang cita a Joan Didion, quien escribi¨® en Noches azules: ¡°Todav¨ªa est¨¢ por verse el caso de que un ¡®diagn¨®stico¡¯ lleve a una ¡®cura¡¯, o, ya puestos, a cualquier resultado que no sea una debilidad confirmada y, por tanto, impuesta¡±; al igual que muchas otras personas, sin embargo, la autora parece haber encontrado en los diagn¨®sticos que se le ofrecieron ¡ªm¨¢s que en la ¡°genialidad¡± y el ¡°alto rendimiento¡± que muchos filmes, libros y series asocian con el trastorno¡ª no una cura, ya que la psicosis puede regresar en cualquier momento, sino una forma espec¨ªfica de actuar y de ver el mundo. Wang maneja con soltura distintas versiones del DSM ¡ªla ¡°biblia de los trastornos mentales¡±¡ª y habla con autoridad del trauma, la p¨¦rdida de autonom¨ªa en la que caen los pacientes, su necesidad de consuelo, de respuestas, de orientaci¨®n, su inquietud ante la persistencia del s¨ªntoma o su retorno, los tratamientos, la internaci¨®n ¡ªincluyendo la forzosa: ¡°Es dif¨ªcil expresar con palabras el horror que supone ser ingresada contra tu voluntad¡±¡ª, las grietas del sistema por las que caen quienes no pueden pagar un tratamiento de calidad o seguirlo; entrevista a psiquiatras y a responsables de asociaciones de ayuda a personas con trastornos mentales y a sus familias, revisita cr¨ªmenes reales ¡ªcomo el de Malcoum Tate, un afroamericano de 34 a?os con esquizofrenia paranoide severa que fue asesinado por su madre y su hermana, que le atribu¨ªan una ¡°posesi¨®n diab¨®lica¡±¡ª y presenta estad¨ªsticas, pero su libro pertenece por derecho propio a una serie que, de La campana de cristal, de Sylvia Plath, a Girl, Interrupted (inocencia interrumpida), de Susanna Kaysen, y de Viaje al manicomio, de Kate Millett, y los libros de Redfield Jamison a Furiously Happy: a Funny Book about Horrible Things (furiosamente feliz: un libro gracioso sobre cosas horribles), de Jenny Lawson, no se limita al ejercicio del periodismo, sino que piensa el malestar como algo m¨¢s que una suma de circunstancias personales, avanza de la expresi¨®n individual al an¨¢lisis de un desasosiego que tiene su causa en un modo espec¨ªfico de existencia social, se pregunta si la disrupci¨®n de la realidad no permite verla con una claridad mayor que la que ofrecen los discursos hegem¨®nicos, por qu¨¦ este tipo de trastornos afecta principalmente a mujeres ambiciosas y con talento y qu¨¦ dice esto acerca del mundo al que esas mujeres tienen que hacer frente.

Wang escribe con honestidad y gracia, con una agudeza que es innegablemente la de una autora de calidad, sin ocultar los costes personales de la enfermedad mental ¡ªel cap¨ªtulo que dedica a su decisi¨®n de no tener hijos a ra¨ªz de ella es el m¨¢s logrado del libro¡ª, pero tambi¨¦n sugiriendo que un mundo presidido por la esquizofrenia puede ser ¡ªpese a todo¡ª uno habitable y que d¨¦ cabida a la creaci¨®n art¨ªstica y a los reconocimientos: The Border of Paradise (la frontera del para¨ªso), su debut novel¨ªstico, obtuvo el Premio Whiting; la revista inglesa Granta la destac¨® como una de las mejores escritoras estadounidenses de su generaci¨®n; Todas las esquizofrenias gan¨® el Premio Graywolf Press de No Ficci¨®n, y estuvo entre los libros m¨¢s vendidos de The New York Times durante semanas.

Todas las esquizofrenias

Autora: Esm¨¦ Weijun Wang.

Traducci¨®n: Julia Osuna Aguilar.

Editorial: Sexto Piso, 2022.

Formato: tapa blanda (224 p¨¢ginas, 21,90 euros).

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