Cosecha de los ochenta: las artistas que transforman la escena
Una nueva generaci¨®n de mujeres en torno a los 40 a?os marca el pulso del arte espa?ol. A las puertas de Arco, varias de ellas reflexionan sobre sus trayectorias, celebradas con muestras institucionales
Podr¨ªamos hablar de generaci¨®n, pero seguramente resulte m¨¢s apropiado presentarlas como un grupo de compa?eras. Artistas, todas ellas nacidas en la d¨¦cada de los ochenta (o en sus m¨¢rgenes), que coinciden en surfear su media carrera en la cresta de la ola: como protagonistas de grandes exposiciones en instituciones p¨²blicas, aupadas por el reconocimiento de la cr¨ªtica, con una prometedora proyecci¨®n internacional y un hueco m¨¢s o menos holgado en el tantas veces inc¨®modo e imprevisible mercado. Nos referimos a June Crespo (Pamplona, 1982), Teresa Solar Abboud (Madrid, 1985), Leonor Serrano Rivas (M¨¢laga, 1986), Claudia Pag¨¨s (Barcelona, 1990), Eva F¨¤bregas (Barcelona, 1988), Julia Sp¨ªnola (Madrid, 1979), Asunci¨®n Molinos Gordo (Aranda de Duero, 1979) y Patricia Esquivias (Caracas, 1979). Vaya por delante aquello de que son todas las que est¨¢n, etc¨¦tera. Y otro apunte antes de proceder: si bien todos los nombres son femeninos, no es eso de lo que trata este reportaje. Simple y llanamente, se da la feliz circunstancia de que la vanguardia art¨ªstica nacional est¨¢ capitaneada en buena medida por mujeres.
Las ocho creadoras (de las que dos, Crespo y Serrano Rivas, no pudieron participar en los retratos que ilustran este texto) representan, sea como fuere, la diversidad inabarcable que define la creaci¨®n actual ¡ª?la de aqu¨ª y la de todas partes¡ª, que, en ¨²ltima instancia, bien podr¨ªa considerarse su principal punto de uni¨®n. Eso, y una calidad indiscutida que se traduce en una creciente visibilidad. Resulta posible, no obstante, detectar ciertas corrientes subterr¨¢neas que conectan sus trayectorias. June Crespo y Teresa Solar Abboud, las dos espa?olas que participaron en la exposici¨®n principal de la ¨²ltima Bienal de Venecia, la de 2022, producen piezas monumentales caracterizadas por una vocaci¨®n de hibridez ¡ªen los materiales, las formas, los temas¡ª que se tocan en muchos aspectos con las figuras blandas y d¨²ctiles, de inspiraci¨®n org¨¢nica, de Eva F¨¤bregas, as¨ª como con las obras de gestualidad esencial de Julia Sp¨ªnola. Hay tambi¨¦n coincidencias en una aproximaci¨®n al arte desde la investigaci¨®n y el proceso, entendido como resultado en s¨ª mismo, y en tem¨¢ticas como la revisi¨®n de un pasado presente que comparten, por ejemplo, Patricia Esquivias y Asunci¨®n Molinos Gordo. Asoman, por ¨²ltimo, concomitancias que tienen que ver con las circunstancias vitales: Teresa Solar Abboud ostenta ra¨ªces egipcias y esa identidad transpira en su obra, mientras que Asunci¨®n Molinos Gordo ha volcado muchas veces su mirada en el pa¨ªs norteafricano, donde tuvo su segunda residencia hasta antes de la pandemia.
Frente a la rivalidad y la competencia, todas estas artistas se declaran amigas y referentes mutuos
¡°Creo que s¨ª podr¨ªa considerarme parte de una generaci¨®n aglutinada en torno a referentes art¨ªsticos y sobre todo literarios, que tienen que ver con la ciencia ficci¨®n americana de los a?os sesenta, como Philip K. Dick y Kurt Vonnegut, m¨¢s que aglutinada en torno a pr¨¢cticas espec¨ªficas¡±, responde Solar Abboud a la posibilidad de invocar la idea de un grupo cohesionado, ya sea con estas u otros artistas. No todas las entrevistadas mantienen el mismo punto de vista: ¡°En otros momentos de la historia del arte la idea de lo generacional s¨ª que era muy vinculante porque no hab¨ªa tant¨ªsima movilidad¡±, opina Molinos Gordo, que, como varias otras compa?eras, reparte su tiempo entre Espa?a y el extranjero. ¡°Pero ahora yo creo que todas tenemos experiencias de vida muy distintas por haber vivido en geograf¨ªas muy diversas¡±. De lo global a lo local, June Crespo aporta el matiz inverso: ¡°Aunque con muchas de las artistas que mencionas [las que aparecen en este reportaje] tengo intercambio y coincidimos en exposiciones, con quien me he formado y a quien tengo m¨¢s cerca son artistas del Pa¨ªs Vasco, compa?eras como Lorea Alfaro, Elena Aitzkoa, Claudia Rebeca Lorenzo¡ Aunque tenemos peque?as diferencias de edad, creo que [nuestra afinidad] es m¨¢s una cuesti¨®n de contexto que de generaci¨®n¡±.
Afincada en Bilbao, Crespo inaugur¨® el viernes una ambiciosa exposici¨®n en el Guggenheim. Para ella la celebraci¨®n es doble porque no solo triunfa en un museo de alcance mundial, sino que adem¨¢s lo hace desde su propia casa. ¡°Estoy muy contenta de que los artistas locales podamos trabajar aqu¨ª¡±, aplaude, ¡°y noto mucho apoyo del equipo, la gente est¨¢ ilusionada¡±. Centros de arte contempor¨¢neo como el CA2M de M¨®stoles hace tiempo que tambi¨¦n promueven a artistas tanto madrile?as como nacionales: sin ir m¨¢s lejos, las dos muestras abiertas actualmente est¨¢n dedicadas a Asunci¨®n Molinos Gordo y Teresa Solar Abboud, y, por si fuera poca la serendipia, en la entrada del edificio recibe al visitante una enorme escultura de Eva F¨¤bregas. Antes que ellas, ya ocuparon esas salas con muestras individuales June Crespo (en 2023); Julia Sp¨ªnola (2018) y Patricia Esquivias (2015); y Claudia Pag¨¨s realiz¨® una performance en 2023. ¡°Efectivamente, creo que el Centro de Arte Dos de Mayo est¨¢ siendo clave a la hora de localizar y centrar esta generaci¨®n de grandes artistas¡±, concede Solar Abboud. ¡°Y pienso que la labor de los museos en todo el territorio nacional necesita seguir centr¨¢ndose en esta generaci¨®n para dar plataformas a las medias carreras y hacer que florezcan¡±.
Espacios como el Artium de Vitoria tambi¨¦n vierten esfuerzos en esa direcci¨®n: por all¨ª han pasado recientemente Julia Sp¨ªnola (en 2023), Patricia Esquivias (2021) y June Crespo (2020). Eva F¨¤bregas protagoniz¨® una de las apuestas de 2023 en el Centro Bot¨ªn de Santander; el Macba de Barcelona celebr¨® a Claudia Pag¨¨s en 2022; Leonor Serrano Rivas exhibi¨® en el Reina Sof¨ªa de Madrid en 2022 y Patricia Esquivias hizo lo propio en 2009. Ante tanta exposici¨®n, en todas las acepciones de la palabra, la pregunta ser¨ªa: ?qu¨¦ aporta la plataforma de las instituciones al trabajo de un artista? Responde Leonor Serrano Rivas: adem¨¢s de proporcionar una presumible dosis de atenci¨®n, un museo ¡°te permite trabajar de manera m¨¢s ambiciosa, mostrar un relato m¨¢s amplio de tu trabajo¡±. Es una cuesti¨®n de recursos, escala y envergadura. Tambi¨¦n, como apunta Eva F¨¤bregas, de ¡°confianza¡± ganada: ¡°Nunca lo he pensado en t¨¦rminos comerciales, sino que siempre que se me ha dado una exposici¨®n en un museo me he fijado en el proceso que hay, con el comisario, con el equipo, con la direcci¨®n¡, que es un acompa?amiento del proyecto, y un aprendizaje tambi¨¦n¡±.
Hasta llegar a las alturas de las grandes instituciones, todas estas artistas han recorrido ¡ªy siguen recorriendo¡ª el camino de las galer¨ªas y los espacios independientes, salpicado de citas de relumbr¨®n como la Bienal de Venecia y Manifesta, en cuya pr¨®xima edici¨®n participar¨¢ Claudia Pag¨¨s, as¨ª como ferias comerciales como Arco, para la que casi todas llevan obra. ¡°Veo que hay menos precariedad, menos hacer cosas peque?as cada tres meses, sino que ahora las exposiciones se prolongan m¨¢s y tienes m¨¢s tiempo para pensarlas bien¡±, eval¨²a Pag¨¨s. ¡°Me veo en un sistema que se ha abierto, hay una cierta sistematizaci¨®n de algo que me permite que unas cosas contin¨²en con otras, y a la vez trabajo desde un lugar ¡ª?c¨®mo decir?¡ª m¨¢s ligero. Me lo paso mejor trabajando¡±, agrega Sp¨ªnola. Ya no sufren las incertidumbres de los comienzos, pero siguen remando con fuerza. ¡°Cualquier oportunidad que me han dado la he estirado, le he sacado todo el jugo, y eso es lo que me ha permitido seguir trabajando¡±, recalca Serrano Rivas. ¡°En exposiciones que podr¨ªan considerarse menores he volcado toda mi energ¨ªa, he sido todo lo ambiciosa que pod¨ªa ser: as¨ª es como te llaman para la siguiente. Cualquier contexto de trabajo es bueno, no tienes que esperar a que llegue el Reina Sof¨ªa¡±.
Las obras de Serrano Rivas, Molinos Gordo y Pag¨¨s ofrecen un muestrario de versatilidad: de la performance a la instalaci¨®n, del dibujo al audiovisual, apenas hay formato que escape de sus radares. Otras de estas creadoras, por el contrario, trabajan m¨¢s enfocadas (aunque no limitadas) en disciplinas concretas: la escultura, tantas veces dada por extinta, demuestra su palpable vitalidad de la mano de Solar Abboud, Crespo, Sp¨ªnola y F¨¤bregas. Esquivias, que destaca por sus v¨ªdeos cargados de un humor subversivo, subraya que, si hay algo que la emparenta con las otras siete creadoras, es una afectuosa proximidad personal: ¡°Las conozco a todas¡±, explica, ¡°y alguna es amiga muy cercana¡±. Esa cordialidad y reconocimiento mutuo marcan, de hecho, la principal conexi¨®n que todas ellas subrayan. Frente a la idea de rivalidad o competencia, camarader¨ªa. ¡°Yo no lo llamo generaci¨®n¡±, zanja F¨¤bregas. ¡°Lo llamo, quiz¨¢s, mis amigas, mis compa?eras, la gente con la que me gustar¨ªa ir a tomar un caf¨¦¡±.
Sin ser novatas ni veteranas, reivindican la madurez que les corresponde por edad y logros profesionales
Con edades en torno a los 40 a?os, estas creadoras sobrevuelan ese espacio de transici¨®n entre el artista emergente y el definitivamente ingresado en el canon. ¡°Espa?a tiene un sistema de becas y ayudas fabuloso, pero dura hasta determinada edad¡±, ilustra Serrano Rivas. ¡°Yo empec¨¦ a trabajar en 2012 y he recibido casi todas las becas, pero cuando todo este sistema se para, se hace muy dif¨ªcil continuar: necesitas financiaci¨®n privada para desarrollar los proyectos, y hay formatos, como la performance, que casi no tienen cabida en el mundo comercial¡±. Con todo, la popularidad que aportan los museos contribuye a que puedan mantenerse a flote en una profesi¨®n ¡°complicada¡±, en la que la inestabilidad siempre acecha en el horizonte. ¡°Evidentemente son vasos comunicantes, y tener mayor visibilidad en las instituciones implica mayor visibilidad en el mercado¡±, conviene Solar Abboud. ¡°Pero el mercado tambi¨¦n es muy voluble y muy caprichoso, y una cosa no implica la otra necesariamente¡±.
Sin ser novatas ni tampoco veteranas, estas artistas reivindican la madurez que les corresponde tanto por edad como por logros profesionales. ¡°Aqu¨ª en Europa tenemos una concepci¨®n del tiempo muy ligada a la idea de progreso: empiezas en A, y luego vas a B y despu¨¦s a C, y en esa linealidad la palabra joven se extiende casi hasta la muerte¡±, reflexiona Molinos Gordo. ¡°Llega un momento en el que tienes m¨¢s madurez no solo en el calendario, sino tambi¨¦n en la pr¨¢ctica profesional, pero a m¨ª me siguen llegando invitaciones a cosas con el perfil de artista joven, y de verdad que me gustar¨ªa salir de eso¡±. Con a?os de trayectoria a sus espaldas, han acumulado el bagaje necesario para evaluar, proponer y reclamar. ¡°El mundo del arte somos todos: est¨¢ compuesto por muchas personas, muchos agentes, y cada uno de esos agentes debe promocionar el trabajo patrio¡±, reivindica Solar Abboud. ¡°Los artistas necesitamos que todo el tejido de comisarios, gestores¡ que est¨¢n tanto en el interior como en el exterior hablen bien de nosotros, que nos promocionen, que nos saquen. Es una labor constante, y es la ¨²nica manera de que podamos salir adelante¡±.
Con todo lo aprendido en este tiempo, ?tendr¨ªan alg¨²n consejo para las principiantes que un d¨ªa fueron? Solar Abboud ofrece uno: ¡°Que sepa que nada viene gratis, que es algo que tambi¨¦n aprendes cuando ves las carreras de otras personas¡±, considera. ¡°Realmente se necesita tener una voluntad de trabajo constante, nada viene dado. Pero a la joven Teresa tambi¨¦n le dir¨ªa que se lo pase muy bien, porque el mundo de la creaci¨®n es muy duro, pero tambi¨¦n es incre¨ªble. Es un lugar maravilloso en el que vivir¡±.
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