La fotograf¨ªa de Ed Lachman en ¡®El Conde¡¯ que aspira a un Oscar por retratar a Pinochet como un vampiro longevo
El director nacido en Nueva Jersey obtiene su tercera nominaci¨®n de la Academia estadounidense por su trabajo en la m¨¢s reciente pel¨ªcula del chileno Pablo Larra¨ªn
Carmencita, una joven monja con m¨²ltiples destrezas, es convertida por un vampiro despu¨¦s que este muerde su cuello. Casi inmediatamente, unos colmillos filosos se hacen notar en la dentadura de la joven. Se levanta del piso de la caballeriza, derrama su rosario, sale al patio y comienza a volar torpe y sin experiencia sobre las construcciones de una finca oculta en la Patagonia chilena. La criatura de la noche, una criatura longeva de m¨¢s de 250 a?os, luce una chaqueta blanca militar, con el grado de general. Sale del cobertizo y contempla at¨®nito en el aire a su creaci¨®n. El vampiro es Augusto Pinochet o, en realidad, una representaci¨®n ficcional del mismo en una secuencia de la pel¨ªcula El Conde, en la que su director, Pablo Larra¨ªn, imagin¨® una historia sobre el dictador, quien no est¨¢ muerto, sino que es una deidad nocturna en su vejez. Despu¨¦s de vivir por m¨¢s de dos siglos en el mundo, ha decidido morir de una vez por todas.
Quien estuvo a cargo de la cinematograf¨ªa de este ambicioso y pol¨¦mico proyecto, fue el veterano Edward Lachman, o Ed Lachman ¡ªcomo lo llaman sus colegas¡ª, quien aspira a un Oscar en la categor¨ªa de Mejor fotograf¨ªa. El cinefot¨®grafo estadounidense cuenta que la secuencia anterior fue idea de Larra¨ªn, inspirado por unos acr¨®batas de circo que vio en unas publicidades. Para lograrlo, utilizaron un brazo de grua de m¨¢s de 27 metros de altura. Arriba iban colgados la actriz Paula Luchsinger, que estudi¨® ballet e insisti¨® en realizar sus acrobacias colgada de un cable. Frente a ella ten¨ªa a un t¨¦cnico que colgaba junto a ella, sentado sobre una especie de silla que se asemejaba a un columpio sosteniendo una c¨¢mara remota, mientras el operador se encargaba abajo de los ¨¢ngulos de la toma.
¡°Esto pasa despu¨¦s de hacer el amor y ser mordida por Pinochet, lo cual tambi¨¦n es una especie de declaraci¨®n de lo que fue la relaci¨®n entre la iglesia y el Estado en ese entonces, que al final fue corrompida por el mismo. Experimentamos su exaltaci¨®n y libertad al comenzar a volar. Pablo pens¨® si esto iba a ser posible de filmar en la Patagonia. La intenci¨®n era que no solo se vea el cielo, sino tambi¨¦n la finca. Tiene todas las tomas coreografiadas en su cabeza, pero en el set tambi¨¦n suelta la imagen y le da libertad a lo que est¨¢ pasando y me gusta trabajar con directores que piensan as¨ª¡±, cuenta Lachman v¨ªa telef¨®nica.
El director de fotograf¨ªa no es un desconocido para la Academia. Su trabajo en El Conde es su tercera nominaci¨®n, tras sus trabajos en Lejos del para¨ªso (2002) y Carol (2015), ambas del director Todd Haynes. En su categor¨ªa compite junto a otros importantes nombres como Hoyte van Hoytema, por su trabajo en el filme sobre el padre de la bomba at¨®mica, Oppenheimer, o el mexicano Rodrigo Prieto por su participaci¨®n en Los asesinos de la luna, de Martin Scorsese. Lachman, quien tambi¨¦n ha estado a cargo de la fotograf¨ªa de otras pel¨ªculas nominadas como Erin Brockovich (2000) o Las v¨ªrgenes suicidas (1999), y que cuenta con una filmograf¨ªa de m¨¢s de 70 filmes, entre ficci¨®n y documental, todav¨ªa se sorprende por este tipo de reconocimientos.
¡°Siempre te sorprendes un poco. Pero obviamente esta pel¨ªcula no est¨¢ en el radar de Hollywood. Obtuve el reconocimiento de mis compa?eros directores de fotograf¨ªa, de personas a las que respeto. Me alegr¨¦ mucho de que Pablo, los t¨¦cnicos y Chile obtuvieran este reconocimiento¡±, afirma.
El t¨¢ndem Lachman-Larra¨ªn se comenz¨® a forjar hace 12 a?os, seg¨²n recuerda el cinefot¨®grafo, cuando coincidi¨® con la proyecci¨®n de Tony Manero, el debut directorial del chileno, en el Festival de Cine de Telluride, en el estado de Colorado, y posteriores encuentros en el Festival de Cine de Nueva York. Admite que siempre se sinti¨® atra¨ªdo por c¨®mo el tambi¨¦n director de No contaba historias sobre el entorno social y pol¨ªtico de Chile, con un ¨¦nfasis por el lenguaje visual. El Conde no fue la excepci¨®n.
¡°Pinochet muri¨® millonario y libre de sus cr¨ªmenes. Hay personas que fueron directamente heridas y sus familiares nunca encontraron justicia. Ese dolor es eterno. La ¨²nica forma en que podemos lidiar con ¨¦l es a trav¨¦s de la idea de un vampiro, que es para siempre. Es una simple met¨¢fora. El Conde es una pel¨ªcula sobre la impunidad, sobre c¨®mo la justicia es un deseo colectivo, no una realidad. Es una mirada metaf¨®rica y literal, en forma de una comedia aleg¨®rica, oscura y sat¨ªrica, de c¨®mo nuestra sangre es tomada pol¨ªtica, cultural y socialmente por una sociedad que obedeci¨®, cedi¨® y fue seducida por el fascismo¡±, a?ade Lachman.
Para pintar este retrato de Pinochet, Larra¨ªn solicit¨® realizar la pel¨ªcula en blanco y negro, buscando una imagen ¡°m¨¢s teatral¡± y que invite a una ¡°diferente percepci¨®n de la realidad¡±, seg¨²n dio a conocer en una entrevista con Los Angeles Times. Lachman se puso manos a la obra y no escatim¨® en esfuerzos. Consigui¨® que la marca Arriflex manufacturara una c¨¢mara monocrom¨¢tica para la producci¨®n y, adem¨¢s, estuvo trabajando en la reutilizaci¨®n de lentes Baltar que fueron fabricados en 1938 y fueron utilizados en pel¨ªculas de Orson Welles como Ciudadano Kane (1941) y Los magn¨ªficos Amberson (1942).
De ese modo, Lachman ten¨ªa una c¨¢mara con un sensor monocrom¨¢tico, lentes que fueron usados en pel¨ªculas en blanco y negro que encajaron con sus filtros que utiliz¨® hace a?os para afectar el contraste y el aspecto de la pel¨ªcula. Parte de la inspiraci¨®n de la est¨¦tica vino tambi¨¦n de cl¨¢sicos del terror g¨®tico como Nosferatu (1922) o de Amanecer (1927), considerada ¡°cultural, hist¨®rica y est¨¦ticamente significativa¡± por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos ¡ªambas del alem¨¢n F. W. Murnau¡ª, o la cinta francoalemana Vampyr (1932), de Carl Dreyer. ¡°Lo que fue extraordinario para m¨ª fue volver atr¨¢s y mirar estas primeras pel¨ªculas en blanco y negro y ver cu¨¢n sofisticadas eran en la forma en que usaban la c¨¢mara. Aunque con toda la tecnolog¨ªa que tenemos hoy, el objetivo fue mantenerlo simple¡±, precisa el fot¨®grafo.
Otras influencias en su trabajo fueron el trabajo del fallecido fot¨®grafo chileno Sergio Larra¨ªn, el m¨¢s reputado y exmiembro de Magnum; as¨ª como la obra de Fan Ho, fot¨®grafo chino que gan¨® m¨¢s de 280 premios en exposiciones y concursos internacionales en todo el mundo por sus im¨¢genes, y del pintor espa?ol Antoni Taul¨¦. ¡°Solo quer¨ªa hacer referencia a la impresi¨®n. Las im¨¢genes tratan sobre la psicolog¨ªa, de c¨®mo quieres crear las emociones en el espectador. En esta pel¨ªcula es lo que la gente esconde. Y as¨ª, en gran medida, la oscuridad y la luz se trata de lo que las personas se ocultan a s¨ª mismas y a los dem¨¢s. No es solo una pel¨ªcula sobre Chile, sino sobre el ascenso del fascismo en el mundo. La gente puede identificarse con eso, espero¡±, concluye.
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