De la novela er¨®tica a la memoria hist¨®rica: Almudena Grandes en cinco libros
Un repaso a la trayectoria m¨¢s destacada como narradora y columnista de la escritora, fallecida el s¨¢bado
Conoci¨® el ¨¦xito con menos de 30 a?os, pero no la ceg¨®. Novelista, cuentista y escritora de peri¨®dicos, miles de lectores le han demostrado en su muerte la lealtad y el fervor que le profesaron en vida. Una respuesta ciudadana digna de Gald¨®s para una de las autoras m¨¢s galdosianas de la literatura espa?ola reciente. Estos son algunos de los libros que marcaron su trayectoria. Todo est¨¢n publicados en Tusquets, el sello al que fue siempre fiel. Muchos de esos libros se han visto este lunes a la hora de su entierro.
Deseos de mujer y 6.000 euros. Las edades de Lul¨² (1989)
¡°Una madrile?a de 28 a?os, ganadora del Premio La Sonrisa Vertical¡±. As¨ª titul¨® EL PA?S, el 31 de enero de 1989, la noticia de que Almudena Grandes acababa de llevarse uno de los galardones emblem¨¢ticos de la Transici¨®n: el que la editorial Tusquets consagr¨® a la narrativa er¨®tica. Era la primera novela que terminaba aquella joven que se llev¨® el mill¨®n de pesetas (6.000 euros) otorgado por un jurado en el que hab¨ªa ilustres como Juan Mars¨¦, Juan Garc¨ªa Hortelano o Luis Garc¨ªa Berlanga. Los amores y fantas¨ªas de la protagonista en dos edades distintas (los 15 y los 30 a?os) sirvieron a su autora para poner el foco en un espacio tradicionalmente condenado al silencio, a la represi¨®n o al confesionario: el deseo femenino. Solo un a?o despu¨¦s de su publicaci¨®n, Bigas Luna llev¨® la novela al cine. Hab¨ªa nacido el fen¨®meno Grandes.
Las dos Espa?as. El coraz¨®n helado (2007)
Con Las edades de Lul¨² vendi¨¦ndose por miles (antes los libros se vend¨ªan as¨ª y no por goteo), Grandes pudo explotar el fil¨®n del erotismo, el de la ¡°nueva narrativa espa?ola¡± o el de su propia juventud, pero se apresur¨® a demostrar que no era una escritora de g¨¦nero. Ni siquiera de g¨¦nero femenino, por m¨¢s que la voz de otra adolescente inconformista le sirviera de motor de explosi¨®n en el t¨ªtulo que consagr¨® su popularidad: Malena es un nombre de tango (1994). Lo que en las 500 p¨¢ginas de esa novela eran misterios familiares se convirtieron en los secretos de toda una sociedad en las casi 1.000 de El coraz¨®n helado. Partiendo de una trama amorosa marca de la casa, Grandes dobl¨® la apuesta: la historia de una familia que prosper¨® durante el franquismo, la de otra condenada al exilio tras la Guerra Civil y el modo en que manejan esa herencia sus respectivos descendientes supuso un antes y un despu¨¦s en su obra. Su compromiso pol¨ªtico de siempre y su literatura acababan de encontrarse en el cruce de caminos de la memoria hist¨®rica.
Los perdedores de la historia. In¨¦s y la alegr¨ªa (2010)
Galdosiana de siempre y gran lectora de libros de historia, Almudena Grandes dedic¨® sus ¨²ltimos a?os de vida a los Episodios de una Guerra Interminable, un ciclo de novelas en los que la vida ¨ªntima de los personajes se desarrolla en momentos poco atendidos por el relato oficial. Programado para alcanzar los seis t¨ªtulos, todo empez¨® con In¨¦s y la alegr¨ªa, que narra la frustrada invasi¨®n del Valle de Ar¨¢n (Lleida) a cargo de un grupo de maquis del partido comunista en 1944 para tratar de forzar la intervenci¨®n de los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial. Si esta obra inaugural se llev¨® el premio Sor Juana In¨¦s de la Cruz a la mejor novela publicada en espa?ol por una mujer, la cuarta entrega de la serie ¨DLos pacientes del doctor Garc¨ªa¨D se alz¨® con el Nacional de Narrativa. La muerte ha impedido a su autora culminar la ¨²ltima: Mariano en el Bidasoa. Tan met¨®dica como infatigable, Grandes se sent¨® a escribir esos episodios pensando que en 2017 habr¨ªa cerrado el ciclo. La crisis econ¨®mica se cruz¨® por el camino y la condujo a Los besos en el pan (2015). Comprometida con la literatura, lo estaba m¨¢s todav¨ªa con la realidad.
Columnista de riesgo. La herida perpetua (2019)
El ¨¦xito de Las edades de Lul¨² permiti¨® a su autora abandonar el trabajo an¨®nimo que, a destajo, realizaba como redactora para diversas editoriales. Nunca, sin embargo, se olvid¨® de la clase obrera. Su obsesi¨®n por la historia no era fruto de una fascinaci¨®n est¨¦tica por el pasado, sino de una preocupaci¨®n ¨¦tica por el presente. Por eso acept¨® ocupar los lunes la columna de la ¨²ltima p¨¢gina de EL PA?S, la misma en la que durante a?os brillaron Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n y Eduardo Mendoza. La herida perpetua recoge esos art¨ªculos y recuerda la faceta m¨¢s pol¨ªtica y combativa de una autora abiertamente de izquierdas, que cada semana se compromet¨ªa, es decir, se pon¨ªa en un compromiso jug¨¢ndose el fervor y el cr¨¦dito ganados con sus novelas. Como otro valiente de peri¨®dico, Leonardo Sciascia, prefer¨ªa perder la confianza de sus lectores que traicionarla.
Cuentos de la rebeld¨ªa adolescente. Estaciones de paso (2005)
Desde su primera obra, Almudena Grandes tuvo un talento especial para sacar partido narrativo a la voz de los adolescentes. Y aunque ser¨¢ recordada por un pu?ado de novelones torrenciales, ser¨ªa injusto que quedase de lado su maestr¨ªa con el relato corto, del que dan fe dos t¨ªtulos: Modelos de mujer (1996) y Estaciones de paso (2005). Por este ¨²ltimo desfila una galer¨ªa de j¨®venes que desayunan ¡°tostadas con desconcierto¡± mientras descubren la justicia, la injusticia, el dolor, el amor y, por supuesto, el sexo. El libro incluye adem¨¢s una rara avis en su obra, ¡®El capit¨¢n de la fila india¡¯, un cuento largo, casi una nouvelle, en el que la memoria vuelve a ser decisiva. En este caso, la memoria de la adolescencia recuperada desde la curva ¨²ltima del desenga?o. Con ese humor t¨ªpico de su autora, una compa?era del hospital en el que trabaja encuentra la soluci¨®n ¡°qu¨ªmica¡± a las cuitas del protagonista: ¡°?Qu¨¦ necesitas? Algo para dormir, para estar despierto, para que se te levante, para que se te baje, drogas convencionales, de dise?o, psicotr¨®picos en general... Esta vida es una mierda y la otra no existe, as¨ª que pide por esa boca. Tengo de todo¡±. La literatura de Almudena Grandes tambi¨¦n lo tiene.
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