Audrey Diwan: ¡°S¨¦ que mucha gente siente una conmoci¨®n al ver mi pel¨ªcula sobre el aborto. Pero la realidad es as¨ª¡±
La cineasta francesa gan¨® el Le¨®n de Oro con su segundo filme, ¡®El acontecimiento¡¯, el visceral retrato de una estudiante francesa que desea interrumpir su embarazo. ¡°Todav¨ªa hoy hay una verg¨¹enza social alrededor de ¨¦l¡±, asegura
En los a?os sesenta, en Francia el aborto era ilegal. Bajo su p¨¢tina de naci¨®n liberal y de ciudadan¨ªa avanzada, por sus venas corr¨ªa la sangre de un conservadurismo recalcitrante, parte del cual salt¨® por los aires con el Mayo del 68. Tampoco el resto de Europa era mucho mejor, y desde luego, el desequilibrio entre hombres y mujeres era evidente. A ese tiempo y ese lugar remite El acontecimiento, de la francesa Audrey Diwan (42 a?os), ganadora del ¨²ltimo Le¨®n de Oro de Venecia, que se estrena este viernes en Espa?a, y que aborda el drama de una universitaria que necesita abortar, y que enfrente encuentra un muro de impedimentos y de reproches morales. ¡°Todav¨ªa hoy hay una verg¨¹enza social alrededor del aborto¡±, explicaba la directora y guionista ante un caf¨¦ al finalizar el festival de San Sebasti¨¢n, adonde acudi¨® invitada como jurado. ¡°Es un estigma¡± con el que la sociedad a¨²n marca a las mujeres, insist¨ªa.
Al inicio de su carrera, Diwan se dedic¨® al periodismo cultural en revistas como Glamour y Stylist; despu¨¦s se centr¨® en la literatura y los guiones: ha escrito sobre todo para su pareja, el realizador C¨¦dric Jimenez, libretos como Conexi¨®n Marsella, El hombre del coraz¨®n de hierro y BAC Nord: Brigada de Investigaci¨®n Criminal, cuyo estreno el pasado oto?o provoc¨® un terremoto social en Francia por su retrato de los bajos fondos y la polic¨ªa de Marsella. Sin embargo, en su literatura y sus pel¨ªculas sus intereses se alejan del thriller. Si en Mais vous ¨ºtes fous (2019), su debut en el largometraje, hablaba de la pareja y lo que ocurre cuando se rompe la confianza dentro de ella, en El acontecimiento sumerge al p¨²blico en un viaje visceral. Como el que vivi¨® ella y que encontr¨® fielmente reflejado en un libro de Annie Ernaux. ¡°Descubr¨ª este libro despu¨¦s de haber abortado, cuando una amiga me aconsej¨® su lectura¡±, explica. Y subraya que conoc¨ªa bien la obra de Ernaux. ¡°Aunque no este libro, porque cuando se edit¨® en 2000 no tuvo su habitual eco medi¨¢tico¡±, dice como muestra de que el aborto sigue siendo un tema que roza lo tab¨², tal y como lo vivi¨® la escritora en 1963.
En algunos momentos, El acontecimiento parece un filme de terror. ¡°S¨¦ que mucha gente siente una conmoci¨®n al ver la pel¨ªcula. Pero es que la realidad es as¨ª. No lo he hecho a prop¨®sito¡±, responde. Y de ah¨ª la crudeza de la secuencia del aborto clandestino. ¡°Cuando le¨ª el libro, descubr¨ª la soledad y la crueldad que te lleva a ese aborto. Tambi¨¦n la generosidad de quienes se cruzan en el camino de las mujeres y el azar de ese devenir. Porque esas casualidades pueden cambiar d¨®nde acaba esa chica¡±, incluso hasta el extremo de que el aborto la mate.
El aborto, un tema importante y urgente
A Diwan le importa subrayar que habla de la Francia de los a?os sesenta, pero que hay un evidente paralelismo con muchos pa¨ªses actuales. ¡°Cuando empiezas a investigar en este tema, entiendes que puede pasar en cualquier parte del mundo. A la vez ha sido un viaje dificultoso en el que tuve suerte porque mis productores son unos luchadores. Constantemente alguien me preguntaba por qu¨¦ hac¨ªa esta pel¨ªcula para hablar de la Francia del pasado. Oye, cada temporada hay tres t¨ªos que hacen una pel¨ªcula sobre la Segunda Guerra Mundial y nadie les cuestiona nada, ni les espeta que aquella guerra se acab¨®. Con esos reproches entend¨ª que El acontecimiento, tristemente, era m¨¢s pertinente a¨²n¡±. Y entonces lleg¨® a una ulterior conclusi¨®n: ¡°Si el tema me parec¨ªa importante, entend¨ª que adem¨¢s era urgente¡±.
Aun as¨ª, Diwan quiere aclarar que no hay temas masculinos ni femeninos: ¡°[La directora estadounidense] Kathryn Bigelow har¨ªa una gran pel¨ªcula sobre aquel conflicto b¨¦lico como [el director rumano] Cristian Mungiu hizo una obra maestra sobre el aborto, 4 meses, 3 semanas, 2 d¨ªas. Es un problema de siglos de aplastamiento cultural, de una agenda tem¨¢tica marcada por lo masculino. Recuerdo perfectamente cuando yo empec¨¦ a plantearme mi aborto, mi miedo a poner en riesgo mi cuerpo, y lo que me dijeron quienes me rodeaban. Obviamente, mi experiencia nace de mi g¨¦nero, pero el g¨¦nero no puede limitar la mirada sobre la agenda¡±. Las cosas no han cambiado: ¡°El cuerpo de la mujer es considerado por muchos un territorio. Tanto para ayudar como para censurar. Cuando cada una deber¨ªa decidir en libertad. Llor¨¦ cuando vi la noticia sobre la decisi¨®n del Tribunal Supremo estadounidense de dejar en manos de las cl¨ªnicas desafiar la ley contra el aborto de Texas. Porque entend¨ª que eso provocar¨¢ que muchas mujeres mueran¡±.
Igual de esc¨¦ptica es con la presunta revoluci¨®n femenina que ha cambiado el paradigma en los festivales de cine: Diwan gan¨® en Venecia y un mes despu¨¦s form¨® parte del jurado que premi¨® a la rumana Blue Moon, de Alina Grigore, con la Concha de Oro del ¨²ltimo San Sebasti¨¢n. ¡°Hay menos miedos a las directoras, pero a¨²n no existe la igualdad. La gente ve los premios, que son la punta del iceberg, y no la base. Ah¨ª deben hacerse los cambios. Al final de la ceremonia de Venecia [la directora china] Chlo¨¦ Zhao, que estaba en aquel jurado, me cont¨® que hab¨ªan premiado la mejor pel¨ªcula sin ver el g¨¦nero del realizador. Hablaron solo de cine¡±. Y puntualiza: ¡°Aunque es cierto, hay nuevas voces, singulares, de hombres y mujeres, en el cine actual. Puede que sea otra manera de ver de una nueva generaci¨®n¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.