El Juli, el torero enciclop¨¦dico

Es posible que el torero Juli¨¢n L¨®pez, El Juli (39 a?os, Madrid) necesite un psic¨®logo. Desde que naci¨®, su peluche, su compa?ero de travesuras infantiles, su primer amor, su pareja de baile, su sue?o, su trabajo, su ilusi¨®n y casi su vida entera ha sido y sigue siendo el toro. Es como el ni?o Mowgli de El libro de la selva, criado entre animales salvajes, uno m¨¢s de la manada, al que solo le ha faltado ser parido por una vaca brava.

Es posible que El Juli piense que somos los dem¨¢s los que necesitamos la ayuda de un especialista porque no formamos parte de un mundo en el que su juguete lo es todo, el principio y el fin de la existencia. Sin duda, entre locos anda el juego, obsesionado uno por un animal at¨¢vico, y perturbados los dem¨¢s por el sentimiento que les provoca el encuentro entre un ser humano privilegiado y diferente y la belleza, la fuerza y el instinto de un toro.

El Juli naci¨® vestido de luces, hace a?os que es una consagrada figura del toreo, discutida tambi¨¦n por los m¨¢s exigentes, pero figura inapelable. Dotado, sin duda, de una superior inteligencia, causa de su enciclop¨¦dico conocimiento sobre su animal fetiche, es hoy, a punto de cumplir 40 a?os, un consumado catedr¨¢tico de la ciencia taur¨®maca.

El pasado d¨ªa 11 de mayo volvi¨® a Madrid; en la tranquilidad de su madurez personal, familiar ¨Dest¨¢ casado y es padre de tres hijos¨D y profesional, deslumbr¨® a Las Ventas con la magia de los privilegiados. Despleg¨® lo m¨¢s preciado e ¨ªntimo de toda una vida, dict¨® una lecci¨®n magistral sobre la belleza del arte del toreo, convenci¨® a los m¨¢s rigurosos y se erigi¨® en sumo sacerdote taurino.

Su biograf¨ªa es tan voluminosa como interminable. Su regalo de primera comuni¨®n fue torear una becerra y, desde entonces, toda su vida ha estado estrechamente ligada al capote, la muleta y la espada. Es una leyenda en M¨¦xico, adonde viaj¨® para quedarse a los 15 a?os y se convirti¨® en ¨ªdolo nacional. All¨ª se hizo novillero, sorprendi¨® por su innata capacidad, triunf¨® a lo grande en la plaza Monumental, indult¨® un novillo, aprendi¨® hasta 30 suertes y quites diferentes y le permiti¨® volver a Espa?a como una figura en ciernes.

Sali¨® a hombros en Madrid tras encerrarse con seis novillos en Las Ventas el 13 de septiembre de 1998; tom¨® la alternativa cinco d¨ªas m¨¢s tarde en Nimes y, desde entonces, no ha parado de acumular triunfos y trofeos y ha alcanzado todas las metas de quien sue?a con la cima del toreo.

Ha sido, tambi¨¦n, un torero censurado por quienes le reprochan su habitual inclinaci¨®n a anunciarse con los hierros ganaderos m¨¢s c¨®modos, sus ventajistas formas toreras y su escaso compromiso con el presente y futuro de la fiesta. No le acompa?a, quiz¨¢, su semblante adusto, su seriedad no impostada, su car¨¢cter aparentemente esquivo, que se transforma en la cara del toro, cuando impone su raz¨®n taurina y se erige en triunfador.

Es el rey de La Maestranza sin haber nacido a la orilla del Guadalquivir. En la reciente Feria de Abril ha salido por s¨¦ptima vez a hombros por la Puerta del Pr¨ªncipe y ha superado a Curro Romero, el Fara¨®n de Camas, santo y se?a de la afici¨®n sevillana. En aquel albero ha vivido Juli¨¢n algunas de las tardes m¨¢s felices de su vida, como aquel 16 de abril de 2018, cuando indult¨® al toro Orgullito de la ganader¨ªa de Garcigrande.

Se le ha atragantado siempre, por el contrario, la plaza de Madrid, donde la afici¨®n lo ha examinado con extrema dureza. Solo una vez, el 23 de mayo de 2007, ha saboreado la Puerta Grande, tras una hermosa faena al toro Cantap¨¢jaros de Victoriano del R¨ªo. No ha sido esa la ¨²nica ocasi¨®n en la que El Juli ha protagonizado faenas importantes en esta plaza, pero la taca?er¨ªa presidencial y la escasa simpat¨ªa que despierta en alg¨²n sector de la plaza le han impedido verlo de nuevo a hombros por la calle de Alcal¨¢.

Como sucedi¨® el pasado d¨ªa 11. Su actuaci¨®n, inmensa y magistral, fue merecedora del premio gordo y no pudo saborearlo. Esta tarde cierra su Feria de San Isidro de 2022. Vuelve como uno de los m¨¢s grandes despu¨¦s de convencer a los m¨¢s esc¨¦pticos. Y todos lo esperar¨¢n con los ojos abiertos, como se espera a un hombre nacido para el toro.