Un homenaje pendiente y largamente acariciado a Manolo Sanl¨²car

¡°Con Manolo Sanl¨²car el flamenco estaba en deuda y eso era algo que sab¨ªamos todos, hasta ¨¦l mismo¡±. Son palabras del guitarrista Juan Carlos Romero, uno de los disc¨ªpulos directos del maestro Sanl¨²car (que falleci¨® en agosto de 2022), que recibi¨® del Instituto Andaluz del Flamenco, impulsor del homenaje, el encargo de crear y dirigir un espect¨¢culo para recordar su figura y su legado. La gala se celebr¨® la noche del martes 25 de abril en el Teatro Villamarta de Jerez, el lugar de una de las ¨²ltimas apariciones p¨²blicas que se le recuerdan. Fue en 2019, cuando asisti¨® a la presentaci¨®n de la obra con la que la Compa?¨ªa de la bailaora Mercedes Ruiz, junto a otro de sus disc¨ªpulos, Santiago Lara, llev¨® al terreno de la danza su celebrada grabaci¨®n Tauromagia.

La idea de un homenaje a Sanl¨²car hab¨ªa sido abordada desde diversas instancias en los ¨²ltimos a?os, e incluso alguno de los intentos tuvo que ser suspendido debido a su delicado estado de salud. En esta ocasi¨®n, y aunque sea tras su marcha, se podr¨ªa decir que el espect¨¢culo planteado reun¨ªa los suficientes elementos y conocimientos de su obra para tributarle los honores que merec¨ªan su persona y su legado.

La lectura de la lista de participantes en el evento pod¨ªa resultar apabullante, pero para nada era gratuita. Todos respond¨ªan a la llamada de Romero que, en realidad, era la llamada del maestro: ¡°El nombre de Manolo, al que se ha querido mucho, ha allanado el camino¡±, declaraba el director art¨ªstico de la funci¨®n, que reconoc¨ªa que solo hab¨ªa recibido facilidades y que ¡°todo hab¨ªa encajado perfectamente¡±. Pocas personas tan conocedoras de la obra del guitarrista para reflejar su complejidad y su gran riqueza de perspectivas.

Para Romero son aspectos dif¨ªciles de concentrar en una sola persona: ¡°Est¨¢ su perfil arraigado en la tradici¨®n, reflejado en su obra Tauromagia; el sinf¨®nico, representado en Medea, la obra que cre¨® para el Ballet Nacional de Espa?a; el l¨ªrico de La Gallarda, la obra de teatro de Rafael Alberti a la que puso m¨²sica y el de vanguardia, con la grabaci¨®n Locura de brisa y trino junto a Carmen Linares¡±.

Todas esas vertientes recibieron la pertinente atenci¨®n en la gala, pero en ning¨²n momento se olvid¨® ese otro aspecto ineludible del maestro: su condici¨®n de escritor y pensador reflexivo, en muchos momentos atormentado, del que qued¨® conocida constancia en su libro de memorias El alma compartida, que es solo una parte de un gran corpus que est¨¢ a¨²n sin publicar, como record¨® el profesor Su¨¢rez Jap¨®n en una justa introducci¨®n. Juan Carlos Romero ha escarbado entre las muchas carpetas en las que Sanl¨²car fue vertiendo sus pensamientos para extractar una selecci¨®n de textos, todos ellos in¨¦ditos, con los que el actor Antonio Dechent se meti¨® en la piel de Sanl¨²car y fue intercalando sus reflexiones, de forma tan natural como brillante, entre las actuaciones de guitarra, de cante y de baile.

La enumeraci¨®n de la veintena de cuadros de la noche resultar¨ªa interminable, adem¨¢s de cansina. Pero es obligado dejar constancia de que, en conjunto, lograron transmitir la m¨²sica y el esp¨ªritu del gran maestro y que, sobre todo, contuvieron muchos momentos de emoci¨®n. Ver reunidos a sus disc¨ªpulos Rafael Riqueni, Jos¨¦ Antonio Rodr¨ªguez y el propio Romero ¡ªm¨¢s David Carmona, de la siguiente generaci¨®n¡ª reviviendo los temas de Tauromagia pudo ser uno de ellos. La docencia, la transmisi¨®n de saberes, siempre fue una preocupaci¨®n del maestro.

Tambi¨¦n son¨® viva la m¨²sica de una Medea que llevaron a la danza Merche Esmeralda, Eva Yerbabuena, Farruquito y Pastora Galv¨¢n. O el cante de La Macanita haciendo De Muleta como si no hubieran pasado los a?os (la interpret¨® en el disco cuando ten¨ªa diecinueve), y el de Carmen Linares recordando al Lorca de Locura de brisa y trino¡­ Dos horas para un espect¨¢culo bien hilvanado y con una caracter¨ªstica ¨²nica: su condici¨®n de irrepetible.