El cierre judicial del ¡®caso rueda¡¯ de la SGAE certifica que no hubo delitos pero deja dudas ¨¦ticas
El reciente rechazo a un recurso de la entidad concluye sin condenas ni culpables la causa penal sobre los ingresos millonarios que gener¨® la m¨²sica nocturna, donde no hubo corrupci¨®n aunque s¨ª alteraciones de mercado
La SGAE tiene su Gobierno. Pero, durante m¨¢s de una d¨¦cada, ni la Asamblea General ni la junta directiva marcaron el rumbo de la entidad tanto como otro organismo acostumbrado a decidir: los tribunales. Las llamadas operaci¨®n Saga, desde 2011, y rueda, a partir de 2016, sacudieron y paralizaron la principal entidad de gesti¨®n del derecho de autor en Espa?a, adem¨¢s de hundir su imagen: socios detenidos, ¨¦tica cuestionada, una lupa siempre encima. Ambos frentes judiciales comparten un largo desarrollo. Y, finalmente, un ep¨ªlogo sin condenas penales. Hace tres semanas la justicia desestim¨® dos recursos de la propia SGAE, personada como acusaci¨®n particular, y de la Organizaci¨®n Profesional de Editores Musicales que ped¨ªan reabrir el caso rueda, ya archivado en mayo. El auto considera demostrado que varios socios se embolsaron millones de euros gracias a la reiterada emisi¨®n de melod¨ªas en los programas de la madrugada, sin apenas audiencia. Y, sin embargo, reitera que no hubo delitos. Entonces, ?qu¨¦ hubo?
No les tocar¨¢ a otras cortes contestar: tras dos instancias, el caso ha llegado a su cierre definitivo sin penas ni culpables. Igual que para Saga, un presunto desv¨ªo de fondos del que todos los imputados, incluido el expresidente de la SGAE Eduardo Teddy Bautista, fueron absueltos en 2021. As¨ª que los salpicados por la operaci¨®n rueda, donde tambi¨¦n figuraba otro expresidente de la entidad, Jos¨¦ Miguel Fern¨¢ndez Sastr¨®n y 14 conocidas cadenas de televisi¨®n, tienen razones m¨¢s que leg¨ªtimas para lamentar una odisea vital por ilegalidades que nunca cometieron. Ni siquiera se ha convocado un juicio: el sobreseimiento ha llegado despu¨¦s de una largu¨ªsima fase de instrucci¨®n.
A posteriori, cabe cuestionar a?os y a?os de investigaciones e imputaciones ahora vac¨ªas de justificaci¨®n. Ni delito continuado contra la propiedad intelectual, ni falsedad documental, estafa, administraci¨®n desleal, receptaci¨®n, encubrimiento o blanqueo de capitales: todas esas acusaciones cayeron. Los recursos de SGAE y Opem intentaban mostrar que varios de estos frentes no se analizaron a fondo, pero la justicia, en sus autos de respuesta de hace pocas semanas, ha vuelto a discrepar.
Tampoco hubo corrupci¨®n entre particulares, el presunto delito que mantuvo abierto el caso, al no poderse demostrar el pago de d¨¢divas. El juez constata ¡°la inexistencia de datos objetivos que permitan sostener su existencia¡±; tira de las orejas tanto a la SGAE, por algunos momentos en los que se puso de perfil, tal vez por equilibrismo interno, como a la investigaci¨®n: ¡°La falta de indagaci¨®n en los movimientos de las cuentas bancarias impide corroborar la existencia de la transferencia o de otras que permitan sostener el pago de contraprestaciones¡±. Y recuerda otro argumento que remat¨® el caso: ¡°Las acusaciones particulares [incluida la propia SGAE] no han solicitado la continuaci¨®n del procedimiento¡±. El Ministerio Fiscal, que impuls¨® la causa, tambi¨¦n termin¨® pidiendo el sobreseimiento.
Sin embargo, una vez descartadas responsabilidades penales, todo lo que siempre fue criticado de la rueda aparece narrado, y corroborado al detalle, en el auto que archiv¨® el caso. As¨ª que las respuestas judiciales dejan certezas, pero tambi¨¦n unos cuantos interrogantes ¨¦ticos y reglamentarios. ¡°Si se suma la recaudaci¨®n suya y la de su cesionaria Doble Abadir en 2012, el Sr. [Juan] L¨®pez M¨¢rquez se sit¨²a en el puesto 1? del ranking de recaudaci¨®n de socios de SGAE (no editores). A pesar de lo anterior, ninguna de sus obras se encuentra entre las m¨¢s escuchadas en otros medios ni en venta de discos, ni en descargas a trav¨¦s de plataformas digitales, lo cual es muy significativo¡±, se lee en el escrito firmado en mayo por Ismael Moreno, del Juzgado Central de Instrucci¨®n n¨²mero 2 de la Audiencia Nacional.
¡°La pr¨¢ctica conocida como ¡®la rueda¡¯ era habitual, estaba normalizada¡±, agrega el texto. As¨ª se conoce el hecho de que varios socios de la SGAE se hicieran de oro llenando la parrilla nocturna con sus melod¨ªas. Sus defensores siempre subrayaron que, a falta de espacio en prime time, dominado por las multinacionales de la discograf¨ªa, al menos la madrugada daba cabida a los peque?os m¨²sicos espa?oles. Pero el fallo recoge que la investigaci¨®n pudo confirmar muchos de los aspectos m¨¢s cuestionados: retocar m¨ªnimamente o incluso en absoluto obras de dominio p¨²blico y registrarse como autor; atribuir a familiares y conocidos la autor¨ªa de otras sinfon¨ªas para no llamar en exceso la atenci¨®n. ¡°Las personas denunciadas, hasta el 2005, ten¨ªan registradas un total de 106 obras por cuya emisi¨®n recaudaron un total de 553.657,76 euros, en tanto que en el periodo 2006-2012 registran 24.981 obras y recaudan 25.736.577,07 millones de euros¡±, se lee.
¡°Tambi¨¦n se logra acreditar que ¨¦stos mantienen relaciones con responsables de diferentes cadenas televisivas, tanto p¨²blicas como privadas, en las cuales sus repertorios musicales est¨¢n siendo emitidos cuando menos con alg¨²n ¡®trato de favor¡±, contin¨²a el auto. El fallo reconstruye c¨®mo los implicados ced¨ªan parte de los derechos a editoriales de las propias cadenas. Y as¨ª, finalmente, todos cobraban cifras de muchos ceros. Los autores, por la retransmisi¨®n de sus piezas. Y las emisoras, como due?as parciales de los derechos. Adem¨¢s, ya que la SGAE se rige por un sistema interno que otorga m¨¢s votos a quien m¨¢s recaude, los beneficiados por la rueda tambi¨¦n influ¨ªan en las elecciones y el gobierno de la entidad.
La investigaci¨®n apunt¨® a un presunto fraude que pod¨ªa ¡°ascender a 100 millones entre 2006 y 2011¡å, seg¨²n el auto de mayo. La televisi¨®n supone la principal fuente de ingresos de la SGAE. Y el dinero se reparte seg¨²n el uso del cat¨¢logo de cada autor y las franjas del d¨ªa. Una emisi¨®n en prime time vale m¨¢s que una nocturna, pero la diferencia de porcentaje, durante a?os, no fue tan grande como la de audiencia. Y ah¨ª empez¨® a girar la rueda. Todav¨ªa en el primer semestre de 2018, la franja nocturna recaud¨® el 40% de los ingresos que la SGAE obtuvo de temas interpretados en televisi¨®n.
¡°El trato de favor es evidente y el acaparamiento del mercado, tambi¨¦n¡±, se lee en el auto de mayo. Por todo ello el Ministerio de Cultura apercibi¨® y estuvo a punto de intervenir la SGAE; la Cisac, la organizaci¨®n mundial de las entidades de gesti¨®n, la expuls¨® durante un tiempo y el Congreso se vio obligado a legislar: ninguna franja horaria ya puede suponer m¨¢s del 20% del total de los ingresos generados por la emisi¨®n en televisi¨®n. ¡°Todo eso ha sido una cosa corrupta, en la que t¨² y yo nos hemos hecho ricos, cosa que no deja de ser del todo cierta, pero tambi¨¦n se han hecho ricos otros, haciendo sus trabajos...¡±, comparten en una conversaci¨®n telef¨®nica intervenida y recogida por el juez dos de los socios de la SGAE que fueron investigados.
La ley ya cambi¨®. El reglamento interno de la entidad tambi¨¦n. La causa judicial ha terminado. Tal vez al fin la rueda caiga en el olvido. Ha quedado establecido que no fue una trama delictiva. Dif¨ªcil definir qu¨¦ fue. Muchas de esas sinfon¨ªas, como recuerdan los autos, se emit¨ªan de fondo en programas nocturnos de tarots y hor¨®scopos. Puede que ahora, por lo menos, en las cartas se lea un futuro m¨¢s tranquilo para la SGAE.
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