La explosi¨®n mundial del f¨²tbol femenino
La Copa del Mundo de Francia impuls¨® un fen¨®meno que en 2019 dio el gran salto y trascendi¨® al propio deporte, sobre todo en Espa?a
Dentro de unas d¨¦cadas, cuando el f¨²tbol practicado por mujeres haga inventario de su evoluci¨®n, 2019 aparecer¨¢ destacado en rojo chill¨®n. El tiempo dir¨¢ hasta d¨®nde es capaz de llegar, pero el a?o que se fue marc¨® un punto y aparte. Explot¨® y se reivindic¨® a partes iguales en todo el planeta con el Mundial de Francia como gran amplificador. Tambi¨¦n en Espa?a. La selecci¨®n gan¨® el primer partido en una Copa del Mundo, se registr¨® el r¨¦cord de asistencia a un encuentro, un equipo (el Bar?a) escal¨® hasta la final de la Champions, el Real Madrid se anim¨® al fin a entrar en un mundo que hasta entonces hab¨ªa rehuido y se acord¨® un convenio colectivo pionero en Europa. Una colecci¨®n de hitos que, en realidad, no fueron solo deporte, sino una forma m¨¢s de reclamar la igualdad entre ambos g¨¦neros.
Ning¨²n momento expres¨® mejor este terremoto que la final del Mundial, vista por 82 millones de personas a trav¨¦s de la televisi¨®n, un 56% m¨¢s que en la edici¨®n de 2015. En el estadio del Lyon, una parte importante de los 60.000 espectadores rompieron a gritar de forma espont¨¢nea "Equal pay, equal pay" (igualdad salarial, igualdad salarial). Abajo, en el c¨¦sped, Estados Unidos acababa de ganar su cuarto t¨ªtulo ante Holanda (2-0) y all¨ª lo estaba celebrando Megan Rapinoe, mucho m¨¢s que la estrella del equipo campe¨®n. Ella se convirti¨® en la gran referente del f¨²tbol por los derechos de las mujeres, las minor¨ªas y el colectivo LGTBI. La trascendencia de esta californiana de 34 a?os y el alcance de su discurso superaron con mucho sus ¨¦xitos en el campo, que no pudieron ser mayores: mejor jugadora y m¨¢xima goleadora del torneo (seis dianas), coronados meses despu¨¦s con el Bal¨®n de Oro.
Su enfrentamiento con Trump, agua y aceite, fue el s¨ªmbolo de este movimiento s¨ªsmico, la tormenta perfecta para visibilizar dos mundos antag¨®nicos. Si ganaban, le advirti¨® d¨ªas antes de la final, no ir¨ªan a "la puta Casa Blanca". "?Termina el trabajo!", le respondi¨® el presidente de EE UU. Lo acab¨® y cumpli¨® su promesa junto al resto de sus compa?eras: no fueron a ofrecerle el trofeo. De vuelta a su pa¨ªs, con 300.000 personas celebrando el triunfo en Nueva York, continu¨® su ataque: "Tu mensaje excluye a gente que se parece a m¨ª".
Esta fue la mayor sacudida, pero las reivindicaciones del papel creciente de la mujer en el f¨²tbol fueron constantes. Rapinoe lo hizo sobre el terreno y la noruega Ada Hegerberg, mejor jugadora del mundo en 2018, con su ausencia. Renunci¨® a disputar el campeonato para denunciar la discriminaci¨®n que, a su juicio, sufre respecto a la selecci¨®n masculina de su pa¨ªs en premios, infraestructuras y medios. La comparaci¨®n econ¨®mica global entre este Mundial y el de hombres del a?o anterior alimenta los motivos de su plante: 26 millones para 24 equipos femeninos frente a 356 millones para 32 conjuntos masculinos. La FIFA prometi¨® aliviar este abismo duplicando su aportaci¨®n en la cita de 2023.
M¨¢s para consumo interno qued¨® la arenga a las nuevas generaciones de la brasile?a Marta, otro icono, seis veces elegida la n¨²mero uno del planeta. ¡°No vais a tener una Marta para siempre, una Cristiane, una Formiga¡ Y el f¨²tbol femenino depende de vosotras¡±, alert¨® la m¨¢xima anotadora de la historia de los Mundiales (17 tantos, uno m¨¢s que el alem¨¢n Klose).
La selecci¨®n espa?ola se reivindic¨® de palabra y en el campo. El grupo dirigido por Jorge Vilda, en su segunda participaci¨®n, sum¨® su primer triunfo en un Mundial (3-1 contra Sud¨¢frica) y se estren¨® en unos octavos, donde le hizo pasar un mal rato al conjunto de Estados Unidos de Rapinoe, solo vencedora con dos penaltis (2-1). Por primera vez, las Jenni Hermoso, Mapi Le¨®n, Virginia Torrecilla o Alexia Putellas desfilaron a principios del verano en la misma pasarela que, hasta entonces, hab¨ªan monopolizado los Ramos, Piqu¨¦, Busquets o Morata. 22 medios se desplazaron a Francia para cubrir el torneo (apenas cuatro lo hicieron en Canad¨¢ 2015) y la cadena que retransmiti¨® los partidos, Gol, alcanz¨® su mejor dato de audiencia (12,8% de share ante EE UU).
La Copa del Mundo lo cambi¨® todo, pero antes ya hubo se?ales de que se hab¨ªa abierto un nuevo mundo futbol¨ªstico. En solo un mes se bati¨® dos veces el r¨¦cord de espectadores en los estadios espa?oles. El Athletic meti¨® 48.121 personas en San Mam¨¦s para el choque copero contra el Atl¨¦tico, que poco despu¨¦s logr¨® una cifra que parec¨ªa inimaginable: 60.739 en Liga ante el Barcelona. Un periodista estadounidense de The New York Times cruz¨® expresamente el Atl¨¢ntico para contar lo ocurrido esa ma?ana de finales de invierno en el Wanda, s¨ªmbolo de la magnitud del acontecimiento.
Lo de menos fue lo que pas¨® en el c¨¦sped. El Bar?a gan¨® (0-2), pero no impidi¨® el tercer alir¨®n consecutivo del Atl¨¦tico. La crecida azulgrana sucedi¨® en la Champions. Fue el primer equipo espa?ol en disputar una final, aunque ah¨ª choc¨® de cabeza con un imperio, el del Lyon, que levant¨® su cuarto t¨ªtulo seguido. Para la media hora de juego ya venc¨ªa 4-0 (4-1 al final). Esta temporada, los cuartos de final enfrentar¨¢n a los dos grandes de Espa?a, a los que este a?o les ha salido una nueva competencia, un gigante todav¨ªa en pa?ales. Ahora se llama Tac¨®n y la pr¨®xima campa?a ya ser¨¢ el Real Madrid. Despu¨¦s de mirar varios a?os para otro lado, el club blanco entr¨® en el f¨²tbol femenino comprando por 400.000 euros la plaza de un reci¨¦n ascendido, una entidad creada en 2014 por una exatl¨¦tica, Ana Rossell, que siempre busc¨® su fusi¨®n con la planta noble del Bernab¨¦u. Renov¨® media plantilla con fichajes internacionales y, aunque su estreno fue traum¨¢tico (9-1 ante el Bar?a) y lleg¨® a estar en descenso, poco a poco se va enderezando.
Contingencias deportivas, en todo caso, en comparaci¨®n con el logro de pactar el primer convenio colectivo en una Liga europea. Hicieron falta 14 meses, 29 reuniones y una huelga, que paraliz¨® por completo la competici¨®n a mediados de noviembre, para firmar un preacuerdo entre patronal y sindicatos que debe dar lugar a un texto hist¨®rico por el que ya se han interesado en otras partes del mundo. Un avance que explica bien qu¨¦ ha sido este 2019 para el f¨²tbol femenino: mucho m¨¢s que un asunto deportivo.
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