Juan Benet muere a los 65 a?os
El escritor e ingeniero deja una de las obras m¨¢s exigentes de la literatura espa?ola
Un cuadro pintado por Juan Benet con un gris y un azul muy ingenuos reproduce el momento en que "el Invincible recoge a los n¨¢ufragos del Geisenau", en las Malvinas. Est¨¢ pintado en 1975, y en la parte delantera del cuadro se agitan peque?as manchas oscuras que reproducen n¨¢ufragos, y que ser¨ªan los protagonistas; al menos, ese es el car¨¢cter, el de n¨¢ufrago, que Benet le atribuy¨® al amigo a quien se lo regal¨®, Eduardo Chamorro.No se puede entender la obra de Benet sin comprender que la escribi¨® en una ¨¦poca, la posguerra y el franquismo, interpretada por ¨¦l como un vasto naufragio. Hijo de un abogado ejecutado por milicianos anarquistas en los primeros d¨ªas de la guerra, Benet se cas¨® con su prima hermana, Nuria Jordana, hija de una familia nacionalista catalana, que regres¨® del exilio para casarse y con el tiempo estableci¨® en su casa severas normas para proteger a sus cuatro hijos del ahogo de la dictadura: all¨ª no se escuchaba la radi¨®, recuerda un amigo, y no entr¨® la televisi¨®n. Nuria muri¨®. tr¨¢gicamente en 1974. Benet se volvi¨® a casar hace unos a?os con la poetisa Blanca Andreu. Seg¨²n Eduardo Chamorro, tampoco es posible entender a Benet sin dos personas y la muerte de su padre. Las dos personas son su hermano mayor Francisco, Paco, y el ingeniero Pablo Garc¨ªa Arenal, su jefe y amigo durante d¨¦cadas.Sobrevivir "Benet es el ¨²nico autor espa?ol actual del que tengo la certeza que su obra le sobrevivir¨¢", dijo el novelista Jos¨¦ Mar¨ªa Guelbenzu, en un juicio del que se hizo eco la editora Felisa Ramos: "Benet es uno d¨¦ los escritores m¨¢s importantes de la literatura en castellano en cualquier ¨¦poca", dijo, "y en cualquier caso su obra es la m¨¢s personal de la posguerra, con una influencia larvada, de largo alcance, en los escritores espa?oles j¨®venes".Para Guelbenzu, "hay escritores terminales, como Beckett, y otros seminales, que abren caminos, como Faulkner. Benet no admite continuidad, pero es seminal al haber sido el que m¨¢s ha obligado alos que le segu¨ªan a ser tan exigentes". Y seg¨²n Alejandro G¨¢ndara, Benet conceb¨ªa el lenguaje como "una forma de investigaci¨®n que tiene que ver con el compromiso de la literatura tras la Guerra Mundial".
Juan Benet muere reconocido por los lectores m¨¢s exigentes y la cr¨ªtica (que le dio su premio en 1984 por Herrumbrosas lanzas), pero sin ninguno de los grandes premios institucionales que han proliferado en Espa?a. Sus comienzos fueron dif¨ªciles, lo que hace parte de Su leyenda. Se autopublic¨® su primer libro de cuentos, Nunca llegar¨¢s a nada (1961), y s¨®lo en 1967 logr¨® la edici¨®n por Destino de su novela m¨¢s emblem¨¢tica, Volver¨¢s a Regi¨®n, despu¨¦s de m¨²ltiples rechazos y reescrituras. El editor de Destino, Andreu Teixidor, que manifest¨® su admiraci¨®n por Benet, dijo ayer que no ve motivos para revisar el contrato que liga a este libro con la editorial -una circunstancia pol¨¦mica- ya que a su juicio son justas las condiciones, de las que se seguir¨¢n beneficiando los herederos. Benet tampoco entr¨® en la Academia, a la que fue presentado en dos ocasiones. Estos hechos no son casuales. Reflejan una fuerte corriente de opini¨®n proclive a la narratividad, y tampoco son ajenos a posiciones pol¨ªticas y a cierta animadversi¨®n hacia el escritor como figura p¨²blica, que responden a su compromiso de ciudadano: Benet no se mord¨ªa la lengua y era conocido por sus opiniones Pol¨¦micas, a veces de hielo, en literatura como en pol¨ªtica, ingenier¨ªa, arte o m¨²sica. Horas antes de su muerte, su hijo pintor, Eugenio, termin¨®, siguiendo sus instrucciones, la ilustraci¨®n de la portada de Sa¨²l ante Samuel, su obra m¨¢s tensa, para la pr¨®xima reedici¨®n de Alfaguara.
Si como dijo alguien, el valor de un hombre se puede medir por el afecto que supo suscitarentre sus amigos, entonces Juan Benet merece un monumento. Siete meses despu¨¦s de la muerte de Juan Garc¨ªa Hortelano, con quien manten¨ªa una relaci¨®n diaria -"vamos a ver de qu¨¦ humor est¨¢ hoy el ingeniero", dec¨ªa-, la muerte de Benet produjo ayer entre los admiradores de este constructor de lagos y de mitos esa pudorosa tristeza con que en Espa?a se recibe a la muerte cuando se vive como p¨¦rdida.
Babelia
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