La Inspecci¨®n forz¨® dos de cada diez cambios de contrato temporal a fijo porque detect¨® fraude
Las casi 200.000 conversiones instadas por Trabajo en 2018 son la cifra m¨¢s alta en los ¨²ltimos 12 a?os
La tasa de empleo temporal en Espa?a es, por costumbre, la m¨¢s alta de Europa. Y la diferencia no se explica solo por la importancia del turismo y otras actividades estacionales. Ese abuso tan extendido se aprecia con claridad en lo sucedido en las conversiones de contratos temporales a fijos en 2018. Se transformaron a indefinidos m¨¢s de 970.000, y, del total, unos 195.000 se convirtieron tras detectar la Inspecci¨®n de Trabajo indicios de fraude. Es decir, el 20%. Tanto la cifra absoluta como el porcentaje son los m¨¢s altos en los ¨²ltimos 12 a?os y coinciden con el plan de choque que el Gobierno lanz¨® el verano pasado.
No es un secreto para nadie que en Espa?a se abusa de la contrataci¨®n temporal. Y se abusa mucho. En teor¨ªa, cuando se firma un contrato temporal debe existir una causa justificada: aumento puntual o estacional de la producci¨®n, la formaci¨®n de un trabajador, una sustituci¨®n pasajera¡ El reverso de estas condiciones lleva a que, siguiendo la norma, no se deba emplear a alguien que ya sabe un oficio durante unos meses y tenerlo a examen antes de hacerlo fijo; para eso est¨¢n los periodos de prueba en los contratos indefinidos. Ni tampoco est¨¢ permitido que un puesto de trabajo estructural lo cubra un empleado eventual. Pero esto pasa en el mercado laboral espa?ol a diario y no solo en las empresas privadas. Las administraciones ¡ªespecialmente en el sector sanitario¡ª se han llevado m¨¢s de un bocinazo de los tribunales por abusar.
A la par que la sensaci¨®n de precariedad creciente que ha acompa?ado a la recuperaci¨®n laboral en los ¨²ltimos a?os, o quiz¨¢ por ella, la lucha contra los abusos en la temporalidad injustificada ha cogido cierto impulso en los ¨²ltimos a?os. La eficacia de la Inspecci¨®n de Trabajo para detectarla y forzar la conversi¨®n de los contratos temporales en indefinidos ha crecido.
M¨¢s eficacia en el control
Hace 10 a?os las transformaciones instadas por la polic¨ªa laboral tras detectar fraude supon¨ªan el 5% del total. Ese porcentaje y la cifra absoluta han aumentado en los ¨²ltimos a?os con alguna interrupci¨®n hasta llegar al salto de 2018. Pese a esto, no se puede negar que esta lucha no est¨¢ sirviendo para reducir el exceso de temporalidad en el mercado de trabajo espa?ol: el 27% de asalariados a finales de 2018 eran temporales, una tasa creciente desde que empez¨® a crearse empleo.
Sin embargo, el a?o pasado hubo 970.838 conversiones de contratos temporales a fijos. De ellas, 194.295 llegaron despu¨¦s de que los inspectores actuaran. Buena parte de este salto, tanto en n¨²meros absolutos (en 2017 hubo 102.000 conversiones menos) como en porcentaje (pasa del 11,9% al 20%) se debe al plan de choque contra el abuso de los eventuales puesto en marcha por el Gobierno en verano. La primera acci¨®n de ese plan consisti¨® en el env¨ªo masivo de cartas en las que se advert¨ªa a las empresas de que hab¨ªa indicios de fraude en la contrataci¨®n temporal que hac¨ªa y que de no convertirlos en indefinidos recibir¨ªan una visita de la Inspecci¨®n. Esto provoc¨® una primera oleada de transformaci¨®n de 61.445 contratos temporales en contratos indefinidos.
A estos hay que sumar las 132.850 conversiones que realiz¨® la propia Inspecci¨®n con su actuaci¨®n ordinaria. De la suma de ambas y el cruce hecho por EL PA?S con los datos del servicio p¨²blico de empleo, que contabiliza las conversiones del plan de choque del Gobierno pero no las ordinarias, surge ese porcentaje del 20% de conversiones que resultan de la mano dura de la Inspecci¨®n.
¡°No me sorprende ese porcentaje tan alto¡±. La respuesta que dan Mercedes Mart¨ªnez, de la Uni¨®n Progresista de Inspectores de Trabajo (UPIT), y Ana Ercoreca, del Sindicato de Inspectores de Trabajo, coincide cuando se les pregunta por estas cifras. Tampoco otros dos inspectores consultados para esta informaci¨®n, que prefieren no dar su nombre, se sorprenden. Incluso se?alan que es un porcentaje bajo para lo que ellos se encuentran en el d¨ªa a d¨ªa. Lo mismo opinan en CC OO y UGT. Este sindicato llega a hablar de ¡°adicci¨®n a la contrataci¨®n temporal fraudulenta¡± de los empresarios.
Abuso empresarial
¡°Yo lo que veo es que los empresarios, de entrada, tienen miedo a hacer un contrato indefinido y si pueden lo hacen temporal¡±, contin¨²a Ercoreca. Tambi¨¦n matiza: ¡°Cuando lo requerimos, la gente lo transforma. Eso se tiene interiorizado¡±. Esta inspectora se refiere a una pr¨¢ctica muy extendida en la Inspecci¨®n y es que, una vez se ha detectado la infracci¨®n, lo que suele hacer el funcionario es instar a la conversi¨®n y no sancionar si se acata. Se pretende, con esto, no perjudicar al trabajador afectado (que podr¨ªa perder su empleo si el empresario debe hacer frente al gasto de una sanci¨®n) y lograr la estabilizaci¨®n en el puesto de trabajo.
La responsable de Relaciones Laborales de CEOE, Rosa Santos, niega el ¡°¨¢nimo defraudatorio¡± de los empresarios. Ella vincula el aumento de la contrataci¨®n en los ¨²ltimos a?os y tambi¨¦n de las conversiones al incremento de la actividad. ¡°Las empresas necesitan m¨¢rgenes de flexibilidad y se recurre a los contratos temporales¡±, justifica.
Otro punto que se?ala Santos ¡ªy con raz¨®n, a tenor de las estad¨ªsticas¡ª es que tambi¨¦n en el sector p¨²blico se abusa de la temporalidad. Por ejemplo, hay una sentencia de 2016 Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea apuntando a la Sanidad. Y, adem¨¢s, aqu¨ª hay varios problemas: a diferencia de lo que sucede en las empresas privadas, la Administraci¨®n P¨²blica no se sanciona a s¨ª misma y no se puede conseguir una plaza fija en el sector p¨²blico sin pasar por una oposici¨®n.
La valoraci¨®n sindical es opuesta a la de Santos. ¡°Estos datos son una muestra m¨¢s de que la temporalidad y la rotaci¨®n abusiva del mercado laboral¡±, lamenta Lola Santillana, de CC OO. Desde UGT, Gonzalo Pino reclama que se convierta en ¡°cuesti¨®n de Estado recomponer esta situaci¨®n estableciendo medidas realmente disuasorias de estas pr¨¢cticas ilegales¡±.
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