Operaci¨®n Chamart¨ªn: un proyecto inmobiliario gafado durante 26 a?os
Ning¨²n plan ha llegado tan lejos como el que el Pleno municipal tiene previsto aprobar este mes: desde 1993, cada vez que parec¨ªa que Madrid Nuevo Norte saldr¨ªa adelante, algo lo impidi¨®
La comisi¨®n de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid ha dado este mi¨¦rcoles luz verde a Madrid Nuevo Norte y todos los astros parecen alineados esta vez para que la conocida como Operaci¨®n Chamart¨ªn salga adelante. Aunque la cosa va m¨¢s de cuerpos terrenales que de celestes. Durante tres d¨¦cadas ha sido imposible un consenso entre las tres administraciones competentes (Fomento, Ayuntamiento y Comunidad de Madrid) y la empresa concesionaria (la actual Distrito Castellana Norte, que es una sociedad de BBVA y Grupo San Jos¨¦). Y las dos ocasiones en que el acuerdo fue factible, se interpusieron dos hechos funestos en la historia de Espa?a.
Primero en 2004, cuando los tres Gobiernos implicados (todos en manos del PP, con Aznar, Aguirre y Gallard¨®n al frente) fijaron una fecha para estampar su firma en el proyecto. Nunca se produjo porque el d¨ªa previsto estallaron bombas en cuatro trenes de la capital, en los tr¨¢gicos atentados del 11-M. La segunda ocasi¨®n lleg¨® en diciembre de 2008. Entonces s¨ª hubo firma pero tres meses antes se hab¨ªa desplomado en EE UU Lehman Brothers y la onda expansiva provoc¨® la Gran Recesi¨®n, lo que compromet¨ªa seriamente la viabilidad econ¨®mica del plan.
Pero para relatar la larga lista de circunstancias que han lastrado la Operaci¨®n Chamart¨ªn, hay que remontarse mucho m¨¢s atr¨¢s. El proyecto arranc¨® en marzo de 1993, cuando Renfe sac¨® a concurso un proyecto para enterrar las v¨ªas de la estaci¨®n de Chamart¨ªn, entonces la de mayor tr¨¢fico de Espa?a, y urbanizar sobre ellas una parcela de 610.000 metros cuadrados. Ese octubre ganaba una propuesta conjunta de San Jos¨¦ y Argentaria, que entonces era un banco p¨²blico y hoy la ¨²ltima sigla del BBVA. Curiosamente, el entonces BBV tambi¨¦n se hab¨ªa presentado al concurso.
El plan ya arranc¨® con tensiones pol¨ªticas. Unas convirtieron a Chamart¨ªn en ¡°la mayor operaci¨®n urban¨ªstica de la segunda mitad del siglo XX¡±, ya que la exigencia de que englobar¨¢ una soluci¨®n para prolongar el Paseo de la Castellana hizo que la superficie de actuaci¨®n pasase de las 61 hect¨¢reas iniciales a m¨¢s de 300.
Pero el mayor enfrentamiento no fue el esperado: aunque en 1995 Gallard¨®n lleg¨® a la Comunidad, que coincid¨ªa as¨ª en color pol¨ªtico con el Consistorio, su tira y afloja con ?lvarez del Manzano por la edificabilidad dur¨® a?os. El alcalde cedi¨® (pasando de 5.000 a 20.000 pisos, con una ampliaci¨®n de parcelas y de la densidad) cuando su cargo ya estaba destinado precisamente a Gallard¨®n. Aguirre fue a la Comunidad y se lleg¨® a un pacto que fue el que frustr¨® el 11-M.
Un nuevo enfrentamiento
La llegada de Zapatero a La Moncloa en 2004 abri¨® otro frente. Gallard¨®n y Aguirre ped¨ªan que Fomento pagase mayor parte de las infraestructuras. Pas¨® una legislatura hasta la firma de 2008, cuando a la crisis se superpusieron los contratiempos judiciales. El plan previsto fue paralizado en los juzgados porque la ley de suelo que hab¨ªa hecho Aguirre, en la que introdujo algunas cl¨¢usulas para asegurar el control auton¨®mico del planeamiento, imped¨ªa levantar m¨¢s de cuatro alturas.
Toc¨® rehacerlo y la reforma culmin¨® en la v¨ªspera de las elecciones municipales de 2015, sin tiempo para aprobarla. En los comicios venci¨® Ahora Madrid y Carmena dijo que repensar¨ªa el proyecto. Lo hizo dos veces, la primera unilateralmente y la segunda ya con consenso de Fomento y la parte empresarial. Faltaba solo el informe auton¨®mico de impacto ambiental (el as que se hab¨ªa reservado Aguirre en su d¨ªa). Lleg¨® de nuevo a pocos d¨ªas de unos comicios locales que dieron otro vuelco. Pero esta vez, PP y Ahora Madrid prometen aprobar el plan que m¨¢s lejos ha llegado.
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