Pa¨ªses Bajos, territorio de tr¨¢nsito para que la inversi¨®n extranjera pague menos impuestos

Una buena parte de las inversiones que Espa?a recibe del extranjero har¨ªa al menos una escala si viajara en avi¨®n. Y esta ser¨ªa, en la mayor¨ªa de los casos, en Luxemburgo o en Pa¨ªses Bajos. As¨ª lo reflejan las ¨²ltimas estad¨ªsticas del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo: el 40% de los flujos brutos que desembarc¨® en Espa?a en la ¨²ltima d¨¦cada proced¨ªa de uno de estos dos territorios, aunque su origen ¨²ltimo estuviera en otras latitudes, con Estados Unidos a la cabeza. ?La raz¨®n? ¡°Tienen un sistema fiscal muy beneficioso para las multinacionales¡±, resume Jos¨¦ Mar¨ªa Pel¨¢ez, inspector de Hacienda del Estado.

Para seguir con la met¨¢fora, se podr¨ªa decir que muchos estadounidenses que viajaron a Espa?a en los ¨²ltimos 10 a?os no cogieron un vuelo directo. Prefirieron parar en Luxemburgo o Pa¨ªses Bajos antes de aterrizar en la pen¨ªnsula ib¨¦rica para aprovechar los agresivos descuentos de sus duty free. Una pr¨¢ctica legal, pero que resta ingresos a Espa?a.

La estad¨ªstica del ministerio permite distinguir entre pa¨ªs inmediato y ¨²ltimo de la inversi¨®n extranjera. El primer concepto indica el territorio de tr¨¢nsito, es decir, las jurisdicciones desde donde salen los fondos; el segundo se refiere al territorio de origen del dinero. Si no hubiese ninguna triangulaci¨®n, las dos cifras coincidir¨ªan. Pero no es as¨ª. De hecho, Luxemburgo y Pa¨ªses Bajos ocupan las primeras dos posiciones en cuanto a flujos brutos inmediatos que llegan a Espa?a, pero no pasa lo mismo si se miran los territorios de procedencia de los fondos.

Luxemburgo envi¨® unos 89.000 millones de euros en inversi¨®n bruta entre 2011 y el tercer trimestre de 2022; 47.000 millones en el caso de Pa¨ªses Bajos. En conjunto, unos 137.200 millones de euros sobre un total de 320.232 millones. El primer pa¨ªs de origen de la inversi¨®n extranjera directa en Espa?a, en cambio, es Estados Unidos. En el mismo periodo invirti¨® 56.000 millones ¡ªle siguen el Reino Unido (41.000 millones) y Francia (36.000) como mayores inversores¡ª, aunque no todo directamente. De esta cifra, el 70% hizo escala en uno de los dos pa¨ªses comunitarios.

¡°Todos los productos relativos a las inversiones, como dividendos, c¨¢nones, intereses o royalties no tributan en Pa¨ªses Bajos¡±, explica Pel¨¢ez. Si una multinacional estadounidense prestara dinero a su filial espa?ola, por ejemplo, esta se deducir¨ªa el pr¨¦stamo como gasto y pagar¨ªa intereses a la matriz que tributar¨ªan en Estados Unidos. Al contrario, en Pa¨ªses Bajos no pagar¨ªa nada por ello. ¡°En lugar de intereses podr¨ªamos hablar de intangibles, algo en que est¨¢ m¨¢s especializada Irlanda. ?Cu¨¢nto vale usar una marca o un logo? Al final, lo que hacen es vaciar la base imponible en los pa¨ªses donde operan¡±, resume el inspector de Hacienda.

No es casualidad que en Estados Unidos tengan sede las mayores multinacionales del globo, como Amazon o Apple, y que estas sean, a la vez, las que m¨¢s eluden impuestos a nivel global a trav¨¦s de complejas planificaciones fiscales. Seg¨²n el proyecto Missing Profits, elaborado por investigadores de las Universidades de Berkeley y Copenhague, las grandes corporaciones estadounidenses desplazan el 60% de sus beneficios hacia lugares de menor fiscalidad, frente al 40% promedio. Pa¨ªses Bajos, donde la corporaci¨®n espa?ola Ferrovial ha anunciado que mover¨¢ su sede en una decisi¨®n que no ha sentado bien al Gobierno, es al contrario un ganador neto: en 2019 logr¨® un 19% m¨¢s en impuestos por las ganancias trasladadas ah¨ª. Luxemburgo e Irlanda, m¨¢s de un 50%.

Triangulaciones

Estos agujeros negros dentro de la UE ¡ªseg¨²n la ONG Tax Justice, los santuarios fiscales europeos, junto al Reino Unido y Suiza, son los principales responsables de la elusi¨®n fiscal global¡ª no solo ofrecen una tributaci¨®n ventajosa para determinados activos. Tambi¨¦n permiten rebajar la factura de las corporaciones que se muden ah¨ª gracias a acuerdos a medida o a convenios preferenciales que tienen con territorios de fiscalidad pr¨¢cticamente inexistente, como las Antillas holandesas. Algunos de estos tinglados son muy conocidos, como el doble irland¨¦s y el s¨¢ndwich holand¨¦s, y en ocasiones han sido el epicentro de sonados esc¨¢ndalos.

Ocurri¨® con los tax rulings de Luxemburgo, acuerdos fiscales ad hoc entre multinacionales extranjeras y el gran ducado que se conocieron en 2014 gracias a una filtraci¨®n period¨ªstica que salpic¨® a Jean-Claude Juncker, primer ministro del pa¨ªs cuando se firmaron los pactos impositivos y presidente de la Comisi¨®n Europea cuando salieron a la luz. Irlanda, por otro lado, fue presionada para que reformara su sistema fiscal tras destaparse que Google movi¨® miles de millones desde Dubl¨ªn a su filial holandesa de las Bermudas para eludir impuestos en Europa.

Aunque Bruselas mire con recelo las pr¨¢cticas impositivas, legales pero poco solidarias, de algunos de sus socios ¡ªcausaron chispas durante las negociaciones del plan de recuperaci¨®n durante la pandemia¡ª, tiene las manos atadas por s¨ª misma. La pol¨ªtica fiscal de la UE no est¨¢ armonizada y la ¨²nica manera de tomar decisiones en este ¨¢mbito es de forma un¨¢nime, lo que implica que con tan solo un voto en contra se frene cualquier posible cambio. Por esta misma raz¨®n, la lista comunitaria de para¨ªsos fiscales no incluye a ning¨²n miembro del club y, pese a que el Gobierno espa?ol haya digerido mal la decisi¨®n de Ferrovial, poco puede hacer para revertirla.

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