Los bancos centrales empiezan a echar el freno tras la mayor subida de tipos desde los a?os ochenta
Washington y Fr¨¢ncfort encaran el fin de un ciclo de alzas ante el endurecimiento en la concesi¨®n de cr¨¦dito y las turbulencias financieras
El gobernador del Banco de Australia, Philip Lowe, decidi¨® disculparse ante los ciudadanos por haber errado. El banquero central hab¨ªa anticipado en 2020 que los tipos de inter¨¦s no subir¨ªan hasta 2024. Miles de ciudadanos pudieron tener en cuenta ese c¨¢lculo para comprarse una casa. El dinero, sin embargo, se encareci¨® mucho antes y de forma m¨¢s abrupta de lo esperado, pasando del 0,1% al 3,85%. Y las cuotas de quienes se hipotecaron se dispararon. ¡°Lamento que la gente nos escuchara y actuara en consecuencia y ahora se encuentre en una posici¨®n en la que no quiere estar¡±, se encogi¨®.
Christine Lagarde, presidenta del BCE, tuvo que afrontar una situaci¨®n similar el pasado jueves, cuando una periodista le pregunt¨® si pensaba en los ciudadanos hipotecados cuando aumenta el precio del dinero. En Espa?a, por ejemplo, la mayor subida de tipos de inter¨¦s de la zona euro ha supuesto que el recibo mensual de la hipoteca trepe, de media, 268 euros mensuales. La jefa del BCE dijo ser consciente de ese efecto secundario, pero lament¨®: ¡°No es algo que podamos aliviar o atenuar porque nuestra tarea es la estabilidad de precios¡±, advirti¨®.
Los ciudadanos, sin embargo, pueden empezar a respirar un poco con las ¨²ltimas se?ales de moderaci¨®n lanzadas por los bancos centrales. M¨¢xime despu¨¦s de un a?o de v¨¦rtigo. La escalada comenz¨® a principios de marzo de 2022, cuando el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reivindicaba a Paul Volcker, el hombre que a comienzos de los ochenta acab¨® con la inflaci¨®n a base de situar los tipos de inter¨¦s por encima del 20% y provocando una recesi¨®n. Dos semanas despu¨¦s de exaltar su figura, Powell empezaba a recorrer una cuesta casi desde cero que le ha llevado a elevar los tipos hasta el 5,25%. Un a?o despu¨¦s, Powell apunta al fin de la subida o, al menos, a una pausa.
Los bancos centrales han ido pr¨¢cticamente al un¨ªsono desde que la inflaci¨®n se dispar¨®. Por ello, los analistas ven ya s¨ªntomas de agotamiento en este ciclo de subidas de tipos. El BCE decidi¨® rebajar el ritmo de subidas e incrementar el precio del dinero en solo un cuarto de punto. Lagarde, que empez¨® a subir los tipos m¨¢s tarde, neg¨® que eso signifique parar, pero los mercados no ven ya un gran recorrido y creen que el final del camino est¨¢ en el 4% o el 4,25%. Es decir, quedan una o dos subidas m¨¢s. ¡°Europa no puede desacoplarse por completo de lo que ha hecho Estados Unidos. Pero tampoco creo que el BCE quiera arriesgarse. Yo creo que habr¨¢ una ¨²ltima subida m¨¢s en junio¡±, sostiene Frederik Ducrozet, director de An¨¢lisis Macroecon¨®mico de Pictet WM y observador de cuanto ocurre en Fr¨¢ncfort.
Los bancos centrales pasaron en casi un abrir y cerrar de ojos de una d¨¦cada de tipos de inter¨¦s ultrabajos ¨Ce incluso negativos¡ª a martillear a la econom¨ªa mundial con subidas agresivas de tipos. Pero se han topado con unas econom¨ªas resilientes, apuntaladas por una enorme bolsa de ahorro, y unos gobiernos que han ido reduciendo deuda pese al gasto extraordinario para hacer frente a la crisis inflacionista. Los mercados laborales, adem¨¢s, siguen fort¨ªsimos: la tasa de paro en EE UU est¨¢ en el 3,4%, su cota m¨¢s baja desde 1969, mientras que en la zona euro se sit¨²a en el 6,5%, tambi¨¦n en m¨ªnimos hist¨®ricos.
Stefan Gerlach, economista jefe de EFG Bank y ex subgobernador del Banco de Irlanda, coincide en que el ciclo econ¨®mico y el empleo se mantienen ¡°bien¡±, mientras que la inflaci¨®n subyacente sigue fuerte. ¡°Todo eso sugiere que se necesitan tipos m¨¢s altos¡±, apunta. Lorenzo Codogno, exsecretario del Tesoro italiano y profesor de la London School of Economics, coincide con Gerlach. ¡°Los economistas siguen sorprendidos por la resiliencia porque subestiman el impacto positivo de la ca¨ªda de la energ¨ªa y la lenta liberaci¨®n de los ahorros acumulados. Esto dar¨ªa argumentos a favor de tipos algo m¨¢s elevados¡±, sostiene Codogno.
Fuentes financieras advierten de que las decisiones de pol¨ªtica monetaria tardan entre un a?o y a?o y medio en trasladarse por completo a la econom¨ªa. Eso lleva a analizar otros indicadores en los que la incidencia es menos tard¨ªa. ¡°Si se observan las variables que reaccionan m¨¢s r¨¢pidamente ¨Clos tipos de inter¨¦s hipotecarios, los pr¨¦stamos bancarios, el coste y la disponibilidad del cr¨¦dito¡ª, entonces est¨¢ claro que la pol¨ªtica monetaria m¨¢s estricta est¨¢ teniendo un gran efecto¡±, juzga Gerlach.
El ¡°error¡± de la banca
Los datos del BCE reflejan c¨®mo la subida de tipos se ha trasladado claramente al mercado bancario, puesto que la concesi¨®n de cr¨¦ditos no solo se ha encarecido, sino que ha ca¨ªdo con la mayor intensidad desde 2011. Aunque la bajada es m¨¢s fuerte de lo previsto, todo eso estaba en el guion. Tambi¨¦n se esperaban ciertas turbulencias financieras. Sin embargo, no del calibre de las que han atravesado Estados Unidos y Suiza, que llegaron a hacer temblar las cotizaciones del Deutsche Bank. Y ah¨ª est¨¢ la clave de la pausa en la subida.
¡°Est¨¢ claro que aumentar tanto los tipos de inter¨¦s ha sorprendido por completo a las instituciones financieras. Algunas est¨¢n sufriendo grandes p¨¦rdidas, tal vez no reportadas. Su error fue que creyeron a los bancos centrales cuando dijeron que no subir¨ªan los tipos de inter¨¦s durante un largo periodo¡±, afirma Gerlach. Es decir, les ocurri¨® lo mismo que a los ciudadanos australianos a los que su gobernador pidi¨® perd¨®n. ¡°Ning¨²n banquero central dir¨¢ jam¨¢s que su sistema financiero no es el m¨¢s fuerte¡±, coincide Ducrozet.
Los grandes institutos monetarios empiezan, pues, a echar el freno. Ahora bien, los banqueros centrales han advertido tambi¨¦n de que seguir¨¢n con los tipos elevados el tiempo necesario para abatir la inflaci¨®n. Por ello, siguen de cerca que la subida de los salarios y los beneficios empresariales no provoque otra espiral inflacionista. El economista jefe del Banco de Inglaterra, Huw Pill, pidi¨® a sus empresas y trabajadores que asumieran que ahora son ¡°m¨¢s pobres¡±. En un tono m¨¢s constructivo, Lagarde urge a ambas partes a repartir esa carga.
Si se frena esa espiral, algunos analistas esperan que Washington empiece a rebajar tipos a finales de a?o y que Fr¨¢ncfort lo haga m¨¢s tarde, ya bien entrado 2024. En los ¨²ltimos tres a?os, no obstante, las previsiones no han hecho sino fallar ¨Ca veces para bien y otras para mal¡ª. Y cualquier resbal¨®n, desde mayores turbulencias a una inflaci¨®n m¨¢s acusada, puede demorar la rebaja de los tipos. Y tambi¨¦n anticiparla.
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