El BCE cumple 25 a?os: los grandes aciertos y errores del protector del euro
Las sucesivas crisis consolidan al m¨¢s joven de los grandes bancos centrales
El Banco Central Europeo (BCE) casi no ha tenido oportunidad de soplar las penas con calma en toda su corta vida. La instituci¨®n pilot¨® los primeros a?os con las turbulencias derivadas de los atentados del 11S y el estallido de las puntocom, celebr¨® su primera d¨¦cada en pleno colapso financiero, lidi¨® luego con la crisis soberana y ahora se planta en su 25? aniversario en plena batalla contra la mayor escalada inflacionista de las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas. La aspiraci¨®n de un banquero central es tener un trabajo aburrido, en palabras de Mervin King, exgobernador del Banco de Inglaterra. Pero el d¨ªa a d¨ªa de los cuatro jefes del BCE ha sido mucho menos tedioso de lo que pod¨ªan desear. Esa cascada de crisis en tan poco tiempo, sin embargo, ha consolidado la instituci¨®n, que acumula ya grandes aciertos a la vez que c¨¦lebres errores.
Hace 25 a?os, el 1 de junio de 1998, el BCE tom¨® el relevo al Instituto Monetario Europeo (IME) para gobernar el euro, que entonces todav¨ªa era un proyecto. La instituci¨®n nac¨ªa despu¨¦s de un costoso acuerdo entre el entonces canciller alem¨¢n Helmut Kohl y el expresidente franc¨¦s Jacques Chirac por la presidencia del que iba a erigirse en uno de los mayores centros de poder del continente. El primer liderazgo de la autoridad monetaria reca¨ªa en las manos del holand¨¦s Wim Duisenberg, que puso en marcha una nave que se propon¨ªa no alejarse de la ortodoxia. Siguiendo el modelo del Bundesbank, su principal misi¨®n iba a ser la estabilidad de precios y no las elevadas tasas de desempleo que hab¨ªa por aquel entonces.
El lanzamiento del euro fue el primer ¨¦xito del Eurobanco, si bien tuvo que admitir a rega?adientes que fue inflacionista: al hacer la conversi¨®n, las empresas redondearon los precios al alza. La uni¨®n monetaria, sin embargo, acab¨® con el riesgo del tipo de cambio y moder¨® los bandazos inflacionistas. En sus primeros a?os de andadura, las primas de riesgo incluso dejaron de existir. Los mercados dejaron de diferenciar entre el bono de Espa?a y el de Alemania y los padres del euro llegaron a creer que la moneda ¨²nica se erig¨ªa como un refugio para los pa¨ªses m¨¢s vulnerables y era capaz de plantar cara el d¨®lar. Hasta que estall¨® la burbuja financiera e inmobiliaria en 2008 y las finanzas de los gobiernos del sur de Europa se vieron contra las cuerdas.
La subida de Trichet al ¡®whatever it takes¡¯ de Draghi
Esa crisis de la banca privada mut¨® en otra de deuda soberana. Y ah¨ª el BCE cometi¨® su primer gran error: el desliz del expresidente de la instituci¨®n Jean-Claude Trichet al subir en 2011 a destiempo los tipos de inter¨¦s. ¡°El BCE ha hecho un buen trabajo pese a que ha habido equivocaciones importantes. Trichet decidi¨® elevar el precio del dinero cuando se acercaba una recesi¨®n. Y despu¨¦s el BCE tard¨® mucho en intervenir pese al castigo a la deuda soberana¡±, sostiene Paul De Grauwe, profesor de la London School of Economics. ¡°El mayor error, con diferencia, fue la reacci¨®n inicial del BCE a la crisis de la deuda griega¡±, coincide Charles Wyplosz, del Graduate Institute de Ginebra. ¡°No solo no intervino para frenar el contagio, sino que apoy¨® a la Comisi¨®n en su llamada a la austeridad e incluso subi¨® los tipos de inter¨¦s mientras la zona euro entraba en recesi¨®n por segunda vez tras la crisis financiera mundial¡±, agrega.
La crisis de la deuda soberana pudo haberse llevado por delante al euro. Y entonces lleg¨® la ¨¦pica que el BCE deja para la historia de la construcci¨®n europea. Las tres palabras, ¡°whatever it takes¡± ¡ª ¡°cuanto sea necesario¡±¡ª son, seg¨²n casi todos los expertos consultados, el mayor logro del Eurobanco. Las pronunci¨® el expresidente Mario Draghi el 26 de julio de 2012 y fueron suficientes para detener a los mercados en sus ataques contra las deudas de la periferia del euro. A comienzos de 2014, Draghi fue m¨¢s all¨¢ de la ret¨®rica y puso sobre la mesa m¨¢s armas para combatir la penuria econ¨®mica que afrontaba Europa: un programa de compra de deuda extraordinario que iba a acompa?ar de unos tipos de inter¨¦s hist¨®ricamente bajos, e incluso negativos. Esa pol¨ªtica le cost¨® no pocos enfrentamientos con el ala dura del Consejo de Gobierno, en especial con el expresidente del Bundesbank, Jens Weidmann. ¡°El mayor logro del BCE en este tiempo ha sido salir de la sombra del Bundesbank alem¨¢n, para establecerse como verdadero prestamista de ¨²ltimo recurso para bancos y gobiernos¡±, afirma Frederik Ducrozet, director de An¨¢lisis Macroecon¨®mico de Pictet WM.
Lagarde y las primas de riesgo
La ¨²ltima etapa del BCE consolida la tendencia de los gobiernos a llevar a Fr¨¢ncfort perfiles m¨¢s pol¨ªticos. Esa din¨¢mica lleg¨® a su culmen con los nombramientos de Luis de Guindos, exministro econ¨®mico de Mariano Rajoy, y Christine Lagarde, antigua responsable de Finanzas francesa. Pero el perfil pol¨ªtico de Lagarde le ha servido tambi¨¦n para coser consensos entre el ala m¨¢s ortodoxa y la m¨¢s heterodoxa en tiempos complejos. Aun as¨ª, tambi¨¦n tiene en su haber graves errores, sobre todo de comunicaci¨®n. ¡°Indic¨® que no era papel del BCE reducir el diferencial de rentabilidad de la deuda soberana, lo que sacudi¨® a los bonos italianos¡±, recuerda Ducrozet. ¡°Se apresur¨® a corregir¡±, se apresura a a?adir. Tras ese resbal¨®n, el BCE lanz¨® otro programa de compras masivas de deuda y mantuvo los tipos de inter¨¦s en terreno negativo, lo cual tambi¨¦n permiti¨® a los pa¨ªses salvar a sus empresas y trabajadores del fuerte batacazo que supuso la pandemia. En otras palabras: evit¨® la cat¨¢strofe.
La pandemia pas¨®. Y los problemas mutaron con extrema rapidez. La salida de esa crisis supuso un repunte de la inflaci¨®n que el BCE cre¨ªa que iba a ser temporal. As¨ª lo indicaban tambi¨¦n las previsiones de los economistas del Eurobanco. La guerra de Ucrania no solo amplific¨® esos efectos, sino que llev¨® las subidas de precios a niveles jam¨¢s vistos en d¨¦cadas desde verano de 2021. El BCE no empez¨® hasta un a?o m¨¢s tarde a mover los tipos de inter¨¦s, que estaban entre el -0,5% y el 0%. Los economistas entonaron el mea culpa y se disculparon, pero las cr¨ªticas no tardaron en llegar desde el Norte. ¡°En el caso del aumento actual de la inflaci¨®n, el BCE reaccion¨® demasiado tarde¡±, afirma Clemens Fuest, presidente del influyente instituto econ¨®mico Ifo, en Alemania.
Lagarde se redimi¨® de su traspi¨¦ inicial al actuar con decisi¨®n cuando vio que las primas de riesgo empezaron a dispararse en los primeros compases de las subidas de tipos con la creaci¨®n de un instrumento antifragmentaci¨®n, el TPI. ¡°Es un sucesor de OMT, con mejoras importantes. Es anticipatorio, mientras que OMT lleg¨® demasiado tarde y con condiciones mucho menos estrictas. Todav¨ªa no se ha probado pero, al igual que OMT, la mejor prueba es que puede funcionar sin haber sido utilizado¡±, sostiene Wyplosz.
Hoy, 1 de junio de 2023, el BCE se halla ante el proceso de frenar las subidas de tipos a medida que la inflaci¨®n vaya moder¨¢ndose. Los datos avanzados de las grandes econom¨ªas (Espa?a, Francia y Alemania) es alentador. Sin embargo, el banco central m¨¢s joven del mundo quiere dejar el alza de precios en el 2% para seguir gan¨¢ndose la credibilidad que necesita la m¨¢xima autoridad monetaria de la zona euro. El BCE, adem¨¢s, se ha impuesto otro reto: contribuir a los objetivos clim¨¢ticos que se ha fijado la Uni¨®n Europea. Algo que despierta recelos en algunos sectores econ¨®micos. ¡°El mayor error del BCE es haber asumido roles en la pol¨ªtica fiscal, ofreciendo ayuda fiscal a los estados miembros individuales, o en la pol¨ªtica ambiental con su reciente iniciativa de pol¨ªtica monetaria verde. El BCE es el banco central de una uni¨®n monetaria. Es particularmente importante que evite traspasar los l¨ªmites de su mandato¡±, remacha Fuest, del Ifo.
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