La odisea de las jornadas de puertas abiertas en la b¨²squeda de colegio: ¡°Hemos visitado nueve centros en un mes¡±
Miles de familias buscan escuela para sus hijos en estas fechas. La cercan¨ªa a casa o al trabajo de los padres, si son p¨²blicas o privadas y el nivel socioecon¨®mico condicionan la elecci¨®n
La manera de afrontar la elecci¨®n del colegio al que llevar a los hijos abarca una horquilla muy amplia. En un extremo se sit¨²an las familias que, por falta de tiempo, por escasez de alternativas o porque creen que es el factor principal, deciden no darle muchas vueltas y apostar por el m¨¢s cercano. En el otro, se encuentran aquellas que convierten el proceso en una odisea en la que saltan de centro en centro para estudiar las decenas de variables y valorar as¨ª cu¨¢l es el id¨®neo. El resto, que son la mayor¨ªa, se encuentra en medio.
Bruno Teixeira y Marta Ruiz, de 35 y 34 a?os respectivamente, se acercan m¨¢s al segundo grupo. Esta pareja, que vive en un barrio al norte de Madrid, se ha dedicado el mes de marzo a visitar cada uno de los nueve centros p¨²blicos m¨¢s cercanos a su vivienda, con el objetivo de encontrar el que m¨¢s se adec¨²e a la educaci¨®n deseada para su hijo Lucas. Un periplo que les ha obligado a hacer equilibrios con sus jornadas laborales y a invertir horas y horas para analizar cada detalle.
Su dedicaci¨®n y su met¨®dica organizaci¨®n permiten radiografiar c¨®mo es este proceso en el que cada a?o se embarcan miles de familias en Espa?a por estas fechas. Aunque la educaci¨®n no es obligatoria hasta los seis a?os, lo m¨¢s habitual es inscribir a los hijos a partir de los tres.
La lista de factores a tener en cuenta de la pareja recog¨ªa m¨¢s de 30 variables de todo tipo, desde el horario de entrada o la laicidad del centro hasta el comedor con cocina propia o la estabilidad del claustro. Pero para el primer filtro de colegios se centraron especialmente en dos: la cercan¨ªa y la titularidad. El primero, que les permite conciliar su vida laboral, es uno de los puntos m¨¢s relevantes para la mayor¨ªa de familias. El segundo se debe a una raz¨®n econ¨®mica e ideol¨®gica.
Ambos ten¨ªan claro que quer¨ªan valorar la oferta p¨²blica antes que la privada. ¡°Yo he estudiado en un p¨²blico y considero que la educaci¨®n en Espa?a es de calidad, as¨ª que prefiero invertir ese dinero, por ejemplo, en extraescolares o en campamentos de verano¡±, argumenta Ruiz, a lo que Teixeira a?ade que es una manera de transmitirle a su hijo ¡°c¨®mo se debe utilizar el dinero¡± y que ¡°aunque puedas, si no lo necesitas, no hace falta¡±.
La escuela p¨²blica predomina en todo el recorrido educativo, ya que dos de cada tres menores acuden a ella, seg¨²n el documento Datos y cifras del curso escolar 2023/2024 del Ministerio de Educaci¨®n. Esta proporci¨®n apenas var¨ªa desde el segundo ciclo de infantil hasta el bachillerato o la formaci¨®n profesional, aunque s¨ª que hay diferencias entre comunidades aut¨®nomas. Pa¨ªs Vasco y Madrid encabezan la lista de mayor porcentaje de centros concertados o privados, con casi un 50% de su total, mientras que Castilla-La Mancha y Extremadura se sit¨²an en el lado opuesto, con menos del 20%.
Conseguir rellenar las aulas de infantil se complica en un pa¨ªs donde cada a?o nacen menos beb¨¦s. En 2023 se registr¨® la cifra m¨¢s baja de nacimientos, con 322.075, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica. Los colegios p¨²blicos se han visto arrastrados hacia las pr¨¢cticas del marketing educativo que, hasta hace unas d¨¦cadas, eran un campo exclusivo de las escuelas privadas y concertadas, que necesitaban diferenciarse para justificar las cuotas.
Para M¨°nica Nadal, directora de investigaci¨®n de la Fundaci¨® Jaume Bofill ¡ªuna entidad que elabora estudios de pol¨ªtica educativa desde la perspectiva de la equidad¡ª, es la Administraci¨®n la que deber¨ªa ¡°ajustar las plazas a la demanda¡±. ¡°Las escuelas tienen que trabajar para tener un buen proyecto, no para hacer marketing¡±, comenta. El alumnado del segundo ciclo de infantil este curso es de 1.110.256, mientras que hace una d¨¦cada la cifra era de 1.438.812, lo que supone una reducci¨®n del 33%, seg¨²n el documento del Ministerio de Educaci¨®n.
Una vez aplicado el primer filtro, a Ruiz y a Teixeira les quedaba una lista todav¨ªa demasiado larga con una quincena de centros. Dedicaron una tarde a buscar la ubicaci¨®n de cada uno hasta descartar unos pocos m¨¢s y quedarse con los ¨²ltimos nueve. Eran los elegidos para ir a las visitas.
Las jornadas de puertas abiertas son decisivas para determinar la elecci¨®n final. O m¨¢s bien, para ¡°descartar aquellas opciones que menos gustan¡±, seg¨²n el especialista en equidad educativa en Save the Children, Alfonso Echazarra. Algunos centros con buena fama consiguen reunir a decenas de padres que preguntan e inspeccionan minuciosamente cada detalle. Otros, en cambio, muestran una estampa m¨¢s solitaria, ya que apenas se presentan un par de parejas.
Tras la segunda criba, la prioridad para los padres de Lucas era la ense?anza, que el centro contase con un proyecto educativo acorde a sus ideas. ¡°Si no pasa nada extra?o, es el lugar en el que estar¨¢ desde los 3 hasta los 12, as¨ª que tiene que ser el criterio principal¡±, argumenta Teixeira.
El abanico de criterios para valorar la ense?anza es amplio. Aunque hay dos cuestiones que sobresalen por las posiciones opuestas entre unas familias y otras: el ingl¨¦s y el uso de la tecnolog¨ªa.
Tras el auge de las escuelas biling¨¹es en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, con alrededor de un mill¨®n y medio de alumnos escolarizados en programas de este tipo, seg¨²n la Asociaci¨®n de Ense?anza Biling¨¹e, el debate sobre su conveniencia divide a los expertos. Ruiz y Teixeira coinciden en la importancia del idioma, pero difieren en el camino para aprenderlo: mientras que ella prefiere un colegio donde la apuesta por la lengua extranjera sea m¨¢s potente, ¨¦l aboga por aprenderla preferentemente fuera de las aulas.
El otro criterio, el de las pantallas, ha recorrido un camino similar al del ingl¨¦s. El incremento de las ¨²ltimas d¨¦cadas de ordenadores y tabletas en el aula ha desencadenado el dilema de hasta qu¨¦ punto hay que introducirlos y utilizarlos. ¡°Ni tanto ni tan poco¡±, resume la pareja, que apuesta por un modelo intermedio donde la prioridad sea la escritura, pero que tambi¨¦n tenga en cuenta el factor tecnol¨®gico.
Segregaci¨®n
La segregaci¨®n escolar, que se produce sobre todo en las ciudades, donde hay una oferta mayor, es otro de los aspectos que, aunque se reconozca con la boca chica, tambi¨¦n pesa en el momento de la elecci¨®n. Save the Children la describe como ¡°la sobrerrepresentaci¨®n o concentraci¨®n de alumnado con discapacidad, gitano, migrante o de bajo nivel socioecon¨®mico¡±.
Echazarra considera que ¡°existen pocas escuelas perdidas, pero las hay¡±. ¡°Cuando se sobrepasa un porcentaje de alumnado de alguno de estos grupos, es muy dif¨ªcil quitarse el estigma¡±, explica. Nadal a?ade que la responsabilidad de que esto ocurra ¡°es de la Administraci¨®n¡±, que tendr¨ªa que encargarse de repartir ¡°el alumnado vulnerable de manera m¨¢s equilibrada¡±. ¡°No podemos acusar a las familias de ser racistas o excluyentes¡±, advierte.
Tanto Ruiz como Teixeira tienen claro que quieren apuntar a su hijo a un colegio en el que haya diversidad, pero reconocen que hay algunos que prefieren evitar por el estigma creado. ¡°Ni un extremo ni otro. Quiero que vaya al cole y se mezcle con gente de todo tipo¡±, resume Ruiz.
Terminado el marat¨®n de jornadas de puertas abiertas que les ha mantenido ocupados durante varios d¨ªas, a la pareja todav¨ªa le queda el esprint final. ¡°Ahora tenemos que estudiar cu¨¢ntos puntos conseguimos en cada centro seg¨²n su baremo y escoger el orden¡±, afirma Teixeira. As¨ª que todo el trabajo hecho hasta ahora se puede desmoronar si no consiguen los puntos necesarios. Tras revisar las anotaciones, ambos concuerdan en cu¨¢l ser¨¢ su primera opci¨®n, pero todav¨ªa tendr¨¢n que esperar unos meses hasta conocer el destino definitivo.
Puedes seguir EL PA?S Educaci¨®n en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.