Arranca el curso: la diferencia entre empezar las clases ¡°en un hotel de cinco estrellas¡± y en un colegio precario
8,3 millones de estudiantes vuelven a una rutina escolar que estrena Selectividad, plan de refuerzo de Matem¨¢ticas y Lengua y nuevas normas para el uso de m¨®viles, en un sistema lleno de contrastes entre comunidades y etapas
Las clases han empezado este lunes en ocho comunidades aut¨®nomas, y para finales de semana lo habr¨¢n hecho en el conjunto de Espa?a. En total, 8,3 millones de alumnos y unos 780.000 profesores en un curso que estrenar¨¢ la nueva Selectividad, adaptada a un enfoque educativo m¨¢s aplicado, el plan de refuerzo de matem¨¢ticas, aunque de entrada con un presupuesto modesto de 95 millones de euros, normas para restringir el uso de los m¨®viles y, si todo va como espera el Ministerio de Educaci¨®n, comenzar¨¢ tambi¨¦n la reforma del marco del profesorado, que una vez concluido abarcar¨¢ desde la formaci¨®n inicial y continua hasta el sistema de oposiciones e incorporaci¨®n de los nuevos docentes a los centros educativos. La rutina escolar se reanuda en un mapa escolar lleno de contrastes: el n¨²mero de estudiantes se reduce a toda velocidad en el segundo ciclo de Infantil (3-6) y Primaria (6-12), mientras que, de momento, y a falta de los datos de este nuevo curso (los primeros, basados en c¨¢lculos y previsiones, se conocer¨¢n en unos d¨ªas), continuar¨¢n aumentando en el primer ciclo de Infantil (0-3), en la Educaci¨®n Secundaria Obligatoria (12-16), y en Formaci¨®n Profesional, y manteni¨¦ndose estables en Bachillerato (a partir de los 16 a?os en las dos ¨²ltimas etapas).
La evoluci¨®n del alumnado no es solo muy diferente entre etapas educativas, fruto de las variaciones de la natalidad, sino entre territorios, debido, en buena medida a la muy distinta intensidad en la recepci¨®n de estudiantes procedentes de otros pa¨ªses. Esta viene siendo elevada desde hace a?os, sobre todo, en las comunidades del mediterr¨¢neo, Baleares, Catalu?a, Comunidad Valenciana, y Murcia, mientras que ha permanecido baja en otras comunidades como Extremadura, Galicia y Asturias. Ello se traduce en la desigual tensi¨®n educativa que soportan las infraestructuras educativas. Mientras que en buena parte de los centros del interior y el este de Espa?a muchas escuelas se est¨¢n quedando literalmente sin ni?os, en otros, especialmente en el litoral Mediterr¨¢neo, sigue habiendo miles de chavales que han empezado el curso en barracones. Estudiar en infraestructuras modernas o en la precaria estructura de los prefabricados es otra expresi¨®n de las desigualdades educativas del sistema educativo espa?ol.
Dos centros, el instituto escuela Sala i Badrinas, en Terrassa (Barcelona), donde en junio pasado se gradu¨® la primera promoci¨®n que ha pasado toda la etapa obligatoria en barracones, y el colegio p¨²blico Vicent Mar?¨¤, en Castell¨®n, que despu¨¦s de vivir una situaci¨®n parecida durante muchos cursos, inaugur¨® el a?o pasado instalaciones nuevas adaptadas al cambio clim¨¢tico, encarnan ambas realidades. La comunidad educativa del primer centro se ha vuelto a movilizar este lunes, mientras que en el segundo, resume una de las docentes, han retomado las clases, despu¨¦s de tantos a?os de penurias, con la sensaci¨®n de dar clase ¡°en un hotel de cinco estrellas¡±.
El bullicio rodeaba este lunes, poco antes de las 9.00, las puertas del colegio Vicent Mar?¨¤, en el barrio castellonense del Raval Universitari. Tiene 450 escolares y una demanda de plazas en auge despu¨¦s de la inauguraci¨®n del nuevo inmueble, que, seg¨²n resume su directora, Kyra Lozano, es ¡°amplio, luminoso y ventilado, con una est¨¦tica natural y neutra que se ajusta a la perfecci¨®n al proyecto de direcci¨®n y al proyecto educativo¡±. Las clases en el colegio de Terrassa han comenzado, en cambio, con una concentraci¨®n en la que se le¨ªan pancartas como la que llevaba Alex, de 8 a?os: ¡°Los cuentos ya me los explican en la escuela. ?Queremos el edificio ya!¡±.
Adem¨¢s de prepararse la mochila ¡ªla botella de agua, la ropa, la carpeta¡ª Alex y muchos de sus compa?eros tuvieron este domingo la tarea de preparar los mensajes de su protesta. Su centro lleva 13 a?os en barracones, y el proyecto ha sufrido un sinf¨ªn de retrasos, el ¨²ltimo anunciado este mismo verano, cosa que ha culminado la paciencia de las familias. El hermano de Alex, que ha empezado las clases en el aula de 3 a?os, ha hecho, por su parte, un dibujo de c¨®mo cree que ser¨¢ la nueva escuela. ¡°S¨ª que la estrenar¨¦¡±, asegura con convicci¨®n y esperanza.
Bajada de matr¨ªcula
La historia del Sala i Badrinas ¨Dque toma el nombre de la que fue una conocida f¨¢brica textil de la ciudad¨D se remonta a 2011, cuando abri¨® sus puertas, pero ya lo hizo con mal pie. Por un lado, los alumnos fueron alojados en barracones y, por otro, se instalaron en un solar donde el suelo estaba contaminado por la actividad gas¨ªstica que tradicionalmente se hab¨ªa llevado a cabo en la zona, muy industrial. Se traslad¨® entonces a los alumnos a la biblioteca de otra escuela mientras se reubicaron los barracones en un espacio del parque Vallparad¨ªs, donde est¨¢n desde 2013. Y en esta ubicaci¨®n han ido creciendo, sumando cursos y convirti¨¦ndose en instituto escuela en 2020. Pero el espacio del parque donde se encuentra encajada la escuela es limitado, as¨ª que los alumnos de secundaria han tenido que ser alojados en una escuela pr¨®xima, con espacios vac¨ªos por la baja matr¨ªcula. El pasado junio acab¨® la ESO la primera promoci¨®n de alumnos que han cursado toda la etapa obligatoria en un espacio provisional.
Porque el edificio definitivo est¨¢ proyectado en parte de la nave industrial que ocupaba la f¨¢brica Sala i Badrinas. En un principio, la crisis de 2011 lo para todo. Pero despu¨¦s se han encadenado retrasos, con una explicaci¨®n poco clara. Desde el AFA hablan de problemas burocr¨¢ticos y de la complejidad de la obra, ya que la escuela debe encajarse dentro de la fachada de la nave, que est¨¢ protegida. Las familias tambi¨¦n intuyen que la falta de dinero y de ¡°voluntad pol¨ªtica¡± explicar¨ªa las demoras. En julio tuvieron noticias de un nuevo retraso de un a?o, que sit¨²a, de momento, la fecha de inauguraci¨®n de instalaciones en septiembre de 2028.
El Departamento de Educaci¨®n achaca el problema a retrasos y lentitud en el proceso de licitaci¨®n por parte de Infracat (el organismo p¨²blico que se encarga de la construcci¨®n de los centros educativos), pero aseguran que en octubre se adjudicar¨¢ la redacci¨®n del proyecto. Con todo, defienden que en los ¨²ltimos a?os Educaci¨®n ha invertido 850.000 euros en adaptar la escuela que acoge a los alumnos de la ESO. ¡°Mi hijo entr¨® en el colegio en 2019, nos dijeron que en cuatro a?os tendr¨ªamos el nuevo edificio. Siempre son cuatro a?os, ahora lo vuelven a repetir, ya no nos creemos nada. Llevamos 13 a?os as¨ª, en junio se gradu¨® la primera promoci¨®n que siempre ha estudiado en m¨®dulos¡±, asegura Anna Berney, miembro de la asociaci¨®n de familias (AFA) de la escuela. Un centenar de personas, entre alumnos y padres, se han concentrado en el solar que debe acoger el edificio y all¨ª han plantado unas mesas y unas sillas, para denunciar la situaci¨®n. ¡°En invierno hace fr¨ªo y en verano, mucho calor. En el patio no hay sombras, no tenemos gimnasio y el comedor es muy peque?o¡±, se queja Manel, el padre de ?lex.
A la entrada del colegio Vicent Mar?¨¤ de Castell¨®n, Emma, de ocho a?os, y su hermana Leire, de cinco, no se muestran especialmente ilusionadas con la vuelta al cole despu¨¦s de tantos d¨ªas de vacaciones, aunque las dos cuentan que tienen ganas de reunirse con sus amigos. El centro tiene ahora abundancia de ni?os despu¨¦s de haber pasado momentos delicados. Pas¨® mucho tiempo en unas instalaciones muy anticuadas, de la antigua Universidad de Castell¨®n, y despu¨¦s por barracones. ¡°Todo ello afect¨® a la demanda del centro por parte de las familias, ya que para ellas es importante tener unas buenas infraestructuras donde sus hijos est¨¦n bien, seguros y con todo lo necesario. Nos alegra mucho el incremento actual¡±, afirma su directora.
El colegio lleva el nombre del docente y escritor valenciano Vicent Marz¨¤ (escrib¨ªa su apellido Mar?¨¤ en su faceta literaria), impulsor de la ense?anza en valenciano y padre del exconsejero de Educaci¨®n del mismo nombre durante la etapa del Gobierno del Bot¨¤nic, el Ejecutivo de izquierdas que dirigi¨® la Generalitat valenciana entre 2015 y 2023. Uno de sus objetivos en materia educativa consisti¨® en modernizar las infraestructuras educativas, haci¨¦ndolas sostenibles desde el punto de vista energ¨¦tico y adaptadas al aumento de las temperaturas derivado del cambio clim¨¢tico. Y ese es el caso de este centro, que gracias a sus placas solares y su dise?o genera buena parte de la energ¨ªa que requiere para funcionar. El centro est¨¢ envuelto en una zona natural que recrea un trocito de bosque, con pinos, corteza en el suelo y mesas de madera, dispone de un huerto ecol¨®gico, y un patio planeado pensado para que la cancha de f¨²tbol no monopolice la zona de recreo y trate de abarcar, dice la directora, ¡°las necesidades de todo el alumnado¡±.
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