¡°Podr¨ªamos estar a punto de cambiar el rostro del VIH incluso sin vacuna¡±

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Los ensayos en curso para lograr una vacuna contra el VIH solo est¨¢n en las fases iniciales, pero para Linda-Gail Bekker (Zimbabue, 1962) los avances son tan prometedores que lo compara con pasar a ¡°viajar en un Porsche en lugar del viejo coche de toda la vida al que uno est¨¢ acostumbrado¡±. La directora de la Fundaci¨®n Desmond Tutu contra el VIH y profesora de Medicina de la Universidad de Ciudad del Cabo (Sud¨¢frica) se encuentra de paso por Madrid en estos d¨ªas para participar en el congreso cient¨ªfico HIV Research for Prevention (HIVR4P), que hasta el jueves explorar¨¢ los avances en el ¨¢mbito de la prevenci¨®n del virus que causa el sida.

Bekker, hasta hace poco al frente de la Sociedad Internacional de Sida, recibi¨® el lunes, durante la sesi¨®n plenaria inaugural del evento, el Premio Desmond Tutu a la Investigaci¨®n sobre Prevenci¨®n del VIH y los Derechos Humanos por su trabajo en los barrios m¨¢s pobres de la capital sudafricana y su contribuci¨®n a romper las barreras del estigma y la discriminaci¨®n hacia las personas que viven con el virus.

La cient¨ªfica promueve un enfoque integral que va m¨¢s all¨¢ del tratamiento m¨¦dico, incluyendo en los centros de salud actividades deportivas o de formaci¨®n inform¨¢tica para los j¨®venes, as¨ª como servicios de cuidado de ni?os y lavander¨ªa para personas que tienen dificultad para acudir a las cl¨ªnicas, mientras que los llamados Tutu Tester llevan el asesoramiento y las pruebas voluntarias de VIH directamente a los lugares m¨¢s afectados.

Pregunta. ?Por qu¨¦ sostiene que vivimos un momento emocionante para lograr una vacuna contra el VIH?

Respuesta. Me siento muy optimista porque hay tres ensayos en curso con distintos enfoques para atajar el problema de tres diferentes ¨¢ngulos. Algo sin precedentes. Los resultados hasta ahora son prometedores tanto en laboratorio como con los primates. El uso de anticuerpos neutralizantes tambi¨¦n tiene un enorme potencial para abrir un nuevo horizonte en la investigaci¨®n. Estamos al principio, pero es como viajar en un Porsche en lugar del viejo coche al que est¨¢bamos acostumbrados en pasado. Puede que se logre una vacuna para 2030 [a?o en el que el mundo se ha propuesto terminar con la pandemia], pero incluso sin llegar a la meta final en esta fecha podr¨ªamos estar a punto de cambiar el rostro de la epidemia.

P. ?El desarrollo de una vacuna puede acabar con los prejuicios relacionados con el virus?

No intentamos decir a la gente c¨®mo tiene que portarse, sino parar una epidemia

R. S¨ª. Las vacunas benefician a todos. No me siento mal por administrar a mi hija de 16 a?os la inmunizaci¨®n contra el virus del papiloma humano. Creo que es lo correcto que hacer como madre, no pienso que esto la empuje a ser promiscua.

P. Su trabajo brinda especial atenci¨®n a los m¨¢s j¨®venes, en particular a las chicas.

R. Tenemos que ofrecer a los j¨®venes las herramientas necesarias para que puedan tener un control consciente de su sexualidad. Atraviesan una etapa de transici¨®n en la que est¨¢n explorando su cuerpo, el sexo¡­ Negar que van a mantener relaciones ser¨ªa poner la cabeza debajo de la arena. Hay que ser pragm¨¢ticos y adoptar un enfoque de salud p¨²blica, cuyo primer objetivo es reducir el da?o. No intentamos decir a la gente c¨®mo tiene que portarse, sino parar una epidemia. Queremos que los adolescentes se conviertan en adultos sanos y que dispongan de medios para protegerse.

P. ?Y c¨®mo se puede lograr?

R. Hemos perdido un poco de energ¨ªa en el ¨¢mbito de la educaci¨®n. Tenemos que rejuvenecer la narrativa alrededor del VIH. No hay que regresar a los mensajes de miedo, como en la d¨¦cada de los ochenta y noventa, m¨¢s bien hay que destacar la importancia de estar sanos. Los j¨®venes quieren ser atractivos, mirar al futuro: se necesita un enfoque m¨¢s positivo que haga hincapi¨¦ en esto y que entre en sinton¨ªa con las nuevas generaciones. El VIH te cambia de perspectiva. Tienes que vivir con el hecho de que eres portador de un virus que podr¨ªa contagiar a otras personas si no sigues un tratamiento durante toda la vida. Es cierto que ahora se puede lograr que sea indetectable, y, en consecuencia, intransmisible, pero todos mis pacientes me dicen que les gustar¨ªa quitarse este pensamiento de la cabeza aunque solo por un momento. Es algo que, si se puede, es mucho mejor evitarlo.

P. El lunes anunci¨® la nueva estrategia de acci¨®n de la Sociedad Internacional de Sida para los pr¨®ximos cinco a?os. ?Cu¨¢l ser¨¢ el papel del sector privado?

R. La alianza con el sector privado es uno de los ejes centrales del plan. De aqu¨ª a 2023 queremos fomentar el compromiso global hacia nuestra causa. Nuestro objetivo es reunir a actores de todo el mundo alrededor de la misma mesa y encontrar una estrategia com¨²n. La epidemia no es algo exclusivo de una regi¨®n, estamos delante de una pandemia. Ha sido complicado involucrar al sector privado en la lucha contra enfermedades como la malaria o VIH porque la percepci¨®n es que no se obtienen beneficios a cambio. Queremos que vean el valor social de contribuir a la meta.

P. Uno de los temas estrellas a debate durante el congreso HIVR4P ha sido la PrEP [profilaxis pre-exposici¨®n que consiste en tomar dos f¨¢rmacos si perteneces a un colectivo en riesgo y que se ha demostrado eficaz en m¨¢s del 85% de los casos si se realiza correctamente]. ?C¨®mo se pueden superar las desigualdades que a¨²n lastran el acceso a esta estrategia?

R. Asequibilidad y acceso universal son fundamentales para superar la desigualdad. Es importante mantener los precios de producci¨®n muy bajos para garantizar que hasta los m¨¢s pobres puedan obtener la profilaxis. Tambi¨¦n tenemos que ser eficaces en la manera de prestar el servicio. No se necesitan unidades especiales, ser¨ªa demasiado caro. Tiene que ser algo que se puede recibir f¨¢cilmente en una farmacia. Las personas sanas no tendr¨ªan que ir a un hospital para recoger los f¨¢rmacos. Por ejemplo, se pueden poner en marcha cl¨ªnicas m¨®viles. Hay que ser pragm¨¢ticos.

P. Los detractores de este m¨¦todo temen que pueda causar una disminuci¨®n del uso de condones y as¨ª favorecer la propagaci¨®n de enfermedades de transmisi¨®n sexual.

R. No hay ninguna prueba de que las personas que toman la pastilla preventiva mantienen m¨¢s relaciones sexuales. Todos estamos expuestos al virus. Una persona puede contraerlo y contagiar a otra [en 2017, se registraron 1,8 millones de casos nuevos en el mundo, seg¨²n datos de Onusida, con especial repunte en Europa del este y Asia Central]. Todos deber¨ªamos preocuparnos porque es una cuesti¨®n de salud p¨²blica. Mi hijo est¨¢ en riesgo. Mi hermano, mi sobrina¡­ La prevenci¨®n es un ¨®ptimo m¨¦todo para mantener el virus bajo control. Ignorar el problema y no gastar dinero en prevenci¨®n genera una falsa ilusi¨®n de ahorro, porque habr¨¢ que costear los gastos para las curas de personas infectadas.

Los condones son efectivos en el control del VIH y otras enfermedades de transmisi¨®n sexual, pero no todos tienen acceso a ellos. Las mujeres de muchos pa¨ªses africanos, por ejemplo, no tienen poder para negociar su uso. Los f¨¢rmacos inyectables y los anillos vaginales pueden marcar un gran avance en este sentido.

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