Sobrevivir a una pandemia en el desierto de M¨¦xico
El campo y los saberes ancestrales regresan para ofrecer una alternativa en tiempos de crisis
Mientras el mundo se paralizaba, dejando las calles de transitados lugares como Nueva York, Hong Kong o Par¨ªs pr¨¢cticamente vac¨ªas a causa de la covid-19, en Real de Catorce, un pueblo semi-des¨¦rtico de unos 1.300 habitantes, la alerta sanitaria se vivi¨® de una forma muy diferente. Nadie llevaba mascarilla, las personas se saludaban sin prevenci¨®n, tampoco hubo restricciones para acceder a los comercios. La medida principal para proteger a la comunidad fue restringir el paso de turistas, estrategia suficientemente efectiva como para evitar contagios, pues hasta la fecha no se ha presentado ning¨²n caso en la localidad. Todo esto a pesar de que, seg¨²n el comunicado emitido por la Secretar¨ªa de Salud el 10 de agosto, se hab¨ªan registrado cerca de 500.000 casos en todo M¨¦xico y m¨¢s de 12.000 en el estado de San Luis Potos¨ª hasta la fecha.
Seg¨²n Felipe Fr¨ªas Saucedo, ex-director de Turismo Municipal, esta es la actividad econ¨®mica principal de los habitantes de Real de Catorce, con m¨¢s de 20.000 visitantes por a?o. Con el acceso cerrado, el motor de la econom¨ªa se detuvo, afectando fuertemente la fuente de ingresos de sus habitantes, pero este obst¨¢culo, a su vez ha sido un recordatorio de la gran riqueza del entorno donde habitan. Muchos han recurrido a los saberes ancestrales y m¨¦todos de recolecci¨®n de frutos silvestres tradicionales, que han sido un gran apoyo en medio de la escasez econ¨®mica.
Real de Catorce est¨¢ escondido en las altas monta?as de San Luis Potos¨ª y se caracteriza por una vegetaci¨®n de matorrales des¨¦rticos y espinosos. Se fund¨® con la riqueza que trajo la miner¨ªa durante los tiempos de la conquista, sin embargo en 1910 comenz¨® a decaer con el inicio de la Revoluci¨®n Mexicana, dejando al pueblo sin fuente de ingresos, adem¨¢s de deforestado a causa de las grandes cantidades de le?a que necesitaban para el funcionamiento de las calderas.
La mayor¨ªa de aquellos que depend¨ªan de la miner¨ªa se retiraron, dejando un pueblo fantasma. Con los a?os, Real de Catorce volvi¨® a la vida gracias a la llegada de Hollywood, la rica historia que posee, su proximidad al cerro del Quemado, uno de los lugares m¨¢s sagrados para la comunidad ind¨ªgena wixarika, adem¨¢s del f¨¢cil acceso al desierto donde es posible encontrar el peyote, medicina sagrada para esta comunidad. Todos estos factores volvieron a poner a este pueblo en el mapa, posicion¨¢ndolo como un destino muy apetecido para el turismo nacional e internacional, al ser el segundo lugar en recibir el nombramiento de Pueblo M¨¢gico en el 2001.
A pesar de que la disponibilidad de alimentos no se ha detenido durante la pandemia, la falta de turistas, y por consiguiente de ingresos, impuls¨® a los vecinos de Real de Catorce a regresar a los saberes ancestrales
Aquellos que resistieron los tiempos de la decadencia minera se concentraron en la agricultura, pero al llegar el turismo, trajo consigo un nuevo estilo de vida, dinero m¨¢s r¨¢pido y un creciente comercio con gran variedad de productos que antes eran dif¨ªciles de encontrar. Consecuentemente, esta transformaci¨®n alej¨® a sus habitantes de las tradiciones de sus abuelos y del campo. ¡°De aqu¨ª, de los ranchos cercanos lo ¨²nico que hay ahorita es la manzana, el durazno y el chabacano. El poco ma¨ªz y frijol que siembran lo usan para ellos, no lo venden¡±, explica Flor Saucedo Hern¨¢ndez, propietaria de una de las dispensas de alimentos m¨¢s concurridas de Real de Catorce. Parte de los alimentos que traen Saucedo y su familia para abastecer a la comunidad vienen de invernaderos a 32 kil¨®metros del pueblo. ¡°Ahorita la calabaza, el pepino, el chile morr¨®n, el chile poblano, la cebolla y el tomate lo traemos de San Isidro, pero cuando no los hay, lo tenemos que encargar de San Luis¡±, comenta. El resto de productos los adquieren del mercado en el Matehuala, ubicado a 61 kil¨®metros.
A pesar de que la disponibilidad de alimentos no se detuvo durante la pandemia, la falta de turistas, y por ende la imposibilidad de generar ingresos de esta manera, impuls¨® a muchos de sus habitantes a regresar a los saberes ancestrales, como la recolecci¨®n de cactus o frutos del desierto, y la elaboraci¨®n de bebidas y platillos tradicionales.
Este es el caso de Patricia Hern¨¢ndez y Alfonso Garc¨ªa, conocidos por la comunidad como Paty y Ponchito, una pareja de 51 y 61 a?os, habitantes de Real de Catorce. Antes del inicio de la crisis, Paty se dedicaba a vender cajeta (dulce de leche) a los turistas que visitan este pueblo m¨¢gico. Mientras Ponchito, por lo regular, se traslada a la ciudad de Monterrey, ubicada a unos 350 kil¨®metros de su hogar, para trabajar en la construcci¨®n durante unos meses del a?o, actividad que le permite ahorrar un dinero y regresar a casa. Cuando comenz¨® la alerta por la covid-19 en M¨¦xico, Ponchito se encontraba en Monterrey, pero al no poder desempe?ar su labor a causa de las restricciones, tom¨® la decisi¨®n de regresar a Real de Catorce donde tiene casa propia y est¨¢ rodeado de una rica fuente de alimentos. ¡°Aqu¨ª mal o bien nunca nos falta la comida, mientras en la ciudad todo es dinero¡±, explica.
Ponchito se levanta todas las ma?anas antes de que salga el sol y alrededor de las siete est¨¢ recogiendo el aguamiel, una bebida que se extrae del maguey, planta que abunda en esta regi¨®n de M¨¦xico y a la que han acudido para solventarse en estos tiempos de crisis. El proceso de preparaci¨®n consiste en cortar varias de las pencas para llegar al coraz¨®n, despu¨¦s, se raspa un hueco donde se ir¨¢ acumulando a diario este l¨ªquido. Ponchito explica que ¡°la recolecci¨®n del aguamiel debe ser realizada dos veces al d¨ªa, con la salida del sol y al atardecer, se puede consumir de varias maneras, fresca, cocida o fermentada¡±. En esta ¨²ltima forma es com¨²nmente llamada pulque.
Las plantas de maguey ¡°pueden llegar a producir durante seis meses y de cada una se puede obtener hasta cuatro litros diarios¡±, relata Ponchito. El aguamiel y el pulque ¡ªo elixir de los dioses, como le llaman muchos¡ª adem¨¢s podr¨ªa poseer propiedades ben¨¦ficas para la salud ya que podr¨ªa contribuir a combatir la obesidad, seg¨²n los resultados de un estudio realizados en ratones publicado en Nature.
Las plantas de maguey pueden llegar a producir durante seis meses y de cada una se puede obtener hasta cuatro litros diarios de aguamiel
En los casi tres meses en los que el acceso a turistas estuvo restringido, Paty no pudo vender los dulces tradicionales, ni alquilar las habitaciones que generalmente ocupan artesanos y peregrinos huicholes, quienes en su mayor¨ªa, abandonaron el pueblo a causa de la crisis sanitaria. Durante este tiempo, Paty vend¨ªa el aguamiel a otros habitantes del pueblo y el resto lo consum¨ªan en casa. Esta pr¨¢ctica, y la producci¨®n que ofrece la milpa, donde cultivan frutales como duraznos y manzanas, les facilit¨® la transici¨®n durante la pandemia.
Otro caso similar al de Paty y Ponchito es el de Socorro Aguilar, de 77 a?os. La mujer corta nopales (cactus Opuntia) para consumo del hogar y para la venta. El estado f¨ªsico de la se?ora, seg¨²n ella misma afirma, es evidencia de ¡°las milagrosas propiedades¡± para la salud de esta cact¨¢cea, pues a su edad camina a paso lento, pero sin dificultad por los cerros del Real, incluso despu¨¦s de una embolia que sufri¨® hace algunos a?os.
Aquilar compara la vida de antes con la de ahora, mencionando la falta de salud en la juventud pues ¡°solo quieren alimentos empaquetados y medicina en tabletas, poniendo de lado los grandes aportes de los cactus, flores y plantas medicinales¡±.
Lucio Garc¨ªa, enfermero del Centro de Salud de Real de Catorce, reconoce que los casos de obesidad en la comunidad son menos que en otras partes del pa¨ªs, pero sigue siendo un problema. "La gente hace mucha actividad f¨ªsica, subir las calles implica cierto esfuerzo¡±, comenta, ya que el pueblo est¨¢ compuesto por empinadas cuestas. En M¨¦xico el 71,3% de la poblaci¨®n sufre de sobrepeso u obesidad, seg¨²n los resultados de la Encuesta Nacional de la Salud del 2012, mientras la regi¨®n del Altiplano donde se encuentra Real de Catorce tiene el menor ¨ªndice de obesidad del Estado, aunque representa la octava causa de morbilidad entre la poblaci¨®n, seg¨²n los reportes del Diagn¨®stico Sectorial de Salud San Luis Potos¨ª 2018.
Tanto Paty y Ponchito como la se?ora Aquilar coinciden en se?alar que en el desierto siempre hay alimentos disponibles, tanto silvestres como aquellos cultivados en las milpas, y aunque varios tienen una temporada, estas var¨ªan, asegurando alimento todo el a?o. En adici¨®n a los nopales y el aguamiel, es posible encontrar cabuches (flor del cactus biznaga) en marzo y abril, tunas (fruto del nopal) cosechadas entre julio y noviembre, las flores de la s¨¢bila disponibles entre abril y junio, y los quiotes (troncos producidos por el maguey) entre noviembre y enero. Estos ¨²ltimos pueden llegar a medir hasta 10 metros, son de consumo tanto su tronco como sus flores y proveen a los habitantes del desierto de alimento en los meses m¨¢s duros del invierno, cuando ¡°otros frutos no est¨¢n disponibles para recolecci¨®n¡±, asegura Ponchito.
La poderosa y multifac¨¦tica planta del maguey no solo representa una fuente de alimento y bebida para las personas, sino que adem¨¢s contribuye a sostener a los animales, parte esencial en la vida de campo de Real de Catorce. Juan Ram¨ªrez, un hombre de 75 a?os, que como la se?ora Aquilar conserva los saberes ancestrales del desierto, recurre a los quiotes para alimentar al burro y al caballo que tiene en su casa. Es muy com¨²n hallar estos animales en el pueblo, puesto que con un entorno monta?oso y de estrechos caminos, resultan perfectos m¨¦todos de transporte para la comunidad.
Ram¨ªrez se cri¨® en los ranchos cercanos a Real de Catorce en tiempos en los que ¡ªcomo durante la pandemia¡ª el turismo era nulo, de ¨¦sta forma ¡°la agricultura y las plantas ex¨®ticas del desierto eran la ¨²nica forma para sobrevivir¡±, asegura. Anteriormente, ¨¦l cortaba los quiotes y los coc¨ªa en un horno elaborado con piedras volc¨¢nicas para cambiarlos por otros productos como el ma¨ªz, ¡°esencial para la elaboraci¨®n de las tortillas que acompa?an todas nuestras comidas¡±. Con el pasar de los a?os se le dificulta este arduo proceso ya que la cocci¨®n dura alrededor de 36 horas, sin contar la labor de recolecci¨®n de le?a, escasa en el desierto. Ahora, reserva los quiotes para sus animales.
Durante su recorrido diario por los cerros del desierto, Ram¨ªrez recolecta la garrocha del sotol (flor que brota del tronco de esta planta), o la flor del quiote para su consumo. Sin embargo, coincide con la se?ora Aguilar en que la juventud ya no aprecia estos alimentos. ¡°Ninguno de los cinco nietos que viven conmigo quieren comer lo que se encuentra en el monte¡±, explica.
Los momentos dif¨ªciles que se viven a nivel mundial a causa de la covid-19 ponen en evidencia la importancia de la agricultura aut¨®noma como la que ha mantenido a los vecinos de Real de Catorce bien alimentados. La ONU ya ha advertido de la escasez de alimentos que desencadena una crisis como la actual. Aunque en el 2008, la poblaci¨®n urbana super¨® a la rural, mostrando que cada vez menos personas se dedican a las labores del campo, casos como el regreso a las pr¨¢cticas de recolecci¨®n de frutos y flores del desierto, al igual que la creaci¨®n de huertos caseros en zonas rurales, revelan la importancia de lo rural para lograr la soberan¨ªa alimentaria. En las palabras de Anusha Murthy, de Edible Issues: ¡°Ahora m¨¢s que nunca, es importante centrarse en un sistema hiperlocal de producci¨®n¡ La mejor forma de garantizar el acceso a alimentos todo el a?o es cultivarlos nosotros mismos¡±.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.