El presidente del Constitucional se reserva el control de los proyectos de sentencia

El Constitucional va a tratar de acelerar sus tareas celebrando plenos cada 15 d¨ªas, a partir del que tendr¨¢ lugar la ¨²ltima semana de este mes. Los planes del tribunal de garant¨ªas para este primer trimestre del a?o pretenden cerrar la fase de aterrizaje de los nuevos magistrados ¡ªtras la pol¨¦mica renovaci¨®n de noviembre ¨²ltimo¡ª, con el fin de entrar ya en materia sin prisa pero sin pausa.

Despu¨¦s del pleno de enero, por tanto, habr¨¢ dos m¨¢s en febrero y otros dos en marzo. En total, cinco durante todo el trimestre, un promedio de actividad superior al de los dos ¨²ltimos a?os de pandemia. El objetivo es abordar los recursos pendientes con el prop¨®sito de resolverlos por mayor¨ªas lo m¨¢s amplias posibles, evitando la guerra de trincheras en que se convirtieron los plenos durante el ¨²ltimo tramo del mandato anterior.

No hay todav¨ªa un orden del d¨ªa preestablecido para dichas reuniones plenarias, en parte debido a que el plan acordado va a suponer a este respecto una novedad importante, consistente en el reforzamiento de las atribuciones del presidente del tribunal, Pedro Gonz¨¢lez-Trevijano, del sector conservador. Trevijano se ha reservado la facultad de incluir o no en la agenda de cada pleno los proyectos de sentencia que se vayan elaborando.

Sin el nihil obstat del presidente ning¨²n borrador de sentencia acceder¨¢ a las sesiones plenarias, ni se votar¨¢ en ellas sin dicha luz verde. Hasta ahora, en cambio, lo m¨¢s habitual era que el ponente propon¨ªa el momento en que un asunto deb¨ªa darse como suficientemente deliberado y, por tanto, pod¨ªa someterse a votaci¨®n en el pleno. Ello hab¨ªa dado lugar en ocasiones a la aparici¨®n de cierto factor sorpresa.

No ser¨¢ posible, por ejemplo, que un proyecto de fallo relevante, como el de la ley Cel¨¢a, que figur¨® entre los propuestos en el ¨²ltimo pleno del anterior Constitucional ¡ªy no se aprob¨® por falta de tiempo¡ª, se someta a deliberaci¨®n formal sin una discusi¨®n anticipada sobre su contenido. Lo que se pretende es alejar la perspectiva de fallos aprobados por seis votos a cinco, con exhibici¨®n de las divisiones y luchas intestinas entre los magistrados. No se trata de que un resultado de este tipo ¡ªcomo el que se produjo en la sentencia sobre el primer estado de alarma, de la que fue ponente el propio Trevijano¡ª sea irrepetible. Pero tanto el presidente del tribunal como su vicepresidente, Juan Antonio Xiol, quieren evitar la reedici¨®n de las tensiones que estallaron entonces.

En este contexto, fuentes del tribunal explican que algunos fallos importantes ¡ªcomo el relativo a la ley del aborto¡ª podr¨ªan quedar pendientes hasta la pr¨®xima renovaci¨®n del tribunal, prevista para junio de este a?o. Tal hip¨®tesis se producir¨ªa si en los contactos previos entre los componentes del tribunal se pone de manifiesto que no hay consenso o una amplia mayor¨ªa para aprobar el texto que ha empezado a elaborar el nuevo ponente, el magistrado conservador Enrique Arnaldo, quien tiempo atr¨¢s se mostr¨® cr¨ªtico con la legislaci¨®n vigente.

Estas medidas se trataron y acordaron en una reuni¨®n informal del pleno que tuvo lugar en el Constitucional antes de Navidad, tras la toma de posesi¨®n de los nuevos magistrados. En aquel encuentro ¡ªdescrito en la propia instituci¨®n como ¡°charla de caf¨¦¡±¡ª se acord¨® iniciar una etapa de ¡°recogimiento benedictino¡±, en expresi¨®n de las citadas fuentes. La finalidad de tanta reserva fue que el tribunal de garant¨ªas desapareciera durante un tiempo de los principales titulares de los medios de comunicaci¨®n.

La prioridad tras el par¨®n navide?o estribar¨¢ en responder a los recursos de s¨²plica presentados por los condenados en la causa del proc¨¦s contra la denegaci¨®n de las recusaciones que plantearon contra los magistrados Enrique Arnaldo y Concepci¨®n Espejel, argumentando su afinidad con el PP, partido que les propuso para acceder al tribunal en su reciente renovaci¨®n. En los dos casos se alegaba falta de imparcialidad, mientras en una iniciativa paralela se recusaba tambi¨¦n al presidente del tribunal ¡ªnombrado en 2013 por el Gobierno de Mariano Rajoy (PP)¡ª si no se absten¨ªa de participar en la impugnaci¨®n dirigida contra Arnaldo, por la amistad existente entre ambos.

El Constitucional respondi¨® a estas recusaciones ¡ªque habr¨ªan dejado al tribunal sin qu¨®rum¡ª con un auto muy rotundo, aprobado por unanimidad, en el que se subraya que ¡°nadie puede ser descalificado como juez en raz¨®n de sus ideas¡±. En la resoluci¨®n ¡ªque implica un cambio de doctrina en esta materia¡ª se a?ade que ¡°la afinidad ideol¨®gica no constituye por s¨ª sola causa de recusaci¨®n¡±.

El auto supuso un volantazo del tribunal en esta cuesti¨®n, por la facilidad con que hasta ahora hab¨ªan prosperado los intentos de apartar a magistrados, como en el caso de Pablo P¨¦rez-Tremps, recusado por el PP en el caso de la sentencia del Estatut en 2010, o m¨¢s recientemente en los de Antonio Narv¨¢ez y C¨¢ndido Conde-Pumpido, cuestionados por los l¨ªderes independentistas para alejarles de las sentencias del proc¨¦s, por haberse manifestado cr¨ªticamente, aunque con distinta intensidad, sobre el 1-O.