La falta de control de Marruecos dispara la llegada de pateras a Canarias
El repunte migratorio marca el peor enero de la serie. Por primera vez casi el 100% de las embarcaciones salen de territorio controlado por los marroqu¨ªes
La ruta migratoria hacia las islas Canarias vuelve a ser un quebradero de cabeza para las autoridades espa?olas. Y todas las miradas apuntan hacia Marruecos. Por un lado, el a?o ha comenzado con un fuerte repunte: enero ¡ªun mes de pocos sobresaltos¡ª ha registrado un r¨¦cord hist¨®rico de 3.194 llegadas. Nunca un mes de enero fue tan intenso. Por otro, est¨¢ ocurriendo algo in¨¦dito y es que la pr¨¢ctica totalidad de las pateras que han desembarcado en el archipi¨¦lago este a?o ¡ªa excepci¨®n de un cayuco que sali¨® de Senegal¡ª han partido del sur de Marruecos o del S¨¢hara Occidental, territorio controlado por las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes.
Adem¨¢s, vuelve a crecer el n¨²mero de personas de esa nacionalidad que ocupan las embarcaciones: cuatro de cada diez son marroqu¨ªes, seg¨²n datos de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex). Si bien es cierto que la capacidad del pa¨ªs africano para controlar un ¨¢rea tan extensa es limitada, una fuente de seguridad espa?ola sostiene: ¡°De Marruecos no sale nadie si ellos no quieren¡±. ¡°Si salen es porque se lo est¨¢n permitiendo¡±, zanja otra.
El repunte de la ruta y las din¨¢micas que se est¨¢n observando preocupan y son tema de an¨¢lisis entre ministros, diplom¨¢ticos y fuerzas de seguridad del Estado. Lo que ocurre en Canarias es especialmente relevante porque las islas absorben casi el 75% de las entradas irregulares, 4.753 llegadas de un total de 6.347, seg¨²n datos hasta el pasado 13 de febrero recogidos en un informe de la Comisi¨®n Europea al que ha tenido acceso EL PA?S. Los desembarcos en el archipi¨¦lago se han disparado en lo que va de a?o un 125% respecto al mismo periodo de 2021. Si se toma como referencia 2020, cuando se dio por reactivada la ruta y se produjo una espectacular crisis de acogida, las llegadas durante este mes casi se han cuadruplicado. Los datos de este enero est¨¢n tambi¨¦n a a?os luz de los registrados incluso durante la crisis de los cayucos: los meses de enero de 2006, 2007 y 2018, los a?os m¨¢s cr¨ªticos hasta ahora, nunca superaron las 800 llegadas.
La inquietud es m¨¢xima, sobre todo porque Espa?a tiene poco que hacer si Rabat no colabora en el control de los flujos migratorios que salen de su territorio o del S¨¢hara Occidental, excolonia espa?ola y actualmente inmersa en una guerra de baja intensidad con Marruecos. A diferencia de lo que ocurre en otros pa¨ªses, como Senegal, Mauritania o Gambia, las autoridades marroqu¨ªes no permiten la actuaci¨®n de agentes espa?oles en su territorio para que colaboren con las fuerzas de seguridad locales contra la inmigraci¨®n irregular. ¡°Mientras que en otros pa¨ªses la cooperaci¨®n funciona muy bien y se han cortado las salidas, en Marruecos es muy dif¨ªcil y no sabemos bien qu¨¦ est¨¢ pasando¡±, lamenta una fuente de seguridad. ¡±?Hasta qu¨¦ punto es falta de capacidad y hasta qu¨¦ punto es una estrategia?¡±, se pregunta otra.
Sin margen de actuaci¨®n en el pa¨ªs de origen, Espa?a depende totalmente de la voluntad de cooperaci¨®n de su socio para el control migratorio. Y a diferencia de otros momentos en los que los agentes espa?oles elogian los esfuerzos de Rabat, ahora transmiten malestar. ¡°Falta trabajo en origen¡±, ¡°no colaboran¡±, aseguran.
Hay, sin embargo, otros factores que est¨¢n determinando las din¨¢micas de esta ruta. Precisamente el control migratorio de pa¨ªses como Mauritania est¨¢ desplazando los flujos hacia el norte. ¡°Durante muchos meses se ha visto que si la misma embarcaci¨®n sal¨ªa unos kil¨®metros arriba, cruzando la frontera, la probabilidad de interceptaci¨®n era much¨ªsimo menor¡±, analiza una fuente dedicada al control migratorio. Por otro lado, a?ade la misma fuente, la costa atl¨¢ntica ¡°es un territorio m¨¢s extenso, con menos densidad de poblaci¨®n, y menos presencia estatal, unido a unos ¨ªndices de corrupci¨®n superiores¡±. Es, incide, ¡°un territorio m¨¢s dif¨ªcil de controlar¡±.
Espa?a mantiene conversaciones con Marruecos para encauzar sus relaciones tras la crisis desatada en mayo con la entrada de 10.000 inmigrantes en Ceuta, un ¨®rdago lanzado por Rabat para que Espa?a reconsidere su posici¨®n acerca de la soberan¨ªa del S¨¢hara. Marruecos insiste en que Espa?a se alinee con su oferta de un estatuto de autonom¨ªa para el S¨¢hara Occidental en vez del refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n por el que trabaja la ONU. El control de la inmigraci¨®n, clave en la relaci¨®n entre los dos pa¨ªses, sigue en una especie de zona gris.
Marruecos s¨ª ha abierto la puerta a que se retomen las devoluciones de marroqu¨ªes que llegan a las islas tras la reapertura del espacio a¨¦reo el pasado 7 de febrero. ¡°Hemos recibido se?ales muy alentadoras¡±, mantienen fuentes de Exteriores acerca de la reactivaci¨®n. ¡°El inter¨¦s compartido de Espa?a y nuestros vecinos del norte de ?frica es combatir las redes de inmigraci¨®n ilegal. Se trata de un objetivo com¨²n, y esta reactivaci¨®n mandar¨ªa un mensaje muy importante¡±, abundan. Dos semanas despu¨¦s, a¨²n no se ha ejecutado ninguna devoluci¨®n desde Canarias y, aunque comiencen, los cupos aceptados por Rabat (80 personas por semana) y las exigencias (deben estar documentados con pasaporte y con PCR negativa) limitan las pretensiones espa?olas. Interior no ha respondido a las preguntas de este peri¨®dico.
El pa¨ªs magreb¨ª tambi¨¦n mantiene desde 2019 el f¨¦rreo control en el norte de su territorio dificultando la emigraci¨®n por el Estrecho y las ciudades de Ceuta y Melilla y as¨ª lo ha ensalzado ¨²ltimamente el ministro de Exteriores Jos¨¦ Manuel Albares. Pero ese mismo blindaje en el norte, acordado con la UE ¡ªy en buena parte financiado por ella¡ª, ha desplazado a las mafias y a los migrantes a la fachada atl¨¢ntica, much¨ªsimo m¨¢s peligrosa y con las tarifas disparadas (el viaje puede alcanzar los 2.500 euros). En esta ruta, mucho m¨¢s dif¨ªcil de controlar por la extensi¨®n de la costa, no se celebra ning¨²n resultado.
Desde el ¨¢mbito de las fuerzas de seguridad se se?ala la falta de voluntad de Marruecos para frenar las salidas hacia el archipi¨¦lago. Una fuente de seguridad resume: ¡°Rabat justifica que colabora con algunos rescates en aguas de solape [en las que la responsabilidad de auxilio es compartida con Espa?a], pero es m¨¢s por inter¨¦s propio que por una verdadera voluntad de cooperaci¨®n. Con los rescates, deja clara su soberan¨ªa en aguas del S¨¢hara y justifica adem¨¢s el despliegue de su Marina¡±.
Herramienta de presi¨®n
Aunque en los foros europeos Espa?a defiende la buena voluntad de su socio y vecino ante los pa¨ªses del norte, en la esfera diplom¨¢tica se reconoce el uso recurrente de los flujos migratorios por parte de Rabat para presionar por sus intereses. Desde el desembarco de casi 1.000 personas en un solo d¨ªa en costas andaluzas en agosto de 2014, como respuesta a un incidente de la Guardia Civil con el yate de Mohamed VI, a la entrada masiva de 10.000 personas el pasado mes de mayo para forzar a Espa?a a cambiar su postura sobre el S¨¢hara. Fuentes involucradas en la pol¨ªtica migratoria espa?ola creen que Rabat seguir¨¢ reserv¨¢ndose esa herramienta de presi¨®n. ¡°Marruecos no renuncia a esa baza y es l¨®gico¡±.
Una fuente gubernamental, por otro lado, advierte de que los flujos migratorios que recibe Espa?a no siempre responden a una estrategia de Marruecos y s¨ª a la dificultad para controlar un territorio tan extenso y a las aspiraciones migratorias de sus habitantes. ¡°No podemos menospreciar las consecuencias econ¨®micas que ha tenido la pandemia para los marroqu¨ªes¡±, avisa. En 2019, antes de la irrupci¨®n del coronavirus, el Arab Barometer alertaba de que siete de cada diez j¨®venes marroqu¨ªes ten¨ªan la tentaci¨®n de emigrar, la tasa m¨¢s alta de la zona MENA (Medio Oriente y Norte de ?frica). El escenario ha empeorado desde entonces. El pa¨ªs sufre un alza de precios en productos b¨¢sicos, los carburantes y el transporte, y, seg¨²n la ONU, el 25% de la poblaci¨®n est¨¢ en riesgo de inseguridad alimentaria. La tasa de desempleo ha aumentado del 11,9% en 2020 al 12,3% en 2021, seg¨²n el Alto Comisionado de Planificaci¨®n, el instituto estad¨ªstico marroqu¨ª.
El dato del paro, en cualquier caso, no refleja las dificultades de la mayor¨ªa de los trabajadores marroqu¨ªes que depende de la econom¨ªa informal, especialmente castigado por el virus. Marruecos, adem¨¢s, vive la peor sequ¨ªa de las ¨²ltimas tres d¨¦cadas y los cielos despejados se han convertido en una pesadilla para los agricultores. Este perfil, junto al de trabajadores informales, como comerciantes o empleados en el sector tur¨ªstico, es muy habitual entre los reci¨¦n llegados en patera a Canarias.
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