El auge xen¨®fobo pone al musulm¨¢n en la diana
El discurso que discrimina a los inmigrantes de pa¨ªses isl¨¢micos se extiende de la ultraderecha al PP por la v¨ªa del ¡°feminacionalismo¡±
As¨ª es la inmigraci¨®n en Espa?a seg¨²n Isabel D¨ªaz Ayuso: a un lado est¨¢n los latinoamericanos, tan integrados que ¡°no son ni siquiera inmigrantes¡± porque ¡°rezamos la misma religi¨®n, tenemos la misma ra¨ªz¡±; al otro lado est¨¢n los llegados de pa¨ªses que ¡°culturalmente tienen un choque con nosotros¡±, que ¡°defienden la ablaci¨®n, que las mujeres nos quedemos en nuestras casas o la poligamia¡±. Son los que llevan a Ayuso a advertir: ¡°Si tengo una hija, quiero que salga con su falda corta si le da la gana¡±. Y tambi¨¦n a preguntarse: ¡°?Por qu¨¦ vamos a perder libertad, nuestras costumbres?¡±. La presidenta madrile?a no tiene dudas: ¡°No es lo mismo un tipo de inmigraci¨®n que otra¡±.
Est¨¢ claro cu¨¢l es el primer tipo: los ¡°hispanos¡±, en palabras de Ayuso. Pero, ?y el otro? No lo concreta en ning¨²n momento de la entrevista del 2 de septiembre en Antena 3 de la que salen las frases del primer p¨¢rrafo. Sin embargo, es obvio: los musulmanes, centro de la diana del discurso anti-inmigraci¨®n en Espa?a y Europa. ¡°El estereotipo del musulm¨¢n patriarcal incompatible con la diversidad sexual y la igualdad hombre-mujer est¨¢ tan arraigado que no hace falta ni nombrarlo¡±, explica Eduardo Tena, coordinador del ensayo La derecha radical europea en la actualidad. Discurso de odio e islamofobia.
Tena, profesor de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad de Burgos, y su colega Sonsoles Dieste, tambi¨¦n coordinadora del citado ensayo, observan un auge de dos discursos ¡°islam¨®fobos¡±. El primero, de la ¡°derecha tradicional¡±, aprovecha ¡°un imaginario colectivo¡± sobre el musulm¨¢n que permite ¡°ser islam¨®fobo sin mencionar el Islam¡±. Para ello puede utilizar entre otros el recurso del ¡°feminacionalismo¡±, que junto al ¡°homonacionalismo¡± pone los derechos de las mujeres y los homosexuales como coartada para su mensaje. Ah¨ª encuadran las frases de Ayuso y tambi¨¦n las pronunciadas en julio por el presidente del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, que en la refriega del debate migratorio reclam¨® ¡°respeto a nuestra cultura, a nuestras creencias, a las mujeres, a los homosexuales¡±. Da la raz¨®n a los dos profesores de la Universidad de Burgos quien es la m¨¢xima autoridad en ¡°feminacionalismo¡±, la reputada soci¨®loga italiana Sara R. Farris, catedr¨¢tica en Goldsmiths, de la Universidad de Londres, que acu?¨® y teoriz¨® el t¨¦rmino. A la luz de las declaraciones de Feij¨®o y Ayuso, afirma: ¡°El PP est¨¢ intensificando su ret¨®rica feminacionalista y racista¡±. El PP, a trav¨¦s de un portavoz, afirma que su partido es ajeno a esa corriente: ¡°Feij¨®o se refiere a cualquier persona de cualquier raza, credo o condici¨®n¡±. El equipo de Ayuso no responde a las preguntas de EL PA?S.
El segundo tipo de discurso islam¨®fobo seg¨²n Tena y Dieste es ¡°m¨¢s directo¡± y propio de la ultraderecha, que sin rodeos se?ala a los musulmanes como enemigos de la libertad, la seguridad y los valores de la naci¨®n. Tres ejemplos. Santiago Abascal (Vox) acusa al PP y al PSOE de ¡°promocionar una invasi¨®n islamista¡± que los espa?oles ¡°sufrir¨¢n en sus carnes¡±. Alvise P¨¦rez (Se Acab¨® la Fiesta) llama a combatir al ¡°islamismo¡±, que quiere ¡°destruir nuestra forma de vida¡±. Y S¨ªlvia Orriols (Alian?a Catalana) alerta contra una futura ¡°Catalu?a isl¨¢mica¡± de ¡°violaciones en grupo, mutilaciones genitales y matrimonios forzados¡±.
El discurso el¨ªptico de la derecha y el directo de la ultraderecha tienen mucho en com¨²n, explican Dieste y Tena en conversaci¨®n telef¨®nica. Los dos hacen uso del ¡°feminacionalismo¡±, etiqueta que suele englobar tambi¨¦n al ¡°homonacionalismo¡±. Los dos ¡°transmiten en el fondo el mismo mensaje¡±, con la diferencia de que el primero ¡°parece m¨¢s aceptable socialmente¡± y menos expuesto a la ¡°acusaci¨®n de islamofobia¡±. Y los dos ¡°sin duda van a m¨¢s¡±. Tambi¨¦n observa este auge Jaime Bordel, que estudi¨® el caso italiano para el ensayo Salvini & Meloni y detecta en Espa?a una ¡°creciente criminalizaci¨®n del ¨¢rabe¡± compartida con el pa¨ªs transalpino. ¡°El idioma favorece que en Espa?a las ultraderechas tiendan a discriminar m¨¢s a la poblaci¨®n ¨¢rabe que a la latinoamericana¡±, a?ade Bordel, para quien el ¡°punto de inflexi¨®n¡± ha sido la irrupci¨®n de Vox, ¡°que ha desatado en el PP el temor a ser la derechita cobarde¡±.
Mensajes de odio
Ahmed Khalifa, presidente de la Asociaci¨®n Marroqu¨ª para la Integraci¨®n, lamenta que la ¡°expansi¨®n del discurso anti-musulm¨¢n¡± impulsada por Vox gane ahora un ¡°potente canal¡± penetrando en el PP, m¨¢s a¨²n cuando el CIS ya ha detectado un aumento de la inquietud social ante la inmigraci¨®n. ¡°Todo el mundo escucha cuando habla Ayuso o Feij¨®o¡±, advierte. Musulm¨¢n de 46 a?os, nacido en Tetu¨¢n, a Khalifa le inquieta el ¡°constante mensaje¡± en redes sociales que presenta al isl¨¢mico como ¡°peligroso¡±, ¡°inadaptado¡± y que ¡°maltrata a las mujeres¡±. Ese martilleo, sostiene, ¡°se nota¡± en la percepci¨®n sobre la comunidad musulmana en Espa?a, con m¨¢s de 2,4 millones de personas, el 55% extranjeros, seg¨²n un informe de la Uni¨®n de Comunidades Isl¨¢micas y el Observatorio Andalus¨ª.
?En qu¨¦ ¡°se nota¡±? Khalifa cita una encuesta de 2023 de su asociaci¨®n: el 93% de 650 musulmanes declar¨® sufrir discriminaci¨®n. Pero hay m¨¢s indicios. El Observatorio del Racismo y la Xenofobia del Ministerio de Inclusi¨®n ha detectado que los musulmanes son el segundo colectivo que m¨¢s discursos de odio sufri¨® en las redes en 2023, con un 26,2% de la muestra. Ahora bien, ese dato no ilustra por s¨ª solo la cantidad del odio anti-musulm¨¢n captado. Un portavoz del Observatorio explica que para computar un mensaje como ¡°islamofobia¡± debe haber referencias religiosas evidentes, como en este de Facebook sobre una mujer con hijab: ¡°Qu¨ªtate el pachuli, anda, que pareces una mesa camilla. Putas moras, podr¨ªamos echarlas de Espa?a¡±. Adem¨¢s de mensajes as¨ª, hay otros de odio contra musulmanes ¡ªo percibidos como musulmanes¡ª que al no usar elementos religiosos se clasifican como ataques a otros grupos, por ejemplo los norteafricanos, precisamente los que sufren la mayor cantidad de ataques (33,7%) y que en su mayor¨ªa son magreb¨ªes, con frecuencia tomados ¡ªlo sean o no¡ª como musulmanes. Conclusi¨®n: el rechazo a quienes despectivamente son llamados ¡°moros¡± protagoniza los dos discursos de odio m¨¢s abundantes.
El informe de OBERAXE alerta sobre los colectivos diana de los discursos de odio ?
— Ministerio Inclusi¨®n Seguridad Social Migraciones (@inclusiongob) July 2, 2024
?? Norte de ?frica (33%)
?? Islamofobia (26%)
?? El 53% de los contenidos deshumanizan a las personas. pic.twitter.com/eG7yQVVMiW
Tambi¨¦n llegan pistas de islamofobia de la Fiscal¨ªa General, cuya ¨²ltima memoria recoge que en 2023 se presentaron 299 denuncias por delitos de odio por raza, religi¨®n y origen, una subida anual pr¨®xima al 300%. El fiscal de delitos de odio, Miguel ?ngel Aguilar, afirma que el musulm¨¢n es objetivo de la ¡°gran mayor¨ªa¡± de los mensajes de odio religioso y que la islamofobia est¨¢ presente en ¡°gran parte¡± de los de odio al extranjero, si bien es una ¡°percepci¨®n¡± ya que los registros a¨²n no lo desagregan.
El mapa de la inmigraci¨®n irregular indica que el odio no est¨¢ relacionado con la condici¨®n de sin papeles. En Espa?a solo un 5,6% de los irregulares son africanos, frente a m¨¢s de un 90% de Am¨¦rica del sur y central, seg¨²n una estimaci¨®n de la Fundaci¨®n porCausa con datos de 2022. Son n¨²meros que refuerzan la hip¨®tesis de que un poderoso m¨®vil del odio es religioso-cultural.
Feminacionalismo
El auge islam¨®fobo en Espa?a est¨¢ lejos de ser una excepci¨®n. El supuesto conflicto entre el Islam y los valores occidentales es clave en el discurso de Alternativa para Alemania, Reagrupamiento Nacional (RN) en Francia, Hermanos de Italia y la Liga Norte, los brexiters y parte de los conservadores en Reino Unido y la extrema derecha en el centro, el norte y el este de Europa. ?Por qu¨¦ cunde tanto? Dieste y Tena, coordinadores de La derecha radical europea en la actualidad, subrayan un factor que otorga especial impacto a la islamofobia, multiplicando as¨ª su tir¨®n como arma pol¨ªtica: la capacidad para crear un ¡°ellos contra nosotros¡± que persuade incluso a los no cristianos.
La raz¨®n es que la islamofobia, se?ala Tena, se ha sofisticado mediante el ¡°feminacionalismo¡±, un discurso que inaugur¨® en Pa¨ªses Bajos el l¨ªder anti-islamista Pim Fortuyn y que hoy tiene como referentes al tambi¨¦n holand¨¦s Geert Wilders y a Marine Le Pen. El partido de esta, RN, presenta al Islam no como una amenaza a la esencia ¨¦tnica o cristiana de Francia, sino a su laicidad republicana y a las libertades civiles. As¨ª Le Pen reviste su mensaje xen¨®fobo de ¡°valores universalistas, progresistas, herederos de la Ilustraci¨®n¡±, explica Arsenio Cuenca, investigador sobre extrema derecha en la parisina ?cole Pratique des Hautes ?tudes. El viejo ¡°racismo biol¨®gico¡± del Frente Nacional es hoy ¡°inaudible¡± y todo el discurso se cubre de argumentos ¡°culturales¡± m¨¢s capaces de generar contradicciones en el campo progresista, expone Cuenca.
Autora del ensayo En nombre de los derechos de las mujeres, la soci¨®loga Farris ve en Feij¨®o y Ayuso un ¡°feminacionalismo¡± emparentado con el lepenista. Sobre la exigencia de ¡°respeto¡± a ¡°mujeres¡± y ¡°homosexuales¡± de Feij¨®o, Farris cree que sirve para agitar el temor a una cultura extranjera ¡°opuesta a la espa?ola¡± que ¡°amenaza¡± la protecci¨®n de los derechos civiles. ¡°Son comentarios muy racistas endulzados con el lenguaje de la cultura¡±, se?ala Farris. En cuanto al temor de Ayuso a que una hija suya no pudiera ir con ¡°falda corta¡±, estamos ante un ¡°feminacionalismo cl¨¢sico¡±. ¡°Evoca claramente el mito del var¨®n musulm¨¢n como amenaza sexual para hablar del trasfondo racista/islam¨®fobo del pa¨ªs, pero tambi¨¦n para aparecer como defensora de los derechos de la mujer¡±, analiza.
El ¡°feminacionalismo¡± est¨¢ menos desarrollado en Espa?a que en otros pa¨ªses del centro y el norte de Europa, coinciden Dieste y Tena, que aunque observan que tanto el PP como Vox hacen uso de ese recurso se?alan a Alian?a Catalana como el partido que m¨¢s lo ha desarrollado. Orriols no solo se ha declarado favorable al ¡°Estado laico¡±, sino que este a?o ha hecho algo at¨ªpico de una l¨ªder ultraderechista: colgar la bandera LGTBI en el Ayuntamiento de Ripoll, donde es alcaldesa. Dieste insiste en el potencial de esta estrategia: ¡°Mucha gente se escandaliza ante la islamofobia pura y dura, pero no cuando logra parecer sentido com¨²n apelando a nuestras libertades¡±.
Tena y Dieste, profesores en la Universidad de Burgos, no vislumbran el fin del auge islam¨®fobo, cebado por un ¡°ambiente de ¨¦poca¡± al que el PP y Vox contribuyen y del que al mismo tiempo son ¡°rehenes¡±. Adem¨¢s, a?aden, hay tres factores m¨¢s que le dan alas. El primero es ¡°un estereotipo hist¨®rico¡± con origen en las Cruzadas que presenta al musulm¨¢n como ¡°enemigo salvaje¡±. No es casual, apuntan, que Abascal exalte la Reconquista y haga actos en Covadonga ni que Ayuso reivindicase en 2022 ¡°la Espa?a perdida con la invasi¨®n musulmana¡±. El segundo factor es toda una serie de hitos que en las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas han aquilatado una visi¨®n oscura del Islam en Occidente: la Revoluci¨®n de los Ayatol¨¢s, la fatwa contra Salman Rushdie, el 11-S, el Califato Isl¨¢mico, las pol¨¦micas por el velo, la misoginia talib¨¢n... El tercero es un aura de respetabilidad intelectual, concluye Dieste, para quien existe una ¡°islamofobia ilustrada¡± ¨Cen expresi¨®n de la catedr¨¢tica de Estudios ?rabes Luz G¨®mez¨C nutrida de figuras como la periodista Oriana Fallaci o el polit¨®lgo Giovanni Sartori, ambos ya fallecidos, que presentaron al Islam como incompatible con los valores occidentales.
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