Visita olbigada. 1,5 millones de personas pasearon por las salas del Thyssen en 2012 y 2,5 millones lo hicieron entre las paredes del Reina Sof¨ªa. Una cifra superada por los 2,8 millones de entradas vendidas del Prado.
Uno de los puntos neur¨¢lgicos de Madrid ofrece una inigualable oferta art¨ªstica. Una delicia tur¨ªstica envidiada por grandes ciudades.
Pocas cosas ofrecen menor discusi¨®n en la Espa?a de la eterna querella. ?Buscan un tesoro nacional? Vayan al Prado. El museo que Eugenio D¡¯Ors crey¨® posible abarcar en tres horas y ha seducido en sus casi dos siglos de historia a ilustres extranjeros como Prosper M¨¦rim¨¦e, Richard Ford o Charles Clifford. La pinacoteca del orgulloso pasado y el brillante futuro. La instituci¨®n que atrajo en 2012 a 2,8 millones de visitantes, de los que muchos, la mayor¨ªa, llegaron del extranjero. El v¨¦rtice de un tri¨¢ngulo del arte con escasa competencia en el mundo. Sin asomo de chovinismo: la suma de oferta expositiva temporal y de colecciones permanentes de la catedral laica del Prado, del Thyssen (1,25 millones de asistentes) y del Reina Sof¨ªa (2,5 millones) hace palidecer al resto de grandes ciudades.
Y por si no fuera suficiente, ah¨ª siguen la Biblioteca Nacional, el Arqueol¨®gico Nacional (de pr¨®xima reapertura), la Fundaci¨®n Mapfre y el CaixaForum (y muy cerca, la Academia de San Fernando, el C¨ªrculo, la Juan March y el Palacio Real). Coordenadas que completan un mapa art¨ªstico vibrante, que permite en una ma?ana de abril, "cuando la vida no aprieta demasiado", que dec¨ªa D¡¯Ors, correr del Guernica a Las meninas, de Tiziano a Van Gogh, de la abstracci¨®n geom¨¦trica latinoamericana al land art de Robert Smithson. De Madrid al cielo art¨ªstico.