Por qu¨¦ nos obsesiona ver casas en internet que nunca vamos a comprar
M¨¢s all¨¢ de Idealista, inmobiliarias como Fantastic Frank o The Modern House han revolucionado la forma que tenemos de ver las residencias creando la necesidad de ¡®scrollear¡¯ por sus cat¨¢logos e incluso el sector inmobiliario. Imaginarse viviendo en esos entornos id¨ªlicos es un deporte en expansi¨®n en la Red
Escrib¨ªa el periodista Juanjo Villalba en plena pandemia sobre la debilidad por mirar espacios bonitos y el fen¨®meno del designporn durante el confinamiento. De c¨®mo la decoraci¨®n es un refugio en momentos dif¨ªciles y crea una sensaci¨®n de seguridad y apego. Y es cierto, existe una especie de familiaridad y comodidad cuando miramos viviendas ajenas, algo parecido al placer que da la comfort food en un plato de pasta un martes por la noche. Y no es de extra?ar, viviendo en una sociedad hiperconectada y fascinada con la productividad, que la gente busque espacios virtuales donde imaginar una vida mejor.
Todo lo anterior cobra sentido cuando, adem¨¢s, aparecen comentarios en foros y redes sociales de personas que miran casas por puro ocio, describiendo su desayuno ideal en la imagen de una cocina con vistas. Bea de Lara y Julio de Manuel se preguntaron lo mismo en su newsletter FAQ Adulting hace unos meses. Mientras De Manuel comparaba precios de pisos y hac¨ªa c¨¢lculos de lo que se pod¨ªa permitir ¨Do no¨D si lo echaban de su apartamento, De Lara empez¨® a tener curiosidad por esas casas caras en venta y su decoraci¨®n. En ese punto, ambos se dieron cuenta de que a otros amigos y compa?eros tambi¨¦n les pasaba lo mismo. ¡°Era ansiedad y fantas¨ªa a partes iguales¡±, comenta Bea. ¡°Yo creo que nos gusta alimentar esa fantas¨ªa del y si (fuera rico) constante que tenemos. Imaginarnos viviendo ah¨ª y fantaseando con una vida mejor¡±. Pero est¨¢n seguros de que mirar pisos en cualquier portal inmobiliario es tambi¨¦n una excusa perfecta para robar ideas decorativas y adaptarlas al hogar propio.
En definitiva, es esa especie de amor a primera vista el que hace que haya muchas personas obsesionadas por mirar agencias m¨¢s all¨¢ de la intenci¨®n de comprar o alquilar un inmueble. Imaginarse viviendo en esas casas id¨ªlicas, estableciendo una relaci¨®n plat¨®nica con el espacio que no existe, es un deporte en expansi¨®n en internet. Si bien es cierto que la mayor¨ªa no busca como futuro propietario o inquilino, s¨ª lo hacen para fantasear con sus vidas en la campi?a inglesa o en el coraz¨®n de la ciudad de moda. J¨²lia (41 a?os), ilustradora de Barcelona, confiesa que le da placer mirar pisos en Idealista. ¡°En general, es como una forma de evasi¨®n, busco lugares en los que desear¨ªa vivir. Pero tambi¨¦n soy voyeur, me gusta imaginarme c¨®mo las familias vivieron en esos sitios a trav¨¦s de sus decoraciones¡±.
Gran parte de la culpa la tiene Fantastic Frank, que hace 13 a?os revolucion¨® el mundo inmobiliario y cambi¨® la concepci¨®n de c¨®mo deben ser las viviendas en alquiler y venta. El secreto de su ¨¦xito es concebir un espacio en el que los clientes potenciales vean sus posibilidades reales, convirtiendo en un hogar cada imagen que se ve. Su lema es Inspirar para comprar y vaya si lo consiguen. Presentes en cinco pa¨ªses, entre ellos Espa?a ¨Dcon oficinas en Mallorca, Ibiza y Barcelona¨D, la compa?¨ªa naci¨® en 2010, en una ¨¦poca adolescente de internet donde solo se ve¨ªan los t¨ªpicos anuncios de piso con im¨¢genes hechas con gran angular y excesivamente retocadas. Sus fundadores, los suecos Tomas Backman, Sofie Ganeva, Swen Wall¨¦n y Mattias Kardell, tuvieron claro que necesitaban escapar de ese t¨®pico tan poco atractivo y excesivamente t¨¦cnico, convirti¨¦ndose en los pioneros de una estrategia de marketing que ten¨ªa como objetivo un p¨²blico enamorado del interiorismo y de la est¨¦tica de revistas como Wallpaper*, Elle Decor o Architectural Digest. De este modo, consiguieron el cruce perfecto entre una revista de dise?o de interiores y el negocio inmobiliario. El reconocimiento mundial fue inmediato y su explosi¨®n en el mundo digital tambi¨¦n, consiguiendo m¨¢s de un mill¨®n y medio de visitas de media al mes en su web y m¨¢s de 2.000 propiedades vendidas en estos a?os. La revista Kinfolk incluy¨® a los cuatro creadores, en 2017, en su listado de los 40 emprendedores m¨¢s importantes del mundo.
Villas de Jane Austen y el toque espa?ol
Su f¨®rmula pronto se traslad¨® a otros pa¨ªses, con The Modern House a la cabeza. Este real estate del Reino Unido es uno de los principales referentes internacionales en la actualidad. Cuenta con casi 700.000 seguidores en Instagram, lo que ha catapultado a muchas de sus propiedades a las listas de casas m¨¢s bonitas y virales de internet y les ha hecho publicar, con m¨¦ritos propios, varios libros sobre decoraci¨®n y arquitectura. Eso s¨ª, su cat¨¢logo solo es apto para bolsillos millonarios, ya que el valor medio de una propiedad listada en la agencia es de 1,1 millones de libras.
Aunque naci¨® en 2005, no fue hasta 2015 cuando dio el salto. Matt Gibberd y Albert Hill, sus promotores, ven¨ªan del mundo de las publicaciones de decoraci¨®n y la arquitectura. Su concepto es parecido al de los suecos, predominando la l¨ªnea editorial por encima de la de venta, y una est¨¦tica de revista, instaurando un estilo propio hasta el d¨ªa de hoy. Se les atribuye el m¨¦rito de reescribir las reglas de las agencias inmobiliarias con una filosof¨ªa que se basa en la fuerza del dise?o, de la luz y el espacio, para ayudar a la gente a vivir de una forma m¨¢s reflexiva y bella. Adem¨¢s, como parte de su ideario de empresa, cuentan con la certificaci¨®n B Corp de sostenibilidad e impacto social y medioambiental.
The Modern House se ha especializado en la venta y promoci¨®n de arquitectura modernista y del siglo XX en el Reino Unido, listando iconos del minimalismo y el brutalismo o apartamentos hasta en el mism¨ªsimo complejo Barbican de Londres. De hecho, su propio nombre est¨¢ inspirado en el movimiento modernista, concretamente, en el libro del arquitecto racionalista Francis Yorke, The Modern House (1934), que introdujo este tipo de arquitectura al gran p¨²blico ingl¨¦s.
En 2021 lanzaron Inigo, su hermana peque?a, dedicada en exclusiva a viviendas hist¨®ricas que forman parte del patrimonio brit¨¢nico, con un archivo de fincas espectaculares en zonas rurales y casas de campo de ¨¦poca victoriana y georgiana, propias de la literatura de Jane Austen y que generan adicci¨®n entre el p¨²blico. La clave de su fama es contar la historia del lugar en profundidad y con su toque editorial, creando un imaginario muy tangible que acerca al lector a esa sensaci¨®n de escapismo y fantas¨ªa de vivir en un hogar como ese.
En Espa?a, el nombre propio lo pone la catalana The Home Hunter, que naci¨® en 2013 de la mano de Tessa Muga y Rom¨¢n Maci¨¤. Se definen como un oasis inmobiliario y una agencia adaptada a los nuevos tiempos y al lenguaje de las redes sociales e internet. Aunque listan sus pisos en la web, su principal canal de comunicaci¨®n es Instagram, donde tienen la mayor comunidad dentro del sector inmobiliario espa?ol. Cada d¨ªa publican en los stories de su perfil los inmuebles disponibles en alquiler y venta en las ciudades de Barcelona y Madrid ¨Ddonde operan¨D, y que gestionan a trav¨¦s de citas por su n¨²mero de WhatsApp. Pisos que, muchas veces, se alquilan o venden en menos de 48 horas. La empresa se desarroll¨® con la idea de cambiar el mundo inmobiliario a nivel nacional de manera positiva, con una pol¨ªtica de trabajo alejada de la competencia y la agresividad que est¨¢n tan presentes en este sector. Y en 10 a?os han transformado la manera de ver el producto y al cliente, con un equipo joven y cercano que se aleja de los trajes de chaqueta y corbata.
Es por ello que su prioridad n¨²mero uno es crear hogar, casas en las que ellos mismos vivir¨ªan. Una carta de presentaci¨®n que les convirti¨® en los pioneros en Espa?a del denominado home staging, la decoraci¨®n del espacio para comercializarlo y ense?ar las posibilidades a los futuros clientes, consiguiendo vender en tiempo r¨¦cord pisos que llevaban a?os sin apenas recibir visitas. ¡°Cuando empezamos, a¨²n no hab¨ªa m¨®viles con c¨¢mara buena ni mucha intenci¨®n en los anuncios. El sector estaba muy da?ado tras la crisis¡±, afirma Mac¨ªa, de The Home Hunter. ¡°Ahora se trabaja la imagen, la comunicaci¨®n y, lo m¨¢s importante: el trato con los clientes. Es importante acompa?arle y empatizar con ¨¦l¡±.
El equipo tiene claro que decorar bien un piso ayuda a la gente a ubicarse. ¡°El 90% de las personas no sabe visualizar un espacio y el 70% de la compra es emocional. Es complicado ver una ubicaci¨®n y tomar una decisi¨®n en poco tiempo, por eso, el home staging nos ayuda a ver las capacidades¡±, comenta Muga. Respecto al fen¨®meno de mirar compulsivamente casas en los diferentes portales de referencia, tienen claro que se debe a un anhelo de cambiar a un sitio mejor, pero tambi¨¦n a la curiosidad: ¡°El cotilleo por el cotilleo, saber qui¨¦n vive ah¨ª o c¨®mo vive la gente es algo que nos atrae¡±, asegura Tessa.
El fen¨®meno de las inmobiliarias con estilo ha revolucionado en los ¨²ltimos a?os un mercado en alza con un p¨²blico exigente. Tras la pandemia, este p¨²blico se ha dado cuenta de que necesita un cambio, sintiendo que puede aspirar a algo mejor en un futuro, dando rienda suelta a esa fantas¨ªa que cantaba en su d¨ªa el protagonista de El Violinista en el Tejado: ¡°Si yo fuera rico¡±.
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