Los retos econ¨®micos de Galicia
La comunidad encadena varios a?os de crecimiento econ¨®mico y se prev¨¦ que en 2025 el PIB regional aumente m¨¢s de un 6% respecto a los niveles prepandemia, el mayor avance en Espa?a. Los fondos europeos, el auge tecnol¨®gico, de la electrificaci¨®n y de la productividad, as¨ª como la entrada de m¨¢s mujeres en el mercado laboral apuntalan el ¨¦xito
Es la primera vez que el Grupo PRISA (editora de este diario) elabora un proyecto informativo de esta naturaleza. Desde luego no resulta casualidad la tierra elegida. Tampoco ¡ªen la sem¨¢ntica del periodismo¡ª el titular: Los retos econ¨®micos de Galicia. Las jornadas se reparten en dos d¨ªas (lunes y martes pasados), que empiezan en Vigo y finalizan en Santiago de Compostela. En esa primera l¨ªnea de palabras, Pepa Bueno, directora de EL PA?S, empresarios, pol¨ªticos, referentes de la cultura y, tambi¨¦n, los lectores. Un foro distinto gracias al Consorcio de Zona Franca de Vigo y Abanca (patrocinadores principales); Cinbio, Universidade de Vigo, Cobre San Rafael y Congalsa (patrocinadores) junto a la colaboraci¨®n de Paradores.
Hay ganas de di¨¢logo. La sala est¨¢ llena en la sede social del Consorcio de Zona Franca. M¨¢s de 150 personas. Y el alcalde de Vigo, Abel Caballero (PSOE), desbroza el camino con su arraigado entusiasmo: ¡°?Somos la capital econ¨®mica de Galicia!¡±. Los n¨²meros abren exclamaciones. Este a?o, el PIB crecer¨¢ un 1,7%. Es algo menos (2,1%) que durante 2023 pero la incertidumbre geopol¨ªtica, la inflaci¨®n y la subida de los tipos de inter¨¦s han mermado parte de esa prosperidad. ¡°Sin embargo, soy optimista, los tipos bajan y debe aumentar la demanda interna, el consumo y la inversi¨®n empresarial¡±, enlaza Lucy Amigo, decana del Colegio de Economistas de Pontevedra. Solo pensando en 2025, BBVA Research calcula que la econom¨ªa gallega puede crecer un 6,4% m¨¢s frente a 2019. Pese al envejecimiento de la poblaci¨®n y una disponibilidad limitada de trabajadores. Las buenas noticias llegan, entre otros lugares, de su pujanza textil, un sector primario l¨ªder en leche y carne, la pesca, la acuicultura y, tambi¨¦n, de Stellantis Vigo, que fabric¨® en la Zona Franca en el ejercicio pasado 531.000 veh¨ªculos. Su segunda mejor cifra de producci¨®n.
Antes de que la econom¨ªa lo ocupe casi todo, tiempo para que Pepa Bueno apuntale la carpinter¨ªa de El PA?S. Y sus n¨²meros. En cuatro a?os, el diario ha sumado m¨¢s de 360.000 suscriptores y superado una crisis tecnol¨®gica, econ¨®mica y reputacional. En ¨¦poca de polarizaci¨®n. ¡°Un peri¨®dico debe ser un lugar donde los distintos se encuentren¡±, subraya. En su narrativa dibuja un tri¨¢ngulo equil¨¢tero. Transparencia editorial. Qu¨¦ valores defendemos. Transparencia profesional. Contar c¨®mo se hace el periodismo. Y transparencia financiera. A partir de agosto de 2025 ¡ªlo regula Europa¡ª todos los medios deber¨¢n divulgar de qu¨¦ forma se financian y qui¨¦nes son sus propietarios. Las preguntas que llegan de los lectores podr¨ªan condensarse en dos respuestas. ¡°Me pueden echar ma?ana, pero no me pueden decir qu¨¦ se publica o no¡± y ¡°a la gente joven se llega con mujeres y con j¨®venes ocupando puestos de responsabilidad¡±, propone la directora.
Preservar otras riquezas
El di¨¢logo y la econom¨ªa se trasladan, al d¨ªa siguiente, a Santiago de Compostela. Al Hostal dos Reis Cat¨®licos. La capital gallega lleva responsabilidad de mujer. Su alcaldesa, Goretti Sanmart¨ªn (BNG), evidencia las discrepancias de una orograf¨ªa compleja cuando existen proyectos energ¨¦ticos (miner¨ªa, generaci¨®n e¨®lica) con inquietud social. ¡°La riqueza ecol¨®gica que nos hace ser un refugio clim¨¢tico no debe ponerse en peligro por la amenaza del gran capital. Es nuestra responsabilidad preservarla como tambi¨¦n nuestra cultura o nuestra forma de entender el mundo¡±. Crecimiento sostenible. Entre un ox¨ªmoron y el futuro.
David Regades, delegado especial del Estado en el Consorcio de Zona Franca de Vigo, un espacio que hace 75 a?os, con el proyecto de Citro?n bajo el brazo, cambi¨® la urbe, tiene 350 millones de euros para invertir en los pr¨®ximos cuatro a?os y unos activos valorados en 3.000 millones. ?l mira al ma?ana. Est¨¢n construyendo una f¨¢brica de chips fot¨®nicos; quieren albergar el nuevo veh¨ªculo el¨¦ctrico de Peugeot y trabajan en una planta de hidr¨®geno verde en Bouzas. A pesar de todo, orvalla. Y la raya del monte lleva mucho tiempo borrada. ¡°Necesitamos un poco de autoestima¡±, se lamenta Regades. ¡°Porque contamos incluso con empresas expendedoras de sat¨¦lites¡±, reivindica. Hace falta cierta calma, aunque no llega. ¡°Tenemos tres a?os por delante sin ning¨²n tipo de elecciones. Y esto es bueno¡±, apunta Pedro Blanco, delegado del Gobierno en Galicia. ¡°Pedimos lealtad institucional y la colaboraci¨®n entre empresas y Administraci¨®n¡±. Galicia tiene comprometidos 3.500 millones y un techo de gasto de 420.
A veces, lejos de la pol¨ªtica ¡ªaunque otras, m¨¢s cerca¡ª trabaja la ciencia. Y si hay una conversaci¨®n constante es la inteligencia artificial (IA). Mezcla temor y esperanza. Quiz¨¢s igual que todo lo nuevo. La Agencia Espa?ola de Inteligencia Artificial (Aesia) tiene su sede en A Coru?a y Galicia ha encontrado en los algoritmos verdes un nicho donde competir con los gigantes tecnol¨®gicos estadounidenses. ¡°Parece que nos estamos moviendo hacia una IA m¨¢s responsable [consume mucha energ¨ªa y emite CO2] y ah¨ª somos expertos¡±, reflexiona Ver¨®nica Bol¨®n, profesora de Ciencia de la Computaci¨®n e Inteligencia Artificial de la Universidade da Coru?a. En un mundo tan complejo quiz¨¢s alumbren los ejemplos sencillos.
En Congalsa, una empresa que elabora empanadillas, entre otros productos, utilizan la IA para detectar si alguna de ellas est¨¢ vac¨ªa o carece de la cantidad correcta de relleno. Hace cuatros a?os que instalaron este mundo 4.0 del que participa la plantilla completa. ¡°Se ha transformado en una ventaja competitiva para la organizaci¨®n¡±, sintetiza Noem¨ª Gil Santos, directora TIC de la firma. Ahora, la IA generativa cambia todo. Pensemos en las finanzas. Con el big data les ha llovido una avalancha de informaci¨®n a la que dar sentido. Abanca es una entidad muy implantada en Galicia. ¡°Esta innovaci¨®n incrementar¨¢ el manejo de los datos y al final nos va a ayudar; por ejemplo, a mejorar la experiencia del cliente¡±, augura Carlos Gonz¨¢lez Jard¨®n, director de Gobierno de la Arquitectura, Tecnolog¨ªa y Procesos de Abanca. ¡°El reto es que tambi¨¦n cale en las pymes, que representan el 99% del tejido productivo¡±. Nueva cuesti¨®n. ?Har¨¢ falta regularla? ¡°S¨ª, pero con l¨®gica, para que no se quede fuera ninguna empresa peque?a o mediana¡±, puntualiza. En un territorio tan disperso, la entidad tiene el desaf¨ªo, a trav¨¦s de su fundaci¨®n, de llegar a las zonas rurales.
Disipar temores
Queda el gran miedo: ?me dejar¨¢ sin trabajo? La respuesta de Miguel ?ngel Correa Duarte, director del Centro de Investigaci¨®n en Nanomateriales y Biomedicina (Cinbio) de la Universidade de Vigo, se escribe de derecha a izquierda como Leonardo da Vinci. ¡°Al contrario¡±, advierte. ¡°Si ofreces mejores herramientas consigues que las personas desarrollan m¨¢s su potencial. El problema es la comunicaci¨®n entre ciencia y empresa. A un investigador no le puedes pedir que cree una compa?¨ªa con sus hallazgos¡±, a?ade.
Sin duda, pero existe un ¡°momento de oportunidad¡±, reflexiona Ant¨®n Costas, presidente del Consejo Econ¨®mico y Social (CES), porque la ¡°comunidad vuelve al centro de inter¨¦s de las pol¨ªticas industriales y tecnol¨®gicas¡±. Las leyes ¡ªlo hemos visto con los fondos de recuperaci¨®n o en el ¨²ltimo informe de Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo¡ª obligan o recomiendan invertir en los territorios. Un contrapeso, adem¨¢s, contra la inequidad.
Esas palabras comparten geograf¨ªa con las del presidente de la Diputaci¨®n de A Coru?a, Valent¨ªn Gonz¨¢lez Formoso, quien pide incrementar la inversi¨®n en ciencia en Galicia hasta el 2% del PIB; ahora representa el 1,1%. ¡°Resulta muy dif¨ªcil un futuro que solo se base en el turismo¡±, avisa Gonz¨¢lez Formoso. Mientras la p¨¦rdida demogr¨¢fica, por ejemplo, se podr¨ªa paliar con incentivos fiscales.
¡°Ah¨ª tenemos un problema. Hemos puesto en marcha la estrategia Galicia Retorna y ya han vuelto 35.000 gallegos o descendientes que viv¨ªan fuera¡±, responde Alfonso Rueda, presidente de la Xunta de Galicia, a Pepa Bueno en una entrevista el martes pasado en el Hostal dos Reis Cat¨®licos, dentro del foro Los retos econ¨®micos de Galicia. Aunque admite que ¡°a¨²n son pocos¡± en una poblaci¨®n de 2.700.000 habitantes. Antes, el bar¨®n gallego del PP avisa que no ¡°dir¨¢ no por sistema¡± a la instalaci¨®n de proyectos industriales. La justicia ha bloqueado 59 iniciativas e¨®licas. Se ¡°mirar¨¢n con lupa¡± todas las propuestas, pero ¡°si cumplen, adelante. [¡] No puedo admitir la idea de que aqu¨ª no se pueda hacer nada¡±. En su contestaci¨®n se nota que ¡°se gobierna m¨¢s c¨®modo¡± con mayor¨ªa absoluta pese a la ¡°responsabilidad¡± que supone ser el ¨²ltimo tel¨¦fono que suena. Quiz¨¢ el mayor reto de Galicia sea creer en s¨ª misma y descolgar el auricular.
El complejo giro al verde
Si aflora un debate energético actual en Galicia es el equilibrio entre energía y medio ambiente. Primero sopla el viento: hay unos 112 municipios con aerogeneradores en sus tierras. El Tribunal Superior de Justicia de Galicia estaba en desacuerdo con la interpretación de la ley propuesta en el territorio y ha elevado varias dudas a la UE, que tardará unos dos años en fallar. Mientras, las aspas no giran como debieran. “Hemos perdido un 36% del consumo industrial en los últimos cuatro años, esto quiere decir que han desaparecido industrias electrointensivas”, lamenta José Manuel Pazo, presidente de la Asociación Eólica de Galicia (EGA). “Hay 32 proyectos industriales que quieren instalarse pero no pueden”, añade. 6.000 millones de euros de inversión, según sus cálculos, y 12.000 empleos en el aire.
Si el viento entra racheado, la tierra aparece revuelta. El proyecto de Cobre San Rafael que afecta a los concellos de Touro y O Pino (A Coruña) choca con un territorio de gran sensibilidad medioambiental. Venancio Salcines, senior advisor de la minera, defiende su trascendencia. “En la explotación de cobre sostenible, ni se va a crear una balsa de lodos ni se extraerá agua del río Ulla”. Y añade: “La minería es el reto central de Galicia. ¿Subimos al tren de la prosperidad o no?, porque solo pasa una vez. Queremos ser verdes pero no podemos producir verde si no existen energías verdes. Somos una iniciativa estratégica y estamos siempre abiertos al diálogo social. Debemos buscar un punto de consenso, pero falta. No todo vale en la lucha política: echo de menos un proyecto de país”.
Resulta complicado con una normativa de otros tiempos. El Plan Eólico data de 1997, no concuerda con las necesidades de 2024. Y hay casi 30 leyes distintas, desgrana Alba Nogueira, catedrática de Derecho Administrativo e investigadora medioambiental. “Es necesario emprender una transición energética con un marco jurídico predecible, una Administración preparada [en número de profesionales para estudiar las peticiones] y también debemos tener claro para qué queremos estas energías”. Por que si no todo es más lento. Y expande la perspectiva: “Lo sostenible también es el autoconsumo, los edificios eficientes o la eólica marina”. El color verde es el futuro de Galicia por tierra, mar y aire.
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