Mads Mikkelsen: ¡°Los actores no desapareceremos. La gente quiere ver a personas reales en la pantalla¡±
El dan¨¦s favorito de Hollywood ama el cine estadounidense con el que creci¨® y, especialmente, interpretar al villano. Mientras espera a que lo llame Scorsese, recibe a ICON en Mil¨¢n
En el cauce del Naviglio Grande, el canal milan¨¦s vaciado para acometer las obras invernales de mantenimiento, los charcos de agua est¨¢n cubiertos de hielo. Arriba, el cielo es de un azul pur¨ªsimo. A pesar de que brilla un sol impotente es uno de los d¨ªas m¨¢s fr¨ªos del a?o. Pero Mads Mikkelsen (?sterbro, Dinamarca, 58 a?os) parece moverse en su propia burbuja, a cuyo interior ya ha llegado esa primavera a la que est¨¢n ...
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En el cauce del Naviglio Grande, el canal milan¨¦s vaciado para acometer las obras invernales de mantenimiento, los charcos de agua est¨¢n cubiertos de hielo. Arriba, el cielo es de un azul pur¨ªsimo. A pesar de que brilla un sol impotente es uno de los d¨ªas m¨¢s fr¨ªos del a?o. Pero Mads Mikkelsen (?sterbro, Dinamarca, 58 a?os) parece moverse en su propia burbuja, a cuyo interior ya ha llegado esa primavera a la que est¨¢n destinados los et¨¦reos trajes que luce en esta sesi¨®n fotogr¨¢fica.
Entre cambios de look, fuma un cigarrillo como solo saben hacerlo las estrellas de cine, antes de volver a posar en el antiguo estudio del escultor Andrea Cascella (1919-1990), desliz¨¢ndose entre las esculturas de m¨¢rmol. Mikkelsen se muestra c¨®modo ante el objetivo y resulta cruel, dulce, melanc¨®lico o sonriente seg¨²n corresponda. No parece sentir el fr¨ªo. Sin embargo, ¡°?qu¨¦ fr¨ªo!¡±, es lo primero que dice cuando, tres horas despu¨¦s, nos sentamos para hablar. ¡°?Y pensar que por mis venas deber¨ªa correr sangre vikinga!¡±. ?Entonces la indiferencia a la temperatura que acabamos de ver ha sido un trabajo de interpretaci¨®n? ¡°Forma parte de mi oficio, que consiste en crear una situaci¨®n con la que mimetizarme y permanecer en ella. Cuanto m¨¢s arriesgo, m¨¢s f¨¢cil es todo lo dem¨¢s¡±.
Es decir, que esta sesi¨®n de fotos ha sido otro alarde interpretativo, el en¨¦simo de una estrella que se encuentra igual de c¨®moda en el cine europeo de autor que en los m¨¢s grandilocuentes blockbusters norteamericanos. ¡°En Hollywood he aprendido que los presupuestos reducidos agilizan la producci¨®n y la hacen m¨¢s eficaz: cuanto m¨¢s dinero hay, m¨¢s personas implicadas y m¨¢s se ralentiza todo¡±, sentencia. Viene a la mente aquel v¨ªdeo en el que Marcello Mastroianni, esperando en su camerino a que comenzara el rodaje de una escena, revelaba que el trabajo del actor consiste ante todo en¡ ¡°Esperar, esperar y esperar¡±, interrumpe Mikkelsen. ¡°S¨ª, tambi¨¦n he visto ese v¨ªdeo. ?Y es exactamente as¨ª!¡±, r¨ªe. ¡°Cada actor espera de un modo distinto. Algunos se mantienen en el papel, pero yo prefiero distanciarme y regresar cuando llega el momento de rodar. No me gusta llevarme el personaje a casa: ser¨ªa una locura, y mis hijos tendr¨ªan que llamarme con un nombre distinto cada vez¡±.
En efecto, convivir con un nazi, por ejemplo, no debe de ser muy agradable¡ ¡°?Exacto!¡±, r¨ªe ¨¦l, pensando en el p¨¦rfido profesor filohitleriano que interpret¨® en el ¨²ltimo cap¨ªtulo de la saga de Indiana Jones, junto a su ¨ªdolo Harrison Ford. En algunas escenas de la pel¨ªcula, ambos, por exigencias del guion, fueron rejuvenecidos 30 a?os por obra y gracia de la Inteligencia Artificial, cuyo uso suscita inquietud entre actores y guionistas. ¡°En casos como este es un recurso creativo fant¨¢stico, porque permiti¨® mostrar a los mismos actores con dos edades distintas, pero si empiezan a hacer pel¨ªculas sin la presencia f¨ªsica de los actores, entonces ser¨¢ otra historia. No queremos que ocurra. Nadie quiere. Pero suceder¨¢. Aunque no me preocupa. Es como cuando los festivales de cine se opon¨ªan a las plataformas de streaming: es una realidad que ya est¨¢ aqu¨ª, hay que aceptarla y aprender los unos de los otros. Los cines nunca desaparecer¨¢n, la gente quiere ver las pel¨ªculas en la sala, y en la pantalla quieren ver a personas reales¡±.
¡°Ir al cine es un placer¡±, afirma, pero Mikkelsen solo puede permit¨ªrselo ¡°de vez en cuando¡±, dice. ¡°Ahora para m¨ª es algo distinto: yo miro la pantalla y la gente me mira a m¨ª mirando la pantalla¡±. En Dinamarca es una superestrella y, al examinar su extraordinaria carrera, resulta curioso pensar que, hasta los 30 a?os, la idea de ser actor ni siquiera le hab¨ªa pasado por la cabeza. ¡°Empec¨¦ casi de casualidad: ¨¦ramos un grupo de personas, muchas surgidas de la escuela de cine y de interpretaci¨®n, que so?¨¢bamos con cambiar el cine dan¨¦s. Nos gustaba Taxi Driver pero nadie hac¨ªa pel¨ªculas como aquellas en Dinamarca. Cuando yo empec¨¦ estaban pasando un mont¨®n de cosas¡±.
Se refiere a la nueva ola danesa de los a?os noventa, al manifiesto Dogma 95, a directores como Lars Von Trier o Thomas Vinterberg (con quien Mikkelsen rod¨® La caza, que le vali¨® el premio al mejor actor protagonista en Cannes en 2012, y Otra ronda, Oscar a mejor pel¨ªcula extranjera de 2021) y, por supuesto, a Nicolas Winding Refn, con quien debut¨® en Pusher (1996). Normal que responda ¡°Martin Scorsese¡± cuando le preguntamos por el director al que dir¨ªa que s¨ª con los ojos cerrados, sin necesidad de leer primero el guion. ¡°Me har¨ªa feliz aparecer aunque fuese al fondo de un fotograma de una pel¨ªcula suya. Crec¨ª con sus pel¨ªculas. He coincidido con ¨¦l algunas veces, es muy amable. Estoy casi seguro de haberle dicho que sue?o con trabajar para ¨¦l¡ S¨ª, creo que algo le ha llegado¡±, r¨ªe.
El motivo por el que Mikkelsen comenz¨® a actuar tan tarde fue que, de ni?o, quer¨ªa dedicarse a algo muy distinto. ¡°Siempre so?¨¦ con dedicarme al deporte a nivel profesional. Pero no lo consegu¨ª¡±. Primero prob¨® como gimnasta. Despu¨¦s, durante diez a?os, fue bailar¨ªn profesional (basta recordar la extraordinaria escena final de Otra ronda en la que baila borracho). En su historia profesional, la danza y la interpretaci¨®n est¨¢n entremezcladas. ¡°Algunos de mis ¨ªdolos cinematogr¨¢ficos, como Bruce Lee, son casi bailarines. Sobre todo, Buster Keaton: en cada uno de sus gestos hay algo de elegancia y de m¨²sica. Y, adem¨¢s, no habla¡±.
El propio Mikkelsen afront¨® algo similar a una pel¨ªcula muda cuando interpret¨® a un guerrero vikingo con un solo ojo en aquella obra maestra visionaria que fue el Valhalla Rising de Refn: ¡°Es verdad: One-Eye, mi personaje, est¨¢ mudo porque le han cortado la lengua. Refn y yo hicimos un trabajo interesante, lo transformamos en una obra musical, en un cuadro, en un paisaje. Fue dif¨ªcil, pero cuando lo logramos fue muy divertido¡±.
Ya sea como terror¨ªfico guerrero vikingo o como un inocente maestro de primaria acusado injustamente de abusar de un ni?o (La caza), Mikkelsen siempre resulta cre¨ªble. Y, al mismo tiempo, cada vez que lo llaman desde Hollywood es para ofrecerle el mismo papel, el de s¨²per malo. Nunca falla. ¡°Mientras me gane la vida con ello, me gusta¡±, r¨ªe. ¡°Me crie con pel¨ªculas estadounidenses, me encanta verlas y me hace feliz formar parte de ellas. Adem¨¢s, me divierte hacer de malo¡±.
La cuesti¨®n del bien y el mal, explica, no le influye a la hora de elegir un papel. ¡°Como actor, creo que lo ¨²nico a lo que tal vez me negar¨ªa ser¨ªa a rodar escenas demasiado ¨ªntimas, en las que casi tienes que tener sexo real; me aburren. Desde el punto de vista de las historias, en cambio, no tengo l¨ªmites: si la pel¨ªcula es interesante, interpretar¨ªa cualquier personaje, hasta el m¨¢s terrible¡±. No ser¨ªa algo descabellado si lograra cumplir su segundo sue?o cinematogr¨¢fico, despu¨¦s del de rodar con Scorsese: ¡°Me gustar¨ªa hacer una aut¨¦ntica pel¨ªcula de terror, es un g¨¦nero que me gusta, pero nunca he probado¡±. ?Con qu¨¦ director? ¡°Sin duda, con John Carpenter. Es mi tipo¡±.
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