El cibercotilleo: qu¨¦ es y c¨®mo ayudar a ni?os y adolescentes a paliar sus efectos

Entre las distintas redes sociales, TikTok es la elegida como la favorita mayoritariamente por los chicos y chicas entre 12 y 17 a?os. En segunda posici¨®n, los adolescentes y j¨®venes se decantan por Instagram y sit¨²an a la plataforma Twitch en la tercera posici¨®n entre sus preferencias, seg¨²n los datos publicados en el Estudio de Redes Sociales 2023, publicado el pasado mayo por IAB Spain, un foro de encuentro y representaci¨®n de la industria publicitaria espa?ola. La poblaci¨®n adolescente y juvenil utiliza esas aplicaciones para publicar fotos o v¨ªdeos cortos sobre temas diversos que comparten con el resto de usuarios. Entre otras cosas, esta actividad permite poner en pr¨¢ctica el cotilleo de toda la vida pero transformado en cibercotilleo. ¡°Un comportamiento en l¨ªnea donde una o varias personas emiten comentarios sobre otro u otros compa?eros cuando no est¨¢n presentes (t¨ªpica situaci¨®n en los grupos de WhatsApp). Estos comentarios pueden ser positivos, negativos o neutros (como datos objetivos)¡±, explica Joaqu¨ªn Gonz¨¢lez-Cabrera, investigador del Instituto de Transferencia e Investigaci¨®n (ITEI) de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

El cibercotilleo es un proceso psicosocial que se ha visto modificado, en mayor o menor medida, por la incorporaci¨®n en nuestras vidas de internet y sus posibilidades. ¡°El fin m¨¢s claro de usar el cotilleo-rumor es justamente crear una cohesi¨®n de grupo (endogrupo) entre los que participan de esa actividad, para la construcci¨®n del grupo de iguales¡±, sostiene Gonz¨¢lez-Cabrera. Los expertos aseguran que este comportamiento puede tener aspectos positivos, como favorecer la socializaci¨®n en redes sociales, generando v¨ªnculos afectivos y redes de confianza. Pero, en ocasiones, tambi¨¦n ¡°puede llegar a ser una potente herramienta de ciberacoso o provocar adicciones, perdida de privacidad e incluso inhibir el desarrollo de un pensamiento cr¨ªtico a la hora de buscar informaci¨®n¡±, sostiene Jes¨²s B. Alonso Hern¨¢ndez, director del Instituto Universitario para el Desarrollo Tecnol¨®gico e Innovaci¨®n en Comunicaciones (IDeTIC).

¡°En el momento en que el cibercotilleo presenta un contenido negativo, lo considerar¨ªa una ciberagresi¨®n relacional indirecta. Este tipo de conductas son de las m¨¢s frecuentes, junto con aquellas que generan una exclusi¨®n directa (dejar fuera de un grupo WhatsApp)¡±, incide Gonz¨¢lez-Cabrera. En ese sentido, es importante poner en marcha un trabajo con los ciberobservadores. ¡°Ellos son la potencial defensa que puede tener una persona que sufre escarnio de alg¨²n tipo cuando no puede defenderse. Como todos los procesos, esto se aprende y se puede trabajar en la familia y en los centros escolares¡±, a?ade.

Para evitar el uso inadecuado de las redes sociales es crucial que los padres adquieran el suficiente conocimiento sobre ellas, permiti¨¦ndoles as¨ª estar prevenidos sobre su utilizaci¨®n y poder ayudar a sus hijos a usarlas de manera id¨®nea. Por eso, es conveniente mostrarse cercano a ellos y crear un clima de confianza para que, ante cualquier tipo de ciberagresi¨®n, sepan que van a recibir ayuda. No obstante, esto no es f¨¢cil dada la velocidad con la que evolucionan las diferentes redes sociales, e incluso con la aparici¨®n de la inteligencia artificial (IA) en el ¨¢mbito de la creaci¨®n de contenidos digitales. ¡°Es complicado para los progenitores estar informados en todo momento de las diferentes amenazas a la que est¨¢n expuestos sus hijos e hijas. Sin embargo, s¨ª es posible educar a adolescentes y j¨®venes en el empleo racional de las redes sociales para evitar la sobreexposici¨®n, y ense?arles a proteger su privacidad, su identidad y su reputaci¨®n online¡±, asegura Alonso.

Para afrontar esa cuesti¨®n es necesario su abordaje desde diferentes perspectivas, entre ellas la educaci¨®n familiar, los centros educativos, la ayuda de profesionales en el tratamiento del ciberbullying, campa?as de sensibilizaci¨®n y tambi¨¦n con la intervenci¨®n de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. ¡°Los padres deben prevenir y detectar posibles situaciones de cibercotilleo y ciberacoso, y ofrecer apoyo y orientaci¨®n a los hijos e hijas si las sufren o las presencian. Deben, tambi¨¦n, mostrar inter¨¦s y respeto por las actividades que realizan los menores en la Red, y compartir con ellos sus experiencias y opiniones¡±, subraya Alonso. Adem¨¢s, este experto recomienda establecer con los hijos normas y acuerdos sobre el tiempo, el lugar y el contenido de las conexiones, y hacer un seguimiento de su cumplimiento.

Gonz¨¢lez-Cabrera ofrece tambi¨¦n algunos consejos que los padres pueden poner en pr¨¢ctica sobre el cibercotilleo:

• Realizar mediaci¨®n parental online es clave para las familias, tanto activa (monitorizar, supervisar el uso¡­) como, a veces, restringir el uso o el tiempo de las redes sociales. La mediaci¨®n es una pr¨¢ctica siempre importante y necesaria con los menores.
• Si las familias son conocedoras de este hecho, es probable que sea parte de una ciberagresi¨®n, por lo que es fundamental saber c¨®mo actuar. Es importante no alimentar al ciberagresor o ciberagresores con respuestas y es importante atender el estado emocional de los hijos (la v¨ªctima, muchas veces, genera sentimiento de culpabilidad o verg¨¹enza).
• Es importante evitar que el menor se sienta culpable por la situaci¨®n y es deseable que los adultos muestren plena disposici¨®n a ayudarle.
• Hacer preguntas abiertas para tratar de averiguar lo que ha sucedido y ayudar sin juzgar.
• Valorar siempre la comunicaci¨®n al centro escolar, seg¨²n el caso, y la polic¨ªa, si fuera necesario.

La transformaci¨®n digital es una realidad que genera nuevas actividades econ¨®micas, nuevos estilos de vida, nuevas necesidades, ¡°pero la Administraci¨®n debe tutelar este cambio acompa?ando con medidas que puedan paliar a tiempo los aspectos negativos de estos cambios¡±, puntualiza Gonz¨¢lez-Cabrera. El experto se refiere a nuevas legislaciones, campa?as de informaci¨®n y sensibilizaci¨®n y dotar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado de las herramientas necesarias para combatir cualquier pr¨¢ctica que fuese delictiva.

No se puede evitar al 100% que otra persona (o grupo) hable de los hijos sin que est¨¦n ellos presentes, pues este comportamiento forma parte de las din¨¢micas psicosociales como seres humanos. Pero para Gonz¨¢lez-Cabrera lo que s¨ª se puede aprender son las consecuencias que esto tiene y, de este modo, conceder el beneficio de la duda a los que no est¨¢n presentes, indagar m¨¢s para elaborar un criterio propio y defender a aquellos sobre los que se tenga constancia que hay una injusticia.

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