2024 y los s¨ªntomas de las crisis por venir
Tendremos que seguir con atenci¨®n c¨®mo intenta salir bien librado M¨¦xico de la ofensiva trumpista que se viene
Se termina un a?o cuajado de s¨ªntomas de los cambios que ha sufrido, en unos pocos a?os, la vida cotidiana, pol¨ªtica, cultural y econ¨®mica del planeta. Las guerras empeoraron, la polarizaci¨®n creci¨® y, con ella, la radicalizaci¨®n de fuerzas cada vez m¨¢s virulentas e intransigentes. El a?o corri¨® de tal modo que si nuestro mundo fuera el paciente de un terapeuta promedio, es seguro que le recetar¨ªan toda clase de ansiol¨ªticos, antidepresivos y tranquilizantes.
Veamos las partes que m¨¢s nos importan del plano global, que son las que corresponden a nuestro pa¨ªs y nuestro vecindario. En 2024, hubo elecciones presidenciales en M¨¦xico y Estados Unidos. En M¨¦xico, m¨¢s que un cambio de gobierno debemos hablar de un relevo, puesto que volvi¨® a ganar las votaciones federales el partido Morena, que conquist¨® el poder en 2018 y que, lejos de perder posiciones, se consolid¨® como la fuerza pol¨ªtica mayoritaria y casi absoluta, mientras que los viejos movimientos hegem¨®nicos, como el PRI y el PAN (y no se diga el agonizante PRD), se hundieron en la irrelevancia.
Con todo y que no tiene que enfrentar, b¨¢sicamente, a ninguna oposici¨®n a escala nacional, los primeros meses de Claudia Sheinbaum en la presidencia no han dejado de tener un aire de expectativa. Porque es evidente que M¨¦xico ¡°no se manda solo¡±, sino que depende en buena medida de su relaci¨®n con el vecino del norte. Y queda claro que el regreso del republicano Donald Trump al gobierno de Estados Unidos, luego de su victoria en las elecciones de noviembre sobre su rival dem¨®crata Kamala Harris, marcar¨¢ buena parte de lo que pueda o no hacer Sheinbaum en el futuro.
Trump tuvo una relaci¨®n cordial con el expresidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, s¨ª, en buena medida porque obtuvo del gobierno mexicano todo lo que quiso: reforzamiento de los controles sobre migrantes, renegociaci¨®n del tratado de libre comercio de Am¨¦rica del Norte, etc¨¦tera. Ahora, Claudia Sheinbaum tendr¨¢ que enfrentar o sobrellevar a un Trump todav¨ªa m¨¢s convencido que en su primer periodo de la conveniencia de blindar sus fronteras y ¡°castigar¡± a M¨¦xico en terrenos que van de la migraci¨®n al narcotr¨¢fico, pasando por la econom¨ªa.
Las amenazas de enviar a nuestro territorio a millones de indocumentados deportados desde Estados Unidos, imponer aranceles a las exportaciones mexicanas o declarar grupos terroristas a los c¨¢rteles del crimen organizado (y, con ello, intervenir militarmente en M¨¦xico si se le pega la gana) podr¨ªan desatar, de convertirse en realidades, una serie de crisis muy severas. Sheinbaum lo sabe y ha tratado de mandar reiterados mensajes de serenidad y colaboraci¨®n al gobierno de EE UUU, a la vez que reivindica los principios de soberan¨ªa mexicana ante los micr¨®fonos. Entienden, ella y su equipo, que deber¨¢n ser pragm¨¢ticos, astutos y cautelosos, porque en la relaci¨®n bilateral el mango de la sart¨¦n lo tiene Trump.
En Estados Unidos, por su lado, la vuelta de Trump es vista como una hecatombe por los progresistas, ya que los republicanos tendr¨¢n el control de las dos c¨¢maras del Congreso y la corte suprema es en su mayor¨ªa conservadora. Trump, pues, tiene un terreno firme para actuar como mejor le apetezca, al menos en un primer momento (faltan dos a?os para las elecciones de medio periodo, que podr¨ªan restarle poder legislativo).
Habr¨¢ que ver cu¨¢les de las medidas aparatosas y controversiales que ha anunciado decide lanzar durante sus primeros d¨ªas en el poder (que asumir¨¢ a finales de enero de 2025) y en qu¨¦ sentido opera en asuntos tan delicados como Ucrania y Oriente Medio. Pero, sobre todo, tendremos que seguir con atenci¨®n c¨®mo intenta salir bien librado M¨¦xico de la ofensiva trumpista que se viene.
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